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Examen de in genios para las Sciencias
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EXAMEN DE IN GENIOS PARA LAS SCIENCIAS.

Donde se muestra la diferencia de habili dades, que ay en los hombres; y el ge nero de letras, que a cada uno responde en particular.

Compuesto por el Doctor Juan Huarte, natural de Sant Iuan del pie del Puerto.

La quarta Edicion de Mu chos querida. En Amsterdam, En la Officina de Juan de Ravestein.

M. DC. LXII.

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AL LECTOR.

[] PAra que las obras de los artifices tuviessen la perfe cion que convenia al uso de la republica, me parecio que se avia de establecer una ley; que el Carpintero no hiziesse obra tocante al offi(Nemo æra rius simul & lignarius fa ber sit: duas enim artes, aut studia duo, di ligenter exer cere humana natura non potest. Plato de Leg.) cio del Labrador; ni el Texe dor del Architecto; ni el Iu risperito curasse; ni el Medico abogasse: sino que cada uno exercitasse sola aquel arte, pa ra la qual tenia talento natu ral, y dexasse las demas. Por que considerando quan corto y limitado es el ingenio del hombre, para una cosa y no mas; tuve siempre entendido, que ninguno podia saber dos artes con perfe cion, sin que en la una faltasse: y porque no errasse en elegir la que a su natural estava mejor, avia de aver diputados en la republi ca, hombres de gran prudencia y saber, que en la tierna edad descubriessen a cada uno su ingenio, haziendole estudiar por fuerça la sciencia que le convenia, y no dexarlo a su elecion. De lo qual resultaria en estos esta dos y señorios, aver los mayores artifices del mundo, y las obras de mayor perfecion; no mas de por juntar el arte con naturaleza.
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[] Esto mesmo quisiera yo que hizieran las Academias destos Reynos, que pues no con sienten que el estudiante passe a otra facul tad, no estando en la lengua Latina perito, que tuvieran tambien examinadores, para sa ber si el que quiere estudiar Dialectica, Phi losophia, Medicina, Theologia, o Leyes, tiene el ingenio que cada una destas sciencias ha menester; porque sino, fuera del daño que este tal hara despues en la republica (usando su arte mal sabida) es lastima ver a un hombre trabajar y quebrarse la cabeça en cosa que es impossible salir con ella. Por no hazer oy dia esta diligen(El estudiante que aprende la sciencia, que no vie ne bien con su ingenio, se haze esclavo della: y assi dize Platon: Non decet li berum homi nem cum ser vitute disci plinam ali quam discere: quippe ingen tes corporis labores vi suscepti, nihi lo deterius corpus affi ciunt: nulla vero animæ violenta dis ciplina stabi lis est. Dialo go de justo.) cia, han destruydo la Chri stiana religion los que no te nian ingenio para Theologia; y echan a perder la salud de los hombres, los que son in habiles para medicina; y la jurispericia no tiene la perfe cion que pudiera, por no sa ber a que potencia racional pertenece el uso y buena inter pretacion de las leyes. Todos los Philosophos antiguos hal laron por experiencia, que donde no ay naturaleza que disponga al hombre a saber, por demas es trabajar en las
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reglas del arte. Pero ningu no ha dicho con distinction ni claridad, que naturaleza es la que haze al hombre habil para una scien cia, y para otra incapaz; ni quantas diferen cias de ingenio se hallan en la especie hu mana, ni que artes y sciencias responden a cada uno en particular; ni con que señales se avia de conocer; que era lo que mas importava. [] Estas quatro cosas (aunque pare cen impossible) contien en la materia sobre que ha de tratar, fuera de otras muchas que se tocan al proposito desta dotrina, con in tento, que los padres curiosos(Patris evi denti insomnio moniti ad me dicinæstudium excolendum venimus. Lib. 9. meth. cap. 4. Los Demo nios tratan con los hom bres, con mucha fa miliaridad: pero para una verdad que les dizen de poca im portancia, les encazan mil mentiras.) tengan arte y manera para descubrir el ingenio a sus hi jos, y sepan aplicar a cada uno la sciencia en que mas ha de aprovechar: que es un aviso que Galeno cuenta averle dado un Demonio a su pa dre, al qual le aconsejó estan do durmiendo, que hiziesse estudiar a su hijo medicina; porque para esta sciencia te nia ingenio unico y singular. De lo qual se puede entender, quanto importa a la republi ca, que aya en ella esta elecion y examen de ingenios para las sciencias; pues de
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estudiar Galeno medicina, resulto tanta sa lud a los enfermos de su tiempo, y para los venideros dexó tantos reme( [] Baldo de nio dexar la Medicina, y estudiar Leyes, por lo que dixó Ciceron en esta senten cia: Qui igi tur ad naturæ suæ nonvitio sæ genus consi lium vivendi omne contule rit; is constan tiam teneat: id maximè de cet, nisi fortè se errasse in tellexerit in deligendo genere vitæ. Cic. lib. 1. Offic.) dios escritos. Y si como Bal do (aquel illustre varon en derecho) estudio la medici na, y la uso, passara adelante con ello, fuera un Medico vulgar (como ya realmente lo era) por faltarle la dife rencia de ingenio que esta sciencia ha menester; y las leyes perdieran una de las mayores habilidades de hom bre que para su declaracion se podia hallar.
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PROHEMIO.

[] QUando Platon queria ensenar alguna dotrina grave, subtil, y apar tada de la vulgar opinion, escogia de sus discipulos los que a el le parescian de mas delicado ingenio, y a solos estos dezia su pare cer: sabiendo por experiencia, que enseñar co sas delicadas a hombres de baxo entendimien to, era gastar el tiempo en vano, quebrarse la cabeça, y echar a perder la dotrina. Lo segun do que hazia (despues de la elecion) era pre venirlos con algunos presupuestos claros y ver daderos, y que no estuviessen lexos de la conclu sion: porque los dichos y sentencias que de im proviso se publican contra lo que el vulgo tiene persuadido, no sirven demas al principio (no haziendose tal prevencion) que alborotar el au ditorio, y eno jarle, de manera que viene a perder la pia affecion, y aborrescer la dotrina. Esta manera de proceder quisiera yo poder gu ardar contigo ( [] curioso Lector) si vuiera forma para poderte primero tratar y descubrir a mi solas, el talento de tu ingenio: porque si fuera tal qual convenia a esta dotrina, apartandote de los ingenios comunes, en secreto te dixera sen tencias tan neuvas y particulares, quales ja mas pensaste que podian caer en la ymagina cion de los hombres. Pero como non se puede hazer (aviendo de salir en publico para todos esta obra) no es possible dexar del alborotarte:
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porque si tu ingenio es de los comunes y vulga res, bien sé que estás persuadido, que el nume ro de las sciencias y su perfecion, ha mucho dias que por los antiguos está ya cumplido; movi do con una vanarazon; que pues ellos no halla ron mas que dezir, argumento es, que no ay otra no vedad en las cosas: y si por ventura tie nes tal opinion, no passes de aqui, ni leas mas adelante: por que te dara pena ver provado, quan miserable diferencia de ingenio te cupó. Pero si eres discreto, bien compuesto y suffrido, dezirte he tres conclusiones muy verdaderas, aunque por su novedad, son dignas de grande admiracion. La primera es, que de muchas di ferencias de ingenio que ay en la especie huma na; sola una te puede (con eminencia) caber; sino es que naturaleza, como muy poderosa, al tiempo que te formó, echó todo el resto de sus fuerças en junta, solas dos o tres; o por no po der mas, te dexo estulto y privado de todas. La segunda, que a cada diferencia(En España no puede na turaleza jun tar mas que dos diferen cias de inge nios; y tres en Grecia.) de ingenio le responde (en emi nencia) sola una sciencia, y no mas: de tal condicion, que si no aciertas a elegir la que responde a tu habilidad natural, ternas de las otras gran remission, aunque trabajes dias y noches. La tercera, que despues de aver entendido qual es la sciencia que a tu ingenio mas le responde, te queda otra dificultad mayor
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por averiguar: y es, si tu habilidad es mas aco modada a la pratica que a la theorica; porque estas dos partes (en qualquier genero de letras que sea) son tan oppuestas entre si, y piden tan diferentes ingenios, que la una a la otra se re miten, como si fuessen verdaderos contrarios. Duras sentencias son (yo lo confiesso;) pero otra cosa tienen de mas dificultad y aspereza, que de ellas no ay a quien apelar, ni poder dezir de agravios: porque siendo Dios el autor de na turaleza, y viendo que esta no da a cada hom bre mas que una diferencia de ingenio (como atras dixe) por la oposicion o difficultad que de juntarlas ay, se acomoda con ella; y de las sciencias que gratuitamente reparte entre los hombres, por maravilla da mas que una en grado eminente. Divisiones vero gratiarum(Paul. 1. ad Cor. cap. 12.) sunt, idem autem Spiritus; & divisiones ministrationum sunt, idem autem Dominus; & divisiones operationum sunt, idem verò Deus, qui operatur omnia in o mnibus: unicuique autem datur manifesta tio Spiritus ad utilitatem; alii quidem datur per Spiritum sermo sapientiæ, alii autem ser mo scientiæ, secundùm eundem Spiritum, al teri fides in eodem Spiritu, alii gratia sanita tum in uno Spiritu, alii operatio virtutum, a lii prophetia, alii discretio spirituum, alii ge nera linguarum, alii interpretatio sermonum.
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Hæc autem omnia operatur unus atque idem Spiritus, dividens singulis prout vult. [] Este repartimiento de sciencias, yo no dudo sino que le haze Dios, teniendo cuenta con el in genio y natural disposicion de cada uno, porque los talentos que repartió por S. Mattheo (dize el mesmo Euangelista Matth. c. 25.) que los dió Unicuique secundum propriam virtutem. Y pensar que estas sciencias sobre(La razon de esto es, que las scien cias sobrena turales se han de subjetar en el anima: y el anima està subjeta al temperamen to y compo stura del cuer po. Arist. lib. 2. de anima. Eccles. 17.) naturales no piden ciertas dispo siciones enel subjeto, antes que se infundan, es error muy grande. Porque quando Dios formó a Adam y a Eva, es cierto que pri mero que los llenasse de sabidu ria, les organizó el celebro de tal manera que la pudiessen recebir con suavidad, y fuesse commodo instrumento, para con ella poder discurir y raciocinar. Y assi dize la divina escritura: Et cor dedit illis excogi tandi, & disciplina intellectus replevit illos. Y que segun la diferencia de ingenio que cada uno tiene, se infunda una sciencia y no otra, o mas o menos de cada qual dellas, es cosa que se dexa entender en el mesmo exemplo de nuestros pri meros padres: porque llenandolos Dios a ambos de sabiduria, es conclusion averiguada que le cupó menos a Eva. Por la qual(Serpens ten tavit mulie rem, in qua minus quàm in viro ratio nem vigere no vit. lib. 2. Sen tent. Divus Thomas 2. par. q. 62. art. 6.) razon dizen los Theologos, que se
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atrevió el Demonio de engañar la: y no osó tentar al varon, te miendo su mucha sabiduria. La razon desto es (como adelante provaremos) que la compostura natural, que la muger tiene enel celebro, no es capaz de mucho ingenio ni de mucha sabiduria. [] En las sustancias angelicas, hallaremos tam bien la mesma cuenta y razon: porque par a dar Dios a un angel mas grados de gloria, y mas su bidos dones, le da primero mas delicada natu raleza. y preguntando a los Theologos, de que sirve est a naturaleza tan delicada, dizen, que el Angel que tiene mas subido entendimiento, y mejor natural, se convierte con mas facilidad a Dios, y usa del don con mas efficacia, y que lo mesmo acontesce en los hombres. [] De aqui se infiere claramente, que pues ay elecion de ingenios para las sciencias sobrenatu rales, y que no qualquiera diferencia de habili dad es commodo instrumento para ellas; que las letras humanas con mas razon la pediran: pues las han de aprender los hombres con las fuerças de su ingenio. [] Saber pues distinguir y conoscer estas diferen cias naturales del ingenio humano, y apliear con arte a cada una la sciencia en que mas ha de aprovechar, es el intento desta mi obra. Si salie re con el (como lo tengo propuesto) daremos a Dios la gloria dello; pues de su mano viene lo
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bueno y acertado: y si no, bien sabes, discreto Le ctor, que es impossible inventar un arte, y poder la perficionar: porque son tan largas y espaciosas las sciencias humanas, que no basta la vida de un hombre a hallarlas, y darles la perfecion que han de tener. Harto haze el primer inventor, en apuntar algunos principios notables, para que los que despues sucedieren, con esta simiente, tengan ocasion de ensanchar el arte, y ponerla en la cu enta y razon que es necessaria. Aludiendo a esto Aristoteles, dize, que los errores de los que pri mero començaron a philosophar, se han de tener en gran veneracion: porque como sea tan diffi cultoso el inventar cosas nuevas, y tan facil a ñadir a lo que ya está dicho y tratado; las faltas del primero no merescen, por esta razon, ser muy reprehendidas; ni al que añade, sele deve mucha alabança. Yo bien confiesso que esta mi obra no se puede escapar de algunos errores, por ser la materia tan delicada, y donde no havia camino abierto para poderla tratar. Pero si fueren en materia donde el entendimiento tiene lugar de opinar, en tal cosa te ruego, ingenioso Lector, an tes que des tu decreto, leas primero toda la obra, y averigues qual es la manera de tu ingenio: y si en ella hallares alguna cosaque a tu parecer no este bien dicha, mira con cuydado las razo nes que contra ella mas fuerça te hazen; y sino las supieres soltar, torna a leer el undecimo ca pitulo, que enel hallaras la respuesta que pueden tener. Vale.
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EXAMEN De INGENIOS PARA LAS SCIENCIAS.

Cap. I. Pruevase por un exemplo, que si el mo chacho no tiene el ingenio y habilidad que pide la sciencia que quiere estu diar, por demas es oyrla de buenos maestros, tener muchos libros, ni travajar en ellos toda la vida.

[] BIen pensava Ciceron, que para que su hijo Marco saliesse (en aquel genero de letras que avia escogido) tal qual el desseava, que bastava em biarle a un estudio tan fa moso y celebrado por el mundo como el de Athenas, y que ruviesse por maestro a Cratippo el mayor Philosopho de aquellos tiempos, y tenerle en una civdad tan popu
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losa, donde por el gran concurso de gen tes que alli acudian: necessariamente auria muchos exemplos y casos estraños que le enseñassen por experiencia cosas tocantes a las letras que aprendia. Pero con todas estas diligencias y otras muchas mas que como buen padre haria (comprandole libros, y escriviendole otros de su propria invencion) cuentan los historiadores que salio un gran necio, con poca eloquencia y menos Philo sophia (cosa muy usada entre los hombres pagar el hijo la mucha sabiduria del padre.) Realmente devio de ymaginar Ciceron que aunque su hijo no vuiera sacado de las ma nos da naturaleza, el ingenio y habilidad que la eloquencia y philosophia pedian, que con la buena industria de tal maestro, y los muchos libros y exemplos de Athenas, y el continuo trabajo del moço, y esperar enel tiempo, se emendarian las faltas de su en tendimiento. Pero en fin vemos que se en gaño: de lo qual no me maravillo, porque tuvo muchos exemplos a este proposito que le animaron a pensar que lo mesmo podria acontescer en su hijo. Y assi cuenta el mesmo Ciceron (lib. de fato.) que Xenocra tes era de ingenio muy rudo para el estudio de la Philosophia natural y moral, de quien dixo Platon que tenia un discipulo que avia menester espuelas: y con la buena indu stria de tal maestro, y conel continuo trabajo de Xenocrates, salio muy gran Philosopho. Lo mesmo escrive de Cleante, que era tan
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estulto y mal razonado, que ningun maestro lo queria recebir en su escuela. De lo qual corrido y affrentado el moço, trabajó tanto en las letras; que le vinieron a llamar de spues, el segundo Hercules en sabiduria. No menos disparate parecio el ingenio de De mosthenes para la eloquencia, pues de mo chacho ya grandezillo, dizen que no sabia hablar: y trabajando con cuydado en el arte, y oyendo de buenos maestros, salio el mayor orador del mundo: en especial (cuenta Ci ceron) que no podia pronunciar la R, por que era algo balbuciente, y con maña la vino despues tambien a articular, como si jamas vuiera tenido tal vicio. De donde tuvo origen el refran; que dize, ser el in genio del hombre para las sciencias, como quien juega a los dados, que si en la pinta es desdichado, monstrandose con arte a hin carlos en el tablero, viene a emendar su ma la fortuna. Pero ningun exemplo destos que trae Ciceron dexa de tener muy conve niente respuesta en mi doctrina, porque (co mo adelante provaremos) ay rudeza en los mochachos que arguye mayor ingenio en otra edad, que tener de niños habilidad: antes es indicio de venir a ser hombres ne cios, commençar luego a raciocinar y ser avisados: porque si Ciceron alcançara las verdaderas señales con que se descubren los ingenios en la primera edad, tuviera por buen indicio, ser Demosthenes rudo y tardo enel hablar, y tener Xenocrates necessidad
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de espuelas quando estudiava. Yo no quito al buen maestro al arte y trabajo, su virtud y fuerças de cultivar los ingenios, assi rudos como habiles: pero, lo que quiero dezir es, que si el mochacho no tiene de suyo el en tendimiento preñado de los preceptos y reglas determinadamente de aquel arte que quiere aprender, y no de otra ninguna, que son vanas diligencias las que hizo Ciceron con su hijo, y las que hiziere qualquiera otro padre con el suyo. Esta doctrina en tenderan facilmente ser verdadera, los que vuieren leydo en Platon (Dialogo de Scien cia,) Que Socrates era hijo de(De solo el entendimien to de Socrates se puede veri ficar esta cõ paracion: por que enseñava preguntando, y baziaque el proprio disci pulo atlasse ala doctrina sin que el se la dixesse.) una Partera (como el mesmo lo cuenta de si) y como su ma dre (aunque era gran maestra de parteria) no podia bazer parir a la muger que antes que viniesse a sus manos no est ava preñada. Assi el (usando el mesmo officio de su madre) no podia hazer parir sciencia a sus discipulos, no teniendo ellos de suyo el entendimien to preñado: tenia entendido que las scien cias eran como naturales a solos los hom bres que tenian ingenios acomodados para ellas: y que en estos acontecia lo que veemos por experiencia en los que se han olvidado de lo que antes savian, que con so lo apuntarles una palabra, por ella sacan to do lo demas. No tienen otro officio los
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maestros con sus discipulos (a lo que tengo entendido) mas que apuntarles la doctrina: porque si tienen fecundo ingenio, con solo esto les hazen parir admirables conceptos: y sino, atormentan a si, y a los que los en señan: y jamas salen con lo que pretenden. Yo alomenos si fuera maestro, antes que re cibiera en mi escuela algun discipulo, avia de hazer con el muchas pruevas y experiencias, para descubrirle el ingenio, y(La sabiduria humana no es reminicencia, y assi conde namos ade lante à Platon porque lo di xo.) si se hallara de buen natural para la sciencia que yo profes sava, recibierale de buena ga na, porque es gran contento para el que enseña, instruit a un hombre de buena habili dad: y sino, aconsejarle que estudiasse la sciencia que a su ingenio mas le convenia: pero entendido que para ningun genero de letras tenia disposicion ni capacidad, dixe rale con amor y blandas palabras, Hermano mio, vos no teneys remedio de ser hombre, por el camino que aveys escogido; por vi da vuestra que no perdays el tiempo ni el trabajo, y que busqueys otra manera de vi vir, que no requiera tanta habilidad como las letras. [] Viene la experiencia con esto tan clara, que vemos entraren un curso de qualquier sciencia, gran numero de discipulos (siendo el maestro, o muy bueno, o muy ruyn) y en fin dela jornada unos salen de grande eru dicion, otros de mediana, otros no han he
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cho mas en todo el curso, de perder el tiem po, gastar su hazienda, y que brarse la ca beça sin provecho ninguno. [] Y no se de donde pueda nascer este ef fecto, oyendo todos de un mesmo maestro, y con ygual diligencia y cuydado, y por ventura los rudos, trabajando mas que los habiles. Y cresce mas la difficultad, viendo que los que son ru dos en una sciencia, tienen en otra mucha habilidad, y los muy inge niosos en un genero de letras, passados a otras, no las pueden comprehender. Yo a lomenos soy buen testigo en esta verdad; porque entramos tres compañeros a estudiar juntos Latin, y el uno lo aprendio con gran facilidad, y los demas jamas pudieron com poner una oracion elegante. Pero passados todos tres à Dialectica, el uno de los que no pudieron aprender Grammatica, salio en las artes una Aguila caudal: y los otros dos no hablaron palabra en todo el curso. Y veni dos todos tres a oyr Astrologia, fue causa digna de considerar, que el que no pudo a prender Latin; ni Dialectica, en pocos dias supo mas que el proprio maestro que nos en señava, y alos demas jamas non pudo entrar. De donde espantado, comence luego sobre ello a discurrir y philosophar, y halle por mi cuenta que cada sciencia pedia su ingenio de terminado y particular: y que sacado de alli no valia nada para las demas letras. Y si esto es verdad (como lo es, y dello adelante haremos demonstracion) quien entrara oy
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dia en las escuelas de nuestros tiempos, ha ziendo cata y cara de los ingenios, a quan tos trocara las sciencias, y a quantos echara al campo por estolidos & impossibilitados para saber: y quantos restituyera de los que por tener corta fortuna estan en viles artes arrinconados, cuyos ingenios crio natura leza solo para letras; mas pues no se puede hazer ni remediar, no ay sino passar con ello. [] Esto que tengo dicho alomenos no se puede negar, sino que ay ingenios determi nados para una sciencia, los quales para otra son disparatos: y por tanto conviene antes quel el mochacho se ponga a estudiar, de scubrirle la manera de su ingenio, y ver, qual de las sciencias viene bien con su habilidad, y hazerle que la aprenda; pero tambien se a de considerar que no basta lo dicho para que salga muy consumado letrado, sino que ha de guardar otras condiciones no menos necessarias que tener habilidad: y assi dize Hipp. (Libr. lex Hippo.) que el ingenio del hombre tiene la mesma proporcion con la sciencia que la tierta con la semilla: la qual aunque sea de suyo fecunda y paniega, pero es menester cultivarla, y mirar para que ge nero de simiente tiene mas disposicion na tural: porque no qualquiera tierra puede panificar con qualquiera simiente sin di stinction. Unas llevan mejor trigo que ce vada, y otras mejor cevada que trigo: y des se trigo, tierras ay que multiplican mucho candial, y el trugillo no lo pueden suffrir.
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Y no solo con hazer esta distinction se con tenta el buen labrador, pero despues de aver arado la tierra con buena sazon, aguarda tiempo conveniente para sembrar, porque no en qualquier parte del año se puede ha zer, y despues de nacido el pan, lo limpia y escarda: para que pueda crescer y dar ade lante el fructo que de la simiente se espera. Assi conviene que despues de sabida la sci encia que al hombre esta mejor, que la co mience a estudiar en la primera edad, por que esta (dize Aristoteles, 30. sect. probl. 4.) es la mas aparejada de todas para aprender. Allende, que la vida del hombre es muy cor ta, y las artes largas y espaciosas; por don de es menester, que aya tiempo bastante pa ra saberlas, (Hippoc. 1. Aphor.) y tiempo para poderlas exercitar, y con ellas aprovechar la republica. La memoria de los mochachos dize Aristoteles (30. sect. probl. 4.) que esta vazia, sin pintura ninguna: porque ha poco que nacieron, y assi qualquier cosa reciben con facilidad: no como la memoria de lo hombres mayores, que llena de tantas cosas como han visto, en el largo discurso de su vida, no les cabe mas. Y por esto dixo Pla ton (Dialogo del justo,) que delante de los niños contemos siempre fabulas, y enarra ciones honestas, que inciten a obras de vir tud, por que lo que en esta edad aprenden jamas se les olvida. No (como dixo Galeno, In oratione suasoria, ad bonas artes,) que en tonces se han aprender las artes, quando
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nuestra naturaleza tiene todas las fuerças que puede alcançar. Pero no tiene razon, sino se distingue. El que ha de apren-(En la segunda edad, que lla man adole scencia, haze el hombre junta de to das las diffe rentias de in genio (en la maneraquese pueden jun tar) por ser la edad mas templada de todas; y assi no conviene dexarla passar sin aprender las letras con que el hom bre ha de vi vir.) der Latin o qualquiera otra lengua, halo de hazer en la ni ñez, porque si aguarda a que el cuerpo se endurezca, y tome la perfection que ha de tener, ja mas saldra con ella. En la se gunda edad (que es la adole scencia) se ha de trabajar enel arte de racionar, porque y a se comiença a descubrir el enten dimiento, el qual tiene con la Dialecticala mesma proporciõ que las travas que echamos en los pies y manos de una mula cerril, que andando algunos diascon ellas, toma despues ci erta gracia enel andar. Assi nu estro entendimiento travado con las reglas y preceptos de la dialectica, to ma despues en las scientias y disputas, un mo do de discurrir y raciocinar muy gracioso. Ve nida la juventud se pueden aprender todas las demas sciencias que pertenecen al entendi miento, porque ya esta bien descubierto. Verdad es que Aristoteles saca la Philoso phia natural, diziendo: que el moço no e sta dispuesto para este genero de letras: en lo qual parece que tiene razon, por ser sci encia de mas alta consideracion y prudencia que otra ninguna.
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[] Sabida ya la edad en que se han de apren der las sciencias, conviene luego buscar un lugar aparejado para ellas, donde no se tra ta otra cosa sino letras, (Cic. 1. Off.) como son las Universidades: pero ha de salir el mocha cho de casa de su padre; porque el regalo de la madre, de los hermanos, parientes y amigos que no son de su profession, es gran de estorvo para aprender. Esto se vee clara mente en los estudiantes naturales de las villas y lugares donde ay Universidades, ninguno de los quales (sino es por gran ma ravilla) jamas sale letrado. Y puedese re mediar facilmente, trocando las Universida des, los naturales de la ciudad de Salamanca estudiar en la villa de Alcala de Henares: y los de Alcala en Salamanca. Esto de salir el hombre de su natural, para ser valeroso y sa bio, es de tanta importancia que ningun ma estro ay en el mundo que tanto le pueda en señar, especialmente viendose muchas vezes desamparado del favor, y regalo de su pa tria. Sal de tu tierra (dixo Dios a Abraham Gen. c. 12.) y de entre tus parientes, y de casa de tu padre, y ven al lugar que yo te enseñare: en el qual engrandescere tu nombre, y te dare mi bendicion. Esto mesmo dize Dios, a todos los hombres que dessean tener valor y sabiduria, porque aunque los puede ben dezir en su natural: pero quiere que los hombres se dispongan, con aquel medio que el ordeno, y que no les venga la prudencia
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de gracia. Todo esto se entiende supuesto que el hombre tenga buen ingenio, y habili dad; por sino, quien bestia va(Tu nihil invi ta dices facies que Minerva.) a Roma, bestia torna: poco a provecha que el rudo vaya a estudiar a Salamanca, donde no ay catedra de entendimiento, ni de prudencia, ni hom bre que la enseñe. [] La tercera diligencia es, buscar maestro que tenga claridad, y methodo en el ense ñar, y que su doctrina sea buena y segura no sophistica ni de vanas consideraciones: porque todo lo que haze el discipulo (en tanto que aprende) es, creer todo lo que le propone el maestro, por no tener discre cion, ni entero juyzio, para dicernir, ni apartar lo falso de lo verdadero: aunque esto es caso fortuito, y no puesto en election de los que aprenden, venir en tiempo a estudiar que las Universidades tienen bue nos maestros, o ruynes: como les aconte cio a ciertos Medicos (de quien cuenta Ga leno, 8. Meth. c. 4.) que teniendoles y a con vencidos, con muchas experiencias y razo nes, que la pratica que usavan era errada, y en perjuyzio de la salud de los hombres; se les saltaron las lagrymas de los ojos, y en presencia del mismo Galeno, comenca ron à maldezir su hado: y la mala dicha que tuvieron en topar con ruynes maestros, al tiempo que aprendieron. Verdad es, que ay ingenios de discipulos tan felices, que entendien luego las condiciones del
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maestro, y la doctrina que trae: y si es ma la, se la saven confutar: y aprovar lo que dizen bien. Estos tales, mucho mas enseñan al maestro en cabo del año, que el maestto a ellos: porque dudando y preguntando agu damente, le hazen saber, y responder cosas tan delicadas que jamas las supo, ni supiera, si el discipulo (con la felicidad de su inge nio) no se las apuntara: pero los que esto pueden hazer son uno, o dos quando mu cho, y los rudos son infinitos: y assi es bien (ya que no se ha de hazer esta election y exa men de ingenios para las sciencias) que las Universidades se provean siempre de buenos maestros, que tengan sana doctrina y claro ingenio, para que a los ignorantes no en señen errores, ni falsas proposiciones. [] La quarta diligencia que se ha de hazer, es: estudiar la sciencia con orden, comen çando por sus principios, y subir por los me dios hasta el fin: sin oyr materia que presu ponga otra primero: por donde siempre tu ve por error, oyr muchas liciones devarias materias, y passallas todas juntas en casa: hazese por esta via una maraña de cosas en el entendimiento, que despues en la practica, no sabe el hombre aprovecharse de los pre ceptos de su arte, ni assentarlos en su conve niente lugar. muy mejor es, trabajar cada materia por si, y con el orden natural que tiene en su composicion: porque de la ma nera que se aprende, de aquella mesma for ma se assienta en la memoria. Hazer esto
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conviene (mas en particular) a los que de su propria naturaleza tienen el ingenio confu so: y puede se remediar facilmente oyendo sola una materia, y acabada aquella, entrar en la que se signe, hasta complir con toda el arte. Entendiendo Galeno, (Lib. de ordi ne librorum suorum,) quanto importava estu diar con orden y concierto las materias, escribio un libro para enseñar la manera que se avia de tener en leer sus obras; con fin que el Medico no se hiciesse confuso. Otros añaden que el estudiante (en tanto que a prende) no tenga mas que un libro, que con tenga llanamente la doctrina, y en este estu die, y no en muchos, porque no se des barate ni confunda: y tienen muy gran ra zon. Lo ultimo que haze al hombre muy gran letrado es, gastar mucho tiempo en las letras, y esperar que la sciencia se cueza y eche profundas rayzes, porque de la manera que el cuerpo no se mantiene de lo mucho que en un dia comemos, y bevemos, sino de lo que el estomago cueze y altera, assi nue stro entendimiento no engorda, con lo mu cho que en poco tiempo leemos, sino de lo que poco a poco va entendiendo y ru miando: cada dia se va disponiendo me jor nuestro ingenio y viene (andando el tiempo) a caer en cosas, que atras no pudo alcançar, ni saber. El entendimiento tiene su principio, augmento, estado, y declina cion, como el hombre y los demas anima les y plantas. el comiença en el adolescen
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cia: tiene su augmento en la juventud: el estado en la edad de consistencia: y comien ça a declinar en la vejez. Por tanto, el que quiere saber, quando su entendimiento tiene todas las fuerças que puede alcançar, sepa que es, dendet reynta y tres años, hasta cin quenta, poco mas o menos: enel qual tiempo se han de creer los graves auctores, si en el discurso de su vida tuvieron(Nec tamen est has ætates an norum nume ro circumscri bere, quemad modum non nulli fecerunt, nisi fortè in la titudine qua dam Gal. 6. de sanit. tuenda.) contrarias sentencias. Y el que quiere escrevir libros, ha lo de hazer en esta edad: y no an tes, ni despues; sino se quiere retractar, ni mudar la senten cia: pero las edades de los hombres, no en todos, tienen la misma cuenta y razon: por que a unos se les acaba la pue ricia a doze años: a otros a catorze, a otros a diez y seys, y a otros a diez y ocho. Estos tie nen las edades muy largas, porque llega su juventud a poco menos de quarenta años: la consistencia a sessenta: y tienen de vejez o tros veynte años, con los quales se hazen o chenta de vida (que es el termino de los muy potentados.) Los primeros (a quien se les aca ba la puericia a doze años) son de muy corta vida: comiençan luego a raciocinar, y nacer les la barba, y durales muy poco el ingenio: y a treynta y cinco años comiençan a cadu car, y a quarenta y ocho se les acaba la vida. [] De todas las condiciones que he di cho, ninguna dexa de ser muy necessaria,
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util y provechosa, para que el mochacho venga a saber: pero tener buena y cor respondiente naturaleza a la scientia que quiera estudiar, es lo que mas(Principalißi mum quidem horumomnium prædictorum est natura: namsi hæc affu erit his qui ar tibus animum applicant, per omnia prædicta penetrare pote runt. Hip. l. de decenti ornatu. Y assi Baldo vino a estu diar leyes ya viejo, y bur landose del, le dixeron, Sero venis Balde, in alio seculo eris advocatus. Y por tener el ingenio aco modado para las leyes, sa lio en breve ti empo famoso jurisperito.) haze alcaso: porque con ella veemos que muchos hom bres començaron a estudiar (passada la juventud) y oye ron de ruynes maestros, con mal orden, y en sus tierras, y en poco tiempo salieron muy grandes letrados. Y si falta el ingenio (dize Hippo.) que todos los demas son diligen cias perdidas: pero quien mejor lo encarecio, fue el buen M. Ciceron: el qual con dolor de ver a su hijo tan necio, y que ninguna cosa a provecharon los medios que para hazerle sabio busco, di xo desta manera: Nam quid est aliud gigantum more bellare cum diis, nisinaturæ repugnare? Como si dixera: Que cosa ay mas parecida a la batalla que los gigantes trayan con los Dioses, que ponerse el hombre a estudiar, fal tandole el ingenio? porque de la manera que los gigantes nunca vencian a los Dioses, an tes eran siempre dellos vencidos, assi qual quiera estudiante que procurare vencer à su mala naturaleza, quedara della vencido.
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Y por tanto nos aconseja el mismo Ciceron, que no forcejemos contra naturaleza, ni pro curemos ser oradores, si ella no lo consien te, porque trabajaremos en vano.

