NO AY COSA BUENA POR FUERZA.
DE UN INGENIO DE ESTA CORTE.
Treb Don Trebacio
Bueno estàs por las espuelas,
mira que he de partir luego.
Gar Garron
Harto espuelas es el fuego
de Argila, pues con èl buelas;
ella te ha de hacer venir
mas presto de lo que quieras.
Treb Don Trebacio
Ay Garron, mejor dixeras,
que ella me ha de hacer morir.
Gar Garron
Esso serà lo mas cierto,
pues no ay hombre enamorado,
que en viendose apassionado,
no diga, que amor le ha muerto;
y segun esto, yo digo,
que hemos de morir los dos
muy presto, mediante Dios.
Treb Don Trebacio
Què dices?
Gar Garron
Verdad te digo;
tu no tienes amor?
Treb Don Trebacio
Si.
Gar Garron
Pues yo tengo un hambre fuerte,
que es bastante à dar me muerte,
y amor à matarte à ti.
Treb Don Trebacio
No es bien que muerte se llame
el mal que remedio tiene.
Gar Garron
Y si el remedio no viene,
què mas muerte, y mas infame?
Treb Don Trebacio
Racion, y sueldo doblado
tienes desde oy todo junto.
Gar Garron
La memoria en este punto
mil varas me has alargado;
quien te pu diera alargar
el amor de Argila assil
yà no ay muerte para mi,
tu sólo te has de matar.
Quieres que à hablarla vaya,
y la diga que la adoras,
y que en aquel pecho moras,
sin que tu amor tenga à raya? [↔]
quieres le cuente tu historia
de esta resuelta partida?
mira que en toda mi vida
he tenido tal memoria:
què quieres?
Treb Don Trebacio
No quiero nada,
sino que al punto partamos.
Gar Garron
Pues solo por ti tardamos
de no hacer esta jornada,
que à Argila no piensas vèr.
Treb Don Trebacio
Es aumentar penas mias,
pues dentro de pocos dias
la buelta avemos de dar.
Garron
Pues vèn,
que el cavallo aguarda.
Treb Don Trebacio
A Dios, Canturia dichosa,
el alma lleva medrosa,
que un no sè què la acobarda. [↔]
Vanse, y sale Eraclio viejo, con baculo, y Argila Dama, y Claudino de Estudiante, y Roselio criado.
Claud Claudino
Essas canas reverencio,
y el vèr que con prisa tanta
nos llamas aqui en silencio,
esto en ti es cosa muy nueva.
Era Eraclio
Pues no os admireis, Claudino,
porque agora determino
hacer de mil cosas prueba.
Claud Claudino
Què nos quieres?
Eracl Eraclio
Bien de espacio
sabreis los dos à que os llamo.
Arg Argila
Cielos, si sabe que amo,
ap.
y tengo amor à Trebacio?
Era Eraclio
Roselio, cierra essa puerta,
y por un rato à ninguno,
por mas que llame importuno,
no se la ofrezcas abierta.
Ros Roselio
Yo me parto à obedecerte.
Clau Claudino
No sè què siento en el pecho
de esto que nuestro padre ha hecho.
Arg Argila
Yo me anuncio yà la muerte.
Eracl Eraclio
Essas dos sillas tomad,
porque para lo que intento
aveis menester assiento.
Claud Claudino
Què notable novedad!
Sientanse, y Eraclio en medio.
Eracl Eraclio
Bien sabeis, hijos del alma,
que como à ella os estimo,
y que aumentar vuestro estado
siempre mi intencion ha sido;
y bien sabeis, que mi vida
està asida al postrer hilo,
el mas roto, y mas gastado,
que el tiempo le ha consumido;
y que no tiene seguro,
porque yà el fiero cuchillo
de la muerte le amenaza,
sin que de otro quede asido;
pues antes que el golpe llegue,
quiero, mi Argila, y Claudino,
daros à los dos estado,
pues el Cielo os le ha ofrecido.
Despues que al mundo nacisteis,
nunca, hijos, os he visto,
que à èl esteis inclinados,
ni tener en èl un vicio;
nunca os vi gastar el tiempo
en los torpes apetitos,
que amor ofrece à los hombres,
que en servirle estàn metidos;
siempre vuestra inclinacion
de grande virtud ha sido,
sin moceda des algunas,
y sin mortales peligros;
de donde, considerando
la virtud que aveis tenido,
dos cosas os he buscado
con que honraros, y serviros.
A vos, Claudino, por vèr,
que de letras sois amigo,
para haceros Sacerdote
he hablado al Arzobispo
de Canturia, que dispense
el daros en un dia mismo
el Habito que requiere
el ser Vicario de Christo.
Ofreciòmelo, y tambien
me ofreciò haceros Obispo
de Baltridente,
con renta
muy bastante al tal oficio.
Azetèlo, y di palabra
de que aveis de ser, Claudino,
oy Sacerdote de Missa,
aunque de ello sois indigno.
Y à vos, mi Argila, tambien,
para honrar vuestros designios,
un velo en Santa Isabèl
la Abadesa me ha ofrecido.
Dixome, que avia dos años,
que con un zelo divino
vos misma se le pedisteis,
y que os le daria me dixo.
Tambien le di la palabra
oy pienso tener dos hijos,
uno, que honre una Mitra,
y otro, un Habito Francisco.
Embidiarà me Canturia,
y darànme mis amigos,
gozosos de vèr tal bien,
parabienes infinitos.
Baltridentes os harà fiestas,
siendo su Obispo Claudino,
y à vos, mi Argila, el Convento,
en veros, harà lo mismo.
Y yo, en veros en estados
tan buenos, y tan altivos,
darè descanso à estas canas,
con tal edad impedido.
Miralos.
Pareceme, que os poneis
turbados, y suspendidos,
y que me dais à entender,
que os pesa de lo que he dicho?
Claud Claudino
De lo que has dicho nos pesa.
Eracl Eraclio
Claudino, què es lo que has dicho?
Claud Claudino
Ay padre!
Argil Argila
Ay padre!
Eracl Eraclio
Què, què decis?
Argil Argila
Ay padre mio!
Eracl Eraclio
Como assi me respondeis
con ayes, y con suspiros?
Argila, vos sois la Santa?
vos el humilde Claudino?
hablad, decid, què teneis?