Cap. II. Como la naturaleza es la que haze al mochacho habil para aprender.

[] SEntencia es muy commun,(Natura facit habilem, ars vero facilem, ususque poten tem.) y usada de los Philosophos antiguos, diziendo, naturale za es, la que haze al hom bre habil para aprender; y el arte con sus preceptos, y reglas, le facilitan; y el uso y experiencia, que tiene de las cosas par ticulares, le haze poderoso para obrar. Pero ninguno ha dicho en particular, que co sa sea esta naturaleza, ni en que genero de causas se ha de poner. Solo afirmaron, que faltando ella en el que apren(Primum qui dem omnium naturaopus est: natura enim repugnante ir rita omnia fiunt. Hip. lex.) de, vana cosa es el arte, la ex periencia, los maestros, los li bros, y el trabajo. La gente vulgar, en viendo a un hom bre de grande ingenio y ha bilidad, luego señala a Dios por auctor, y no cura de otra cosa ninguna, antes tiene por vana ymaginacion, todo lo que discrepa de aqui; pero los Philosophos naturales, burlan desta manera de hablar. Porque puesto caso que es piadosa, y contiene en
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si religion yverdad, nace de ignorat el or den y concierto que Dios puso en las cosas naturales el dia que las crio: y por amparar su ignorancia con seguridad, y que nadie las pueda reprehender ni contradezir, affirman que todo es lo que Dios quiere, y que nin guna cosa sucede que no nazca de su divi na voluntad: y por ser esta tan gran verdad, son dignos de reprehension: porque assi como no qualquiera pregunta (dize Aristo teles libro 1. Topic.) que se ha de hazer, de la mesma manera, ni qualquiera respuesta (aunque verdadera) se ha de dar. [] Estando un Philosopho natural razonan do con un Grammatico, llego a ellos un hortelano curioso, y les pregunto, que po dia ser la causa, que haziendo el tantos re galos a la tierra, en cavarla, ararla, esterco larla, y regarla, con todo esso nunca llevava de buena gana la hortaliza, que en ella sem brava; y las yervas, que ella produzia de suyo, las hazia crescer contanta facilidad? Respondio el Grammatico, que aquel effe cto nacia de la Divina providencia; y que assi estava ordenado para la buena governa cion del mundo: de la qual respuesta se reyo el Philosopho natural, viendo que se acogia a Dios, por no saber el discurso de las causas naturales, ni de que manera produ zian sus effectos. El Grammatico viendole reyr, le pregunto, si burlava del, o de que se reya! El Philosopho le dixo, que no se reya del: sino del maestro que le avia enseñado
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tan mal: porque las cosas que nacen de la providencia divina (como son las obras so brenaturales) pertenesce su co(De cada sci encia se ha de saber hasta donde llega su juridicion, y que questio nes le perte nescen.) noscimiento y solucion a los Metaphisicos (que aora lla mamos Theologos) pero la question del hortelano es na tural, y pertenesce a la juris diction de los Philosophos naturales, parque ay causas ordenadas y manifiestas, de donde tal effecto puede na cer. Y assi respondio el Philosopho natural (Arist. lib. 1. Ethic. cap. 4.) diziendo, que la tierra tiene la condicion de la madrasta, que mantiene muy bien a los hijos que ella pa rio, y quita el alimento a los del marido: y assi veem os que los suyos andan gordos y luzy dos, y los alnados flacos y descoloridos. Las yervas que la tierr a produze de suyo son na cidas de sus proprias entrañas, y las que el hortelano le haze llevar por fuerça, son hijas de otra madre a gena; y assi les quita la vir tud y alimento con que avian de crescer, por darlo a las yervas que ella engendro. [] Tambien cuenta Hippo. (In Epistola ad Damagetum,) que yendo a visitar aquel gran philosopho Democrito, le dixo las locuras que el vulgo dezia de la medici na, y eran que viendose libres de la enfer medad, dizen que Dios los sano; y que si el no quisiera, poco aprovechara la buena in dustria del medico. Ella es tan antigua ma nera de hablar, y hanla reñido tantas vezes
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los Philosophos naturales, que es por de mas tratar de quitarla: ni menos convie ne; porque el vulgo que ignora las causas particulares de qualquier effecto, mejor responde, y con mas verdad, por la causa universal (que es Dios) que dize algun di sparate. Pero yo muchas vezes me he pue sto a considerar, la razon y causa, de donde pueda nascer, que la gente vulgar sea tan amiga de atribuyr todas las cosas a Dios, y quitar las a naturaleza, y aborrescer los medios naturales. Y no se si la he podido atinar, alomenos bien se dexa entender, que por no saber el vulgo, que effectos se an de atribuyr immediatamente a Dios, y qua les a naturaleza, los haze hablar de aquel la manera, fuera de que los hombres (por la mayor parte) son impacientes, y ami gos de que se cumpla presto lo que ellos dessean: y como los medios naturales son tan espaciosos, obran por discurso de tiempo, no tienen paciencia para aguar darlos: y como saben, que Dios es omni potente, y que en un momento haze to do lo que quiere, y de ello tienen muchos exemplos, querrian que el les diesse salud, como al Paralitico; y sabiduria, como a Sa lomon; y riquezas, como a Iob; y que los librasse de sus enemigos, como a David. La segunda causa es, que los hombres somos arrogantes, y de vana estimacion: muchos de los quales dessean alla dentro de su pecho, que Dios les haga a ellos al
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guna merced particular, y que no, sea por la via commun, como es hazer salir el Sol sobre los justos y malos, y llover para todos en general: porque las mercedes, en tanto son mas estimadas en quanto se hazen con menos: y por esta razon hemos visto mu chos hombres fingir milagros en las cosas y lugares de devocion, porque luego acuden las gentes a ellos, y los tienen en gran vene racion (como personas con quien Dios ha tenido cuenta particular) y si son pobres, los favorescen con mucha limosna: y assi algu nos pican en el interes. La tercera razon es, ser los hombres a migos de holgar, y estar dispuestas las causas naturales, por tal orden y concierto, que para alançar sus effectos es menester traba jar: y por tanto querrian que Dios usasse con ellos de su omnipotencia, y que sin su dar se cumpliessen sus desseos: dexo a parte la malicia de aquellos que pedian a Dios mi lagros, para tentar su omnipotencia, y pro var si los podia hazer: y otros que por ven gar su coraçon, piden fuego del cielo, y otros castigos de gran crueldad. La ultima causa es, ser mucha de la gen te vulgar religiosa, y amiga que Dios sea honorado, y engrandecido: lo qual se con sigue mucho mas con los mi-(Domino coo perante & ser monem confir mante sequen tibus signis. Marci cap. ult.) lagros que con los effectos na turales: pero el vulgo de los hombres, no sabe que obras sobre naturales y prodigiosas
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las haze Dios, para mostrar a los que no lo saben, que es omnipotente: y que usa dellas por argumento para comprovar su doctrina, y que faltando esta necessidad, nunca jamas las haze. Esto bien se dexa entender, consi derando como ya no obra Dios aquellos hechos estraños del testamento nuevo y vie jo: y es la razon, aver hecho ya de su parte todas las diligencias que convenia para que los hombres no pretendiessen ignorancia: y pensar que ha de voluer otra vez a hazer los mesmos argumentos, y tornar con nue vos milagros a comprovar de nuevo su do ctrina (resucitando muertos, dando vista a los ciegos, sanando los coxos y Paralyti cos) es error muy grande, porque de una vez enseña Dios lo que conviene a los hom bres, y lo prueva con milagros, y no lo tor na a repetir. (Iob. cap. 33.) Semel loquitur Deus, & secundo idipsum non repetit. El indi cio de que yo mas me aprovecho para des cubrir si un hombre no tiene el ingenio que es apropriado papa la philosophia natural es, verle amigo de echar todas las cosas a milagro, sin ninguna distinction: y por lo contrario, los que no se contentan hasta saber la causa particular del effecto, no ay que dudar de su buen ingenio. Estos bien saben que ay effectos que immediatamen te se han de reducir a Dios, como son los milagros: y otros a naturaleza, que son aquellos que tienen causas ordeñadas de donde suelen nacer: pero hablando de la
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una manera y de la otra, siempre ponemos a Dios por auctor: porque quando dixo Arist. [Lib. 1. de cœlo,] Deus & natur a nihil faciunt frustra; No entendio que naturaleza fuesse alguna causa y universal con juridi cion apartada de Dios: sino que es nombre del orden y concierto que Dios tiene pue sto en la compostura del mundo, para que sucedan los effectos que son necessarios para su conservacion: porque de la mesma manera se suele dezir que el Rey y el dere cho civil no hazen agravio a nadie: en la qual manera de hablar, ninguno entiende que este nombre [derecho] significa algun principe, que tenga jurisdiction apartada de la del Rey: sino que es un termino que ab raça con su significacion todas las leyes y ordenamiento real que el Rey tiene hecho, para conservar en paz su republica. Y assi como el Rey tiene casos reserva dos para si, los quales no pueden ser deter minados por el derecho, por ser estraños y graves: de la mesma manera dexo Dios reservados para si los effectos mila grosos: para la production de los quales, no dio or den ni podera las causas naturales: pero aqui es de notar que el que los ha de conocer por tales, y differenciarlos de las obras natura les, ha de ser gran Philo sopho natural, y sa ber de cada effecto que cau(La ignorancia de la Philoso phia natural haze poner milagros don de no los ay.) sas ordenadas puede tener, y con todo no basta, si la Igle sia Catholica no los declara
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por tales, y de la manera que los letrados trabajan y estu dian en leer el derecho civil, y guardarlo en la memoria para saber y eetender qual fue la voluntad del Rey, en la determinacion de tal caso. Assi nosotros los Philosophos natu rales (como letrados desta facultad) pone mos nuestro estudio en saber el discurso y orden que Dios hizo el dia que crio el mundo, para contemplar y saber, de que ma nera quiso que sucediessen las cosas, y por que razon. Y assi como seria cosa de reyr si un letrado alegasse en sus escritos de bien provado, que el Rey manda determinar tal caso, sin mostrar la ley y razon por donde lo decide: assi los Philosophos naturales se rien de los que dizen; Esta obra es de Dios, fin señalar el orden y discurso de cau sas particulares de donde pudo nacer. Y de la manera que el Rey no quiere escuchar quando le piden que quebrante alguna ley justa, o que haga determinar el caso fuera del orden judicial que el tiene mandado guardar, assi Dios no quiere escuchar quando alguno le pide milagros y hechos fuera del orden natural, sin neces sidad, porque aun el Rey cada dia quita y pone leyes, y muda el orden judicial (assi por la variedad de los tiempos, como por ser el consejo del hombre caduco, y no po der atinar de una vez la rectitud y justicia) pero el orden natural de todo el universo, que llamamos naturaleza, desde que Dios
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crio el mundo, no ha avido que añadir ni quitar una jora: porque lo hizo con tanta providencia y saber, que pedir que no se guarde aquel orden, es poner falta en sus obras. [] Bolviendo pues a aquella sentencia tan usada de los Philosophos antiguos, Natura facit habilem; Es de entender que ay in genios y habilidades que Dios reparte entre los hombres fuera del orden natural, como fue la sabiduria de los Apostoles: los qua les siendo rudos y torpes, fueron alumbra dos milagrosamente, y llenos de sciencia y saber. Deste genero de habilidad y sabidu ria, no se puede verificar, Natura facit ha bilem: porque esta es obra que immedia tamente se ha de redu zir a Dios, y no a na turaleza. Lo me smo se entiende de sa sabi duria de los Prophetas: y de todos aquellos a quien Dios infundia alguna gracia. Otro genero de habilidad ay en los hombres que les naze de averse engendrado con aquel orden y concierto de causasque Dios or deno para este fin: y destasuerte con ver dad se dize, Natura facit habilem. Porque (como provaremos enel capitulo postrero desta obra) ay orden y concierto en las cau sas naturales, que si los padres al tiempo del engendrar tienen cuydado de guardarle, saldrar todos sus hijos sabinos sin que falte ninguno. [] Pero enel entretanto esta signification de naturaleza es muy universal y confusa,
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y el entendimiento no huelga ni descansa hasta saber el discurso particular y la ulti ma causa: y assi es menester buscar otra significacion deste nombre [naturaleza] que tenga a nuestro proposito mas conve niencia. [] Aristoteles [Lib. 2. de physica auscultatio ne,] y los demas Philosophos naturales, de scienden mas en particular, y llaman natu raleza, a qualquiera forma sustancial que da ser a la cosa, y es principio de todas sus obras: en la qual significacion, nuestra ani ma racional con ra zon se llamara natura leza: porque della recebimos el ser formal que tenemos de hombres, y ella mesma es principio de quanto hazemos y obramos: pero como todas las animas racionales sean de ygual perfection [assida del sabio como la del necio] no se puede affirmar que na turaleza [en esta significacion] es la que haze al hombre habil: porque si esto fuesse verdad, todos los hombres ternian ygual ingenio y saber: y assi el mesmo Arist. [30. Sect. probl. 1.] busco otra significacion de naturaleza, la qual es razon y causa de ser el hombre habil o inhabil, diciendo que el temperamento de las quatro calidades pri meras [calor, frialdad, humedad y seque dad] se a de llamar naturaleza, porque de sta nacen todas las habilidades del hombre, todas las virtudes y vicios, y esta gran va riedad que vemos de ingenios. Y pruevase claramente, considerando de las edades de
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un hombre sapientissimo: el qual en la pue ricia no es mas que un bruto animal, ni usa de otras potencias mas que de la irascible y concupiscible: pero venida la adolescen cia, commiença a descubrir un ingenio ad mirable, y vemos que le dura hasta cierto tiempo y no mas: porque viniendo la vejez cadadia va perdiendo el ingenio, hasta que viene a caducar. Esta variedad de in genios cierto es, que nace del(De malos ter minos uso Hippocrates, quando dixo: Hominis ani ma semper producitur us que ad mor tem. 6. Epid. part. 5. com men. 5. Hippo. & Gal. lib. 1. de natura hu mana. Et Plat. in Phædo lib. quod animi mores corporis temper aturam insequantur.) anima racional, porque en to das las edades es la mesma, sin aver recebido en sus fuer ças y sustancia ninguna alte racion, smo que en cada edad tiene el hombre vario tempe ramento, y contraria dispo sicion, por razon de la qual haze el anima unas obras en la puericia, y otras en la ju ventud, y otras en la vejez. de donde tomamos argumento evidente, que pues una mesma anima haze contrarias obras en un mesmo cuerpo, por te ner en cada edad contrario temperamento; que quando dos mochachos, el uno es habil, y el otro necio, que nace de tener cada uno temperamento diferente del otro, al qual (por ser principio de todas las obras del ani ma racional) llamaron los medicos y phi losophos naturaleza: de la qual significa cion se verifica propria aquella sentencia:
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Natura facit habilem. En confirmacion desta doctrina escrivio Galeno un libro, provando que las costumbres del animo, siguen el temperamento del cuerpo donde esta, y que por razon del calor, frialdad, hu midad, y sequedad de la region que habitan los hombres, y de los manjares que comen, y de las aguas que beven, y del ayre que re spiran, unos son necios, y otros sabios: unos valientes, y otros covardes: unos crue les, y otros misericordiosos: unos cerrados de pecho, y otros abiertos: unos mentiro sos, y otros verdaderos: unos traydores, y otros leales: unos inquieros, y otros sossegados: udos doblados, y otros senzil los: unos escasos, y otros liberales: unos vergonçosos, y otros desvergonçados: unos incredulos, y otros faciles de persuadir. y para provar esto, trae muchos lugares de Hippocrates, Platon, y Aristoteles, los qua les afirmaron, que la differencia de las na ciones, assi en la compostura del cuerpo, como en las condiciones del anima, nace de la variedad deste temperamento. Y vee se claramente por experiencia, quanto di sten los Griegos de los Scitas, y los Fran ceses de los Españoles, y los Indios de los Alemanes, y los de Æthiopia de los Ingle ses. Y no solamente se echa de ver en regio nes tan apartadas: pero si consideramos las Provincias que rodean a toda España, podremos repartir las virtudes y vicios que hemos contado, entre los moradores
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dellas, dando a cada qual su vicio, y virtud. Y sino, consideremos el ingenio y costum bres de los Catalanes, Valencianos, Murcia nos, Granadinos, Andaluzes, Estremeños, Portoguesos, Gallegos, Asturianos, Mon tañeses, Vizcaynos, Navarros, Aragoneses, y los del riñon de Castilla; Quien no vee y conosce lo que estos diffieren entre si: no solo en la figura del rostro y compostura del cuerpo, pero tambien, en las virtudes y vicios del anima: y todo nace de tener ca da provincia destas su particular y diferen te temperamento. Y no solamente se co noce esta variedad de costumbres en re giones tan apartadas, pero aun en lugares que no distan mas que una pequeña le gua, no se puede creer la differencia que ay de ingenios entre los moradores. [] Fi nalmente todo lo que escrive Galeno en su libro, es el fundamento desta mi obra: aunque el no atinó en particular a las di ferencias de habilidad que tienen los hombres, ni a las sciencias que cada una demanda en particular: aunque bien en tendio que era necessario repartir las sci encias a los mochachos, y(Solertiam na turalem in pu eris expectare prudentißimi in unaquaque civitate senio res ac judicare deberent: at que ita dare operam, ut sus naturæ conve nientem artem quisque discat. Libro de Pla citis Hippoc. & Platonis. ) dar a cada uno la que pedia su habilidad natural, pues di xo, que las republicas bien ordenadas avian de tener hombres de gran prudencia y saber, que en la tierna edad descubriessen a cada uno su
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ingenio y solercia natural: pa ra hazerle aprender el arte que le convenia, y no dexarlo a su election.

Cap. III. Qual parte del cuerpo ha de estar bien templada, para que el mochacho tenga habilidad.

[] TIene el cuerpo humano tanta variedad de partes y potencias (aplicadas cada una para su fin) que no sera fuera de propo sito, antes cosa necessaria saber primero, que miembro ordeno naturaleza por instrumen to principal, para que el hombre fuesse sabio y prudente: porque cierto es, que no racio cinamos con el pie, ni andamos con la cabe ça, ni vemos con las narizes, ni oy mos con los ojos: sinoque cada una destas partes tiene su uso, y particular compostura para la obra que ha de hazer. [] Antes que naciesse Hippocrates, y Platon, estava muy recebido entre los Philosophos naturales, que el coraçon era la parte principal, donde residia la fa cultad racional, y el instrumento con que nuestra anima hazia las obras de pruden cia, solercia, memoria, y entendimiento: Y assi la divina escritura acomodandose a la comun manera de hablar de aquel tiempo, llama en muchas partes coraçon
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a la parte superior del hombre. pero ve nidos al mundo estos dos(Quapropter cor quidem & præcordia ma xime sentiunt: sapientia ta men minime participant; sed omnium horum cere brum causa est. Hipp. lib. de sacro morbo.) graves Philosophos, dieron a entender que era falsa a quella opinion: y provaron con muchas razones y expe riencias, que el celebro era el assiento principal del anima racional; y assi lo recipieron todos, sino fue Aristoteles; el qual con animo de contrade zir en todo a Platon, torna a refrescar la primera opinion, y con argumentos topicos hazerla provable. Qual sea la mas verda dera sentencia, ya no es tiempo de poner lo en question: porque ningun Philoso pho duda en esta era, que el celebro es el instrumento que naturaleza ordenô, para que el hombre fuesse sabio y prudente: so lo conviene explicar que condiciones ha de tener esta parte, para que se pueda dezir estar bien organizada: y que el mochacho (por esta razon) tenga buen ingenio, y habilidad. [] Quatro condiciones ha de tener el cele bro, para que el anima racional pue da con el hazer comodamente las obras que son de entendimiento y prudencia. La primera es, buena compostura. La segunda, que sus par tes esten bien unidas. La tercera, que el calor no exceda a la frialdad: ni la humedad a la sequedad. La quarta, que la substancia esté compuesta de partes sutiles, y muy delicadas.
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[] En la buena composicion se encierran otras quatro cosas. La primera es, buena fi gura. La segunda, cantidad sufficiente. La tercera, que en el celebro aya quatro ven triculos distinctos y apartados, cada uno puesto en su assiento y lugar. La quarta, que la capacidad destos no sea may or ni me nos de lo que conviene a sus obras. [] La buena figura del celebro arguye Ga leno (Lib. artis medic. cap. 11.) considerando por de fuera, la forma y compostura de la cabeça: la qual dize, que seria tal qual con viene, tomando una bola de cera (perfecta mente rodonda) y apretandola liviana mente por los lados, que daria desta manera la srente, y el colodrillo, con un poco de giba: de donde se sigue, que tener el hom bre la frente muy llana, y el colodrillo re machado, que no tiene su celebro la figura que pide el ingenio, y habilidad. [] La cantidad del celebro, que ha mene ster el anima, para discurrir y raciocinar, es cosa que espanta, porque entre los brutos animales ninguno ay, que tenga tantos se sos, como el hombre. De tal manera que si juntassemos los que se hallan en dos bueyes muy grandes, no ygualarian con los desolo un hombre, por pequeño que fues se: y lo que es mas de notar, que entre los brutos animales, aquellos que se van lle gando mas a la prudencia y discrecion hu mana (como es la mona, la zorra, y el perro) estos tienen mayor cantidad de celebro que
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los otros, aunque en corpulencia sean mayores. [] Por donde dixo Galeno (Lib. artis med. cap. 21.) que la cabeça pequeña era siem pre viciosa en le hombre, por tener falta de seso: aunque tambien afirmó, que si la grande nacia de aver mucha materia y mal sazonada, al tiempo que naturaleza la formó, que es mal indicio: porque to da es huessos y carne, y muy pocos sesos: como acontece en las naranjas muy gran des, que abiertas tienen poca medula, y la cascara muy canteruda. Ninguna cosa of fende tanto al anima racional, como estar en uno cuerpo cargado de huessos, de prin gue, y de carne. Y assi dixo Platon, (Dialog. de nat.) que las cabeças de los hombres sa bios, ordinariamente eran flacas, y se of fendian facilmente con qualquiera ocasion: y es la causa, que naturaleza las hizo a teja vana, con intento de no offender la inge nio, cargandola de mucha materia: y es tan verdadera esta doctrina de Platon, que con estar el esto mago tan desuiado del celebro, le viene a offender, si esta lleno de pringue y de carne. En confirmacion(Dos gene ros ay de hombres gruessos, u nos ay lle nos de car ne, huessos y sangre; otros son gruessos de pringue, e stos son muy ingeniosos.) de lo qual trae Galeno un re fran que dize: El vientre gruesso engendra gruesso en tendimiento: y en esto no ay mas mysterio, de que el celebro y el estomago estan asidos, y travados con ciertos
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nervios, por los quales el uno al otro se comunican sus da ños: y por lo contrario siendo el esto mago enxuto y descarnado ayuda grandemente al ingenio, como lo veemos en los famelicos y necessitados, en la qual doctrina se pudo fundar Persio, quando di xo, que el vientre era el que dava el inge nio al hombre. Pero lo que mas se ha de notar en este proposito, es, que si las demas partes del cuerpo son gruessas y carnosas, por donde el hombre viene a tener gran cor pulencia (dize Aristot. Lib. 4. de part. ani malium,) que le echa a perder el ingenio. Por donde estoy persuadido, que si el hombre tiene gran cabeça (aunque aya si do la causa estar naturaleza muy fuerte, y por aver tenido cantidad de materia bien sazonada) que no terna tan buen ingenio, como siendo moderada. [] Aristot. (30. sect. probl. 3.) es de contra ria opinion, preguntando que es la causa que el hombre es el mas prudente de todos los animales? A la qual duda responde, que ningun animal ay que tenga tan pe queña cabeça como el hombre; respecto de su cuerpo: y entre los hombres aquel los (dize) son mas prudentes que tienen menor cabeça. pero no tiene razon: por que si el abriera la cabeça de un hombre, y viera la cantidad de sesos que tiene; hallara que dos cavallos juntos no tienen tantos sesos como el. Lo que yo he halla
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do por experiencia es, que en los hom bres pequeños de cuerpo, es mejor decli nar la cabeça a grande; y en los que son de mayor corpulencia, a pequeña: y es la ra zon, que desta manera se halla la cantidad moderata, con la qual obra bien el anima racional. [] Fuera desto son menester quatro ventri culos enel celebro, para que el anima ra cional pueda discurrir y Philosophar: el uno ha de estar colocado en el lado derecho del celebro, y el segundo en el yzquierdo, y el tercero en el medio destos dos, y el quarto en la postrera parte del celebro, como parece en la figura. De que sirvan estos ventriculos, y las capacidades anchas o angostas, al ani mal racional, adelante lo diremos, tratando de las differen cias de ingenio que ay en el hombre. [] Pero tambien no basta que el celebro tenga buena figura, cantidad sufficiente, y el numero de ventriculos que hemos di cho, con su capacidad, poco mucha; sino que sus partes guarden cierto genero de continuydad, y que no esten divisas. Por laqual razon hemos visto en las heridas de la cabeça, unos hombres perder la me moria, otros el entendimiento, y otros la ymaginacion: y puesto caso que despues de sanos volvio el celebro a juntarse, pe ro no ha la union natural que el tenia de antes. [] La tercera condicion (de las quatro
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principales) era, estar el celebro bien tem plado con moderado calor, y sin excesso de las demas calidades. Laqual disposicion diximos atras, que se llamava buena natu raleza, porque es la qual principalmente haze al hombre habil; y la contraria, in habil. [] Pero la quarta (que es, tener el celebro le sustancia o compostura de partes sutiles y muy delicadas) dize Galeno, que es la mas importante de todas: porque querjendo dar indicio de la buena compostura del ce lebro, dize que el ingenio sutil, es señal que el celebro está hecho de partes sutiles y muy delicadas; y si el entendimiento es tardo, arguye gruessa sustancia: y no haze mencion del temperamento. Estas condi ciones ha de tener el celebro, para que el anima racional pueda hazer con sus razo nes y silogismos: pero ay de por medio una difficultad may grande; y es, que si abrimos la cabeça de qualquier bruto animal, hal laremos que su celebro está compuesto de la mesma forma y manera que el del hom bre: sin faltar de ninguna condicion de las dichas. Por donde se entiende que los bru tos animales, usan tambien de prudencia y razon, mediante la compostura de su celebro; o que nuestra anima racional no se aprovecha de este miembro, por instru mento para sus obras: loqual no se puede affirmar. A esta duda responde Galeno di ziendo: In animantium genere quod irratio
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nale appellatur, nulla omnino dataratio sit, sa ne dubium est. Nam et si caret ea quæ in voce versatur, quem sermonem nominant; quæ ta men animo concipitur (quam ratiocinium di cunt) ejus fortasse particeps omne genus anima lium est: quamquam aliis parcius, aliis libera lius tributa sit. Sed profecto quam cæteris ani malibus homo sit hac ipsa ratione præstantior, nemo est qui dubitet. Por estas palabras da a entender Galeno (aunque con algun miedo) que los brutos animales participan de razon, unos mas y otros menos: y dentro de su ani mo usan de algunos silogismos y discursos, puesto caso que no lo puedan explicar por palabras. Y que la differencia que les haze el hombre, consiste en ser mas racional, y usar de prudencia con mas perfection. [] Tambien el mesmo Galeno prueva con muchas experiencias y razones, que los as nos (siendo entre los brutos animales los mas necios) alcançan con su ingenio las co sas mas subtiles y delicadas que Platon y A ristoteles hallaron y assi collige diziendo: Ergo tantum abest, ut veteres Philosophos lau dem tanquam amplum aliquid magnæque sub tilitatis invenerint: quod idem ac diversum, unum ac non unum solum numero, sed etiam specie sit: imo audiendum, ut etiam ipsis asinis (qui tamen omnium brutorum stupidissimi vi dentur) hoc inesse natura dicam. Esto mesmo quiso sentir Arist (C29. Sect. Prob. 6.) quando preguntó, que es la causa, que el hombre es el mas prudente de to
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dos los animales? y en otra parte torna a preguntar, que es la razon que el hombre es el mas injusto de todos los animales: por donde da a entender lo mesmo que dixo Galeno: Que la differencia que ay del hom bre al bruto animal, es la mesma que se hal la entre el hombre necio, y el sabio: no mas de por intension. Ello cierto no ay que du dar, sino que los brutos animales tienen me moria, imaginativa, y otra potencia que pa rece al entendimiento, como la mona retrae al hombre: y que su anima se aproveche de la compostura del celebro, es cosa muy cierra. La qual siendo buena y tal qual con viene, haze sus obras muy bien y con mucha prudencia; y si el celebro esta mal organiza do, las yerra. Y assi veemos que ay asnos, que lo son propiamente en el saber: y otros se hallan tan ag udos y maliciosos, que passan de su especie. Y entre los cavallos se hallan muchas ruyndades y virtudes, y unos mas disciplinables que otros: todo lo qual acontece portener bien o mal organizado el celebro. La razon y solucion desta duda, daremos luego en el capitulo que se sigue, porque alli se torna a tocar esta materia. [] Otras partes ay enel cuerpo, de cuyo temperamento depende tanto el ingenio, como del celebro: de las quales diremos enel postrero capitulo desta obra: pero fue ra della, y del celebro, ay otra sustancia enel cuerpo, de quien se aprovecha el ani
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ma racional en sus obras. Y assi pide las tres postreras calidades, como el celebro, que son cantidad sufficiente, delicada sustancia, y buen temperamento. Estos son los espi ritus vitales, y sangre arterial, los quales andan vagando por todo el cuerpo; y estan siempre asidos de la imaginacion, y siguen su contemplacion. El officio desta sustan cia espiritual, es despertar las potencias del hombre, y darles fuerça y vigor para que pueden obrar. Conocese claramente ser este su uso, considerando los movimientos de la imaginativa, y lo que sucede despues en la obra: porque si el hombre se pone a imaginar en alguna afrenta que le han he cho, luego acude la sangre arterial al cora çon, y despierra la irascible, y le da calor y fuerças para vengarse. Si el hombre esta contemplando en al guna muger hermosa, o está dando y to mando con la imaginacion, enel acto ve nereo, luego acuden estos espiritus vitales a los miembros genitales, y los levantan para la obra: lo mesmo acontece quando se nos acuerda de algun manjar delicado y sabroso, luego desamparan todo el cuerpo, y acuden al estomago, y hinchen la boca de agua: y es tan veloz su movimiento, que si alguna muger preñada tiene antojo de qual quier manjar, y está siempre ymaginando enel, veemos por experiencia que viene a mover, si de presto no se lo dan. Y la razon natural desto, es que estos
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espiritus vitales, antes que el antojo so breviniesse, estavan en el vientre, ayudan dole a tener la criatura; y con la nueva y maginacion del manjar, vienense al esto ma go a levantar el apetito: enel interim si el utero no tiene fuerte retentriz, no la puede suftentar; y assi por esta via la viene a mover. [] Entendiendo Galeno (1. Apho. com. 7.) la condicion destos espiritus vitales, a con seja a los medicos, que no den de comer a los enfermos, estando los humores crudos y por cozer; porque luego como sienten que ay manjar enel estomago, de improvi so dexan lo que estan haziendo, y se vienen a el para le ayudar. [] Este mesmo beneficio y ayuda recibe el celebro destos espiritus vitales, quando el a nima racional quiere contemplar, entender, ymaginar, y hazer actos de memoria; sin los quales no puede obrar: y de la manera que la sustancia gruessa del celebro, y su mal temperamento, echan a perder el ingenio, assi los espiritus vitales y sangre arterial (no siendo delicados y de buen temperamento) impiden al hombre su discurso y raciocinio. Por esto dixo Platon (Dialogo de sciencia,) que la blandura y buen temperamento del coraçon, haze el ingenio agudo y perspicaz: haviendo provado atrás, que el celebro y no el coraçonera el assiento principal del ani ma racional? y es la razon, que estos espiri tus vitales, se engendran en el coraçon, y
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tal sustancia y temperamento toman, qual le tenia el que los formo. Desta sangre arterial se entiende, lo que dixo Aristoteles (Lib. 2. de partibus animalium,) estar bien compuestos los hombres que tienen la san gre caliente, delicada y pura, porque jun tamente son buenas fuerças corporales, y de ingenio muy acendrado. A estos espi ritus vitales llaman los medicos [Hipp. 2. Aph.] Naturaleza: porque son el instru mento principal, con que el anima racional haze sus obras: y destos tambien se puede verificar aquella sentencia, Natura facit habilem.

Cap. IV. Muestrase que el anima vegetativa, sensi tiva y racional, son sabias, sin ser ense ñadas de nadie; teniendo el tempera mento conveniente que piden sus obras.

[] TIene tanta fuerça el temperamento de las quatro calidades primeras, [a quien atras llemamos Naturaleza] para que las plantas, los brutos animales, y el hombre, acierten a hazer cada qual las obras que son proprias de su especie; que si llega a estar enel punto perfecto que puede te ner, repentinamente y sin que nadie les en seña, saben las plantas formar rayzes en la tierra, y por ellas traer el alimento, rete nerle, cozerle, y expeler los excrementos: y
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los brutos conocen luego en naciendo lo que es conveniente a su naturaleza, y huyen de lo que es malo y nocivo. Y lo que mas viene a espantar a los que no saben Philo sophia natural es, que el hombre teniendo el celebro bien templado, y con la disposi cion que alguna sciencia ha menester, re pentinamente, y sin jamas averla aprendi do de nadie, dize y habla enella cosas tan delicadas que no se pueden creer. Los Phi losophos vulgares, viendo las obras mara villosas que hazen los brutos animales, dizen que no ay que espantar, porque lo hazen con instinto de naturaleza; la qual muestra y enseña a cada uno en su especie lo que ha de hazer. Y en esto dizen muy bien, porque ya hemos dicho y provado, que Naturaleza no es otra cosa mas que el temperamento de las quatro calidades pri meras; y que este es el maestro que enseña a las animas, como han de obrar: pero ellos llaman instinto de naturaleza a cierta maraña de cosas que suben de las tejas ar riba, y jamas lo han podido explicar ni dar a entender. Los graves Philosophos (como son Hipp. Platon, y Aristot.) reduzen todas estas obras maravillosas al calor, frialdad, humedad, y sequedad: y esto toman por primer principio, y no passan de aqui: y preguntando quien enseño a los brutos animales, hazer las obras que nos espan tan, y a los hombres raciocinar? Respon de Hipp. (Lib. de alimento.) Naturæ om
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nium sine doctore. Como si dixera, Las fa cultades o el temperamento en que consi sten, todas son sabias, sin averlo aprendi do de nadie. Lo qual parece muy claro, considerando las obras del anima vegeta tiva y de todas las demas que goviernan al hombre: que si tiene un pedaço de si miente humana, con buena temperatura, bien cozida y sazonada, haze un cuerpo tambien organizado y hermoso, que todos los entalladores del mundo no lo sabrian contrahazer. En tanto, que admirado Ga leno (Lib. de partium formatione) de ver una fabrica tan maravillosa, el numero que tie ne de partes, el assiento y figura, el uso y of ficio de cada una de por si; vino a dezir, que no era possible que el anima vegetati va, ni el temperamento, supiessen hazer una obra tan estraña, sino que el autor del la era Dios, o alguna intelligencia muy sa bia. Pero esta manera de hablar, ya la de xamos reprovada atras, porque a los Phi losophos naturales no les está bien redu zir los effectos immediatamente a Dios, dexando por contar las causas interme dias; mayormente en este caso, donde vec mos por experiencia que si la simiente hu mana es de mala sustancia, y no tiene el temperamento que conviene, haze el ani ma vegetativa mil disparates: porque si es fria y humeda mas delo que es menester, dize Hippo. (Lib. de aere, locis & aquis) que salen los hombres Enucos, o Hermaphro
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ditas: y si es muy caliente y seca, dize Arist. (4. seprob<sect. prob> 4.) que los haze hocicudos, pati tuertos, y las narizes remachadas, como son los de Etiopia: y si es humeda (dize el mesmo Gale. Lib. de optima corp. constit. c. 4.) que salen largos y desuayados: y siendo seca, nacen pequeños de cuerpo. Todo lo qual es gran fealdad en la especie humana: y de tales obras no ay que loar a naturale za ni tenerla por sabia: y si Dios fuera el autor, ninguna destas calidades le podia estornar. Solos los primeros hombres que uno enel mundo dize Platon [Dialog. de nat.] que los hizo Dios: pero los demas nacieron por el discurso de las causas segun das, las quales si estan bien ordenadas, haze el anima vegetativa muy bien sus ob ras: y sino concurren como conviene, pro duze mil disparates. Qual sea el buen orden de naturaleza, para este efecto, es tener el anima vegetati va buen temperamento. Y sino, responda Galeno, y todos los Philosophos del mun do, que es la razon, que el anima vegetati va tiene tanto saber y poder, en la primera edad del hombre [en formar el cuerpo, au mentarle, y nutrirle:] y venida la vejez, no lo puede hazer? porque si al viejo se le cae una muela, no ay remedio de tornarle a na cer; y si al mochacho le faltan todas, veemos que naturaleza las torna a hazer. Pues es possible, que una anima que no ha hecho otra cosa en todo el discurso de la vida, sino
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traer el manjar, retenerle, cozerle, y expeler los excrementos, y reengendrar las partes que faltan; que al cavo de la vida se le aya olvidado, y que no lo pueda hazer? Cierto es, que respondera Galeno, que ser sabia y poderosa al anime vegetativa en la niñez, que nace de tener mucho calor y humedad natural; y en la vejez no lo puede hazer, ni sabe, por la mucha frialdad, y sequedad, que tiene el cuerpo en esta edad. [] Tam bien la sabiduria del anima sensitiva, depende del temperamento del celebro: por que si es tal, qual sus obras le piden y han menester; las acierta muy bien a hazer, sino tambien las yerra como el anima vegetativa. El medio que tuvo Galeno (Lib. 6. delocis affe ctis, c. 6.) para contemplar y conocer por vista de ojos la sabiduria del anima sensitiva, fue tomar un cabrito luego en nasciendo: el qual puesto en el suelo, començo a andar, (como si le vuieran enseñado y dicho, que las pier nas se avian hecho para tal uso) y tras esto se sacudio de la humedad superflua, que saco de la madre, y alçando el pie se rasco tras la oreja, y poniendo le muchas escudillas de lante con vino, agua, vinagre, azeyte y leche (despues de averlas olido todas) de sola la le che comio. Lo qual visto por muchos Philo sophos, que a la sazon se hallaron presentes, a vozes dixeron, gran razon tuvo Hippocrates en dezir, que las animas eran sabias sin aver tenido maestro. Y no solo se contento Gale no con esto, pero passado dos meses, lo sacó
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al campo muerto de hambre; y oliendo mu chas yervas, de solas aquellas comio que las cabras suelen pacer. Pero si como Galeno se pulso a contemplar las obras deste cabrito, lo hiziera entre tres o quatro juntos, viera que unos andavan mejor que otros, se sacudian mejor, se rascavan mejor, y hazian mas bien hechas las obras que hemos contado. Y si Galeno criera dos potros, hijos de unos mes mos padres, viera que el uno se hollava con mas gracia y donayre, corria y parava mejor y tenia mas fidelidad. Y si tomara un nido de halcones, y los criara, hallara que el pri mero era gran volador, el segundo gran ca çador, y el tercero goloso, y de malas co stumbres. Lo mesmo hallara en los podenços y galgos, que siendo hijos de unos mesmos padres, al uno no le falta mas de hablar en la caça, al otro no le imprime mas que si fuera mastin de ganado. Todo esto no se puede reduzir a aquellos vanos instintos de naturaleza, que fingen los Philosophos: porque preguntado, porque razon el un perro tiene mas instinto que el otro, siendo ambos de una mesma especie, y hijos de un mesmo padre? yo no se que podrian re sponder, sino es acudir luego a su bordon diziendo, que Dios le enseño al uno mas que al otro, y le dio mas instinto natural. Y tomandoles a repreguntar, que es la causa que este buen perro (siendo moço) es muy gran caçador; y venida la vejez no tiene
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tanta habilidad? Y por lo contrario de moço no saver caçar: y de viejo ser astuto y mañoso. No se que puedan responder: yo alomenos diria, que ser el perro mas habil para la caça que el otro, nace de te ner mejor temperamento en el celebro: y otras vezes caçar bien de moço, y no po derlo hazer de viejo, que proviene que en la una edad tiene el temperamento que re quieren las habilidades de la caça, y en la otra no. De donde se infiere, que pues la temperatura de las quatro calidades pri meras, es la razon y causa por donde un bruto animal haze mejor obras de su espe cie que otro; que el temperamento es el maestro, que enseña al anima sensitiva, lo que ha de hazer. Y si Galeno(Vade ad for micam, ô pi ger, & consi dera viam e jus, & disce sapientiam; quæ cum non habeat ducem neque præce ptorem, præpa rat in æstate cibum sibi, & congregat in messe quod comedat. Pro verb. cap. 6. Un caça dor me affir mo conjura mento, que tuvo un hal con habilissi mo en la ca ça, y que se le torno loco: para cuyo re medio le dio un boton de fuego en la cabeça, y sa no.) considerara las sendas y cami nos de la hormiga, y contem plara su prudencia, misericor dia, su justicia, y governacion, se le acavera el juyzio, viendo un animal tan pequeño con tanta saviduria, sin tener pre ceptor ni maestro que le ense ñasse: pero sa vida la tempe ratura que la hormiga tiene en su celebro, y viendo quan apropriada es para la saviduria (como adelante se mostrara) cessara el admiracion, y enten deremos que los brutos ani males, conel temperamento
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de su celebro, y con las phan tasmas que les entran por los cinco sentidos, hazen los dis cursos y habilida des que les notamos. Y entre los animales de una mesma especie, el que fuere mas disciplinable y in genioso nace de tener el ce lebro mas bien templado: y si por alguna ocasion, o enfermedad se le alte rasse el buen temperamento del celebro, per deria luego la prudencia y habilidad, como lo haze el hombre. [] Del anima racional es aora la difficultad como ella tambien tiene este instinto natu ral, para las obras de su especie (que son sa viduria, y prudencia) y como de repente (por razon del buen temperamento) puede saver el hombre las sciencias, sin averlas oy do de nadie; pues nos muestra la experien cia que sino se aprenden, ninguno nace con ellas. [] Entre Platon y Aristoteles, ay una que stion muy reñida sobre averiguar, la razon y causa, de donde pue de nacer la sabiduria del hombre. El uno dize, que nuestra anima ra cional, es mas antigua que el cuerpo: por que antes que naturaleza le organizasse, estava ya ella en el cielo, en compañia de Dios , de donde salio llena de sciencia y sa viduria: pero entrando a formar la materia, por el mal temperamento que en ella hal lo, las perdio todas, hasta que andando el
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tiempo, se vino a emendar la mala tempe ratura, y sucedio otra en su lugar; con la qual (por ser acomodada a las sciencias que per dio) poco a poco vino a acordarse de lo que ya tenia olvidado. Esta opinion es falsa: y espanto me yo de Platon,(Platon to mo de la di vina escri tura las me jores senten cias que ay en sus obras; por las qua les fue di cho divino.) siendo tan gran Philosopho, que no supiesse dar razon de la saviduria humana; viendo que los brutos animales tie nen sus prudencias, y habili dades naturales, sin que su alma salga del cuerpo, ni va ya al cielo a aprenderlas, por donde no carece de culpa, mayormente aviendo leydo enel Genesis (a quien el tanto credito dava) que Dios organizo pri mero el cuerpo de Adam, antes que criasse el anima. Esto mesmo acontece aora, salvo que naturaleza engendra el cuerpo, y en la ultima disposicion, cria Dios el anima enel mesmo cuerpo, sin estar fuera del tiempo, ni momento. [] Aristoteles (Lib. 1. de posteriori resolut. cap. 1.) echo por otro camino, diziendo: Omnis doctrina omnisque disciplina ex præexistenti fit cognitione. Como si dixera; Todo quanto saven y aprenden los hombres, nace de averlo, oydo, visto, olido, gustado y palpa do: porque ninguna noticia puede aver enel entendimiento, que no aya passado primero por algunos de los cinco senti dos. Y assi dixo, (Lib. 3. de an.) que estas
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potencias salen de las manos de naturaleza, como una tabla rassa donde no ay pintura ninguna: laqual opinion tambien es falsa como la de Platon: y para que mejor lo podamos dar a entender y provar, es mene ster convenir primero con los Philosophos vulgares, que en el cuerpo humano no ay mas que un anima; y esta es la racional, la qual es principio de todo quanto hazemos y obramos, puesto caso que ay opiniones; y no falta en contrario quien defienda que en compañia del anima racional ay otras dos o tres. [] Siendo pues assi en las ob(Platon po ne tres ani mas en el hombre, Dialogo de na tura.) ras que haze el anima racio nal, como vegetativa, ya he mos provado que save formar al hombre, y darle la figura que a de tener, y save traer el alimento, rete nerle, cozerle, y expeler los excrementos; y si alguna parte falta enel cuerpo; la save re hazer de nuevo, y darle la compostura que ha de tener, conforme al uso. Y en las obras de sensitiva y motiva, save luego el niño (en naciendo) mamar y menear los labios para sacar la leche: y con tal maña, que ningun hombre (por sabio que sea) lo acertaria a hazer. Y con esto atina a las calidades que convienen a la conservacion de su natura leza, y huye de lo que es nocivo y dañoso; sabe llorar y reyr sin averlo aprendido de nadie, y sino digan los Philo(Mejor re spondio Hip pocrates, di ziendo: Eru dita natura est recte facere, li cet non didice rit: Lib. de ali mento. & 6. Epid. p. 5. com. 2.) sophos vulgares, quien enseño
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a los niños hazer estas obras, o por que sentido les vino? Bien se que responderan, que Dios les dio aquel instinto natural, como a los brutos animales: en loqual no di zen mal, si el instinto natural es lo mesmo que el tempe ramento. [] Las obras proprias del anima racional (que son, entender, ymaginar, y hazer actos de memoria) no las puede el hombre hazer luego en naciendo: porque el tempera mento de la niñez, es muy desconveniente para ellas: y muy apropriado para la vege tativa y sensitiva como el de la vejez, que es apropriado para el anima racional, y ma lo para la vegetativa y sensitiva. Y si como el temperamento que sirve a la prudencia se adquiere poco a poco en el celebro, se pudie ra juntar todo de repente, de improviso su piera el hombre discurir y philosophar, me jor que si en las escuelas lo vuiera aprendido: pero como naturaleza no lo puede hazer sino por discurso de tiempo: assi va el hom bre adquiriendo poco a poco la saviduria. Y que sea esta la razon y causa, pruevase cla ramente, considerando que despues de ser un hombre muy savio, viene poco a poco a hazer se necio por yr cada dia (hazia la edad decrepita) adquiriendo otro temperamento contraria. [] Yo para mi tengo entendido, que si co
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mo naturaleza ha ze al hombre de simiente caliente y humeda (que es el(La simien te y la sangre menstrual, que son dos principios mat eriales de que nos formamos, son calientes, y humidos: por la qual temperatura son los niños. Galeno lib. 1. de sanitat. tuenda.) temperamento que enseña a la vegetativa y sensitiva lo que ha de hazer) le formara de simiente fria y seca, que en naciendo supiera luego discu rir y racionar, y no atinar a mamar, por ser esta tempe ratura desconveniente tales obras: pero para que se en tienda por experiencia, que si el celebro tiene el tempera mento que piden las sciencias naturales, no es menester ma estro que nos enseñe; es necessario adver tir en una cosa que acontece cada dia: y es, qui si el hombre cae en alguna enfermedad, por laqual el celebro de repente mude su temperatura (como es la mania, melancho lia y phrenesia) en un momento acontece perder (si es prudente) quanto sabe, y dize mil disparates; y si es necio, adquiere mas ingenio y habilidad que antes tenia. De un rustico labrador sabre yo dezir, que estando phrenetico, hizo delante de mi un razona miento, encomendando a los circunstantes su salud, y que mirassen por sus hijos y mu ger (si de aquella enferme(Quando el celebro se po ne caliente enel primero grado, se ha ze el hombre eloquente, y se le offre ce en mu chas cosas que dezir: assi los cal lados todos son frios de celebro, y los hablado res calientes. Esta phre nesia se causo de mucha co lera que se empapo en la sustancia del celebro, el qual hu mor es muy apropriado para la poe sia; y assi di xo Oracio, que si enel verano no hiziera eva cuacion de la colera, que ningun Poeta le hi ziera venta ja. In arte Poetica.) dad fuesse Dios servido lle varle) con tantos lugares re toricos, con tanta elegancia y policia de vocablos, como
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Ciceron lo podia hazer de lante el senado: de lo qual ad mirados los circumstantes me preguntaron de donde podia venir tanta eloquencia y savi duria, à un hombre que estan do en sanidad no savia hablar: y acuerdome que respondi, que la oratoria es una sciencia que nace de cierto punto de calor; y que este rustico la brador le tenia ya por razon de la enfermedad. [] De otro phrenetico podre tambien affirmar, que en mas de ocho dias jamas ha blo palabra, que no le bu scasse luego consonante, y las mas vezes hazia una copla redondilla, muy bien forma da: y espantados los circum stantes, de oyr hablar en ver so a un hombre que en sani dad jamas lo supo hazer, di xe, que raras vezes acontecia ser Poeta en la phrenesia, el que lo era en la sanidad, por que el temperamento que el celebro tiene (estando el hombre sano) con el qual es Poeta, ordinariamente se a de desbaratar en la enfermedad, y hazer obras contrarias. Acuerdo me que su mu ger deste phrenetico, y una hermana suy
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a (quelse llamava Mari Garcia) le repre hendian porque dezia mal de los sanctos. Delo qual enojado el paciente, dixo a su muger desta manera: Pues reniego de Dios por amor de vos, y de sancta Maria, por amor de Mari garcia; y de S. Pedro, por amor de Iuan de Olmedo. Y assi fue discurien do por muchos santos que hazian consonan cia con los demas circumstantes que alli estavan. [] Pero esto es cifra, y caso de poco mo mento, respecto de las delicadezas que di xo un paje de un grande destos reynos, e stando maniaco: el qual era tenido en sa nidad por moço de poco ingenio; pero caydo en la enfermedad, eran tantas las gracias que dezia, los apodos, las respue stas que dava à lo que le preguntavan, las traças que fingia para governar un reyno (del qual se tenia por senior) que por mara villa le venian gentes a ver y oyr, y el pro prio señor jamas se quitava de lacabecera, rogando a Dios que no sanasse: lo qual se parecio despues muy claro, porque librado el paje desta enfermedad, se fue el medico que le curava a despedir del Senor, con a nimo derecevir algun galardon o buenas palabras: pero el le dixo desta manera: Yo os doy mi palabra (señor Doctor) que de ningun mal sucesso he recevido jamas tan ta pena, como de ver a este paje sano: por que tan avisada locura no era razon tro carla por un juyzio tan torpe, como a este
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le queda en sanidad: pareceme, que de cuerdo y avisado, lo aveys tornado necio, que es la mayor miseria que a un hombre puede acontecer. el povre medico (viendo quan mal agradecida era su cura) se fue a despedir del paje: y en la ultima conclusion (de muchas cosas que avian tratado) dixo el paje: Señor Doctor, yo os beso las manos por tan gran merced como me aveys hecho, en averme vuelto my juyzio: pero os doy mi palabra, a fee de quien soy que en algu na manera me pesa de aver sanado: porque estando en mi locura, vivia en las mas altas consideraciones del mundo,(Este paje aun no avia sanado del todo.) y me fingia tan gran señor, que no avia Rey en la tierra, que no fuesse mi feu datorio: y que fuesse burla y mentira, que importava, pues gustava tanto dello, como si fuera ver dad: harto peor es aora que me hallo de veras que soy un povre paje; y que mañana tengo de començar a servir, a quien, estando en mi enfermedad, no lo reciviera por mi lacayo. [] Todo esto, no es mucho que lo recivan los Philosophos; y crean que pudo ser assi: pero si yo les affirmasse aora, por historias muy verdaderas, que algunos hombres ignorantes (padeciendo esta enfermedad) hablaron en Latin, sin averlo en sanidad aprendido; y de una muger phrenetica, que dezia a cada persona de los que la entravan a visitar, sus virtudes y vicios: y algunas ve
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zes acertava, con la certidumbre que seulen los que hablan por conjecturas y por indi cios; y por esto ninguno la osava ya entrar a ver, temiendo las verdades que dezia: y lo que mas causo admiracion fue, que estan dola el barbero sangrando le dixo, Mirad hulano lo que hazeys, porque teneys muy pocos dios de vida, y vuestra muger se a de casar con fulano; y aunque a caso, fue tan verdadero su pronostico, que antes de medio año se cumplio. [] Ya me parece que oygo dezir a los que huyen de la Philosophia natural, que todo esto es gran burla y mentira: y si por ven tura fue verdad, que el demonio como es favio y sutil (permitiendolo Dios) se en tró enel cuerpo desta muger y de los de mas phreneticos que hemos dicho, y les hi zo dezir aquellas cosas espantosas: y aun confessar esto se les haze cuesta arriba: por que el demonio no puede saver lo que está por venir, no teniendo espiritu prophetico. Ellos tienen por fuerte argu-(Cum dormien te loquitur, qui enarrat stulto sapientiam. Eccl. cap. 12.) mento dezir, Esto es falso, porque yo no entiendo como puede ser; como si las cosas difficultosas y muy delicadas estuviessen sujetas a los rateros entendimientos, y dellos se dexassen entender. Yo no pretendo aqui convencer a los que tienen falta de ingenio, porque esto es trabajar en vano, sino hazerle confessar a Aristoteles, que los hombres (te niendo el temperamento que sus obras an
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menester) pueden saver muchas cosas sin aver tenido dellas particular sentido, ni averlas a prendido de nadie: Multi etiam propterea quod ille calor sedi mentis in vicino est, morbis vesaniæ implicantur, aut instinctu lymphatico infervescunt; ex quo Sybillæ efficiuntur, & Bacchæ, & omnes qui divino spiraculo instig a ricreduntur, cum scilicet id non morbo, sed na turali intemperie accidit. Marcus civis Sy racusanus, poëta etiam præstantior erat, dum mente alienaretur. & quibus nimius ille calor remissus ad mediocritatem fit, ii prorsus melancholici quidem, sed longe prudentiores. Por estas palabras confiessa claramente Aristoteles, que por calentarse demasia damente el celebro, vienen muchos hom bres a conocer lo que está por venir, como son las Sibilas. lo qual(Las Sibilas que admire la yglesia catho lica, tenian e stadisposicion natural que dize Aristo tel. y sobre ella el spiri tu propheti co que Dios las infundior porque para cosa tan alta no bastava ingenio natu ral por subi do que fues se.) dize Aristoteles que no na ce por razon de la enfer medad, sino por la desigu aldad del calor natural. Y que sea esta la razon y cau sa, pruevalo claramente por un exemplo, diziendo, que Marco Siracusano, era mas delicado Poeta quando esta va (por el calor demasiado del celebro) fuera de si; y volviendose a templar, per dia el metrifica, pero que dava mas prudente y sabio. De manera que no solamen
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te admite Aristoteles por causa principal destas cosas estrañas, el temperamento del celebro: pero aun reprehende a los que dizen ser esto revelacion divina, y no cosa natural. [] El primero que llamó divinidades a estas cosas miravillosas, fue Hippocrates, (Lib. 1. Pro. 5.) Etsi quid divinum in morbis habe tur illius quoque ediscere providentiam. Por la qual sententia manda a los Medicos, que si los enfermos dixeren divi(Quando los enfermos hablan estas divinidades, es señal que el anima ra cional esta ya desasida del cuerpo, y assi ninguno escapa. En el mesmo error cayo Cic. pro Archia Poëta.) nidades, que sepan conocer lo que son: y pronosticaren lo que han de parar. Peró lo que mas me admira en este punto, es, que preguntando le a Platon, de donde pueda nacer, que de dos hijos de un mesmo padre, el uno sepa hazer versos (sin averle na die enseñado) y el otro trabajan do enel arte de Poesia, no los pueda hazer: y responda, que el que nacio Poeta esta endemoniado, y el otro no. Y assi tuvo razon Aristoteles de reprehenderle, pudiendolo reduzir al temperamento, co mo otras vezes lo hizo. [] Hablar el phrenetico en Latin (sin aver lo en sanidad a prendido) muestra la con sonancia que haze la lengua Latina al ani ma racional, y (como adelante provare mos) ay ingenio particular y acomodado para inventar lenguas: y son los vocablos
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Latinos, y las maneras que esta lengua tie ne de hablar tan rationales en los oydos, que alçando el anima racional, el tempe ramento que es necessario para inventar una lengua muy elegante, luego en cuentra con ella. Y que dos inventores de lenguas pueden fingir unos mesmos vocablos (te niendo el mesmo ingenio y habilidad) es cosa que como Dios crio a Adam, y le pu so todas las cosas delante, para que a cada una le pusiera el nombre con que avia de llamar, formara luego otro hombre con la mesma perfection y gracia sobre natural. Pregunto yo agora, Si a este le traxera Dios las mesmas cosas para darles el nom bre que avian de tener, que tales fueran? yo no dudo sino que acertara con los mes mos de Adam: y es la razon muy clara, porque ambos avian de mirar a la natura leza de la cosa, la qual no era mas que una. Desta manera pudo el phrenetico encon trar con la lengua Latina, y hablar en ella sin averla en sanidad aprendido: porque des baratandose (por la enfermedad) el tem peramento natural de su celebro, pudo ha zerse por un rato como que el mesmo que tenia el que invento la lengua Latina, y fin gir como que los mesmos vocablos (no con tanto concierto y elegancia continuada) porque esto ya parece señal de que el demos nio mueve la lengua, como la yglesia en seña a sus exorcistas. Esto mesmo dize Ari stot. (11. Sect. prob. 27.) que a acontecido
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en algunos niños, que en naciendo habla ron palabras expressas, y que despues torna ron a callar: y reprehende a los Philoso phos vulgares de su tiempo, que por ignorar la causa natural deste effecto, lo attribuyen al demonio. [] La razon y causa de hablar los niños luego en naciendo, y tornar luego a cal lar, jamas la pudo hallar Aristoteles, aun que dixo muchas cosas sobre ello. Pero nunca le cupo enel entendimiento, que fuesse invencion del demonio, ni effecto sobrenatural, como piensan los Philosophos vulgares. Los quales viendose cercados de las cosas sutiles, y delicadas de la Philoso phia natural, hazen entender a los que poco saven, que Dios o el demonio son autores de los effectos raros y prodigiosos, cuyas causas naturales ellos no saven ni entien den. [] Los niños que se engendran de simien te fria y seca (como son los hijos avidos en la vejez) a muy pocos dias y meses despues de nacidos, comiençan à discurir y Philo sophar: porque el temperamento frio y seco (como adelante provaremos) es muy apro priado para las obras del anima racional: y lo que avia de hazer el tiempo, los muchos dias y meses, suplio la repentina templan ça del celebro: la qual se anticipo, por muchas causas que ay para ellos. Otros ni ños (dize Aristot. 11. Sect. prob. 27.) que luego en naciendo commençaron a hablar,
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y despues callaron, todo el tiempo que no tuvieron la edad ordinaria y conveniente pa ra hablar: el qual efecto tiene la mesma cuenta y razon, que lo que hemos dicho del paje, y de los de mas maniacos y phreneti cos, y de aquel que hablo de repente en La tin, sin averlo en sanidad aprendido. Y que los niños, estando enel vientre de su madre, y luego ennaciendo, puedan padecer estas mesmas enfermedades, es cosa que no se puede negar. [] El adevinar de la muger phrenetica como pudo ser, mejor lo diera yo a en tender a Ciceron, que a estos Philoso phos naturales: porque cifrando la natu raleza del hombre, dixo desta manera: (De divinatione) Animal providum, sagax multiplex, astutum, memor, plenum rationis & consilii; quem vocamus hominem. Y en particular, dize que ay natu(Qui valetu dinis vitio fu runt & me lancholici di cuntur, habent aliquid in ani mis præsagiens atque divi num. Cicero de Divinat.) raleza de hombres que en conocer lo que está por venir hazen ventaja a otros. Est enim vis & natura quædam, quæ futura prænuntiat, quo rum vim atque naturam ra tionemque explicuit. El error de los Philosophos naturales esta en no considerar (como lo hizo Platon) que el hombre fue hecho a la semejança de Dios: y que participa de su divina providen cia, y que tiene potencias para conocer to das tres differencias de tiempo, memoria
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para lo passado; sentidos para lo presente, ymaginacion y entendimiento para lo que está por venir. Y assi como ay hombres que hazen ventaja a otros en acordarse de las cosas passadas, y otros en conocer lo presente; assi ay muchos que tienen, mas habilidad natural, en ymaginar lo que está por venir. Uno de los mayores argumen tos que forçaron a Ciceron para creer que el anima racional era incorruptible, fue, ver la certidumbre con que los en fermos dezian lo por venir, especialmente estande cercanos a la muerte. Pero la differencia que ay entre el espiritu prophetico a este ingenio natural, es, que lo que dize Dios por boca de los Prophetas, es infalible, porque es palabra ezpressa suya; y lo que el hombre prognostica con las fuerças de su imaginativa, no tiene aquella certi dumbre. [] Los que dixeron que las virtudes y vi cios que descubria la phrenetica, a las personas que la entravan a ver, era artifi cio del demonio; sepan que Dios da a los hombres cierta gracia sobrenatural, para alcançar y conocer, que obras son de Dios, y quales del demonio; la qual cuen ta S. Pablo entre los dones divinos, y la llama discretio spirituum: con la qual se conoce si es demonio, ó algun Angel bueno el que nos viene a tocar. Porque muchas vezes viene el demonio a engañarnos con aparencia de buen Angel; y es menester
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esta gracia y este don sobrenatural, para co nocerle y diferenciarlo del bueno. Deste don estaran mas lexos, losque no tienen in genio para la Philosophia natural: porque esta sciencia y la sobrenatural que Dios in funde, caen sobre una mesma potencia, que es el entendimiento: Si es verdad que (por la mayor parte) Dios se acomoda en repar tir las gracias, al buen natural de cada uno, como arriba dixe. [] Estando Jacob (Gen. cap. 49.) enel articu lo de la muerte (que es el tiempo donde el anima, racional está mas libre, para ver lo que está por venir) entraron todos sus doze hijos a verle: y a cada uno en particular le dixo sus virtudes y vizios, y prophetizó lo que sobre ellos y sus descendientes avia de acontecer. Esto cierto es que lo hizo en espiritu de Dios: pero si la escritura divina y nuestra fee no nos certificara, en que no conocieran estos Philosophos naturales, que esta era obra de Dios? y que las virtudes y vicios que la phrenetica dezia, a los que la entravan a ver, lo hazia en virtud del de monio, pareciendo este caso en parte al de Jacob. Estos piensan que la naturaleza del anima racional, es muy agena de la que tiene el demonio: y que sus potencias [entendi miento, imaginativa, y memoria] son de otro genero muy diferente: y estan ense ñados. Porque si el anima racional infor ma un cuerpo bien organizado [como era
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el de Adam] save muy poco menos que el mas avisado diablo; y fuera del cuerpo, tiene tan delicadas potencias como el. Y si los demonios alcançan lo que está por venir (conjecturando y discurriendo por algunas señales) esso mesmo puede hazer el anima racional quando se va livrando del cuerpo, o teniendo aquella differencia de tempera mento que haze al hombre con providencia. Y assi tan difficultoso es para el entendi miento alcançar, como el demonio puede saver estas delicadezas, como atribuyrse las al anima racional. A estos no les cave enel entendimiento, que puede aver señales en las cosas naturales, para conocer por ellas lo que está por venir; y yo digo que ay in dicios para alcançar lo passado, lo presente, y conjectura lo que está por venir; y aun para conjecturar algunos secretos del cielo. (Ad Roman. cap. 1.) Invisibilia enim ip sius à creatu ra mundi, per ea quæ facta sunt intellecta con spiciuntur. El que tuviere potencia para ello lo alcançara, y el otro será tal qual dixo Ho mero: Lo passado entiende el necio, y no lo que está por venir: pero el avisado y discre to, es la mona de Dios, que le imita en mu chas cosas: y aun que no las puede hazer con tanta perfection, pero toda via tiene con el alguna semejança en rastrearle.
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Cap. V. Pruevase, que de solas tres calidades, ca lor, humedad y sequedad, salen todas las differencias de ingenios, que ay enel hombre.

[] EStando el anima racional en el cuerpo, es impossible poder hazer ob ras contrarias, y diferentes[.] si para cada una no tiene su instrumento particular. Veese esto claramente en la facultad animal, la qual haze varias obras en los sentidos ex teriores, por tener cada uno su particular compostura. Una tienen los ojos, otra los oydos, otra el gusto, otra el olfacto, y otra el tacto. Y sino fuera assi, novuiera mas que un genero de obras, o todo fuera ver, o gu star, o palpar: porque el instrumento de termina y modifica la potencia, para una action, y no mas. [] Desto manifiesto y claro, que passa en los sentidos exteriores, podremos cole gir lo que ay alla dentro en los interiores. Con esta mesma virtud animal entende mos, ymaginamos, y nos acordamos. Pe ro si es verdad que cada obra requiere particular instrumento, necessariamente alla dentro enel celebro a de aver organo para el entendimiento, y organo para la ymaginativa, y otro differente para la memoria: porque si todo el celebro estu viera organizado de una mesma manera, o
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todo fuera memoria, o todo entendimien to, o todo ymaginacion; y veemos que ay obras muy differentes: luego forçosamen te a de aver variedad de instrumentos. Pero abierta la cabeça, y hecha anatomia del ce lebro, todo está compuesto de un mesmo modo de sustancia homegena, y similar, sin variedad de partes etereogenas: solo apa recen quatro senos pequeños, los quales [bien mirados] todos tienen una mesma composicion y figura; sin aver cosa de por medio, en que puedan differir. [] Qual sea el uso y aprovechamiento de ellos, y de que sirven en la cabeça, no es facil determinarlo: porque Galeno y los Anatomistas [assi modernos como antiguos] lo an procurado averiguar; y ninguno a dicho determinadamente, ni en particular, de que sirve el ventriculo derecho, ni el yzquierdo, ni el que está colocado en medio destos dos, ni el quar to, cuyo assiento es enel celebro, parte po strera de la cabeça. solo affir maron [aun que con miedo] que estas quatro cavida des eran las officinas de donde se cozian los espiritus vitales, y se con-(Lib. 8. de de cret. Hipp. & Platon. & lib. 8. de usu part. Lib. 4. de de cret. Hipp. & Platon. & lib. 8. de usu part.) vierten en animales, para dar sentido y movimiento a to das las partes del cuerpo. En la qual obra, una vez dixo Galeno que el ventriculo de en medio, tenia la primicia: y en otra parte le torno a parecer, que el
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postrero era de mayor efficacia y valor. [] Pero esta doctrina no es verdadera, ni está fundada en buena philosophia natu ral; porque no ay dos obras enel cuerpo humano tan contrarias, ni que tanto se im pidan, como es el raciocinar y el cozer los alimentos: y es la razon, que el contemplar pide quietud, sossiego, y claridad en los e spiritus animales; y el cozimiento se haze con grande estruendo y alboroto, y se levan tan desta obra muchos vapores que entur vian y escurecen los espiritus animales, por donde el anima racional no puede ver las figuras. Y no era tan imprudente naturale za, que avia de juntar en un mesmo lugar dos obras que se hazen con tanta repugnan cia. Antes loa grandemente Platon (Dialo go de natura) la prudencia y saver del que nos formó, en aver apartado el higado del celebro en tanta distancia: porque conel ruydo que se haze (mezclando los ali mentos) y con la escuridad y tinieblas que causan los vapores en los espiritus ani males, uo estorvassen al anima racional sus discursos y raciocinios. Pero sin que notara esta philosophia, Platon, lo veemos cada hora por experiencia, que con estar el higado y el estomago tan desuiados del celebro, en acavando de comer, y buen ra to despues, no ay hombre que pueda estu diar. [] La verdad que parece en esto punto, es, que el ventriculo quarto tiene por officio
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cozer y alterar los espiritus vitales, y con vertir los animales, para el fin que tene mos dicho. Y por esto lo apartó naturale za en tanta distancia de los otros tres, y le hizo celebro a parte dividido, y tan remoto como parece; porque con su obra no estor vasse la contemplacion de los de mas. Los tres ventriculos delanteros, yo no dudo sino que los hizo naturaleza para discurrir y philosophar. Lo qual se prueva clara mente porque en los grandes estudios y contemplaciones, siempre duele aquella parte de la cabeça que responde a estas tres concavidades. La fuerça deste argumento se conoce considerando, que causadas las demas potencias, de hazer sus obras, siem pre duelen los instrumentos con que se an exercitado: como enel demasiado ver, due len los ojos; y del mucho andar, duelen las plantas de los pies. [] La difficultad está agora en saver en qual destos ventriculos está el entendi miento, y en qual la memoria, y en qual la imaginativa: porque estan tan juntos y ve zinos, que por el argumento passado ni por otro ningun indicio, no se puede distinguir ni conocer. Aunque considerando que el entendimiento no puede obrar, sin que la memoria esté presente, representandole las figuras, y phantasmas, conforme aquello (Arist. l. 3. de anima.) Oportet intelligentem phantasmata speculari: ni la memoria sin que assista con ella la ymaginativa (de la
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manera que atrás lo dexamos declarado) entenderemos facilmente, que todas tres potencias estan juntas en cada ventriculo: y de no está solo el entendimiento en el uno, ni sola la memoria en el otro, ni la y maginativa en el tercero, como los Philo sophos vulgares han pensado. esta junta de potencias se suele hazer en el cuerpo hu mano, quando una no puede obrar sin que otra le ayude, como parece en las quatro virtudes naturales: Concoctrix, retentrix, tractrix, expultrix. Y por aver se menester las unas a las otras, las juntó naturaleza en un mesmo lugar, y no las dividio, ni apartó. [] Pero si esto es verdad, a que proposito hizo naturaleza tres ventriculos, y en ca da uno dellos juntó todas tres potencias racionales, pues solo uno hastava para entender y hazer actos de memoria? A esto se puede responder, que la mesma dif ficultad tiene saver: porque naturaleza hi zo dos ojos, y dos oydos, pues en cada uno dellos, está toda la potencia visiva y audi tiva, y con solo un ojo se puede ver? A lo qual se dize que las potencias que se orde nan para perficionar al animal, quanto ma yor numero ay dellas, tanto mas segura está su perfection: porque puede faltar una, o dos (por alguna occasion) y es bien que queden otras del mesmo genero, con que obrar. En una enfermedad (que los medicos llaman resolucion, o perlesia de medio lado) ordinariamente se pierde la
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obra de aquel ventriculo, que esta a la parte resuelta, y sino quedaran salvos, y sin lesion los otros dos, quedara el hombre estulto, y privado de razon: y aun con todo esso, por faltarle el un ventriculo solo, se le co noce tencr gran remision en las obras, assi del entendimiento, como de la ymagina tiva y memoria: Como sentiria menosca bo en la vista, el que solia mirar con dos ojos, si le quebrassen el uno dellos. De donde se entiende claramente, que en ca da ventriculo estan todas tres potencias, pues de sola la lesion de uno, se debilitan todas tres. [] Atento pues, que todos tres ventricu los tienen la mesma composicion, y que no ay en ellos variedad ninguna de partes, no podemos dexar de tomar por instru mento las primeras calidades, y hazer tan tas differencias genericas de ingenio, quan to fuere el numero dellas: porque pensar que el anima racional (estando en el cuer po) puede obrar sin tener organo corporal que le ayude, es contra toda la philosophia natural. Pero de quatro calidades que ay (calor, frialdad, humidad, y sequedad) to dos los medicos echan fuera la frialdad por inutil para todas las obras del anima racio nal: y assi parece por experiencia en las de mas facultades, que en subiendo sobre el calor, todas las potencias del hombre, ha zen torpemente sus obras, ni el estomago puede cozer el manjar, ni los testiculos ha
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zer simiente fecunda, ni los musculos me near el cuerpo, ni el celebro raciocinar. y assi dixo Galeno: [Lib. Quod animi mores. cap. 5.] Frigidit as enim officiis omnibus animæ aperte incommodat. Como si dixera, La frial dad echa a perder todas las obras del anima; solo sirve enel cuerpo de templar el calor natural, y hazerle que no queme tanto: pero Aristoteles [Lib. 2. de par. ani. cap. 4.] es de contrario parecer, diziendo: Est certe roboris efficacior sanguis, qui crassior & calidior est: vim autem sentiendi intelligendique obtinet pleniorem, qui tenuior atque frigidior est. Co mo si dixera, La sangre gruessa y caliente haze muchas fuerças corporales; pero la del gada y fria, es causa de tener el hombre grande entendimiento. Donde parece cla ramente, que de la frialdad nace la mayor differencia de ingenio que ay enel hombre, que es el entendimiento. Tambien Aristote les (14. Sect. prob. 15.) pregunta, porque los hombres que abitan tierras muy calientes, como es Ægypto, son mas ingeniosos y sa vios, que los que moran en lugares frios. A la qual pregunta responde, que el calor de masiado de la region gasta y consume el calor natural del celebro, y le dexa frio: por donde vienen a ser los hombres muy ra cionales. Y por lo contrario la mucha fri aldad del ayre, fortifica el calor natural del celebro, y no le da lugar que se resuelva. Y assi los muy calientes de celebro (dize) que no pueden discurrir ni philosophar, antes
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son inquietos y no perseverantes en una opinion. A la qual sentencia parece que alu de Galeno (Lib. artis Medic. cap. 12.) dizien do que la causa de ser el hombre mudable, y tener cada momento su opinion, es ser caliente de celebro: y por lo contrario, estar firme y estable en una sentencia, lo haze la frialdad del celebro. [] Pero la verdad es, que desta calidad no nace ninguna diferencia de ingenio; ni Aristoteles quiso dezir, que la sangre fria a predominio, haze mejor entendimiento, sino alomenos caliente. Ser el hombre mu dable, verdad es que nace de tener mucho calor, el qual levanta las figuras que estan enel celebro, y las haze bullir: por la qual obra se le representan al anima muchas imagines de cosas que la conbidan a su contemplacion: y por gozar de todas, dexa unas y toma otras. Al reves acontece en la frialdad; que por comprimir las figuras, y no dexarlas levantar, haze al hombre firme en una opinion; y es, porque no se le re presenta otra que lo llame. Esto tiene la frialdad que impide los movimientos, no solamente de las cosas corporales, pero aun las figuras y especies (que dizen los Philosophos ser spirituales) las haze im mobiles enel celebro: y esta firmeza, antes parece torpeza, que differencia de habili dad. Verdad es que ay otra differencia de firmeza, que nace de estar el entendimien to muy concluydo, y no portener frio el
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celebro. Quedan pues la sequedad, hu midad, y calor, por instrumento de la fa cultad racional. Pero ningun Philosopho save determinadamente dar a cada differen cia de ingenio la suya. Eracli(Refiere lo Gal. Libro Quod animi mores, cap. 5.) to dixo (Dialo. de natura) Splendor siccus animus sapien tissimus. Por la qual sentencia nos da a entender, que la sequedad, es causa de ser el hombre muy savio: pero no decla ro en que genero de saver. Lo mesmo enten dio Platon quando dixo, que nuestra anima vino al cuerpo sapientissima: y por la mucha humedad que hallo enel, se hizo torpe y necia. Pero gastandose con el(Para dezir Homero, que Ulisses no se hizo necio; lo fi gura, por no averse con vertido en puerco.) discurso de le edad, y adqui riendo sequedad, descubre el saver que antes tenia. Entre los brutos animales [dize A ristot.] aquellos son mas pru dentes, que en su tempera mento tienen mas frialdad y sequedad, como son las hormigas, y avejas: las quales en prudencia competen con los hombres muy racionales. Fuera desto, nin gun animal bruto ay tan humedo como es el puerco, ni de menos ingenio: y assi un Poëta que se llama Pindaro, para motejar a la gente de Beocia de necia, dixo desta ma nera: Dicta fuit sus gens Bœotia vecors. Tambien la sangre por la mucha hu medad, dize Galeno [Lib. Quod animi mo res, cap. 6.] que haze los hombres simples. Y
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de tales cuenta el mesmo Galeno [Lib. 1. de natura hum. com. 11.] que motejavan los Comicos a los hijos de Hippocrates, di ziendoles, que tenian mucho calor natural, que es una sustancia humeda, y muy vapo rosa. Este travajo an de tener los hijos de los hombres savios, adelante dire la razon y causa en que consiste. Tambien en los quatro humores, que tenemos, ninguno ay tan frio y seco como la melancolia: y todos quantos hombres señalados en letras a avido enel mundo, di ze Aristoteles (30. Sect. prob. 1.) que fueron melancolicos. Finalmente todos convienen en que la sequedad haze al hombre muy savio: pero no declaran, a qual de las po tencias racionales ayuda mas: solo el Pro pheta Esayas (Cap. 28.) le puso nombre, quando dixo: Vexatio dat intellectum: Por que la tristeza y affliction, gasta y consume, no solamente la humedad del celebro pero los huessos desseca; con la qual calidad se haze el entendimiento mas agudo y per spicaz. De lo qual se puede hazer evidente demostracion, considerando muchos hom bres, que puestos en povreza y affliction vi nieron a dezir y escrevir sentencias dignas de admiracion: y venidos despues a prospe ra fortuna, a buen comer y bever, no acer taron a hablar; porque la vida regalada, el contento, el buen sucesso, y hazer se todas las cosas a su voluntad, relaxa y humedece el celebro; que es lo que dixo Hippocrates,
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(Epidem. 5. com 9) Gaudium relaxat cor. Co mo si dixera, el contento y alegria, ensan cha el coraçon, y le da calor y gordura. Y es cosa facil de provar otra vez: porque si la tristeza y affliction deseca y consuma las carnes, y por esta razon adquiere el hom bre mayor entendimiento, cierto es, que su contrario (que es el alegria) a de hume decer el celebro, y abaxar el entendimien to. Los que van alçando esta manera de in genio, luego se inclinan a pas(Cor sapien tium ubi tri stitia est, cor stultorum ubi lætitia. Ec cles. cap. 7.) satiempos, a convites, a musi cas, a conversaciones jocosas, y huyen de lo contrario que en otro tiempo les solia dar gusto y contento. De aqui savra ya la gente vulgar la razon y causa de donde nace, que subiendo el hombre savio y virtuoso, a alguna gran di gnidad (siendo antes povre y humilde) mu da luego las costumbres y la manera de ra zonar: y es por aver adquirido nuevo tem peramento, humido y vaporoso, con el qual se le borran las figuras que antes tenia en la memoria, y lentorpece el entendimiento. [] De la humedad, es difficultoso saver, que differencia de ingenio pueda nacer: pues tanto contradize a la facultad racio nal. Alomenos en la opinion de Galeno, (Lib. 1. de natura humana. com. 11.) todos los humores de nuestro cuerpo, que tie nen demasiada humedad, hazen al hombre estulto y necio: y assi dixo: Animi dexte
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ritas & prudentia à bilioso humore proficisci tur: integritatis & constantiæ erit autor hu mor melancholicus; sanguis simplicitatis & stupiditatis: pituitæ natura ad morum cultum nihil facit. Como si dixera: La prudencia y buena maña del anima racional, nace de la cole ra: ser entero el hombre y constante, pro viene del humor melancolico: ser bovo y simple, de la sangre: de la flema, para nin guna cosa se aprovecha el anima racional, mas que para dormir. De manera que la san gre (por ser humeda) y la flema hechan a per der la facultad racional. pero esto se entien de las facultades o ingenios racionales dis cursivos y activos, y no de(Y assi Cic. diffiniendo la naturaleza del ingenio, mete en su diffinicion a la memoria: Docilitas & memoria, quæ fere appellatur uno ingenii nomine. De fin. bon. & mal. lib. 1.) los passivos: como es la me moria, la qual assi depende de la humedad como el enten dimiento de la sequedad. Y llamamos a la memoria po tencia racional: porque sin ella no vale nada el entendi miento, ni la imaginativa. A todas da materia y figuras so bre que silogizar; conforme aquel dicho de Aristoteles: Oportet intelligentem phantasmata speculari. Y el officio de la memoria es guardar estos phantasmas, para quando el entendimiento los quisiere contemplar; y si esta se pierde, es impossible poder las de mas potencias obrar: y que el officio de la memoria no sea otro,
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mas que guardar las figuras de las cosas, sin tener ella propria invencion, dize lo Gale no desta manera (De offic. medici comment. 4.) Ac memoriam quidem recondere ac servare inse ea quæ sensu & mente cognita fuerint; quasi cellam quandam & receptaculum eo rum, non inventricem. Y siendo este su uso, claramente se entiende, que depende de la humedad, porque esta haze el celebro blan do: y la figura se imprime por via de com pression. Para prueva desto, es argumento e vidente la puericia, en la qual edad aprende el hombre mas de memoria, que en todas las de mas: y el celebro le tiene humedissimo. Y assi pregunta Aristoteles (30. Sect. prob. 4) Cur seniores amplius mente valeamus; juniores ocius discamus: Como si preguntara: que es la causa, que siendo viejos tenemos mucho entendimiento; y quando moços, aprende mos con mas facilidad? A lo qual responde, que la memoria de los viejos está llena de tantas figuras de cosas, como an visto, y oy do, en el largo discurso de su vida, y assi que riendo echar le mas no lo puede recevir, porque no ay lugar vazio donde quepa: pe ro la de los mochachos, como a poco que nacieron, está muy desembaraçada, y por esto reciven presto quanto les dizen y ense ñan. Y dalo a entender, comparando la me moria de la mañana con la de la tarde, dizi endo, que por la mañana aprendemos mejor, porque en aquella hora, amanece la memo ria vazia, y a la tarde mal, por estar llena de
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todo lo que aquel dia ha passado por noso tros. A este problema no save responder Aristot. y está la razon muy clara, porque si las especies y figuras que estan en la memo ria, tuvieran cuerpo y cantidad para ocupar lugar, parece que era buena respuesta; pe ro siendo insensibles y espirituales, no pue den henchir ni vaziar el lugar donde estan. antes veemos por experiencia, que quanto mas se exercita la memoria (reciviendo ca da dia nuevas figuras) tanto se haze mas capaz. La respuesta del problema, está muy clara en mi doctrina: y es, que los viejos tienen mucho entendimiento, porque tie nen mucha sequedad: y son faltos de me molia, porque tienen poca humedad. Por la qual razon se endurece la sustancia del celebro: y assi no puede recebir la compres sion de las figuras; como la cera dura ad mite con difficultad la figura del sello, y la blanda con facilidad. Al reves acontece en los mochachos, que por la mucha hu medad que tienen en el celebro, son fal tos de entendimiento, y muy memorro sos por la gran blandura del celebro: en el qual por razon de la humedad hazen las especies y figuras (que vienen de fuera) gran compression, facil, profunda, y bien fi gurada. Estar la memoria mas facil a la mañana que a la tarde, no se puede negar: pero no acontece por la razon que trae Aristoteles, sino que el sueño de la noche passada, a hu
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medecido y fortificado el celebro: y la vi gilia de todo el dia lo ha dessecado y en durecido. Y assi dize Hippocrates (6. Aph. com. 26.): Qui noctu bibere appetunt, iis admo dum sitientibus, si supradormierint, bonum. Co mo si dixera, Los que de noche tienen gran sequia, durmiendo se les quita; porque el sueño humedece las carnes, y fortifica todas las facultades que goviernan al hombre. Y que haga este effecto el sueño, el mesmo Aristoteles lo confiessa. (4. Sect. probl. 5.) [] Desta doctrina se infiere claramente, que el entendimiento y la memoria, son potencias oppuestas y contrarias: de tal manera que el hombre que tiene gran me moria, a de ser falto de entendimiento: y el que tuviere mucho entendimiento, no puede tener buena memoria: porque el celebro es impossible ser juntamente seco y humedo, a predominio. En esta maxima se fundó Aristoteles (Lib. de me moria & reminiscentia) para provar, que la memoria es differente potencia de la re miniscencia, y forma el argumento desta manera: Los que tienen mucha reminis cencia, son hombres de grande entendi miento; y los que alcançan mucha memo ria, son faltos de entendimiento: luego la memoria y reminiscencia, son potencias contrarias. La mayor en mi doctrina es falsa: porque los que tienen mucha remi niscencia, son faltos de entendimiento, y tienen gran imaginativa, como luego pro
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vare: pero la menor es muy verdadera, aunque Aristoteles no alcançó la razon en que esté fundada la enemistad, que el en tendimiento tiene con la memoria. [] De calor (que es la tercera calidad) na ce la ymaginativa: porque ya ni ay otra potencia racional en el celebro, ni otra calidad que le dar: allende que las scien cias que pertenecen a la ymaginativa, son las que dizen los delirantes en la enfer medad, y no de las que pertenecen al en tendimiento, ni memoria. Y siendo la phrenesia, mania, y melancholia, passio nes calientes del celebro, es gran argu mento para provar, que la ymaginativa consiste en calor. Sola una cosa me haze difficultad; y es, que la ymaginativa es con traria del entendimiento; y tambien de la memoria. y la razon no viene con la expe riencia: porque mucho calor y sequedad, bien se pueden juntar enel celebro: y tam bien calor y humedad en grado intenso: y por esta causa podia tener el hombre gran de entendimiento, y grande ymaginativa; y mucha memoria, con mucha ymaginati va: y realmente por maravilla se halla hom bre de grande ymaginativa, que tenga buen entendimiento, ni memoria. Y deve ser la causa, que el entendimiento ha menester que el celebro esté compuesto de partes subtiles y muy delicadas, como atras lo provamos de Galeno (Lib. art. med. cap. 12.) Y el mucho calor gasta y consume lo mas
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delicado, y dexa lo gruesso y terrestre. Por la mesma razon, la buena y maginativa no se puede juntar con mucha(Intemperies quælibet sola diu durare non potest. Gal. lib. 6. de san. tuen.) memoria: porque el calor excessivo resuelve la humedad del celebro, y le dexa duro y seco; por donde no puede recevir facilmente las figuras. [] De manera que no ay enel hombre mas que tres differencias genericas de ingenio; porque no ay mas de tres calidades de donde pueden nacer: pero debaxo destas tres dif ferencias universales se contienen otras mu chas particulares, por razon de los grados de intension, que puede tener el calor, la hu medad, y sequedad. [] Aunque no de qualquiera grado destas tres calidades, resulta una differencia de ingenio: porque a tanta intension puede llegar la sequedad, el calor y la humedad, que desbarate totalmente la facultad ani mal, conforme aquella sentencia de Ga leno: (Lib. 2. aph. com. 20.) Omnis immodica intemperies vires exolvit. Y assi es cierto: porque aunque el entendimiento se apro vecha de la sequedad; pero tanta puede ser, que le consuma sus obras. Lo qual no admitte Galeno, (Lib. Quod animi mores, cap. 5.) ni los Philosophos antiguos; antes affirman, que si el celebro de los viejos no se enfriasse, jamas vernian a caducar, aun que se hiziessen quarto grado secos. Pero no tienen razon, por lo que provaremos
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en la ymaginativa: que aunque sus obras se hazen con calor; en passando del tercero grado, luego comiença a desbaratar: y lo mismo haze la memoria, con la mucha hu medad. [] Quantas differencias nazcan de ingenio, por razon de la intension de cada una de stas tres calidades, no se puede dezir aora en particular, hasta que adelante contemos todas las obras y actiones del entendimien to, de la ymaginativa, y de la memoria: pe ro enel entre tanto es de saber, que ay tres obras principales del entendimiento. La primera es, inferir; la segunda, distinguir; y la tercera, eligir: De donde se constituyen tres differencias de entendimiento. En otras tres se parte la memoria que recive con fa cildad, y luego se olvida: Otra setarda en percevir, y lo retiene mucho tiempo: La tercera recibe con facilidad, y tarda mucho en olvidar. [] La ymaginativa contiene muchas mas differencias: porque tiene las tres, como el entendimiento y memoria, y de cada gra do resultan otras tres. Destas diremos ade lante, con mas distinction; quando diere mos a cada una la sciencia que le responde en particular. [] Pero el que quisiere considerar otras tres differencias de ingenio, hallara, que ay habilidades en los que estudian: unas, que para las contemplaciones claras y fa ciles del arte que aprenden, tienen dis
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posicion natural: pero metidos en las ob scuras y muy delicadas, es por de mas tra tar el maestro, de hazerles la figura con buenos exemplos; ni que ellos hagan otra tal con su ymaginacion: porque no tienen capacidad. [] En este grado estan todos los ruynes le trados de qualquiera facultad: los quales consultados en las cosas faciles de su arte, dizen todo lo que se puede entender; pero venidos a lo muy delicado, dizen mil dispa rates. Otros ingenios suben un grado mas, porque son blandos y faciles de imprimir en ellos todas las reglas y consideraciones del arte, claras, escuras; faciles, y difficulto sas: pero la doctrina, el argu(Destas dos diferencias de ingenio dixo Arist. desta mane ra: Ille qui dem est opti mus, qui omnia per se intelligit, bo nus autem rursum est il le, qui bene di centi obedit. Arist. lib. 1. [Doct.] Item lib. 3. de Ani ma.) mento, la respuesta, la duda y distinction, todo se lo han de dar hecho y levantado: estos han menester oyr la sciencia de buenos maestros que se pan mucho; y tener copia de libros, y estudiar en ellos sin parar: porque tanto savran menos quanto dexaren de leer y travajar. Destos se puede ve rificar aquellar sentencia de Aristoteles tan celebrada: In tellectus noster est tanquam ta bula rasa, in qua nihil est depi ctum. Porque todo quanto an de saver y a prender, lo an de oyr a otro primero, y so bre ello no tienen ninguna invencion.
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[] En el tercero grado, haze naturaleza unos ingenios tan perfectos, que no an menester maestros que los enseñen, ni les digan como an de philosophar: porque de una consideracion que les apunta el doctor, sacan ellos ciento: y sin dezirles nada se les hinche la boca de sciencia y sa ver. Estos ingenios engañaron a Platon, y le hizieron dezir que nuestro saver es un cierto genero de reminiscencia, oyendo los hablar y dezir lo que jamas vino en con sideracion de los hombres. [] A estos tales está permeti-(La inven cion de las artes y la compostura de los libros, dize Gal. que se haze o con el entendi miento, o con la me moria, o con la ymagina tiva: pero el que escri ve por tener mucha me moria de cosas, no puede dezir nada de nuevo. Lib. 1. de officio me di. com. 4.) do que escrivan libros, y a otros no: porque el orden y concierto que se a de tener, paraque las sciencias reciven cada dia augmento y mayor perfection, es juntar la nueva invencion de los que aora vi vimos, con lo que los anti guos dexaron escrito en sus libros: porque haziendo lo desta manera (cada uno en su tiempo) verniana crecer las artes; y los hombres que estan por nacer, gozarian de la in vencion y travajo de los que primero vivieron. A los de mas que carecen de invencion, no avia de con sentir la republica que escriviessen libros, ni dexarse los imprimir: porque no hazen
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mas de dar circulos en los dichos y senten cias de los autores graves, y tornarlos a repetir; y hurtando uno de aqui, y toman do otro de alli, ya no ay quien no compon ga una obra. A los ingenios(Esta diffe rencia de in genio es muy peligrosa pa ra la theolo gia: donde ha de estar atado el en tendimiento a lo que dize y declara la yglesia ca tholica nue stra madre.) inventivos, llaman en lengua Toscana caprichosos: por la semejança que tienen con la cabra enel andar y parecer: Esta jamas huelga por lo lla no, siempre es amiga de an dar a sus solas por los riscos, y alturas; y assomarse a gran des profundidades, por don de no sigue vereda ninguna; ni quiera caminar con compa ñia. Tal propriedad como esta, se halla en el anima racional, quando tiene un cele bro bien organizado y templado: jamas huelga en ninguna contemplacion; todo es andar inquiera, buscando cosas nue vas que saver y entender. Desta manera de anima se verifica aquel dicho de Hip poc. (6. Epid. 5. com. 11.) Animæ deambu latio cogitatio hominibus. Porque ay otros hombres que jamas salen de una contempla cion, ni piensan que ay mas enel mundo que descubrir. Estos tienen la propriedad de la oveja, la qual nunca sale de las pisa das del manso, ni se atreve a caminar por lugares desiertos y sin carril: sino por vere das muy holladas, y que alguno vaya de lante. Ambas differencias de ingenio, son
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muy ordinarias entre los(Esta diffe rencia de in genio, es muy buena para la theo logia, don de se a de se guir la au toridad di vina decla rada por los santos con cilios, y por los sagrados dotores.) hombres de letras: unos ay que son remontados, y fuera de la comun opinion juzgan y tratan las cosas por differen te manera; son libres en dar su parecer, y no siguen a na die. Otros ay recogidos, hu mildes, y muy sossegados, desconfiados de si, y rendidos al parecer de un autor grave, a quien siguen, cuyos dichos y sentencias tienen por scien cias y demostracion; y lo que discrepa de aqui, juzgan por vanidad y mentira. [] Juntos estas dos differencias de ingenio, son de mucho provecho: porque assi como a una gran manada de ovejas suelen los pa stores echar una dozena de cabras que las levanten, y lleven con passo apressurado, a gozar de nuevos pastos, y que no esten hol lados: de la mesma manera conviene que aya en las letras humanas, algunos inge nios caprichosos, que descubran a los en tendimientos oviles, nuevos secretos de na turaleza, y les den contemplaciones nunca oydas, en que exercitarse: porque desta manera van crecien do las artes, y los hom bres saven mas cada dia.
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Cap. VI. Ponense algunas dudas y argumentos, contra la doctrina del capitulo passa do, y la respuesta de ellos.

[] UNa de las razones, por donde la favi duria de Socrates a sido hasta el dia de oy tan celebrada, fue: que despues de aver si do juzgado en el Oraculo de Apolo, por el hombre mas savio del mundo, dixo desta manera: Hoc unum scio, me nihil scire. La qual sentencia, an passado todos los que le an leydo, y entendido, que fue dicha por ser Socrates hombre humildissimo, menospre ciador de las cosas humanas; y que respeto de las divinas, todo le parecia de ningun ser y valor. Pero realmente estan engañados: porque esta virtud de la humildad, ningun Philosopho antiguo la alcançó, ni supo que cosa era; hasta que Dios vino al mundo, y la enseño. [] Lo que Socrates quiso sentir y dar a entender, fue, la poca certidumbre que tienen las sciencias humanas, y quan in quieto, y temeroso está el entendimiento de Philosopho, en quanto save: viendo por experiencia, que todo está lleno de dudas, y argumentos, y que sin temor de la parte contraria, no se puede asentir co nada: por lo qual fue dicho, Cogitationes mortalium timidæ, & incertæ providentiæ no
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stræ. Y el que a de tener verdadera sciencia de las cosas, a destar firme y quieto, sin te mor ni recelo de que se podria engañar: y el Philosopho que no está desta manera, con mucha verdad podra dezir y affirmar, que no save nada. [] Esta mesma consideracion tuvo Galeno, quando dixo (Lib. introductorio, cap. 5.) Sci enciæ est conveniens, firma & nunquam à ra tione declinans cognitio: eam namque apud Phi losophos, præsertim dum rerum natur as per scrutantur, non invenies; multo sane minus in re medica: immo, ut verbo expediam, ne ad ho mines quidem venit. Segun esto, el verdade ro conocimiento de las cosas se devio de quedar por alla: y solamente vino al hombre un genero de opinion que le trae incierto, y con miedo, si es assi o no, lo que affirma. Pe ro lo que en esto nota Galeno mas en par ticular, es que la Philosophia y medicina, son las sciencias mas inciertas de quantas usan los hombres. Y si esto es verdad, que diremos de la philosophia que vamos tra tando, donde se haze con el entendimiento, anatomia de cosa tan escura y difficultosa, como son las potencias y habilidades del anima racional; en la qual materia, se offre cen tantas dudas y argumentos, que no que da doda doctrina llana sobre que restrivar? [] Una de las quales y mas principal, es: que he mos hecho al entendimiento, potencia or ganica (como a la ymaginativa y memoria) y le hemos dado al celebro con sequedad,
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por instrumento con que obre; cosa tan age na de la doctrina de Aristot. (lib. 2. de ani. c. 4.) y de todos sus sequaces: los quales (po niendo al entendimiento apartado de orga no corporal) provavan facilmente, que el ani ma racional era immortal, y que salida del cuerpo, durava para siempre jamas: y siendo disputable la contraria opinion, queda la puerta cerrada, para no poderse demostrar. [] Fuera desto, las razones en que se fundo Aristoteles, para provar, que el entendimien to no era potencia organica, son de tanta ef ficacia, que no se puede concluyr otra cosa, porque a esta potencia le pertenece conocer y entender la naturaleza y ser de todas quantas cosas materiales ay enel mundo: y si ella estuviesse conjunta con alguna cosa corporal, aquella mesma estorbaria el cono cimiento de las de mas: como lo veemos en los sentidos exteriores; que si el gusto está amargo, todo quanto toca la lengua tiene el mesmo savor: y si el humor crystalino está verde, o amarillo, todo quan to vee el ojo, juzga que tiene el mesmo co lor. Y es la causa, que Intus existens prohibet extraneum. Tambien dize Aristoteles, que si el en tendimiento estuviesse mezclado con al gun organo corporal, que sera qualis: por que quien se junta con calientes, o frios, forçosamente se le a de pegar el calor. Y dezir que el entendimiento es caliente, frio, humedo, o seco, es predication abo
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minable a los oydos de los Philosophos na turales. [] La segunda duda principal, es: que Ari stoteles y todos los peripateticos, ponen otras dos potencias, fuera del entendimien to, ymaginativa, y memoria; que son, remi niscencia y sentido comun: atenidos a a quella regla, Potentiæ cognoscuntur per actio nes. Ellos hallan que fuera de las obras del entendimiento, ymaginativa, y memoria, ay otras dos muy differentes. Luego de cin co potencias nace el ingenio del hombre, y no de solas tres, como hasta aqui hemos provado. [] Tambien diximos enel capitulo passa do (de opinion de Galeno) que la memoria no haze otra obra enel celebro, mas que guardar las especies y figuras de las cosas; de la manera que el arca guarda y tiene en custodia la ropa y lo de mas que en ella echan. Y si por tal comparacion hemos de entender el officio desta potencia, es me nester poner otra facultad racional, que sa que las figuras de la memoria, y las repre sente al entendimiento; como es necessario que ava quien obra el arca, y saque lo que está metido enella. [] Fuera desto, diximos que el entendimiento y la memoria, eran potencias contrarias, y que la una a la otra se remetian: porque la una pedia mucha sequedad, y la otra mucha humedad y blan dura enel celebro. Y si esto es verdad, por que dixo Aristoteles (Lib. 2. de anima) y Pla
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ton, que los hombres que tienen las carnes blandas, tienen mucho entendimiento; si endo la blandura efecto de la humedad? [] Tambien diximos que para ser la memoria buena, era necessaria que el celebro tuviesse blandura: porque las figuras se han de sellar enel por via de compresion; y estando duro no podrian facilmente señalar. Bien es verdad, que para recebir la fi gura con presteza, que es necessario tener el celebro blandura; mas para conservar las especies mucho tiempo, todos dizen que es necessaria la dureza, y sequedad: como parece en las cosas de fuera, que la figura que está impressa en cosa blanda, se borra con facilidad: pero en lo seco y duro, jamas se pierde. Y assi veemos mu chos hombres que toman de memoria con gran facilidad: pero luego se les olvida. De lo qual dando Galeno la razon, dize: (Lib. artis med. cap. 12.) que los tales (con la mucha humedad) tienen la sustancia del celebro fluyda, y no consistente; por donde se les borra presto la figura, como quien sella enel agua. Otros al reves, hazen me moria con difficultad; pero lo que una vez aprenden, jamas se les olvida. Y assi parece cosa impossible, aver aquella differencia de memoria que diximos, que aprenda con facilidad, y que lo conserve mucho tiempo. [] Tambien se haze difficultoso de enten der, como sea possible, que sellandose tan
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tas figuras juntas en el celebro, no se borren las unas a las otras: porque si en un pedaço de cera blanda se imprimiessen muchos sel los de varias figuras, cierto es, que los unos a los otros se borrarian, mezclandose las fi guras. [] Y lo que no haze menos difficultad, es; saver de donde nace, que exercitandose la memoria, se haga mas facil para recevir las figuras; siendo cierto, que el exercicio, no solamente corporal, deseca y enxuga las carnes; pero mucho mas el espiritual. [] Tambien es difficultoso de entender, como la ymaginativa sea contraria del entendimiento (sino ay otra causa mas urgente, que resolver en mucho calor, las partes sutiles del celebro, y quedar las terrestres y gruessas) pues la melancholia, es uno de los mas gruessos y terrestres hu mores de nuestro cuerpo. Y dize Aristote les, que de ninguno otro se aprovecha tan to el entendimiento como del: y hazese mayor la difficultad, considerando, que la melancholia es un humor gruesso, frio, y seco; y la colera, delicada en sustancia, y de temperamento caliente y seca: y con todo esso, es la melancholia mas apropriada pa ra el entendimiento, que la colera. Lo qual parece contra razon: porque este humor ayuda con dos calidades al entendimien to, y contradize con sola una, que es el ca lor: y la melancholia ayuda con la seque dad, y no mas; y contradize con la frial dad, y grossura de sustancia; que es lo que
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mas abomina el entendimiento. Y assi Ga leno dio mas ingenio y prudencia, a la co lera, que a la melancholia (Lib. 1. de natura humana, com. 1.) Animi dexteritas & pruden tia a bilioso humore proficiscitur: integritatis & constantiæ erit autor humor melancholicus. [] Ultimamente se pregunta la causa de donde pueda nacer, que el travajo y continua con templacion enel estudio, haze a muchos sa vios: a los quales al principio les faltava la buena naturaleza destas calidades que de zimos: y dando y tomando con la ymagina cion, vienen a alcançar muchas verdades que antes ygnoravan: Y no tenian el tempera mento que para ellas se requeria: porque si lo tuvieran, no fuera menester trabajarlo. [] Todas estas difficultades, y otras mu chas mas, se hallan contra la doctrina del capitulo passado: porque la philosophia natural, no tiene tan ciertos principios, como las sciencias mathematicas: en las quales puede el medico y Philosopho (si do juntamente mathematico) hazer siem pre demostracion: pero venido a curar con forme al arte de medicina, haraen ella mu chos errores; y no todas las vezes por culpa suya (puer acertava siempre en las mathe maticas) sino por la poca certidumbre de su arte: y por tanto dixo Aristot. (Lib. 1 Topic.) Non ideo malus medicus, si non semper sanet; dum nihil omiserit eorum quæ sunt ex arte. Como si dixera: El medico que haze todas las diligencias de su arte, aunque no siempre
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sane, no por esso a de ser tenido por mal ar tifice: pero si este mesmo hiziesse en ma thematicas algun error, ninguna disculpa tenia; porque haziendo en esta sciencia, to das las diligencias que ella manda, es impos sible dexar de acertar. De manera que aun que no hagamos demostracion desta do ctrina, no se a de echar toda la culpa a nue stro ingenio, ni pensar que es falso lo que dezimos. [] A la primera duda principal se responde que si el entendimiento estuviesse aparta do del cuerpo, y no tuviesse que ver con el calor, frialdad, humedad, y sequedad, ni con las de mas calidades corporales; se guir se ya, que todos los hombres ternian ygual entendimiento, y que todos racioci narian con ygualdad: Y veemos por expe riencia que un hombre entiende mejor que otro, y discurre mejor: luego ser el entendi miento potencia organica, y estar en uno mas bien dispuesta que en otro, lo causa; y no por otra razon ninguna. Porque todas las animas racionales, y sus entendimientos (apartadas del cuerpo) son de ygual perfe ction, y saver. [] Los que siguen la doctrina de Aristo teles (viendo por experiencia que unos hombres raciocinan mejor que otros) in ventaron una huyda aparente, diziendo que discurrir uno mejor que otro, no lo causa, ser el entendimiento potencia or ganica, y estar en unos hombres mas
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bien dispuesto el celebro, que en otros; sino que el entendimiento humano (en tanto que el anima racional estuviere enel cuerpo) a menester las figuras, y phantasmas, que estan en la ymaginativa y memoria: Por cuya falta viene el en tendimiento a discurrir mal; y no por culpa suya, ni por estar conjunto con ma teria mal organizada. Pero esta respuesta es contra la doctrina del mesmo Aristoteles, (Lib. de memoria, & reminiscentia.) el qual prueva, que quanto la memoria fuere mas ruin, tanto es mejor el entendimien to; y quanto la memoria fuere mas subida de punto, tanto es mas flaco el entendi miento: y lo mesmo hemos provado atras de la ymaginativa. En confirmacion de lo qual pregunta Aristoteles, (30. Sect. prob. 4.) que es la causa, que siendo viejos tenemos tan mala memoria, y tan grande entendi miento; y quando moços, acontece al re ves, que somos de gran memoria, y tene mos ruin entendimiento? Desto muestra la experiencia una cosa, y assi lo nota Ga leno; que quando en la enfermedad se des barata el temperamento, y buena compo stura del celebro, muchas vezes se pierden las obras del entendimiento, y quedan sal vas las de la memoria, y las de la ymagina tiva: lo qual no pudiera acontecer, si el en tendimiento no tuviera por si instrumento particular, fuera del que tienen las otras potencias. A esto yo no se que pueda
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responder: sino es, por alguna relacion metaphisica, compuesta de acto y poten cia, que ni ellos saven que es lo que quie ren dezir ni ay hombre que los entienda. Ninguna cosa haze mayor daño a la sa viduria del hombre, que mezclar las scien cias: y lo que es de la philosophia natural, tratarlo en la metaphisica; y lo que es de la metaphisica, en la philosophia natural. [] Las razones en que se funda Aristo teles, son de muy poco momento: por que no se sigue que porque el entendi miento a de conocer las cosas materiales, no a de tener organo corporal: porque las calidades corporales, que sirven a la compostura del organo, no alteran la po tencia, ni dellas salen phan(Empedocles dezia que las potencias a vian de tener la mesma na turaleza del objecto, para poder lo per cevir, y assi dixo: Sentimus terram tellu re, liquore li quorem, Aë- ream aëre ma teriam, ignem cernimus igne: la qual sen tencia a prueva Gal. l. 7. de placitis.) tasmas: assi como Sensibile positum supra sensum, quod non causat sensationem. Esto se vee claramente enel tacto: que con estar compuesto de quatro calidades materiales, y tener en si cantidad y blan dura, o dureza; con todo es so, conoce la mano, si una co sa está caliente, o fria; dura, o blanda, o si es grande, o pe queña. Y preguntado, co mo el calor natural que está en la mano, no impide al ta cto que no conozca el calor que está en la piedra; Re
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spondemos, que las calidades que sirven pa ra la compostura del organo, no alteran al proprio organo, ni dellas salen especies para conocerlas. Tambien pertenece al ojo, conocer to das las figuras, y cantidades de las cosas: y veemos que el proprio ojo tiene su propria figura y cantidad, y de los humores y tu nicas que le componen, unas tienen colo res, y otras son diafanas, y transparentes: todo lo qual no estorva, que por la vista no conozcamos las figuras y cantidades de todas las cosas que se nos ponen delante. Y es la causa, que los humores y tunicas, la figura y cantidad, sirven a la compostura del ojo, y estas cosas no pueden alterar la potencia visiva, y assi no estorvan ni impi den el conocimiento de las figuras de fue ra. Lo mesmo dezimos del entendimiento, que su proprio instrumento (aunque es material, y está conjunto con el) no lo pue de entender, porque del no salen especies intelligibles que le puedan alterar: y es la causa, que Intelligibile positum supra intelle ctum non causat intellectionem: Y assi queda libre para entender todas las cosas materia les de fuera, sin aver quien se lo impida. La segunda razon en que se fundo Aristo teles, es mas liviana que la passada, por que ni el entendimiento, ni otro accidente ninguno, puede ser qualis: atento que no pueden ser por si sujeto de ninguna cali dad. Y assi poco importa que el entendi
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miento tenga por organo al celebro, con el temperamento de las quatro calidades primeras, para que por ello se llame qualis; pues el celebro es sujeto del calor, frialdad humedad; y sequedad, y no el entendimien to. A la tercera difficultad, que ponen los peripateticos, diziendo, que por hazer po tencia organica el entendimiento, se quita un principio que avia para provar la immor talidad del anima racional; dezimos, que otros argumentos ay mas firmes con que hazerlo, de los quales trataremos en el ca pitulo que se sigue. [] Al segundo argumento se responde, que no qualquiera differencia de obras. arguye diversidad de potencias; porque, como adelante provaremos, haze la ymaginativa tan estraños hechos, que si fuera esta maxima tan verdadera como los Philosophos vulgares piensan, o tu viera la interpretacion que ellos le dan, auria enel celebro, diez o doze potencias mas. Pero porque todas estas obras con vienen en una razon generica, no ar guyen mas que una ymaginativa; la qual se parte despues, en muchas differencias particulares, por razon de las varias a ctiones que haze. El componer las espe cies en presencia de los objectos, o en su ausencia, no solamente no arguye variedad de potencias genericas (como son el senti do comun, y la ymaginativa) pero ni aun particulares.
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[] Al tercero argumento se responde: que la memoria no es mas que una blandura del celebro, dispuesta (con cierto genero de hu medad) para recevir y guardar, lo que la y maginativa percive: en la mesma propor cion que tiene el papel blanco y liso, con el que a de escrivir: porque assi como el escri vano escrive enel papel las cosas que quiere que no se olviden, y despues de escritas, las torna a leer; De la mesma manera se a de entender, que la ymaginativa escrive en la memoria las figuras de las cosas que cono cieron los cinco sentidos y el entendimien to, y otras que ella mesma fabrica: Y quan do quiere acordarse dellas (dize Aristoteles Lib. 4. de anima) que las torna a mirar y con templar. Desta manera de comparacion, uso Platon, quando dixo; que temiendo la poca memoria de la vejez; se dava priessa a ha zer otra de papel, (que son los libros) para que no se le perdiesse su travajo, y vuiesse despues quien selo representasse; quando lo quisiesse leer. Esto mesmo haze la yma ginativa, escrevir en la memoria y torna do a leer, quando se quiere acordar. El pri mero que atinó a esta sentencia fue Aristote les (Lib. 3. de anima;) y el segundo, Galeno: el qual dixo desta manera: (Lib. 2. de motu musculorum.) Pars enim animæ quæ imagi natur, quæcunque ea sit, hæc eadem recordari videtur. Assi parece claramente, porque las cosas que ymaginamos con mucho cuydado, se
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fixan bien en la memoria; y lo que con li viana consideracion tratamos, luego se nos olvida. Y de la manera que el escrivano quando haze buena letra, la acierta a leer; assi acontece a la ymaginativa, que si ella haze con fuerça, queda la figura enel cele bro bien señalada; y sino, a penas se puede conocer. Esto mesmo acontece tambien en las escrituras antiguas, que por quedar unas partes enteras, y otras gastadas (con el tiempo) no se pueden bien leer, sino es sacando muchas partes y razones, por discre cion. Lo proprio haze la ymaginativa, quan do en la memoria se an perdido algunas fi guras, y quedan otras. delo qual nacio el error de Aristoteles, pensando que la remi niscencia (por esta razon) era potencia dif ferente de la memoria; allende que dixo que los que tienen gran reminiscencia son de mucho entendimiento: y tambien es falso: porque la ymaginativa (que es la que haze la reminiscentia) es contraria del entendimiento. De manera que hazer memoria de las cosas, y acordarse dellas despues de savidas, es obra de la ymagina tiva: como el escrevir, y tornarlo a leer, es obra del escrivano, y no del papel. Y assi la memoria queda por potencia passiva, y no activa: como lo liso y blanco del papel, no es mas que commodidad, para que otro pueda escrevir [] A la quarta duda se responde, que no haze al caso para el ingenio, tener las carnes du
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ras, ni blandas, si el celebro no tiene tambien la mesma calidad: el qual veemos muchas vezes, tener distinctio temperamento de todas las de mas partes del cuerpo: pero quando concurriessen en la mesma blan dura, es mal indicio para el entendimiento, y no menos para la ymaginacion. Y sino, consideremos las carnes de las mugeres, y de los niños, y hallaremos que exeden en blandura a la de los hombres; y con todo esso, los hombres en comun, tienen mejor ingenio que las mugeres. Y(Molles & candidi & obe si non habent humorem me lancholicum. Gal. lib. 3. de locis asse.<affe.>ca. 6.) es la razon natural, que los humores que hazen las carnes blandas, son phlema y san gre: por ser ambos hume dos, como ya lo dexamos notado: y destos a dicho Galeno, que ha zen los hombres simples y bovos. y por lo contrario, los humores que endurecen las carnes, son colera y melancholia: y destos nace la prudencia, saviduria que tienen los hombres.(Entre los brutos ani males nin guno ay que tanto se alle gue a la pru dencia huma na como el Elephante, y ninguno ay de tan duras y asperas car nes como el.) De manera que antes es mal indicio tener las carnes blandas, que secas y duras. Y assi en los hombres que tie nen ygual temperamento por todo el cuerpo, es cosa muy facil colegir la manera de su ingenio, por la blandu ra, o dureza de carnes: por que si son duras y asperas, se
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ñalan o buen entendimiento, o buena y maginativa: y si blandas, lo contrario, que es la buena memoria y poco entendimiento, y menos ymaginativa, y para entender si corresponde el celebro, es menester consi derar los cavellos, los quales siendo grues sos, negros, asperos y espessos,(Risus dentium & ingressus hominis enun tiant de illo. Eccles. cap. 19.) es indicio de buena ymagi nativa, o de buen entendi miento; y si delicados y blan dos, es argumento de mucha memoria, y no mas. Pero el que quisiere di stinguir y conocer, si es entendimiento o y maginativa (quando los cavellos son de a quella manera) a de considerar de que for ma sea el mochacho acerca de la risa: por que esta passion discubre mucho que tal es la ymaginativa. [] Qual sea la razon y causa de la risa, an procurado muchos Philosophos saver, y ninguno a dicho cosa que se puede enten der: pero todas convienen en que la sangre es un humor que provoca al hombre a reyr: aunque nadie declara que calidades tiene este humor mas que los otros, por donde haze al hombre risueño. (6. Aph. 53.) Desi pientiæ quæ cum risu fiunt, securiores: quæ ve ro cum solicitudine, periculosiores. Como si di xera, Quando los enfermos desatinan, y de lirando se rien, tienen mas seguridad, que si estan solicitos y congoxosos: porque lo primero se haze de sangre, que es un hu mor benignissimo; y lo segundo de melan
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cholia. pero restrivando en la doctrina que vamos tratando, facilmente se viene a en tender todo lo que este caso se dessea saver La causa de la risa no es otra (a mi parecer) mas que una aprovacion que haze la yma ginativa, viendo y oyendo algun hecho, o dicho que quadra muy bien: y como esta potencia reside enel celebro, en con tandole alguna cosa destas, luego lo ma nea, y tras el los musculos de todo el cuer po. y assi muchas vezes aprovamos los di chos agudos, inclinando la cabeça. Pues quando la ymaginativa es muy buena, no se contenta de qualquier dicho, sino es de a quellos que quadran muy bien; y si tienen poca correspondencia, y no mas, antes reci ve pena que alegria. De aqui nace que los hombres de grande ymaginativa, por mara villa los veemos reyr. y lo que mas es de notar, es que los muy graciosos dezidores, y apodadores, jamas se rien de las gracias y donayres que ellos proprios dizen, ni de los que oyen a otros: porque tienen tan de licada ymaginativa, que aun sus proprios donayres no hazen la correspondencia que ellos querrian. A esto se añade, que la gracia (fuera de tener buena proposicion y proposito) a de ser nueva y nunca oyda ni vista. Y esto no es propriedad de sola la ymagi nativa, sino tambien de las otras poten cias, que goviernan al hombre. Y assi vee mos que el estomago, a dos vezes que
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usa de un mesmo alimento, luego le abor rece: la vista, una mesma figura, y co lor: el oydo, una mesma consonancia, por buena que sea: y el entendimiento, una mesma contemplacion. De aqui nace tambien, que el donoso no se ria de la gracia que dize: porque antes que la eche por la boca, save ya lo que a de dezir. De donde concluyo que los muy risueños, todos son faltos de ymaginativa; y assi qualquier gracia y donayre (por fria que sea) les corresponde muy bien. Y por te ner la sangre mucha humedad (de la qual diximos que echava a perder la ymagina tiva) por tanto los muy sanguiños, son muy risueños. Esto tiene la humedad, que por ser blanda y suave, quita las fuerças al calor, y le haze que no queme tanto. Y assi se halla mejor con la sequedad: porque le aguza sus obras. Allende que donde ay mucha humedad, es indicio que el calor es remisso: pues no la puede resolver ni ga star; y con calor tan floxo no puede obrar la ymaginativa. De aqui se infiere tambien, que los hombres de grande entendimien to son muy risueños, por ser faltos de yma ginativa. Como se lee de aquel gran phi losopho Democrito, y de otros muchos que yo he visto y notado. Luego por la risa conoceremos, si es entendimiento, o ymaginativa, la que tienen los hombres o mochachos de carnes duras, y asperas, y de cabellos negros, y espessos, duros y aspe
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ros. De manera que Aristoteles no anduvo bien en esta doctrina. [] Al quinto argumento se responde que ay dos generos de humedad en el cele bro: una que nace del ayre, quando este elemento predominó en la mistion: y otra del agua, con que se massaron los de mas elementos. Si el celebro estuviere blando con la primera humedad, sera la me moria muy buena, facil para recevir, y po derosa para tener las figuras mucho tiempo. Porque la humedad del ayre, es muy azey tosa y llena de pringue: en la qual se travan las especies, con gran tenacidad, como se vee en las pinturas que estan dibuxadas al olio; que puestas al sol y al agua, ningun daño reciven: y si dertamamos azeyte so bre alguna escritura, jamas se borra: antes la gastada y que no se puede leer, con el a zeyte se haze legible, dandole resplandor, y transparencia. Pero si la blandura del cele bro nace de la segunda humedad, corre el ar gumento muy bien: porque si recive con facilidad, con la mesma presteza se torna a borrar la figura: por notener pringor la hu medad del agua, en que se traven las espe cies. Conocense estas dos humedades, en los cavellos. La que proviene del ayre, los pone mugrosos, llenos de azeyte y manteca; y el agua, humedos y muy llanos. [] Al sexto argumento se responde: que las figuras de las cosas, no se imprimen en el celebro, como la figura del sello en la
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cera: sino haziendo penetracion para que dar asidas; o de la manera que se travan los paxaros en la liga, y las moscas en la miel; porque estas figuras son incorporeas, y no se pueden mezclar ni corrumper las unas a las otras. [] A la septima difficultad se responde que las figuras massan y ablandan la sustancia del celebro (como se enternece la cera tra yendola entre los dedos) allende que los espiritus vitales, tienen virtud de ablandar, y humedecer los miem bros duros y secos: co mo lo haze el calor defuera, con el hierro. Y que los espiritus vitales suban al celebro, quando se toma de memoria, y a lo dexamos provado atras. Y no todo exercicio corporal ni espiritual desseca: antes dizen los medi cos, que el moderado engorda. [] Al octavo argumento se responde, que ay dos generos de melancholia: (Gal. lib. 2. de sanitate tuenda) una natural, que es la hez de la sangre, cuyo temperamento, es frialdad y sequedad, con muy gruessa su stancia, este no vale nada para el ingenio, antes haze los hombres necios, torpes, y risueños, porque carecen de ymaginativa. y a que se llama atra bilis o colera adu sta: de la qual dixo Aristo(De Orestes dize Hora cio que sien dolo tal, no hazia mal a nadie, pero alcançava dichos muy delicados por el re splandor que tenia su co lera: y assi dixo, Iußit quod splendida bilis. Sermo num. 3.) teles [3. Sect. pro. 1.] que haze los hombres sapientissimos: cuyo temperamento es va rio, como el del vinagre. Unas vezes haze effectos de
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calor [fermentando la tierra] y otras enfria: pero siempre es seco, y de sustancia muy delicada. Ciceron confiessa que era tardo de ingenio, por que no era melancholico adusto; y dize la verdad: porque si lo fuera, no tuvie ra tanta eloquencia: porque los melancholicos adustos, carecam de me moria, a la qual pertenece en hablar con mucho aparato. Tiene otra calidad, que ayu da mucho al entendimiento, que es ser re splendida como azavache, con el qual re splandor da luz alla dentro enel celebro: para que se vean bien las figuras. Y esto es lo que sintio Heraclito, quando dixo, Splen dor siccus, animus sapientissimus. El qual re splandor no tiene la melancholia natural, antes su negro es mortezino Y que el anima racional aya menester dentro en el celebro luz, para ver las figuras y especies, adelan te lo provaremos. [] Al noveno argumento se responde, que la prudencia y destreza de animo que dize Galeno, pertenece a la ymaginativa; con la qual se conoce lo que está por venir: y assi dixo Ciceron [Dial. de senectute:] Me moria præteritorum, futurorum prudentia. Co mo si dixera, La memoria es de lo passado, y la prudencia de lo que está por venir. La destreza de adimo, es lo que llama mos en Castellano (agudeza, in agibilibus)
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y por otro nombre, Solercia, astucia, Cavi los, y engaños. Y assi dixo Ciceron (In Tu sculan.) Prudentia est callidit as, quæ ratione quadam potest delectum habere bonorum & malorum. Deste genero de prudencia y ma ña, carecen los hombres de grande entendi miento, por ser faltos de ymaginativa. Y assi lo veemos por experiencia en los grandes letrados, de aquellas letras que pertenecen al entendimiento: que sacados de alli no valen nada, para dar y tomar en las trapaças del mundo. Este genere de prudencia, muy bien dixo Galeno, que nacia de la colera: porque courando Hippocrates a Damage to su amigo, (In epist. ad Dama.) la manera como hallo a Democrito, quando le fue a visitar y curar, escrive, que estava enel cam po, debaxo de un Platano, en(Nota como los hombres de gran en tendimiento no miran e nel ornato de su persona: to dos son desa tinados y su zios. Damos la razon de sto en el c. 8. y en 14.) piernas y sin çapatos, recosta do sobre una piedra, con un libro en la mano: y rodeado de brutos animales muertos, y despedaçados. De lo qual admirado Hippocrates le preguntó de que servian a quellos animales assi? a lo qual respondio, que andava a buscar que humor hazia al hombre desatinado, astuto, mañoso, do blado, y caviloso. y avia hallado (haziendo anatomia de aquellas bestias fieras) que la colera era la causa de una propriedad tan mala. Y que para vengarse de los hombres
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astutos, quisiera hazer en ellos, lo que avia hecho en la zorra, en la serpiente, y en la mona. Esta manera de prudencia, no sola mente es odiosa a los hombres: pero de ella dize san Pablo, (Ad Rom. cap. 8.) Pru dentia carnis, inimica est Deo. Y da la razon Platon, diziendo, Scientia quæ est remota à justitia, calliditas potius quam sapientia est appellanda: Como si dixera, no es razon que una sciencia que está apartada de la justi cia, se llame sabiduria; sino astucia o mali cia: De la qual usa siempre el demonio pa ra hazer mal a los hombres. Ista sapientia non est de sur sum de scendens; sed terrena, animalis & diabolica. Como si dixera Santiago (Cap. 3.) esta saviduria no desciende de lo alto; antes es terrena, inhumana, y diabolica. Otro genero ay de saviduria, con recti tud, y simplicidad, con la qual conocen los hombres lo bueno y repruevan lo ma lo: el qual dize Galeno (Lib. 3. prog. com. 2.) que pertenece al entendimiento: por que en esta potencia no cave malicia, no bleza, ni astucia, y ni save como se pueda hazer mal; todo es rectitud, justicia, llane za; y claridad. El hombre que alcança esta manera de ingenio se llama recto y simple: y assi quiriendo Demosthenes captar la be nevolencia a los juezes, en una oracion que hizo contra Eschines, los llamo rectos y simples: atento a la simplicidad de su offi cio; del qual dize Ciceron, [Pro Sylla] Simplex est officium, atque una bonorum
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omnium causa. Para este genero de savidu ria es acomodado instrumento la frialdad y sequedad de la melancholia: pero a destar compuesta de partes subtiles y muy delicadas. [] A la ultima duda se responde, que quando el hombre se pone a contemplar alguna verdad que quiere saver, y luego no la alcança, es porque lefalte al celebro el temperamento conveniente para ello: pero estando un rato en la contempla cion, luego acude a la cabeça el calor na tural (que son los espiritus vitales y san gre arterial) y sube el tempe(Nota quanto importa tra vajar en las letras: pues faltado el temperamen to convenien te al celebro, se adquiere con la con tinua con templacion.) ramento del celebro, hasta llegar al punto que es mene ster. Verdad es que la mucha especulacion a unos haze daño, y a otros provecho: porque si al celebro le falta poco para llegar al punto del calor conveniente, es menester estar poco con templando: y si passa de alli, luego se des barata el entendimiento, con la mucha pre sencia de los espiritus vitales: y assi no atina a la verdad. Por donde veemos mu chos hombres que de repente dizen muy bien, y de pensado no valen nada. Otros tienen tan baxo el entendimiento (o por mucha frialdad, o sequedad) que es mene ster que esté mucho tiempo el calor natu ral en la cabeça, para subir el temperamen
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to a los grados que le faltan: y assi de pen sado dizen mejor que de repente.

Cap. VII. Muestra se que aunque el anima racio nal, a menester el temperamento de las quatro calidades primeras, aßi para estar enel cuerpo como para dis currir y raciocinar, que no por esso se infiere que es corruptible y mortal.

[] POr cosa averiguada tuvoPlaton (In Phædro) que el anima racional era su stancia incorporea, espiritual, no subjeta a corrupcion, ni a mortalidad, como la de los brutos animales: la qual (salida del cuerpo) tiene otra vida mejor y mas des cansada: pero entiendese [dize Platon In Apologia] aviendo vivido el hombre conforme a razon: porque sino, mas le va liera al anima quedarse para siempre en el cuerpo, que padescer los tormentos con que Dios castiga los malos. Esta conclusion es tan illustre y catholica, que si el la alcançó con la felicidad de su ingenio, con justo ti tulo tiene por renombre, el divino Platon. Pero aunque es tal qual parece, jamas cu po a Galeno en su entendimiento: antes la tuvo siempre por sospechosa; viendo deli rar al hombre cuerdo, por callentarsele el celebro; y volver en su juyzio, aplicandole
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medecinas frias. Y assi dixo (Lib. quod ani mi mores, cap. 3. & 9. de placit. Hippoc. & Pla to.) que se holgara que fuera vivo Platon para preguntarle, como era possible, ser el anima racional immortal, alterandose tan facilmente, con el calor, frialdad, hume dad, y sequedad? Mayormente viendo que se va del cuerpo por una gran callentura, o sangrando al hombre copiosamente, o beviendo cicuta, y por otras alteraciones corporales que suelen quitar la vida. Y si ella fuera incorporea y espiritual (como dize Platon Dialogo de natura) no se hiziera el calor (siendo calidad material) perder sus potencias, ni le desbaratara sus obras. Estas razones confundieron a Galeno, y le hizieron dessear, que algun Platonico se las absolviesse: y creo que en su vida no le halló: pero despues de muerto, la ex periencia le mostró lo que su(En murien do Galeno es cierto que descendio al infierno, y vio por expe riencia que el suego ma terial quem ava a las ani mas, y no las po dia gastar ni consumir, este medico tuvo noticia de la doctri na Euangeli ca, y no sa re cibio, Lib. 2. de diffe. pul. cap. 3.) entendimiento no pudo al cançar. Y assi es cierto que la certidumbre infalible de ser nuestra anima immortal no se toma de las razones humanas, ni menos ay argu mentos que pruevan ser cor ruptible: porque a los unos y a los otros se puede respon der con facilidad: sola nue stra fee divina nos haze cier tos y firmes que dura para siempre jamas. Pero no tuvo
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razon Galeno de embaraçar se con tan livianos argumen tos, porque las obras que se an de hazer mediante algun instrumento, no se colige bien en Philoso phia natural, aver falta enel agente principal, por no salir acertadas. El pintor que dibuxa bien, teniendo el pinzel quando conviene a su arte, no tiene culpa quando con el malo haze las figuras borradas y de mala de ligneacion: ni es buen argumento pen sar, que el escrivano tenia alguna lesion en la mano, quando (por falta de pluma bien cortada) le fue forçado escrevir con un palo. [] Considerando Galeno las obras mara villosas que ay enel universo, y la saviduria y providencia con que estan hechas y or denadas, coligio que avia Dios en el mun do, aunque no le via mos con los ojor corpo rales: del qual dixo estas palabras, [Lib. de fœt. formatione.] Deus nec factus est aliquan do, cum perenniter ingenitus sit, ac sempiter nus. Y en otra parte dize, que la fabrica y compostura del cuerpo humano, no la hazia el anima racional, ni el calor natu ral; sino Dios, o alguna intelligencia muy savia. De donde se puede formar un argu mento contra Galeno, y des hazer su mala consequencia. y es desta manera: Tu so spechas ser el anima racional corruptible; porque si el celebro está bien templado, acierta muy bien a discurrir y philosophar;
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y si se calienta, o enfria mas de lo que con viene, delira y dize mil disparates. Esso mesmo se infiere considerando las obras que tu dizes ser de Dios: porque si haze un hombre en lugares templados [donde el calor no excede a la frialdad, ni la hume dad a la sequedad] le saca muy ingenioso y discreto: y si es la region destemplada, todos los engendra estultos y necios. Y assi dize el mesmo Galeno [Lib. quod animi mo res corpo. c. 10.] que en Scithia por maravil la acierta a salir un hombre sabio, y en Athenas todos nacen Philosophos. Pues sospechar que Dios es corruptible, porque con unas calidades haze bien estas obras, y con las contrarias salen erradas; no lo pue de confessar Galeno, pues ha dicho que Dios es sempiterno. [] Platon va por otro camino mas acerta do, diziendo, que aunque Dios es eterno, omnipotente y de infinita sabiduria; que se ha como agente natural en sus obras: y que se sujeta a la disposicion de las quatro calidades primeras: de tal manera que pa ra engendrar un hombre sapientissimo, y semejante a el, tuvo necessidad de buscar un lugar el mas templado que avia en todo el mundo, donde el calor del ayre no exce diesse a la frialdad, ni la humedad a la seque dad: y assi dixo, (Dialogo de natu.) Deus ve ro quasi belli ac sapientiæ studiosus, locum qui viros ipsi simillimos producturus esset electum in primis incolendum præbuit. Y si Dios
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quisiera hazer un hombre sapientissimo en Scithia, o en otra region destemplada, y no usara de su omnipotencia, saliera por fuerça necio; por la contrariedad de las calidades primeras. Pero no infiriera Platon [como hizo Galeno] que Dios era alterable y cor ruptible, porque el calor y la frialdad, le im piden sus obras. Essó mesmo se ha de colegir, quando el anima racional (por estar en un celebro inflamado) no puede usar de discretion y prudencia, y no pensar que por esso es mor tal y corruptible. El salir del cuerpo, y no poder sufrir la gran calentura, ni las demas alteraciones que suelen matar los hombres, solo arguye, que es acto y forma sustancial del cuerpo hu mano; y que para estar enel, requiere cier tas disposiciones materiales, acomodadas al ser que tiene de anima; y que los instrumen tos con que ha de obrar, esten bien compu estos, bien unidos, y con el temperamento que sus obras han menester: todo lo qual faltando, por fuerça las ha de errar, y ausen tarse del cuerpo. El error de Galeno está en querer ave riguar por principios de Philosophia na tural, si el anima racional (faltando del cuerpo) muere luego o no: siendo que stion que pertenece a otra sciencia supe rior, y de mas ciertos principios: en la qual provaremos que no es buen argu mento el suyo, ni que se infiere bien, ser el
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anima del hombre corruptible, por estar en el cuerpo quieta con unas calidades; y ausentarse del, por las contrarias. Lo qual no es difficultoso provarse: porque otras sustancias espirituales de mayor per fection que el anima racional, eligen lugares alterados con calidades materia les; en los quales parece que habitan a su contento; y si suceden otras disposiciones contrarias, luego se van, por no poderlas sufrir. Y assi es cierto, que ay disposiciones en el cuerpo humano, las quales apetesce el Demonio con tanta agonia, que por gozar dellas se entra en el hombre donde estan; y assi queda endemoniado: pero corrumpidas y alteradas con medecinas contrarias, y hecha evacuacion de los hu mores negros, podridos y hediondos, na turalmente se torna a salir. veese esto cla ramente por experiencia, que en siendo una casa grande, escura, suzia, hedionda, triste, y sin moradores que la habiten, luego acu den duendes a ella: y si la limpian y abren ventanas, para que le entre el sol y claridad, luego se van; especialmente si la habitan muchas gentes, y ay en ella regozijos y pas satiempos, y tocan muchos instrumentos de Musica. Quanto offenda al Demonio el armo nia y buena proporcion, muestrase clara mente por lo que dize el texto divino: que tomando David su harpa y tocan dola, luego huya el Demonio, y salia del
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cuerpo de Saul. Y aunque esto tiene su espiritu, yo tengo entendido que natu ralmente molestava la musica al Demo nio: y que no la podia sufrir. El pueblo de Israel sabia ya por experiencia, que el De monio era enemigo de musica: y por tener lo assi entendido, dixeron los criados de Saul desta manera, (1. Reg. cap. 16.) Ecce spi ritus Dei malus exagitat te: jubeat Dominus noster rex, ut servi tui qui coram te sunt, quæ rant hominem scientem psallere cithara, ut quando arripuerit spiritus Domini malus, psal lat manu sua, & levius feras. De la manera, que ay palabras y conjuraciones, que hazen tenblar al Demonio: y por no oyrlas, dexa el lugar que tenia eligido para su habita cion. Y assi cuenta Josepho (Lib. 8. de antiq. c. 2.) que Salomon dexó escritos ciertos mo dos de conjurar, con los quales no solamen te echavan (de presente) al demonio, pero jamas osava volver al cuerpo de donde una vez fue lançado. Tambien el mesmo Salo mon mostró una rayz de tan abominable olor para el Demonio, que aplicandola a las narizes del Demonio, lo echava luego fuera. Es tan suzio el Demonio, tan triste, y enemigo de cosas limpias, alegres y claras, que entrando Jesu Christo en la region de los Geraseos (cuenta san Matheo) que le ocurrieron ciertos Demonios, metidos en dos cuerpos muertos, que avian saca do de los sepulchros: dando vozes y di ziendo, Jesu hijo de David, que tema tie
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nes con nosotros, en aver venido antes de tiempo a atormentarnos; rogamos te, que si nos has de echar deste lugar donde esta mos, que nos dexes entrar en aquella ma nada de puercos que alli está. Por la qual razon los llama la divina Escriptura, suzios espiritus: por donde se entiende claramen te, que no solo el anima racional pide dis posiciones en el cuerpo, para poderlo in formar, y ser principio de todas sus obras; pero aun para estar en el, como en lugar acomodado a su naturaleza, las a menester: pues los demonios (siendo de sustancia mas perfecta) aborescen unas calidades corpora les, y con las contrarias se huelgan y reciven contento. De manera que no es buen argu mento el de Galeno: Va se el anima racio nal del cuerpo, por una gran calentura; lue go es corruptible: pues lo haze el Demonio (de la manera que hemos dicho,) y no es mortal. [] Pero lo que en este proposito mas se ha de norar, es, que el Demonio, no sola mente apetece lugares alterados con ca lidades corporales, para estar en ellos a su contento; pero aun quando quiere obrar alguna cosa que le importa mucho, se aprovecha de las calidades corporales, que ayudan para aquel fin. Porque si yo preguntasse aora, en que se pudo fundar el Demonio, quando queriendo engañar a Eva, semetio antes en al serpiente ponço ñosa, que en el cavallo, en el osso, en el lo
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bo, y en otros muchos animales que no eran de tan espantable figura? Yo no se que se me podria responder: bien se que Galeno no admite los dichos y sentencias de Moyse, ni de Christo nuestro redemptor: porque ambos (dize Lib. 2. de diffe. pul. cap. 3.) que hablan sin demostracion. Pero de algun Ca tholico he desseado siempre saber la resolu cion desta du da; y ninguno me la ha dado. Ello es cierto (como ya lo dexamos pro vado) que la colera quemada, y retostada, es en humor que enseña al anima racional, de que manera se han de hazer los em busles y engaños Y entre(Sed & ser pens erat cal lidior cunctis animantibus terræ, quæ fe cerat Domi nus Deus. Gen. cap. 3.) los brutos animales, ningu no ay que tanto participe de este humor, como la serpien te; y assi mas que todos (di ze la divina escritura) que es astuto y mañoso. El anima racional, puesto caso que es la mas infima de todas las inteligencias; pero tiene la mesma naturaleza, que el Demonio, y los Angeles. Y de la manera que ella se apro vecha desta colera ponçonosa, para ser el hombre astuta y mañoso, assi el Demonio (metido en el cuerpo de aquella bestia fiera) se hizo mas ingenioso y do(En esto se conoce la grandeza de Dios que con ser omnipo tente, y sin te ner necessi dad de sus criaturas, se sirve dellas, como si fues se agente na tural.) blado. Esta manera de philo sophar, no espantara mucho a los Philosophos naturales porque tiene alguna aparen cia de poder ser assi: pero lo
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que mas les ha de acavar el juyzio, es: que queriendo Dios desengañar al mundo y enseñarle llanamente la ver dad (que es la contraria obra que hizo el Demonio) vino en figura de paloma, y no de aguila, ni de pavon, ni de otras aves, que tienen mas hermosa figura: y sabida la causa es; que la paloma partici pa mucho del humor que inclina a rectitud, a llaneza, a verdad y simplicidad; y carece de colera, que es el instrumento de la astu cia y malicia. [] Ninguna cosa destas admite Galeno ni los Philosophos naturales; porque no pueden entender, como el anima racio nal, y el Demonio (siendo sustancias espi rituales) se puedan alterar, de calidades materiales (como es el calor, frialdad, hu medad, y sequedad) porque si el fuego in troduze calor en el leño, es, por tener am bos cuerpo y cantidad en que sujetarse; lo qual falta en las sustancias espirituales: y admitido (por cosa impossible) que las calidades corporales pudiessen alterar la sustancia espiritual: Que ojos tiene el De monio ni el anima racional para ver los colores y figuras de las cosas? ni que olfa cto para percebir los olores? ni que oydo para la musica? ni que tacto, para offender se del mucho calor? para todo lo qual, son menester organos corporales. Y si aparta da el anima racional del cuerpo, se offende
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y tiene dolor y tristeza, no es possible dexar de alterarse su naturaleza, y venirse a cor rumper. [] Estas difficultades y argumentos, em baraçaron a Galeno y a los Philosophos de nuestros tiempos: pero a mi no me con cluyen: porque quando Aristoteles dixo, que la mayor propriedad que la sustancia tenia, era, ser sujeto de los accidentes, no la coartó a la corporal, ni espiritual: porque la propriedad del genero, ygualmente la participan las especies: y assi dixo que los accidentes del cuerpo, passan a la sustancia del anima racional, y los del anima al cu erpo: en el qual principio se fundó para escrevir todo lo que dixo de phisionomia, mayormente que los accidentes con que se alteran las potencias, todos son espiri tuales, sin cuerpo, sin cantidad ni materia; y assi se multiplican en un momento por el medio, y passan por una vidriera sin rom perla: y dos accidentes contrarios pue den estar en un mesmo sujeto, con toda la intension que pueden tener: por las quales propriedades los llama el mesmo Galeno (Indivisibles) y los Philosophos vulgares (Intencionales;) y siendo desta manera, bien se pueden proporcionar con la sustancia espiritual. [] Yo no puedo dexar de entender que el anima racional (apartada del cuerpo) y tambien el Demonio, tengan potencia vi siva, olfactiva, auditiva, y tactiva. Lo qual
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me parece que es facil de provar: porque si es verdad que las potencias se conocen por las actiones, cierto es que el Demonio tenia potencia olfactiva, pues olia aquella rayz que Salomon mandava aplicar a las narizes de los endemoniados: y que tenia potencia auditiva, pues oya la musica que David dava a Saul. Pues dezir que estas ca lidades las percebia el Demonio con el en tendimiento, no se puede affirmar en la do ctrina de los Philosophos vulgares; por que esta potencia es espiritual, y los obje tos de los cinco sentidos son materiales. Y assi es menester buscar otras potencias en el anima racional, y en el Demonio; con quien se puedan proporcionar. Y sino, pongamos por caso, que el ani ma del rico avariento, alcançara de Abraham, que el anima del Lazaro vi niera al mundo, a predicar a sos herma nos, y persuadirles que fuessen buenos, pa ra que no viniessen a aquel lugar de tor mentos, donde el estava; Pregunto yo ago ra, como el anima de Lazaro, acertava a venir a la civdad, y a la casa destos: y si los encontrara en la calle (en comparia de otros) si los conosciera por sus rostros, y los supiera differenciar de los que vinian con ellos? Y si estos hermanos del rico avariento le preguntaran, quien era, y quien le embiava, si tuviera alguna potencia para oyr sus palabras? Lo mesmo se puede in quirir del Demonio, quando andava tras
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Christo nuestro redemptor, oyendole pre dicar, y viendo los milagros que hazia; y en aquella disputa que ambos tuvieron en el desierto; con que oydos percevia el Demonio las palabras, y respuestas, que Christo le dava? [] Ello es cierto falta de entendimiento, pensar que el Demonio, o el anima racio nal [apartada del cuerpo] no podra cono cer los objetos de los cinco sentidos, aun que carezca de instrumentos corporales: porque por la mesma razon les provare, que el anima racional (apartada del cuer po) no puede entender, ymaginar, ni hazer actos de memoria: porque si estando enel cuerpo no puede ver (quebrados los ojos) tambien no puede raciocinar ni acordar se, si el celebro está inflamado. Pues dezir que el anima racional, apartada del cuer po, no puede raciocinar por no tener cele bro, es desatino muy grande. El qual se prueva en la misma historia de Abraham: Fili, recordare quia accepisti bona in vita tua, & Lazarus similiter mala: nunc autem hic consolatur, tu verò cruciaris: & in iis omnibus inter nos & vos, chaos magnum firmatum est, ut hi qui volunt hinc transire ad vos, non pos sint, nec inde huc transire. Et ait, Rogo ergo te, pater, ut mitt as eum in domum patris mei; ha beo enim quinque fratres, ut testetur illis, ne & ipsi veniant in hunc locum tormentorum. De donde concluyo, que assi como estas dos animas razonaron entre si: y se acordó
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el rico avariento, que tenia cinco hermanos en casa de su padre: y Abraham le truxo a la memoria, la buena vida que en el mundo avia tenido, y los trabajos de Lazaro, sin ser menester el celebro; De la mesma mane ra pueden las animas ver sin ojos corpora les, y oyr sin oydos, gustar sin lengua, oler sin narizes, y tocar sin nervios ni carne; y muy mejor, sin comparacion. Lo mesmo se entiende del Demonio, por tener la mes ma naturaleza que el anima racional. Todas estas dudas soltara bien el ani ma del rico avariento, de quien cuenta S. Lucas, que estando enel infierno, alçó los ojos, y vio a Lazaro, que estava enel seno de Abraham: y dando vozes dixo assi, Pater Abraham miserere mei: mitte Lazarum ut intingat extremum digiti sui in aquam, ut re frigeret linguam meam, quia crucior in hac flamma. Como si dixera, Padre Abraham, tene misericordia de mi, y embiá me a La zaro, para que moje la extremidad de su dedo en agua, y me refresque la lengua, porque estoy atormentado en esta llama. De la doctrina passada, y de lo que dize esta letra, se colige que el fuego que abrasa las animas en el infierno, es material, como el que aca tenemos: y que offendia al rico avariento, y a las otras animas (por divina disposicion) con el calor: y que si Lazaro le llevara un jarro de agua fria, que sintiera gran recreacion, metiendose en ella. Y está la razon muy clara: porque si no pudo sufrir
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estar en el cuerpo, por el mucho calor de la calentura; y quando bevia agua fria, sentia el anima gran recreacion; porque no en tenderemos lo mesmo, estando unida con las llamas del fuego infernal? El alçar los ojos el rico avariento, y la lengua sedien ta, y el dedo de Lazaro; todos son nom bres de las potencias del anima; para po derse la escritura explicar. Los que no van por este camino, ni se fundan en philo sophia natural, dizen mil disparates. Pero tan poco se infiere, que si el anima racional tiene dolor y tristeza (por alterarse su na turaleza, con calidades contrarias) que es corruptible, ni mortal: porque las cenizas con estar compuestas de quatro elemen tos, y de acto y potencia, no ay agente na tural enel mundo que las pueda corrum per, ni quitarles las calidades que convie nen a su naturaleza. El temperamento na tural de las cenizas, todos savemos que es frio y seco. Pero aunque las echemos enel fuego; jamas perderan la frialdad que tie nen radical: y aunque est en cien mil annos enel agua; es impossible (sacadas della) quedar con humedad propria y natural: y con esto no se puede dexar de confessar, que con el fuego reciven calor, y con el agua humedad: Pero estas dos calidades, son en las cenizas superficiales, y duran poco enel subjeto: porque apartadas del fuego se tornan luego frias: y quitadas del agua, no les dura una hora la humedad.
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[] Pero una duda se offrece en aquel co loquio y disputa, que tuvo el rico ava riento con Abraham. y es: como supo mas delicadas razones el anima de Abra ham, que la del rico avariento; aviendo dicho atras, que todas las animas racio nales [salidas del cuerpo] son de ygual perfection y saver? A la qual se puede re sponder, de una de dos maneras. La prime ra, es: que la sciencia y saver que el anima alcançó estando enel cuerpo, no la pierde quando el hombre se muere; antes a per fection despues, desengañandose de algu nos errores. El anima de Abraham, partio desta vida, sapientissima, y llena de muchas revelaciones y secretos, que Dios le comu nicó, por ser su amigo; Pero la del rico ava riento, por fuerça avia de salir insipiente: Lo uno por el peccado, que cria ignoran cia enel hombre; y lo otro porque las ri quezas hazen el contrario effecto de la probreza: esta da ingenio al hombre, co mo adelante provaremos; y la prosperidad se lo quita. Otra respuesta ay (siguiendo nuestra doctrina:) y es, Que la materia en que estas dos animas disputavan, era theo logia escolastica: porque saver si estando enel infierno avia lugar de misericordia; y si Lazaro podia passar dende el limbo al infierno; y si convenia embiar al mundo algun muerto, que diesse noticia a los vi vos, de los tormentos que enel passavan los condenados; todos son puntos esco
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lasticos, cuya decision pertenece al enten dimiento, como adelante provare. y en tre las calidades primeras, ninguna ay que tanto desbarate a esta potencia, como el calor demasiado; del qual estava bien atormentado el rico avariento: pero el anima de Abraham morava en un lugar templadissimo, donde tenia gran consuelo y recreacion: y assi no era mucho que ra ciocinasse mejor. Por donde concluyo que el anima racional y el demonio, se apro vechan para sus obras, de las calidades ma teriales: y que con unas se offenden, y con las contrarias reciven contento; Y que por esta razon, apetecen estar en unos lugares, y huyen de otros, sin ser corruptibles.

Cap. VIII.

Como se da a cada differencia de ingenio la sciencia que le responde en parti cular: y se le quita la que le es repu gnante y contraria.

[] TOdas las artes [dize Ciceron pro Archia poëta] estan constituydas de baxo de ciertos principios universales; los quales aprendidos con estudio y trabajo, en fin se vienen a alcançar. Pero el arte de poesia, es en esto tan particular, que si Dios o naturaleza no hazen al hombre poeta, poco aprovecha enseñarle con preceptos y reglas como a de metrificar:
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y assi dize, Cæterarum rerum studia & do ctrinæ & præceptis & arte constant; Poëta natura ipsa valet, & mentis viribus excita tur, & quasi divino quodam spiritu afflatur. Pero en esto no tiene razon Ciceron: porque realmente no ay sciencia ni arte inventada en la republica, que si el hombre se pone a estudiarla (faltandole el ingenio) salga con ella, aunque travaje en sus preceptos y reglas toda la vida: y si acierta con la que pedia su habilidad natural, en dos dias vee mos que se halla enseñado. Lo mesmo pas sa en la poesia, sin differencia ninguna; que si el que tiene naturaleza acomodada para ella, se da a componer versos, los haze con gran perfection; y sino, para siempre es mal poeta. [] Siendo esto assi, ya me paresce que es tiempo saver por arte, que differencia de sciencia, a que differencia de ingenio le re sponde en particular: paraque cada uno entienda con distinction (savida ya su natu raleza) para que arte tiene disposicion natu ral. [] Las artes y sciencias que se alcançan con la memoria, son las siguientes: Gram matica, Latin, y qualquier otra lengua; la Theorica de la Iurispericia, Theologia positiva, Cosmographia, y Arithmetica. [] Las que pertenescen al entendimien to, son Theologia escolastica, la Theorica de la medicina, la Dialectica, la Philoso phia natural y moral, la practica de la Iu rispericia, que llaman abogacia.
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[] De la buena ymaginativa nascen todas las artes y sciencias, que consisten en figu ra, correspondencia, armonia, y proporcion; estas son, poesia, eloquencia, musica, saver predicar, la practica de la medicina, mathe maticas, astrologia, governar una republi ca, el arte militar, pintar, traçar, escrevir, leer; ser un hombre gracioso, apodador po lido, agudo in agibilibus; y todos los inge nios, y machinamentos que fingen los ar tifices; y tambien una gracia de la qual se admira el vulgo, que es: dictar a quatro escrivientes juntos materias diversas, y sa lir todas muy bien ordenadas. De todo esso no podemos hazer evidente demo stracion, ni provar cada cosa por si: por que seria nunca acavar: pero echando la cuenta en tres o quatro sciencias, en las de mas correra la mesma razon. [] Enel catalogo de las sciencias que di ximos pertenecer a la memoria, pusi mos la lengua Latina, y las demas que hablan todas las naciones del mundo. lo qual ningun hombre sabio puede negar: porque las lenguas, fue una invencion que los hombres buscaron, para poder entresi communicarse, y explicar los unos a los otros sus conceptos, fin aver evello mas misterio, ni principios natura les, de averse juntado los primeros inven tores: y a buen plazeme [como dize Aristo teles, Lib. 1. de interpret.] fingir los vocab los, y dar a cada uno su significacion. Re
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sultó de alli tanto numero dellos, y tantas maneras de hablar, tan sin cuenta ni ra zon; que si no es teniendo el hombre bue na memoria, con ninguna otra potencia es impossible poder se comprehender. Quan impertinente sea la ymaginativa, y elentendimiento, para aprender lenguas, y maneras de hablar, pruevalo claramente la niñez, que con ser la edad en la qual el hombre está mas falto destas dos poten cias; con todo esso [dize Aristoteles 30. sect. Prob. 3.] que los niños aprenden mejor qualquiera lengua, que los hombres ma yores; aunque son mas racionales. Y sin que le diga nadie, nos lo muestra clara mente la experiencia: pues veemos, que si a Castilla viene a vivir un Byzcayno, de treinta o quarenta años, jamas aprende el romance: y si es mochacho; en dos o tres años parece nacido en Toledo. Lo mesmo acontece en la lengua Latina, y en todas las demas del mundo: porque todos los lenguajes tienen la mesma razon. Luego si en la edad que mas reyna la memoria (y menos ay de entendimiento, y de yma ginacion) se aprenden mejor las lenguas, que quando ay falta de memoria, sobra de entendimiento; cierto es, que con la me moria se adquieren, y no con otra poten cia ninguna. [] Las lenguas dize Aristoteles (Lib. 4. de hist. animal. cap. 9.) que no se pueden sacar por razon, ni consisten en discurso ni ra
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tiocinio: y assi es necessario oyr a otro el vocablo, y la significacion que tiene, y guar darlo en la memoria: y con esto prueva que si el hombre nace sordo, necessariamente a de ser mudo, por no poder oyr a otro el articulacion de los nombres, ni la signifi cacion que los inventores les dieron. De ser las lenguas un placito y antojo de los hombres, y no mas, se infiere claramente, que en todas se pueden enseñar las scien cias; y en qualquiera se dize y declara, lo que a la otra quiso sentir. Y assi ninguno de los graves autores, fue a buscar lengua estrangera, para dara entender sus concep tos: antes los Griegos, escrivieronen Grie go: los Romanos, en Latin: los Hebreos, en Hebrayco: y los Moros, en Arabigo: y assi hago yo en mi Español, por saver me jor esta lengua, que otra ninguna. Los Ro manos (como señores del mundo) vien do que era necessario aver una lengua comun, con que todas las naciones se pu diessen comunicar, y ellos oyr y entender a los que venian a pedir justicia, y cosas tocantes a su governacion, mandaron que vuiesse escuela en todos los lugares de su imperio, en la qual se enseñasse la lengua Latina; y assi a durado hasta el dia de oy. [] La theologia escolastica, es cierto que pertenesce al entendimiento; suppuesto, que las obras desta potencia, son: distin guir, inferir, raciocinar, juzgar, y elegir: porque ninguna cosa se haze enesta facul
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tad, que no sea dudar por inconvenien tes; responder con distinction, y contra la respuesta inferir, lo que en buena con sequencia se collige; y tornar a respon der: hasta que se sossiega el entendi miento. Pero la mayor provacion, que eneste punto se puede hazer, es: dar a entender, con quanta difficultad se junta la lengua Latina, con la Theologia esco lastica, y como de ordenario no acontece ser uno, juntamente gran Latino, y pro fundo escolastico. Del qual effecto admi rados algunos curiosos que an dado ya enello, procuraron buscar la razon y cau sa, de donde podia nacer; y hallaron por su cuenta, que como la theologia escola stica está escripta en lengua llana y co mun: y los grandes Latinos, tienen he cho el oydo al sabroso y elegante estilo de Ciceron, no se pueden acommodar a ella. Bien les estuviera a los Latinos, ser esta la causa, porque forçando el oydo, con el uso tuviera remedio su enfermedad: pero hab lando de veras, antes es dolor de cabeça, que mal de oydo. Los que son grandes Latinos, tienen for çosamente gran memoria: porque de otra manera, no se pudieran señalar tanto en una lengua que no era suya. Y porque grande y felice memoria es como contra ria del grande y subido entendimiento, en un sujeto; remitele y baxale de punto. Y de aqui nasce, que el que no tiene,
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tan caval y subido entendimiento (que es la potencia aquien pertenesce el distin guir, inferir, raciocinar, juzgar, y elegir) no alcança subido caudal de Theologia escolastica. El que no se concluyere con esta razon, lea a S. Thomas, Escoto, Du rando, y Cayetano (que son la prima de sta facultad) y hallara grandes delicade zas en sus obras, dichas y escriptas en muy llano y comun Latin. Y no fue otra la causa, fino que estos graves autores tu vieron (dende niños) muy flaca memo ria, para aventajarse en la lengua Latina. Pero venidos a la Dialectica, Metaphisi ca, y Theologia escolastica, alcançaron todo lo que veemos, por tener grande en tendimiento. [] De un Theologo escolastico sabre yo dezir (y otros muchos que le conocieron y trataron) que con ser la prima enesta fa cultad, no solamente no dezia elegancias, ni clausulas rodadas al tono de Ciceron; Pero leyendo en la cathedra, le notavan sus discipulos de muy poco y comun Latin. Y assi le aconse jaron (como hombres que ignoravan esta doctrina) que secretamente hurtasse algunos ratos a el estudio de la Theologia escolastica, y los empleasse en leer a Ciceron. El qual conociendo que era consejo de buenos amigos no sola mente no procuro remediar en escondido; pero publicamente, en acabando de leer la materia de Trinitate (o como el verbo di
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vino pudo encarnar) entrava a oyr una lection de Latin: y fue cosa digna de notar, que en mucho tiempo que lo hizo assi, no solamente no aprendio nada de nuevo, pe ro el Latin comun que antes savia, casi lo vino a perder: por donde le sue forçado leer en Romance. Preguntando Pio quarto, que Theologos se avian señalado mas enel Concilio Tridentino; le dixe ron que un singular theologo Españo; cuya resolucion, argumentos, respuestas, y distinctiones, eran dignas de admira cion: Y desseando el Papa ver y conocer, un hombre tan señalado, le embió a mandar que se viniesse por Roma, y le diesse cuen ta de lo que enel Concilio avia passado. Al qual [puesto en Roma] le hizo muchos fa vores: entre los quales le mandó cubrir: y tomandolo, por la mano, lo llevó passe ando hasta el castillo de S. Angelo, y con muy elegante Latin, le dio cuerta de cier tas obras que enel hazia para fortificarle mas: pidiendole en algunas traças su pa recer. Y respondiole tan en baraçadamen te, por no saver Latin, que el embaxador de España, que a la sazon era don Luys de Requesens, Comendador mayor de Castil la, salio a favorecerle con su Latin, y distra er al Papa a otra materia differente. En fin dixo el Papa a los de su camara, que no era possible saver tanta Theologia, como dezian, un hombre que entendia tan po co Latin. Y si como le provó enesta len
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gua, que es obra de la memoria, y en tra çar y edificar, que pertenesce a la buena ymaginativa, le tentara en cosas tocantes al entendimiento, le dixera divinas consi deraciones. [] Enel catalago de las sciencias, que per tenescen a la ymaginativa, pusimos al prin cipio la Poesia: y no a caso, ni con falta de consideracion, sino para dar a entender, quan lexos estan del entendimiento, los que tienen mucha vena para metrificar. Y assi hallaremos, que la mesma difficultad que la lengua Latina tiene en juntarse con la Theologia escolastica; essa se halla, y mucho mayor sin comparacion, entre esta facultad, y el arte de metrificar. Y es tan contraria del entendimiento, que por la mesma razon, que alguno se señalare no tablemente enella, se puede despedir de to das las sciencias que pertenescen a esta po tencia: y tambien de la lengua Latina, por la contrariedad que la buena ymaginativa tiene con la mucha memoria. [] La razon de lo primero, no la alcançó Aristoteles, pero confirma mi sentencia con una experiencia: diziendo (30. Sect. prob. 1.) Marcus civis Syracusanus, poëta erat præstantior dum mente alienaretur: Como si dixera, Marco Siracusano, era mejor poeta quando salia fuera de juyzio. y es la causa, que la differencia de ymaginativa (a quien pertenesce la poesia) es la que pi de tres grados de calor: y esta calidad tan
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intensa (hemos dicho atras) que echa a perder totalmente al entendimiento. Y assi lo notó el mesmo Aristoteles: por que templandose el Marco Siracusano, dize, que tenia mejor entendimiento: pero que no acertava a componer tam bien, por la falta del calor, con que obra esta differencia de ymaginativa. De la qual carecia Ciceron, quando queriendo escre vir en verso, los hechos heroycos de su consulado, y el dichoso nascimiento que Roma avia tenido, en aver sido por el go vernada, dixo assi; [] Ofortunatam natam me consule Romam! y por no entender Iuvenal, que a un hombre de tal ingenio como Ci ceron, era sciencia repugnante la poesia, sa tiricamente le pico, diziendo, Si al tono deste verso tan malo, dixeras las Philipicas contra Marco Antonio, no te costara la vida. [] Peor atino Platon (In Sophist.) quando dixo, que la poesia no era sciencia humana, sino revelaciones divinas: porque no estan do los poetas fuera de si, o llenos de Dios, no podian componer, ni dezir cosa que tu viesse primor. Y pruevalo con una razon, di ziendo: que estando el hombre ensu libre juyzio, no puede metrificar. Pero Aristot. (30. Sect. probl. 1.) lo reprehende en dezir, que el arte de poesia, no es habilidad hu mana, sino revelaciones divinas. Y admite que el hombre cuerdo y que está en su li bre juyzio, no puede ser poeta. Y es la ra
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zon, que donde ay mucho entendimien to, forçosamente a de aver falta de yma ginativa, a quien pertenesce el arte de componer. De lo qual se puede hazer ma yor demonstracion, saviendo, que despues de aver Socrates aprendido el arte poeti ca, con todos sus preceptos, y reglas, no pudo hazer un verso: y por lo menos fue juzgado en el oraculo de Apolo, por el hombre mas sabio del mundo. [] Y assi tengo por cosa llana, que el mo chacho que saliere con notable vena para metrificar, y que con liviana consideracion se le offrecieron muchos consonantes, que ordinariamente corre peligro, en saver con eminencia la lengua Latina, la Dialectica, Philosophia, Medecina, y Theologia esco lastica, y las demas artes, y sciencias que pertenescen al entendimiento y memoria. Y assi lo veemos por experiencia, que si a un mochacho de estos le damos que apren da un nominativo de memoria, no lo to mata en dos ni tres dias: y si es un pliego, de papel escrito en metro, para represen tar alguna comedia, a dos bueltas que le de, se le fixa en la cabeça. Estos se pierden por leer en libros de cavallerias, en Or lando, en Boscan, en Diana de Monte mayor, y otros assi; porque todas estas son obras de la ymaginativa. Pues que diremos del canto de organo, y de los maestros de capilla, cuyo ingenio es ine ptissimo para el Latin, y para todas las
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demas sciencias que pertenescen al en tendimiento, y memoria? La mesma cuenta lleva el tañer, y todo genero de musica. [] Por estos tres exemplos que hemos traydo del Latin, de la Theologia escola stica, y de la poesia, entenderemos que es verdadera esta doctrina, y que hemos he cho bien el repartimiento, aunque de las demas artes no hagamos particular de monstracion. [] El escrevir descubre tambien la ymagi nativa: y assi pocos hombres de grande entendimiento veemos que hazen buena letra: de lo qual tengo yo notados muchos exemplos a este proposito. Especialmente conoci un Theologo escolastico doctissi mo, que corrido de ver quam mala letra ha zia, no osava escrevir cartas a nadie, ni re sponder a las que le embiavan, hasta que determino de traher secretamente a su ca sa un maestro que le enseñasse alguna for ma razonable, con que pudiesse passar: Y travajado muchos dias en ello, fue tiempo tan perdido, que ninguna cosa aprovecho. Y assi de aborrescido lo dexo: espantado el maestro que le enseñava, de ver un hombre tan docto en su facultad, y tan inabil para escrevir: Pero yo que se muy cierto, que el escrevir muy bien, es obra de la yma ginativa, lo tuve por effecto natural. Y si alguno lo quisiere ver y notar, considere los estudiantes, que ganan de comer en las
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Universidades, a transladar papeles de bue na letra; y hallaran que saven poca Gram matica, poca Dialectica, y poca Philoso phia: y si estudian Medicina, o Theologia, no ahondan nada. Y assi el mochacho que con la pluma supiere dibuxar un cavallo muy bien sacado, y un hombre conbuena figura; y hiziere unos buenos lazos y ras gos, no ay que ponerle en ningun genero de letras, sino con un buen pintor, que fa cilita su naturaleza con el arte. [] El leer bien y con facilidad, descubre tambien una especie de ymaginativa. y si es cosa muy notable, no ay que gastar el tiempo en letras, sino hazer le que gane su vida a leer processos. [] Enesto ay una cosa digna de notar, y es: que la differencia de ymaginativa, que ha ze a los hombres graciosos dezidores, y apodadores, es contraria de la que ha me nester el hombre, para leer con facilidad: y assi ninguno que sea muy donoso, puede aprender a leer, si no es tropeçando y min tiendo. [] El saber jugar a la primera, y hazer embites falsos, y verdaderos: y el que rer, y no querer a su tiempo, y por conje turas conocer el punto de su contrario, y saber se descartar, es obra que pertenesce a la ymaginativa. Lo mesmo es, el juego de los cientos, y el triunfo; aunque no tanto como la pri mera de Alemania: y no solamente haze
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prueva y demostracion desta differencia de ingenio: pero aun descubre todas las vir tudes y vicios del hombre; porque cada momento se offrecen en este juego, occa siones, en las quales da el hombre muestra de lo que tambien haria, en otras cosas mayores, viendose enellas. [] El juego del axedrez es una de las co sas que mas descubren la ymaginativa: por donde el que alcançare delicadas tre tas, y diez, o doze lances juntos en el ta blero, corre peligro en las sciencias que pertenescen al entendimiento y memo ria: si no es, que haze junta de dos, o tres potencias, como ya lo avemos notado. La qual doctrina si alcançara un Theolo go escolastico doctissimo, que yo conoci, cayera en la cuenta de una cosa que du dava. Este jugava con un criado suyo muchas vezes: y perdiendo, le dezia (de corrido) que es esto fulano, que ni sabeys Latin, ni Dialectica, ni Theologia (aun que lo aveys estudiado) y me ganays vos a mi, estando lleno de Escoto, y de San Thomas? es possible que vos teneys me jor ingenio que yo? no puedo creer (ver daderamente) sino que el diablo os revela a vos estas tretas. Y era el mysterio, que el amo tenia grande entendimiento, con el qual alcançava las delicadezas de Esco to, y de S. Thomas, y era falto de aquella differencia de ymaginativa, con que se jue ga al axedrez; y el moço tenia ruyn enten
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dimiento y memoria, y muy delicada yma ginativa. [] Los estudiantes que tienen los libros compuestos, el aposento bien adereçado y barrido, cada cosa en sa lugar y en su clavo colgada; tienen cierta differencia de ymaginativa, muy contraria del en tendimiento y memoria. El mesmo in genio alcançan los hombres(Amictus corporis indi cat de homine, Eccl. cap. 19.) polidos, bien asseados, y an dan a buscar los pelillos de la capa, y se offenden con las rugas del vestido esto cierto es que na sce de la ymaginativa: porque si un hombre no sabia metrificar, y era desali ñado; si por ventura se enamora (dize Platon In Sophistis) que luego se haze poë ta, y muy asseado, y limpio: porque el amor calienta y deseca el celebro, (que son las calidades que avian la ymagina tiva.) Lo mesmo nota Iuvenal, que haze la indignacion, que es passion tambien que calienta el celebro: [] Si natura negat, facit indignatio versum. [] Los graciosos dezidores, apodadores, y que saben dar una matraca, tienen cierta differencia de ymaginativa, muy contraria del entendimiento y memoria Y assi jamas salen con la Grammatica, Dialectica, Theologia escolastica, Medicina, ni Leyes. Pues que si son agudos in agibilibus, maño sos para qualquiera cosa que toman a ha zer, prestos en hablar y responder a propo
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sito: estos son proprios para servir en pa lacio, para solicitadores, procuradores de causas, para mercaderes y tratantes, para comprar y vender: Pero no para letras. Con esto se engaña mucho la gente vulgar, viendolos tan mañosos, para todas las co sas: y assi les parece, que si se dieran a letras, salieran grandes hombres: y realmente no ay ingenio para ellas mas repugnante. [] Los mochachos que se tardaren mu cho en el hablar, tienen humedad en la lengua, y tambien en el celebro: la qual gastada con el discurso del tiempo, vie nen despues eloquentissimos, y muy ha bladores, por la grande memoria que se les haze, moderandose la humedad, lo qual sabemos de atras que le acontecio a aquel famoso orador Demosthenes, de quien diximos que se avia espantado Cice ron, por la rudeza que de mochacho tenia en hablar: y de grande, ser tan eloquente. [] Tambien los mochachos que tienen buena voz, y gorgearen mucho de gargan ta, son ineptissimos para todas las scien cias: y es la razon, que son frios y hume dos: Las quales dos calidades (estando juntas) diximos atras, que echava perder la parte racional. [] Los estudiantes que sa caren la licion puntualmente como la dixe el maestro, y assi la refieren, es indicio de buena memoria; pero el entendimiento lo a de pagar. [] Algunas problemas y dudas se offrecen
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en esta doctrina, La respuesta de las quales (por ventura) dara mas luz, para entender ques verdad lo que dezimos. [] El primero es: de donde nace que los grandes Latinos son mas arrogantes y pre sumptuosos en saver, que los hombres muy doctos en aquel genero de letras que pertenecen al entendimiento? En tanto, que para dar a entender, el refran, que cosa es Grammatico, dize desta manera, Gram maticus ipsa arrogantia est: Como si dixera, el Grammatico no es otra cosa, sino la mes ma arrogancia. [] El segundo es: en que va ser la lengua Latina tan repugnante al ingenio de los Españoles; y tan natural a los Franceses, Italianos, Alemanes, Ingleses, y a los de mas que abitan el Septentrion? Como pa rece por sus obras: que por el buen Latin, conoscemos ya, que es estrangero el autor; y por el barbaro y mal rodado, sacamos que es Español. [] El tercero es: como las cosas que se di zen y escriven en lengua, Latina, suevan mejor, abultan mas, y tienen mayor ele gancia, que en otra qualquier lengua, por buena que sea; aviendo dicho atras que to das las lenguas, no es mas que un antojo y placito de aquellos que las inventaron, sin tener fundamento en naturaleza. [] La quarta duda es: de que manera se compadece, que estando escritas en Latin todas las sciencias que pertenecen al en
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tendimiento; y que las puedan estudiar y leer los libros, aquellos que son faltos de memoria; siendo les por esta razon, re pugnante la lengua Latina. Al primer Problema se responde, que para conoscer si un hombre es falto de entendimiento, no ay mas cierta señal que verle altivo, hinchado, presumptuo so, amigo de honra, puntoso, y lleno de cerimonias. Y es la razon, que todas estas son obras de una differencia de ymagi nativa, que no pide mas que un grado de calor, con el qual bien se compadesce la mucha humedad, que pide la memoria, por no tener fuerça para la resolver. Por lo contrario es indicio infalible; que siendo un hombre naturalmente hu milde, menospreciador de si, y de sus co sas; y que no solamente no se jacta, ni ala ba, pero se offende con los loores que otros le dan, y se affrenta con los lugares, y cerimonias honrosas; bien lo pueden se ñalar por hombre de grande entendimien to, y poca ymaginativa y memoria. Dixe naturalmente hu(Est qui ne quiter se hu miliat. & in teriora ejus plenasunt do lo. Eccles. cap. 19.) milde: porque si lo es con artificio, no es cierta señal. De aqui es, que como los Grammaticos son hombres de gran memoria, y hazen junta con aquella differencia de ymagina tiva, forçosamente son faltos de entendi miento, y tales quales dize el refran.
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[] Al segundo Problema se responde, que buscando Galeno (Lib. quod animi mores, cap. 19.) elingenio de los hombres, por el temperamento de la region que habitan; dize, que los que moran debaxo el Septen trion, todos son faltos de entendimiento: Y los que estan siriados entre el Septentrion y la Torrida zona, son prudentissimos: La qual postura responde puntualmente a nuestra region. Y es cierto assi: porque Espa ña ni es tan fria como los lugares del Nor te; ni tan caliente, como la Torrida zona. La mesma sentencia trae Aristoteles (14. Sect. prob. 15.) preguntando, Porque los que habitan tierras muy frias, son de menos entendimiento, que los que nacen en las mas calientes? y en la respuesta trata muy mal a los Flamencos, Alemanes, Ingleses, y Franceses; diziendo, que su ingenio es como lo de los borrachos; por la qual ra zon, no pueden inquirir ni saver la natura leza de las cosas: y la causa desio es, la mu cha humedad que tienen en el celebro, y en las demas partes del cuerpo. Y assi lo muestra la blancura del rostro, y el color dorado del cabello; y que por maravilla se halla un Aleman que sea calvo: y con esto todos son crescidos, y de larga estatura, por la mucha humedad, que haze dilatables las carnes. Todo lo qual se halla al reves, en los Españoles: son un poco morenos, el cabello negro, medianos de cuerpo; y los mas veemos calvos. La qual disposicion
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(dize Galeno Lib. artis med. cap. 14. & 15.) que nace de star caliente y seco el cele bro. Y si esto es verdad, forçosamente an de tener ruyn memoria, y grande en tendimiento; y los Alemanes grande memoria, y poco entendimiento. Y assi los unos no pueden saver Latin, y los otros lo aprenden con grande facilidad. [] La razon que trae Aristoteles para pro var el poco entendimiento, de los que ha bitan debaxo el Septentrion, es; que la mu cha frialdad de la region, revoca el calor natural a dentro, por antiperistasis; y no lo dexa dissipar: y assi tiene mucha hume dad, y calor: por donde juntan gran me moria para las lenguas; y buena ymagina tiva, con la qual hazen reloxes, suben el agua a Toledo, fingen machinamentos, y obras de mucho ingenio, las quales no pueden frabricar los Españoles, por ser fal tos de ymaginativa: pero metidos en Dia lectica, Philosophia, Theologia escolasti ca, Medecina, y Leyes, mas delicadezas di ze un ingenio Español, en sus terminos barbaros, que un estrangero; sin compara cion: porque sacados estos de la elegancia, y policia con que lo escriven, no dizen cosa que tenga invencion, ni primor. [] En comprobacion desta doctrina, dize Galeno (Lib. quod animi mores, cap. 10.) In Scythiis unus vir factus est philosophus; Athe nis autem multitales. Como si dixera: En Scithia (que es una provincia que está de
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baxo del Septentrion) por maravilla sale un hombre Philosopho; y en Athenas to dos nacen prudentes, y sabios. Pero aun que a estos Septentrionales, les repugna la philosophia, y las de mas sciencias que he mos dicho, viene les muy bien las Mathe maticas, y Astrologia; por tener buena ymaginativa. [] La respuesta del tercer problema depen de de una question que ay entre Platon y Aristoteles, muy celebrada: el uno dize que ay nombres proprios, que naturalmente sig nifican las cosas: y que es menester mu cho ingenio para hallarlos. La qual opi nion, favorece la divina escriptura, dizien do que Adam ponia a cada cosa de las que Dios le puso delante, el proprio nombre que le convenia: pero Aristoteles (Lib. 1. de interpr. cap. 2.) no quiere conceder, que aya en ninguna lengua, nombre ni manera de hablar, que signifique naturalmente la co sa: porque todos los nombres son fingi dos y hechos, al antojo y voluntad de los hombres. Y assi parece por experiencia, que el vino tiene mas de sesenta nombres; y el pan otros tantos, en cada lengua el suyo: y de ninguno se puede affirmar, que es el natural y conveniente, porque del usarian todos los hombres del mun do. pero con todo esso, la sentencia de Platon es mas verdadera: porque puesto caso que los primeros inventores fingie ron los vocablos a su placito y voluntad;
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pero sue un antojo racional, communica do conel oydo, con la naturaleza de la co sa, con la gracia y donayre enel pronun ciar: no haziendo los vocablos cortos, ni largos, ni fuesse menester mostrar fealdad en la boca, al tiempo del pronunciar, as sentando el acento en su conveniente lu gar: y guardando otras condiciones que a de tener la lengua para ser elegante, y no barbara. Desta opinion de Platon fue un cavallero Español, cuyo entretenimiento era escrevir libros de cavallerias: porque tenia cierta differencia de ymaginativa, que combida al hombre a fictiones y men tiras. Deste se cuenta, que introduziendo en sus obras un gigante furioso, anduvo muchos dias ymaginando un nombre que respondiesse enteramente a su bravosidad: y jamas lo pudo encontrar, hasta que ju gando un dia a los naypes (en casa de un amigo suyo) oyo dezir al señor de la posa da, O la mochacho traquitantos a esta me sa: el cavellero, como oyo este nombre (traquitantos) luego le hizo buena conso nancia en los oydos: y sin mas aguardar se levantó, diziendo: Señores yo no juego mas: porque a muchos dias que ando bus cando, un nombre que quadrasse con un gigante furioso, que introduzgo en essos horrones que compongo; y no lo he po dido hallar, hasta que vine a esta casa, don de siempre recibo toda merced. La curio sidad deste cavallero (en llamar al gigante
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traquitantos) tuvieron los primeros in ventores de la lengua Latina: y assi halla ron un lenguage de tan buena consonan cia a los oydos. Por donde no ay que espantar, que las cosas que se dizen y escri ven en Latin, suenen tan bien: y en las de mas lenguas tan mal; por aver sido Barba ros sus primeros inventores. [] La postrera me fue forçado ponerla; por satisfazer a muchos, que an dado enella; siendo muy facil la solucion: porque los que tienen grande entendimiento, no estan totalmente privados de memoria: que a no la tener, era impossible discurrir el entendimiento, ni raciocinar; porque esta potencia es, la que tiene la materia, y los phantasmas, sobre que se a de especu lar: pero por ser remissa; de tres grados de perfection, que se pueden alcançar en la lengua Latina (que son: entenderla, escre virla, y hablarla bien) no puede passar del primero, sino es mal, y tropeçando.

Cap. IX. Como se prueva, que la eloquencia y po licia en hablar, no puede estar en los hombres de grande entendimiento.

[] UNa de las gracias por(Ciceron dize que a honra del hombre es, tener in genio, y la del ingenio, es ser aco modado a la eloquen- cia. De claris oratoribus.) donde mas se persuade el vulgo a pensar que un hom bre es muy sabio, y prudente:
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es oyrle hablar con grande eloquencia; tener ornamen to enel dezir copia de vocab los dulces y sabrosos: traer muchos exemplos acomoda dos, al proposito que son menester: y real mento nace de una junta que haze la me moria, con la y maginativa, en grado y me dio de calor; el qual no puede resolver la humedad del celebro; y sirve de levantar las figuras, y hazerlas bullir, por donde se descubren muchos conceptos, y cosas que dezir. Enesta junta es impos(Platon lo cuenta Dia logo de scien tia, & in Convivio.) sible hallarse el entendimien to: porque ya hemos dicho y provado atras, que esta po tencia abomina, grandemen te el calor; y la humedad no la puede suffir. La qual doctrina si alcançaran los Athenienses, no se espantaran tanto de ver un hombre tan savio (como Socrates) y que no supiesse hablar. Del qual dezian (los que entendian lo mucho que savia) que sus pa labras y sentencias eran como unas caxas de madera tosca, y sin acepillar por de fuera: pero abiertas, avia dentro en ellas, dibuxos y pinturas, dignas de admiracion. En la mesma ignorancia an estado, los que que riendo dar razon y causa de la escuridad y mal estilo de Aristoteles, dixeron: que de industria, y por querer que sus obras tu viessen autoridad, escrivio en girigonça, y con tan mal ornamento de palabras, y
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maneras de hablar. Y si con-(Loando Ci ceron la elo quencia de Platon dize, que si Iupiter vuiera de hablar en Griego, avia de hablar co mo el.De claris orateri bus.) sideramos tambien el proce der tan duro de Platon , y la brevedad con que escrive; la oscuridad de sus razones, la mala colocacion de las partes de la oracion, hallare mos que no es otro la causa. [] Pues que si leemos las obras de Hippocrates, los hurtos que haze de nombres y verbos: el mal assiento de sus dichos y senten cias, la mala travazon de sus razones, lo poco que se le offresce que dezir, para lle nar los vazios de su doctrina: Que mas, sino que queriendo dar muy larga cuen ta a Damageto su amigo, de como Arta xerxes (Rey de los Persas) lo embió a lla mar, prometiendole todo el Oro y Plata que el quisiesse: y que le contraria entre los grandes de su reyno (aviendo sobre esto muchas demandas y respuestas) dixo assi: Persarum rex accer sivit me, ignarus quod apud me major est sapientiæ ratio quam auri. Vale. Como si dixera: el Rey de los Persas me embio a llamar; no saviendo, que yo estimo en mas la saviduria, que el Oro. La qual materia: si tomara entre manos Erasmo, o qualquier otro hombre de buena ymagi nativa y memoria como el, era poco (para dilatar-la) una mano de papel. [] Pero quien se atreviera a exemplifi car esta doctrina, enel ingenio natural de
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S. Pablo; y affirmar que era hombre de grande entendimiento, y poca memo ria; y que no podia (con sus fuerças) sa ver lenguas, ni hablar en ellas con orna mento y policia, si el no dixera assi: (2. Corinth. c. 11.) Nihil me minus fecisse à ma gnis Apostolis existimo: nam etsi imperitus sum sermone, sed non scientia. Como si dixe ra: yo bien confiesso que no se hablar; pe ro en sciencia y saver ningun Apostol de los grandes, me haze ventaja. La qual dif ferencia de ingenio, era tan apropriada pa ra la publicacion del Euangelio, que nin guna otra cosa se podia elegir mejor: por que ser el publicador eloquente, y tener mucho ornamento de palabras, no conve nia; atento que la fuerça de los oradores de aquel tiempo, se descubria, en que ha zian entender al auditorio las cosas falsas por verdaderas: y lo que el vulgo tenia re cevido por bueno y provechoso (usando ellos de los preceptos de su arte) persua dian lo contrario: y deffendian que era mejor pobre, que rico; y estar enfermo, que sano; y ser necio, que sabio: y otras cosas manifiestamente eran contra la vul gar opinion. Por la qual razon los llama van los Hebreos Genanin, que quiere dezir engañadores. Lo mesmo le parecio a Ca ton el major: y tuvo por peligrosa la esta da destos en Roma, viendo que las fuerças del Imperio Romano estavan fundadas en las armas, y estos commençavan ya a per
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suadir queera bien que la juventud Roma na las dexasse, y se diesse a este genero de faviduria. Y assi con brevedad los man dó luego desterrar de Roma, y que no estu viessen mas en ella. [] Pues si Dios buscara un predicador eloquente, y con ornamento enel dezir, y entrara en Athenas, o en Roma, affir mando: que en Hierusalem avian cruci ficado los Iudios a un hombre que era Dios verdadero, y que avia muerto de su propria y agradable voluntad, por redemir los pecadores; y que resuscitó al terceró dia, y que subio a los Cielos, donde agora está; que avia de pensar el auditorio, sino que este thema era alguna estulticia y vani dad, de aquellas que los oradores suelen persuadir con la fuerça de su arte? Por tan to dizo sant Pablo (1. Cor. cap. 1.) Non enim misit me Christus baptizare, sed evangeliza re: non in sapientia verbi, ut non evacuetur erux Christi. Como si dixera: no me embio Christo a baptizar, sino a predicar: y no con oratoria; porque no pensasse el auditorio que la Cruz de Christo, era alguna vani dad, de las que suelen persuadir los orado res. El ingenio de S. Pablo era apropriado para este ministerio: porque tenia grande entendimiento para defender, y provar en las sinagogas, y en la gentilidad; que Iesu Christo éta el Mexias prometido en la ley: y que no avia que esperar otro ninguno: y con esto era de poca memoria: por don
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de no pudo saver hablar con ornamento de palabras dulces y sabrosas: y esto era lo que la publicacion del Euangelio avia menester. Por esto no quiero dezir que Sant Pablo no tuviesse don de lenguas: sino que en todas hablava, de la manera que en la suya: ni tam poco tengo en tendido que para defender el nombre de Christo bastavan las fuerças de su grande entendimiento, sino estuviera de por me dio la gracia, y auxilio particular, que Dios (para ello) le dio: solo quiero sentir, que los dones sobre-naturales obran mejor ca yendo sobre buena naturaleza, que si el hombre fuesse de suyo torpe y necio. A esto alude aquella doctrina(La epistola a los Hebreos, con ser de S. Pablo, a avi do muchos que por ser de diverso estilo an presumi lo dezir que no era suya; lo qual tiene la yglesia condenado por heretico.) de Sant Hieronymo, que trae enel prohemio que haze so bre Esayas, y Hieremias, pre guntando: ques la causa que siendo el mesmo Spiritu sancto el que hablava por la boca de Hieremias, y Esayas; el uno proponga las cosas que escrive con tanta elegan cia, y Hieremias a penas save hablar? A la qual duda responde que el Spiritu-sancto se aco moda a la manera natural que tiene de pro ceder cada Propheta, sin variar-les la gracia su naturaleza, ni enseñar les el lenguaje con que an de publicar la prophecia. Y
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assi es de saver, que Esayas era un cava llero illustre, criado en corte, y en la civ dad de Hierusalem; por la qual razon, tenia ornamento y policia en el hablar: Pero Hieremias era nacido y criado en una aldea de Hierusalem, que se llamava Anathothites; bastoy rudo, en el proceder, como aldeano: y deste mesmo estilo se aprovecho el Spiritu-sancto, en la prophe cia que le comunico. Lo mesmo se a de de zir de las epistolas de San Pablo, que el Spiritu-sancto presidia en el quando las escrivio, para que no pudiesse errar: pero el lenguaje y manera de hablar era el natu ral de Sant Pablo, acomodado y proprio a la doctrina que escrivia: porque la verdad de la Theologia escolastica, aborresce la muchedumbre de palabras. [] Con la Theologia positiva, muy bien se junta pericia de lenguas, y el ornamen to y policia en hablar: porque esta fa cultad pertenece a la memoria; y no es mas que un monton de dichos, y senten cias catholicas, tomadas de los doctores sagrados, y de la divina escriptura, y guardadas en esta potencia: como lo ha ze un Grammatico, con las flores de los poëtas, Virgilio,Horacio, Terencio, y de los de mas autores Latinos que lee: El qual conociendo la occasion de recitar los, sale luego con un pedaço de Ciceron, o de Quintiliano, con que muestra al audi torio su erudicion.
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[] Los que alcançan esta junta de ymagi nativa con memoria, y trabajan en recoger el grano de todo lo que ya está dicho y escrito, en su facultad; y lo traen en conve niente ocasion, con grande ornamento de palabras, y graciosas maneras de hablar; Et tanto lo inventado en todas las sciencias, que parece a los que ignoran esta doctri na, que es grande su profundidad: y real mente son muy someros: porque llegan dolos a tentar en los fundamentos de aquello que dizen y affirman, descubren la falta que tienen. Y es la causa, que con tan ta copia de dezir, y con tanto ornamento de palabras, no se puede juntar el enten dimiento, a quien pertenece saber (de rayz) la verdad. Destos dixo la divina escriptura: (Proverb. 14.) Vbi verba sunt plurima, ibi fre quenter egestas. Como si dixera, el hombre que tiene muchas palabras, ordinariamen te, es falto de entendimiento, y prudencia. [] Los que alcançan esta junta de ymagi nativa y memoria, entran con grande animo; a interpretar la divina escriptura, pareciendo les, que por saver mucho He breo, mucho Griego, y Latin, tienen el camino andado para sacar el espiritu verdadera de la letra: y realmente van perdidos. Lo uno: porque los vocablos del texto divino, y sus maneras de ha blar, tienen otras muchas significaciones, fuera de las que supo Ciceron en Latin. Lo otro, que a los tales les falta el enten
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dimiento, que es la potencia que averigua, si un espiritu es Catholico, o depravado: esta es, la que puede elegir (con la gracia sobre-natural) de dos o tres sentidos, que salen de una letra, el que es mas verdadero y Catholico. [] Los engaños dize Platon que nunca acontescen en las cosas dissimiles y muy differentes: sino quando ocurren muchas, que tienen gran similitud. porque si a una vista perspicaz, le pusiessemos delante un poco de Sal, Açucar, Harina, y Cal; todo m olido, y sernido; y cada cosa por si: que haria un hombre, que caresciesse de gusto, si con los ojos vuiesse de conocer cada poluo destos sin errar? diziendo, Esto es Sal, esto es Açucar; esto Harina, y esto Cal: Y no dudo sino que se engañaria, por la gran similitud que entresi tienen estas co sas. Pero si el un monton fuesse de trigo, otro de cevada, otro de paja, otro de tierra, y otro de piedra: cierto es, que no se en gañaria, en poner nombre a cada monton, aunque tuviesse poca vista, por ser cada uno de tan varia figura. Lo mesino veemos que acontece cada dia en los sentidos y espiritus, que dan los Theologos, a la di vina escritura; que mirados dos o tres, a la primera muestra, todos tienen aparencia de catholicos, y que consuenan bien con la letra: y realmente no lo son, ni quiso el Spiritu sancto dezir aquello. Para elegir destos sentidos el mejor, y reprovar el ma
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lo, es cierto, que no se aprovecha el Theo logo de la memoria, ni de la ymaginativa, sino del entendimiento. Y assi digo, que el Theologo positivo, a de consultar al esco lastico, y pedirle que de aquellos sentidos le elija el que le pareciere mejor, sino quie re amanescer en la inquisicion. Por esta causa, los hereges aborrescen tanto la Theologia escolastica; y procuran dester rarla del mundo, porque distinguiendo, in firiendo, raciocinando, y juzgando, se vie ne a saber la verdad, y descubrir la mentira.

Cap. X. Como se prueva que la Theorica de la Theologia pertenece al entendimien to; y el predicar (que es su practica) a la ymaginativa.

[] PRoblema es muy preguntado, no solamente de la gente docta y sa bia: pero aun los hombres vulgares han caydo ya en la cuenta, y lo ponen cada dia en question: que sea la razon y cau sa, que en siendo un Theologo grande hombre de escuelas, en disputar agudo, en responder facil, en escrevir y leer, de admi rable doctrina; y subido en un pulpito, no save predicar: y por lo contrario, en salien do galano predicador eloquente, gracioso, y que se lleva la gente tras si; por maravil la save mucha Theologia escolastica. por
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donde no admiten por buena consequen cia, Fulano es gran Theologo escolastico, luego sera gran predicador: Ni quieren conceder al reves, Es gran predicador, lue go save mucha Theologia escolastica; por que para des hazer la una consequencia y la otra, se le offreceran a qualquiera, mas in stancias, que cavellos tenga en la cabeça. [] Ninguno hasta agora, a podido respon der a esta pregunta; mas de lo ordinario, que es: atribuyrlo todo a Dios, y a la di stribucion de sus gracias: Y parece me muy bien, ya que no saven la causa mas en particular. La respuesta desta duda (en al guna manera) la dexamos dada enel capi tulo passado: pero no tan en particular co mo conviene. Y fue, que la Theologia esco lastica pertenece al entendimiento: aora dezimos, y queremos provar que el predi car (que es su practica) es obra de la yma ginativa. Y assi como es difficultoso juntar en un mesmo celebro, grande entendimi ento, y mucha ymaginativa; de la mesma manera, no se puede compadescer, que uno sea gran Theologo escolastico, y famoso predicador. Y que la Theologia escolasti ca sea obra del entendimiento, ya lo dexa mos demostrado atras; provando la repu gnancia que tenia con la lengua Latina. Por donde no sera necessaria volver a ello otra vez. Solo quiero dar a entender, que la gracia y donayre, que tienen los buenos predicadores, con la qual atraen
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assi el auditorio, y lo tienen contento y suspenso, todo es obra de la ymaginati va; y parte dello, de la buena memoria. Y para que mejor me pueda explicar, y ha zer-lo tocar con la mano, es menester su poner primero, que el hombre es animal racional, sociable, y politico: y porque su naturaleza se habilitasse mas con el ar te, inventaron los Philosophos antiguos, la Dialectica; para enseñar-(Scientia hu mana consistit in duobus; in locutione orna ta, & in di stinctione re rum. Paul. 2. ad Col. cap. 1.) le, como avia de raciocinar con que preceptos y reglas: como avia de diffinir las na turalezas de las cosas, distin guir, dividir, inferir, racioci nar, juzgar, y elegir: sin las quales obras, es impossible ningun artifi ce poderse passar. Y para poder ser so ciable y politico, tenia necessidad de ha blar, y dar a entender a los demas hom bres, las cosas que concebia en su animo. Y porque no las explicasse sin concierto ni orden, inventaron otra arte, que llaman Rhetorica: la qual con sus preceptos y re glas, le hermosea su habla, con polidos vo cablos, con elegantes maneras de dezir, con affectos y colores graciosos. Pero assi co mo la Dialectica no enseña al hombre dis currir, y a racionar, en sola una sciencia, sino en todas, sin distinction; De la mesma manera, la Rhetorica muestra hablar en la Theologia, en la Medecina, en la Iurisperi cia, enel arte militar, y en todas las demas
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sciencias, y conversaciones que tratan los hombres. De suerte que si queremos fin gir un perfecto Dialectico, o consumado orador, no se podria considerar, sin que su piesse todas las sciencias: porque todas son de su jurisdiction, y en qualquiera dellas sin distinction, podria exercitar sus precep tos. No como la Medecina, que tiene limi tada la materia sobre que ha de tratar: y la Philosophia Natural, Moral, Metaphi sica, Astrologia, y las demas: y por tanto dixo Ciceron (De perfecto oratore), Oratorem ubicunque constiterit, consistere in suo. Y en otra parte dize: In oratore perfecto inest omnis Philosophorum scientia. Y por esta causa dixo el mesmo Ciceron, que no avia artifice mas difficultoso de hallar, que un perfecto orador: y con mas razon lo dixera, si supie ra la repugnancia que avia, en juntar todas las sciencias en un particular. [] Antiguamente se avian alçado con el nombre y officio de Orador, los jurisperi tos: porque la perfection de la abogacia, pedia el conocimiento y pericia de todas las artes del mundo, a causa que las leyes juzgan a todos. Y para saver la deffension que cada arte tiene por si, era necessario te ner particular noticia de todas: y assi dixo Ciceron (Lib. de orator.) Nemo est in orato rum numero habendus, qui non sit omnibus artibus perpolitus. Pero viendo que era im possible aprender todas las sciencias: lo uno por la brevedad de la vida; y lo otro,
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por ser el ingenio del hombre tan limita do; lo dexaron caer: Contentando se en la necessidad, con dar credito a los peritos de aquel arte que defienden, y no mas. Tras esta manera de defender las causas, suce dio luego la doctrina Euangelica, la qual se podia persuadir con el arte de oratoria, me jor que quantas sciencias ay enel mundo, por ser la mas cierta y verdadera; pero Christo nuestro redemptor mandó a S. Pablo que no la predicasse In sapientia verbi, porque no pensassen las gentes que era al guna mentira bien ordenada, como aquellas que los oradores solian persuadir con la fuerça de su arte. Pero ya recebida la fee, y de tantos años atras: bien se permite pre dicar con lugares retoricos, y aprovecharse del bien dezir y hablar, por no aver aora el inconveniente que quando predicava S. Pablo. Antes veemos que haze mas prove cho el predicador que tiene las condicio nes de perfecto orador; y le sigue mas gente que el que no usa dellas. Y es la razon muy clara: porque si los antiguos orado res hazian entender al pueblo las cosas fal sas por verdaderas (aprovechandose de sus preceptos y reglas) mejor se convencera el auditorio Christiano, persuadiendole con artificio aquello mesmo que eltiene ya en tendido y creydo. Allende que la divina escritura es (en cierta manera) todas las cosas: y para su verdadera interpretacion, son menester todas las sciencias; conforme
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aquel dicho tan celebrado, (Prov. cap. 9.) Misit ancillas suas vocare ad arcem. [] Esto no es menester encargarlo alos predicadores de nuestro tiempo, ni avi sarlos, que lo pueden ya hazer, porque su estudio particular (fuera del provecho que pretenden hazer con su doctrina) es buscar un buen thema a quien puedan aplicar a proposito muchas sentencias galanas, traydas de la divina escriptura, de los sagrados doctores, de poëtas, histo riadores, medicos, y legistas; sin perdonar sciencia ninguna; hablando copiosamen te, con elegancia, y dulces palabras. Con todo lo qual dilatan y ensanchan el thema una hora y dos, si es menester. Esto pro prio, dice Ciceron, (Lib. de orat.) que profes sava el perfecto orador en su tiempo: Vis oratoris professioq; ipsa bene dicendi, hoc susci pere ac polliceri videtur, ut omni de re, quæ- cunque sit proposita, ab eo ornatè, copioseq; di catur. Luego si provaremos, que las gracias y condiciones, que ha de tener el perfecto orador, todas pertenescen a la ymaginati va, y memoria; ternemos entendido, que el Theologo que las alcançare, sera muy gran predicador: Pero metido en la doctri na de sancto Thomas, y Escoto, sabra muy poca della, por ser sciencia que pertenece al entendimiento: de la qual potencia, ha de tener por fuerça gran remission. [] Que cosas sean aquellas que pertene cen a la ymaginativa, y con que señales
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se han de conocer: ya lo hemos dicho atras, y agora la tornaremos referir, pa ra refrescar la memoria. Todo aquello que dixere buena figura, buen proposito, y encaxe, todas son gracias de la ymagi nativa: como son los donayres, apodos, mores, y comparaciones. [] Lo primero que ha de ha-(Tambien saber elegir el thema en tre muchos que ocurren, pertenesce a la ymagina tiva.) zer el perfecto orador (te niendo ya el thema en las manos) es buscar argumen tos y sentencias acomoda das, con que dilatarle, y pro varle: y no con qualesquier palabras, sino con aquellas, que hagan buena consonancia en los oydos. y assi di xo Ciceron: Oratorem eum esse puto, qui & verbis ad audiendum jocundis & sententiis accommodatis ad probandum uti possit. Esto cierto es que pertenesce a la ymaginativa: pues ay en ello consonancia de palabras gra ciosas, y buen proposito en las sentencias. [] La segunda gracia, que no le a de faltar al perfecto orador, es tener mucha inven cion, o mucha lection: porque si está obli gado a dilatar y provar qualquier thema que se le offreciere, con muchos dichos, y sentencias, traydas a proposito; a menester tener muy subida ymaginativa, que sea co mo perro ventor, que le busque y trayga la caça a la mano; y quando faltare que de zir, lo finja, como si realmente fuera assi. por esso diximos atras, que el calor era el
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instrumento con que obrava la ymagina tiva: porque esta calidad levanta las figu ras, y las haze bullir. Por donde se descu bre todo lo que ay que ver en ellas: y si no ay mas que considerar, tiene fuerça la yma ginativa, no solamente de componer una figura possible con otra; pero aun las que son impossibles (segun orden de naturale za) las junta, y dellas viene a hazer montes de oro, y bueyes volando. [] En lugar de la invencion propria, se pue den aprovechar los oradores, de la mucha lection: ya que les falte la ymaginativa: pero en fin lo que enseñan los libros, es caudal finito, y limitado; y la propria inven cion, es como la buena fuente que siempre da agua fresca y de nuevo. Para retener lo leydo es necessario tener mucha memo ria: y para recitarlo delante el auditorio con facilidad, no se puede hazer sin la mes ma potencia. y assi dixo Ciceron: Is orator erit (mea quidem sententia) hoc tam gravi dignus nomine, qui quæcunque res inciderit, quæ sit dictione explicanda, prudenter, copiosè ornatè, & memoriter dicat. Como si dixera: Este orador sera digno de tan grave nom bre, que pudiere orar sobre qualquier the ma que se le offreciere, con prudencia (que es acomodarse bien, al auditorio, al lugar, al tiempo, y ocasion) copiosamente, con ornato de palabras dulces y sabrosas, y reci tadas de memoria. [] La prudencia ya hemos dicho, y pro
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vado atras que pertenesce a la ymagina tiva; la copia de vocablos y sentencias, a la memoria; el ornamento y atavio, a la yma ginativa; y recitar tantas cosas sin tropeçar ni repararse, cierto es, que se haze con la buena memoria. A proposito de lo que di xo Ciceron, que el buen orador ha de hab lar de memoria, y no por escrito; Es de sa ber que el maestro Antonio de Lebrixa, avia venido ya a tanta falta de memoria, por la vejez, que leya por un papel, la le ction de Rhetorica a sus discipulos: y co mo era tan eminente en su facultad, y te nia su intencion bien provada, no mirava nadie enello: pero lo que no se pudo suf frir, fue, que muriendo este repentinamen te de apoplexia, encomendo la universidad de Alcala, el sermon de sus obsequias, a un famoso predicador: el qual inventó y dis puso, lo que avia de dezir, como mejor pudo: pero fue el tiempo tan breve, que no vuo lugar de tomarlo de memoria: y assi se fue al pulpito, con el papel en la mano, y entró diziendo assi: Lo que este illustre varon acostumbrava hazer (leyen do a sus discipulos) esso mesmo traygo yo determinado de hazer a su imita cion: dorque fue su muerte tan repenti na; y el mandarme que yo predicasse en sus obsequias, tan acelerado, que no he avido lugar ni tiempo de estudiar, lo que convenia dezir, ni para recogerlo en la memoria: lo que yo he podido trabajar
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esta noche, traygo escripto en este papel. Suplico a vuestras mercedes lo oygan con paciencia, y me perdonen la poca me moria. Parecio tan mal al auditorio, esta ma nera de predicar por escrito, y con el papel en la mano, que todo fue son reyr, y mur murar. Y assi dixo muy bien Ciceron, que se avia de orar de memoria, y no por escri to. Este predicador realmente no tenia pro pria invencion: todo lo avia de sacar de los libros: y para esto es menester mucho estudio, y memoria: pero los que toman de su cabeça la invencion; ni an menester estudiar, ni tiempo, ni memoria; porque todo se lo hallan dicho, y levantado. Estos predicaran a un auditorio, toda la vida, sin encontrarse con lo que dixeron veinte años atras: y los que carescen de inven cion, en dos quaresmas deffloran todos los libros de molde, y acavan con los carta pacios y papeles que tienen: y a la ter cera, es menester passarse a nuevo audi torio, so pena que les diran, Este ya pre dica como antaño. [] La tercera propriedad que a de tener el buen orador, es saver disponer lo in ventado, assentando cada dicho y sen tencia en su lugar; de manera que todo se responda en proporcion, y lo uno a lo otro se llame. Y assi dixo Ciceron (Ad Heren nium.) Dispositio est ordo & distributio re rum, quæ demonstrat quid quibus in locis col
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locandum sit. Como si dixera, la disposicion no es otra cosa, mas que el orden y concier to, que se a de tener en distribuyr los dichos y sentencias, que an de dezir al auditorio, mostrando que cosa, en que lugar se a de as sentar, para que concertado con lo demas, resulte buena figura. La qual gracia (quando no es natural) suele dar mucho travajo a los predicadores: porque despues de haver hallado en los libros muchas cosas que dezir, no facilmente atinan todos al en caxe conveniente de cada cosa. Esta pro priedad de ordenar, y distribuyr, cierto es, que es obra de la ymaginativa; pues dize figura, y correspondencia. [] La quarta propriedad que an de tener los buenos oradores, y la mas importan te de todas, es, la action, con la qual dan ser y anima, a las cosas que dizen: y con la mesma mueven al auditorio, y lo en ternecen, a creer ques verdad lo que les quieren persuadir. y assi dixo Ciceron: (Lib. de perfecto orat.) Actio quœ motu corpo ris, quæ gestu, quæ vultu, quæ vocis confirma tione ac varietate moderanda est. Como si dixera: La action se a de moderar, hazien do los meneos, y gestos, que el dicho re quiere: alçando la voz, y baxandola, enojan dose y tornarse luego apaziguar; unas vezes hablar a priessa, otras despacio; reñir, y ha lagar: menear el cuerpo a una parte, y a otra; coger los braços, y despegar los; reyr, y llorar; y dar una palmada en buena oca
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sion. Esta gracia es tan importante en los predicadores; que con sola ella, sin tener invencion ni disposicion, de cosas de poco momento y vulgares hazen un sermon que espanta al auditorio, por teneraction, que en otro nombre se llama espiritu, o pro nunciacion. [] En esto ay una cosa notable, en la qual se descubre, quanto puede esta gracia: y es, que los sermones que parecen bien por la mucha action, y espiritu, puestos enel papel, no valen nada, ni se pueden leer: y es la causa, que con la pluma, ne es possible pintarse los meneos y gestos, con los quales parecieron bien enel pulpito. Otros sermones parecen muy bien en el cartapacio; y predicadosno se pueden oyr, por no darles el action que requieren sus passos. Por donde dixo Pla ton (In apolog.) que el estilo del hablar, es muy differente del que pide el buen escrevir: y assi veemos muchos hom bres que hablan muy bien, y notan mal una carta; y otros al reves escriven muy bien, y razonan muy mal. Todo lo qual se ha de reduzir a la action: y la action es cierto que es obra de la ymaginativa; por que todo quanto hemos dicho della, haze figura, correspondencia, y buena conso nancia. [] La quinta gracia es, saber apodar, y traer buenos exemplos y comparaciones, de la qual gusta mucho mas el auditorio, que de otra ninguna: porque con un buen
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exemplo, entienden facilmente la doctrina: y sin el, todo se le passa por alto: y assi pre gunta Aristoteles, (18. Sect. probl. 3.) Cur homines in orando exemplis & fabulis potiùs gaudent, quàm argumentis? Como si pre guntara: Porque los que oyen a los orado res, se huelgan mas con los exemplos, y fa bulas que traen para provar lo que quieren persuadir, que con los argumentos, y razo nes, que hazen? A lo qual responde, que con los exemplos y fabulas, aprenden los hombres mejor, por ser provacion, que per tenece al sentido: y no tambien con los ar gumentos y razones, por ser obra que qui ere mucho entendimiento. Y por esso Christo nuestro Redemptor, en sus sermo nes usava de tantas parabolas, y compara ciones; porque con ellas dava a entender muchos secretos divinos. Esto de fingir fa bulas, y comparaciones, cierto es, que se haze con la ymaginativa; porque es figu ra, y dize buena correspondencia, y simi litud. [] La sexta propriedad del buen orador, es: tener buen lenguaje, proprio y no affecta do, polidos vocablos, y muchas graciosas maneras de hablar, y no torpes. De las quales gracias hemos hablado muchas ve zes atras; provando que parte dello perte nece a la ymaginativa, y parte a la buena memoria. [] Lo septimo que ha de tener el buen ora dor, es, lo que dize Ciceron: Iustructus vo-
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ce, actione, & lepore. La voz abultada y so nora, apazible al auditorio, no aspera, ron ca, ni delgada. Y aunque es verdad que esto nace del temperamento del pecho y gar ganta, y no de la ymaginativa; pero es ci erto que del mesmo temperamento, que nace la buena ymaginativa (que es el calor) deste mesmo sale la buena boz: y para el in tento que llevamos, conviene mucho sa ber esto: porque los Theologos escolasti cos (por ser de frio y seco temperamento) no pueden tener buen organo de voz, lo qual es gran falta para el pulpito. [] Y assi lo prueva Aristoteles (11. Sect. prob. 34.) exemplificando en los viejos por la frialdad y sequedad. Para la voz sonora y abultada requiere mucho calor, que dilate los caminos; y humedad mode rada, que los enternezca y ablande. Y assi pregunta Aristoteles (11. Sect. probl. 65.) Cur omnes qui natura sunt calidi, magnam vocem emittere solent? Como si preguntara, Que es la razon, que los calientes todos tienen gran bulto de voz? Y assi lo veemos por lo contrario en las mugeres, y eunucos; los quales por la mucha frialdad de su tempe ramento, dize Galeno (Lib. de semine. c. 16.) que tienen la garganta y la voz muy delica da. De manera que quando oyeremos al guna buena voz, sabremos ya dezir que nace del mucho calor y humedad del pe cho. Las quales dos calidades (si allegan hasta el celebro) echava perder el entendi
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miento, y hazen buena memoria, y buena ymaginativa; que son las dos potencias, de quien se aprovechan los buenos predicado res para contentar el auditorio. [] La Octava propriedad del buen orador dize Ciceron (De orator.) que es tener la lengua suelta, celer, y bien exercitada: la qual gracia no puede caer en los hom bres de grande entendimiento; porque para ser presta, es menester que tenga mucho calor, y moderada sequedad. Y esto no puede acontescer en los melan cholicos, assi naturales, como por adu stion pruevalo Aristoteles (11. Sect. prob. 38.) preguntando, Quam ob causam qui lingua hæsitant, melancholico habitu tenentur? Co mo si dixera, Que es la causa, que los que se detienen en el hablar, todos son de com plexion melancholicos? Al qual Problema responde muy mal, diziendo, que los me lancholicos tienen fuerte ymaginativa, y la lengua no puede yr hablando tan apries sa, como ella le va dictando; y assi le haze tropeçar y caer. Y no es la causa, sino que los melancholicos abundan siempre de mucha agua, y saliva en la boca; por la qual disposicion tienen la lengua humeda, y muy relaxada: cosa que se echa de ver cla ramente, considerando lo mucho que escu pen. Esta mesma razon dio Aristoteles (1. Sect. probl. 53.) preguntando, Quæ causa est, ut lingua hæsitantes aliqui sint: Como si di xera, De donde proviene, que algunos se
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detengan enel hablar? y responde, que estos tienen la lengua muy fria, y humeda; las quales dos calidades la entorpecen, y ponen paralitica; y assi no puede seguir a la ymaginativa. Para cuyo remedio, dixe, que es provechoso bever un poco de vi no; o antes que vayan a razonar delante el auditorio, dar buenas vozes, para que se caliente y desseque la lengua. Pero tambien dize Aristoteles, que el no acertar a hablar, puede nacer de tener la lengua mucho calor, y sequedad: y pone exemplo en los colericos, los quales eno jados no aciertan a hablar; y estando sin passion y enojo, son muy eloquentes: al re ves de los hombres flematicos, que estan do en paz, no aciertan a hablar; y enoja dos, dizen sentencias con mucha elo quencia. [] La razon desto está muy clara: porque aunque es verdad, que el calor ayuda a la ymaginativa, y tambien a la lengua; pero tanto puede ser, que la eche a perder, a la una, para no acudirle dichos y sentencias agudas, ni la lengua poder articular, por la demasiada sequedad; y assi veemos que be viendo un poco de agua, habla el hombre mejor. Los colericos (estando en paz) aciertan muy bien a hablar, por tener entonces el punto de calor que ha menester la lengua, y la buena ymaginativa: pero enojados, su be el calor mas de lo que conviene, y des
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barata la ymaginativa. Los flematicos (esta do sin enojo) tienen muy frio, y humedo el celebro: por donde no se les offrece que dezir; y la lengua está relaxada, por la mu cha humedad. Pero enojados y puestos en colera, sube de punto el calor, y levanta la ymaginativa: por donde se le offrece mu cho que dezir; y no le estorba la lengua, por averse ya calentado. Estos no tienen mucha vena para metrificar, por ser frios de celebro: los quales enojados, hazen me jores versos, y con mas facilidad, contra aquellos que los han irritado. y a esto pro posito dixo Iuvenal: [] Si natura negat, facit indignatio versum. [] Por esta falta de lengua, no pueden los hombres de grande entendimiento, ser bue nos oradores, ni predicadores: y en espe cial que la action, pide algunas vezes hab lar alto, y otras baxo. Y los que son trava dos de lengua, no pueden orar sino avozes y gritos; y es una de las cosas que mas cau sa el auditorio. Y assi pregunta Aristoteles, (11. Sect. probl. 35.) Cur homines lingua hæsi tantes loqui nequeant voce submissa? Como si dixera: Porque los hombres que se de tienen enel hablar, dan siempre grandes vo zes, y no pueden hablar quedo? Al qual problema responde muy bien, diziendo, que la lengua que está travada en los pala dares (por la mucha humedad) mejor se despega con impetu, que poniendo pocas fuerças: es como el que quiere levantar
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una lança muy verde (tomada por la pun ta) que mejor la alça de un golpe y con im petu, que llevandola poco a poco. [] Bastantemente me parece aver prova do que las buenas propriedades naturales que ha de tener el perfecto orador, nacen las mas de la buena ymaginativa, y algunas de la memoria. Y si es verdad que los bue nos predicadores de nuestros tiempos con tentan al auditorio, por tener las mesmas gracias, muy bien se sigue, que el fuere gran predicador, sabra poca Theologia escola stica; y el grande escolastico no sabra pre dicar, por la contrariedad que el entendi miento tiene con la ymaginativa y memoria. [] Bien veya Aristoteles por experiencia, que aunque el orador aprendia philoso phia Natural y Moral, Medicina, Meta physia, Iurispericia, Mathematica, Astro logia, y todas las demas artes y sciencias, que de todas no sabia mas que las flores y sentencias averiguadas, sin tener de rayz la razon y causa de ninguna; pero el pensa va que el no saber la Theologia, ni el Pro pter quid, de las cosas, nacia de no averse dado a ello; si assi pregunta, Cur hominem philosophum differre ab oratore putamus? Como si dixera, En que pensamos que dif fiere el philosopho del orador, pues am bos estudian philosophia? Al qual proble ma responde, que el philosopho pone todo su estudio en saber la razon y causa, de qualquiera effecto; y el orador, en cono
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cer el effecto. y no mas. Y realmente no es otra la causa, sino que la philosophia na tural pertenesce al entendimiento, de la qual potencia carascen los oradores: y assi no podian saber de la philosophia, mas que la superficie de las cosas. Esta mesma differencia ay entre el Theologo escolasti co, y el positivo: que el uno sabe la razon de lo que toca a su facultad; y el otro las proposiciones averiguadas, y no mas. Y siendo esto assi, es cosa muy peligrosa, que tenga el predicador officio y autoridad de enseñar al pueblo Christiano la verdad, y el auditorio obligacion de creerlo. Y que le falta la potencia, con que se saben de rayz las verdades; podremos dezirles (sin mentir) aquello de Christo nuestro Re demptor ((Matth. cap. 15.) Sinite illos: cœci sunt & duces cœcorum. cœcus autem si cœco duca tum prœstet, ambo in foveam cadent. Es cosa intolerable, ver con quanta(Nox nocti indicat scien tiam.) osadia se ponen a predicar, los que no saben palabra de Theologia escolastica, ni tienen habilidad natural para poderla aprender. Destos se quexa S. Pablo grandemente, diziendo (1. ad Tim. cap. 1.) Finis autem præ- ceptiest charitas de corde puro & conscientia bona, & fide non ficta. à quibus quidam aber rantes conversi sunt in vaniloquium, volen tes esse legis doctores, non intelligentes nec quæ loquuntur, nec de quibus affirmant. Como si dixera: El fin de la ley de Dios es la chari
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dad, de puro y limpio coraçon, de buena consciencia, y de fee no fingida: de las quales tres cosas apartandose, todos se convierten en una vana manera de hablar, queriendo ser doctores de la ley, sin enten der que es lo que hablan, ni affirman. La vaniloquencia y parleria de los Theo logos Alemanes, Ingleses, Flamencos, Franceses, y de los demas que habitan el Septentrion, echó a perder el auditorio Christiano, con tanta pericia de lenguas, con tanto ornamento y gracia enel predi car, por no tener entendimiento, para al cançar la verdad. Y que estos sean faltos de entendimiento, ya lo dexamos provado a tras, de opinion de Aristoteles, allende de otras muchas razones y experiencias, que truximos para ello. Pero si el auditorio In gles y Aleman, estuviera advertido, en lo que S. Pablo escrivio alos Romanos (estan do tambien ellos apretados, de otros falsos predicadores) por ventura, no se engañaran tan presto (Cap. 16.) Rogo autem vos, fratres, ut observetis eos, qui dissensiones & offendicu la præter doctrinan quam vos didicistis faci unt, & declinate ab ill.s: hujusmodi enim Christo Domino nostro non serviunt, sed suo ventri, & per dulces sermones & benedictio nes seducunt corda innocentium Como si di xera: Hermanos mios, por amor de Dios os ruego que tengays cuenta particular con estos que os enseñan otra doctrina, fuera de la que aveys aprendido: y apartaos dellos,
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porque no sirven a nuestro señor Iesu Chri sto, sino a sus vicios y sensualidad, y son tan bien hablados y eloquentes, que con la dul çura de sus palabras y razones, engañan a los que poco saben. Allende desto, tenemos provado atras, que los que tienen mucha ymaginativa, son colericos, astutos, malinos y cavilo sos, los quales estan siempre inclinados a mal, y saben lo hazer con mucha maña y prudencia. [] De los oradores de su tiempo, pregunta Aristoteles (18. Sect. probl. 4.) Cur oratorem callidum appellare solemus; tibicinen aut hi strionem hoc appellare nomine non solemus? Como si dixera, Por que razon llamamos al orador astuto, y no al musico ni al presen tante? Y mas creciera la facultad, si Aristote les supiera que la musica y representacion, son obras de la ymaginativa. Al qual proble ma responde, que los musicos y represen tantes no tienen otro fin mas de dar con tento a los que los oyen. Pero el orador trata de adquirir algo para si: por donde ha me nester usar de astucias y mañas, para que el auditorio no entienda su fin y proposito. [] Tales propriedades como estas tenian aquellos falsos predicadores, de quien di ze el Apostol, escriviendo a los de Corin tho: (2. cap. 11.) Timeo autem ne sicut serpens Evam seduxit astutia sua, ita corrumpantur sensus vestri. Nam ejusmodi Pseudo-apostoli sunt operarii subdoli, transfigurantes se in
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Apostolos Christi. Et non mirum: ipse enim Sa tanas transfigurat se in angelum lucis. Non est ergo magnum, si ministri ejus transfigurentur velut ministri justitiæ: quorum finis erit secun dum opera ipsorum. Como si dixera: mucho me temo, hermanos mios, que assi como la serpiente engañó a Eva con su astucia y ma ña; no os trastornen vuestro juyzio y senti do. Porque estos falsos Apostoles, son como caldo de zorra, predicadores que hablan de baxo de engaño, representan muy bien una sanctidad, parecen Apostoles de Iesu Chri sto, y son discipulos del Diablo: El qual sa be tambien representar un angel de luz, que es menester don sobrenatural, para descu brirle quien es. y pues lo sabe tambien hazer el maestro, no es mucho que lo hagan los que aprendieron su doctrina: el fin destos no será otro, mas que sus obras. Todas estas propriedades bien se entiende que son obras de la ymaginativa; y que dixo muy bien Aristot. que los oradores son astutos y mañosos, porque siempre tratan de adqui rir algo para si. [] Los que tienen fuerte ymaginativa, y a hamos dicho atras, que son de tempera mento muy caliente: y desta calidad nacen tres principales vicios del hombre, Sober bia, Gula, y Luxuria: y por esto dixo el Apo stol, Ejusmodi enim Christo Domino nostro non serviunt, sed suo ventri (Rom. 16.) Y assi tra bajan de interpretar la escriptura divina, de manera que venga bien con su inclinacion
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natural, dando a entender a los que poco saben, que los sacerdotes se pueden casar: y que no es menester que aya Quaresma, ni ayunos, ni conviene manifestar al con fessor los delictos que contra Dios come temos. Y usando desta maña (con escriptura mal trayda) hazen parecer virtudes, a sus ma las obras y vicios, y que las gentes los ten gan por sanctos. Y que del calor nazcan estas tres malas inclinaciones; y de la frial dad las virtudes contrarias; pruevalo Ari stotel. diziendo: (30. Sect. probl. 1.) Et quoniam vim eandem morum obtinet instituendorum: mores enim calidum condit & frigidum omni um maximè quæ in corpore nostro habentur: idcirco nos morum qualitate afficit & infor mat. Como si dixera: Del calor y de la frial dad nacen todas las costumbres del hom bre; porque estas dos calidades alteran mas nuestra naturaleza que otra ninguna. De donde nace que los hombres de grande ymaginativa, ordinariamente son malos y viciosos, por se dexar yr tras su inclinacion natural, y tener ingenio y habilidad, para hazer mal. Y assi pregunta Aristoteles (Sect. 29. probl. 7.) Cur homo qui adeo eruditione præditus est, animantium omnium injustissi mus sit? Como si preguntara: Que es la ra zon, que siendo el hombre de tan grande erudicion, es el mas injusto de todos los animales? Al qual problema responde, que el hombre tiene mucho ingenio, y grande ymaginativa, por donde alcança muchas
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invenciones de hazer mal: y como apetes ce (de su mesma naturaleza) deleyres, y ser a todos aventajado y de mayor felicidad, forçosamente ha de offender: porque estas cosas no se pueden conseguir sin hazer in juria a muchos. Pero ni el problema supo poner Aristoteles, ni respondio a el como convenia: mejor preguntara, porque los malos ordinariamente son de grande in genio; y entre estos, aquellos que tienen mayor habilidad, hazen majores vella querias: siendo razon, que el buen inge nio y habilidad inclinasse al hombre an tes a virtud y bondad que a vicios y pec cados. La respuesta de lo qual, es que los que tienen mucho calor, son hombres de grande ymaginativa: y la mesma calidad que los haze ingeniosos, essa mesma les combida a ser malos y viciosos. Pero quan do predomina el entendimiento, ordina riamente se inclina el hombre a virtud; por que esta potencia, restriva en frialdad, y se quedad; de las quales dos calidades nacen muchas virtudes; como son, continencia, humilidad, y temperancia; y del calor, las contrarias. La qual philosophia si alcança ra Aristoteles, supiera responder aquel pro blema que dize, [30. Sect. probl 9.] Cur ge nus id hominum, quod Dionysiacos technitas, id est, artifices bacchanales aut histriones appellamus, improbis esse moribus magna ex parte consueverunt? Como si preguntara, Que es la razon, que los que ganan su vida
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a representar comedias, los bodegoneros, carniceros, y aquellos que se hallan en to dos los convites, y banquetes [para orde nar la comida] ordinariamente son malos y viciosos? Al qual problema responde di ziendo, que por estar ocupados enestos offi cios bachanales, no tuvieron lugar de estu diar: y assi passaron la vida con incontinen cia: ayudando tambien a esto la pobreza, que suele acarrear muchos males. pero realmente no es esta la razon; sino que el representar, y dar orden a las fiestas de Ba cho, nace de una differencia de ymagina tiva, que convida al hombre a aquella ma nera de vivir. Y como esta differencia de ymaginativa consiste en calor, todos tie nen muy buenos estomagos, y con grande apetito de comer, y bever. Estos aunque se dieran a letras, ninguna cosa aprovecharan en ellas. Y puesto caso que fueran ricos, tambien se afficionaran a aquellos officios, aunque fueran mas viles, porque el ingenio y habilidad trae a cada uno el arte que le res ponde en proporcion. Y assi pregunta Aristo teles (18. Sect. probl. 6.) Cur in iis studiis quæ aliqui sibi delegerint, quanquam inter dum pravis, libentius tamen quàm in ho nestioribus versantur? verbi gratia, præstigia torem aut mimum, aut tibicinem se potius esse, quam astronomum, aut oratorem velit, qui hæc sibi delegerit? Que es la causa que ay hombres que se pierden por ser representan tes, y trompeteros; y no gustan de ser orado
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res, ni astrologos? Al qual problema respon de muy bien diziendo: que el hombre luego siente, para que arte tiene disposicion natu ral: porque dentro de si tiene quien se lo enseñe. Y puede tanto naturaleza (con sus irritaciones) que aunque el arte, y officio, sea indecente a la dignidad del que lo aprende, se da a ello, y no a otros exerci cios honrosos. [] Pero y a que hemos reprovado esta ma nera de ingenio para el officio de la predi cacion, y estamos obligados a dar y repar tir a cada differencia de habilidad las letras que le responden en particular, conviene señalar que suerte de ingenio ha de tener aquel a quien se le ha de confiar el officio de la predicacion, que es lo que mas im porta a la republica Christiana. Y assi es de saver, que aunque atras dexamos provado, que es repugnancia natural juntarse gran de entendimiento con mucha ymaginativa y memoria: pero no ay regla tan universal en todas las artes, que no tenga su excep cion y falencia. En el capitulo penultimo desta obra provaremos muy por estenso, que estando naturaleza con fuerças, y no aviendo alguna causa que la impida, haze una differencia de ingenio tan perfecto, que junta en un mesmo supuesto grande entendimiento con mucha ymaginativa y memoria, como sino fueran contrarias, ni tuvieran oposicion natural. [] Esta era propria habilidad y convienen
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te para el officio de la predicacion, si vuiera muchos supuestos que la alcançaran: pero (como diremos enel lugar alegado) son tan pocos, que no e hallado mas que uno de cien mil ingenios que he considerado. Y assi sera menester buscar otra differencia de ingenio mas familiar, aunque no de tanta perfection como la passada. Y assi es de saver que entre los medicos (Gal. lib. 1. simp. c. 15.) y philosophos ay gran dissension, sobre ave riguar el temperamento y calidades del vi nagre, de la colera adusta, y de las cenizas; viendo que estas cosas unas vezes hazen effecto de calor, y otras de frialdad. Y assi se parterion en differentes opiniones: pero la verdad es, que todas aquellas cosas que padecen ustion, y el fuego las a consumido y gastado, son de vario temperamento. La mayor parte del sujeto es frio, y seco: pero ay otras partes entremetidas, tan subtiles y delicadas, y del tanto hervor y calor; que puesto caso que son en pequeña cantidad; pero son mas efficaces en obrar, que todo lo restante del sujecto. Y assi veemos que el vinagre, y la melancholia por adustion, abren y fermentan la tierra, por razon del calor; y no la ciertan, aunque la mayor parte destos humores es fria. [] De aqui se infiere, que los melancholi cos por adustion, juntan grande entendi miento, con mucha ymaginativa: pero todos son faltos de memoria, por la mu cha sequedad y dureza que hizo en el ce
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lebro la adustion. Estos son buenos para pre dicadores, (alomenos los mejores que se puedan hallar) fuera de aquellos perfectos que dezimos: porque aunque les falta la memoria, es tanta la invencion propria que tienen, que la mesma ymaginativa les sirve de memoria, y reminiscencia, y les da figuras y sentencias que dezir, sin aver me nester a nadie. Lo qual no pueden hazer, los que traen aprendido el sermon, palabra por palabra; que faltando de alli, quedan luego perdidos, sin tener quien les provea de materia, para passar adelante. [] Y que la melancholia por adustion, tenga esta variedad de temperamento; frial dad y sequedad, para el entendimiento; y calor para la ymaginativa: dize lo Aristo teles desta manera: Homines melancholici varii inæqualesque sunt; quia vis atræ bilis varia, & inæqualis est: quippe quæ vehemen ter tum frigida tum calida reddi eadem possit. Como si dixera: los hombres melancho licos por adustion, son varios, y desigales en la complexion; porque la colera adusta, es muy desigal: unas vezes se pone calidissi ma, y otras fria sobre manera. [] Las señales con que se co(Tambien son cortos de vi sta, por la mu cha sequedad del celebro. Arist. libro de somno & vi gilia.) nocen los hombres que son deste temperamento, son muy manifiestas. tienen el color de rostro verdinegro, o cenizoso: los ojos muy encendidos; por los quales
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se dixo (Es hombre que tiene sangre enel ojo:) el cavello negro, y calvos: las carnes pocas, asperas, y llenas de vello, las venas muy anchas: son de muy buena conversacion y affables: pero luxuriosos, sobervios, altivos, renegadores, astutos, doblados, injuriosos, y amigos de hazer mal, y vengativos. Esto se entiende quan do la melancholia se enciende: pero si se en fria, luego nacen en ellos las virtudes con trarias, castidad, humildad, temor y reve rencia de Dios, charidad, misericordia, y gran reconocimiento de sus peccados, con sospiros y lagrymas: Por la qual razon viven en una perpetua lucha y contienda, sin te ner quietud ni sossiego. Unas vezes vence enellos el vicio, y otras la virtud: pero con todas estas faltas, son los mas ingeniosos y habiles para el ministerio de la predicacion, y para quantas cosas de prodencia ay enel mundo; porque tienen entendi miento para alcançar la verdad, y gran de ymaginativa para saverla persuadir. Y sino veamos lo que hizo(Cum autem complacuit Deo, qui me segregavit ex utero matris meæ, & vo cavit per gra tiam suam, ut revelaret Fi lium suum in me. Paul. ad Gal. cap. 1.) Dios quando quiso fabricar un hombre en el vientre de su madre, a fin que fuesse ha bil para descubrir al mundo la venida de su hijo, y tu viesse talento para provar y persuadir que Christo era el Mexias prometido en la ley: y hallaremos que haziendole
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de grande entendimiento y mucha ymagi nativa, forçosamente (guardando el orden natural) le sacó colerico y adusto. Y que esto sea verdad, dexase entender facilmen te, considerando el grande fuego y furor con que perseguia la yglesia; y la pena que recibieron las Synagogas, quando lo vie ron convertido; como que vuissen perdi do un hombre de grande importancia, y le vuisse ganado la parte contraria. Entiendese tambien por las repuntas de colera racional, con que hablava, y respondia a los Proconsules, y juezes, que le prendian; deffendiendo su persona, y el nombre de Christo, con tanta maña y destrexa, que a todos los concluya. Era tambien falto de lengua, y no muy expe dito enel hablar: la qual propriedad di xo Aristoteles que tenian los melancholicos por adustion. [] Los vicios que el confiessa tener (antes de su conversion) muestran tambien te ner esta temperatura. Era blasphemo, contumelioso, y perseguidor: todo lo qual nace del mucho calor. Pero la señal mas evidente, que muestra aver fido co lerico adusto; se tomó de aquella batalla continua, que el mesmo confiessa tener dentro de si. Entre la porcion superior & inferior, diziendo: (1. ad Tim. cap. 1.) Video aliam legem in membris meis, repugnantem legi mentis meæ, & ducentem me in captivi tatem peccati. Y esta mesina contienda, he
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mos provado (de opinion de Aristoteles) que tienen los melancholicos por adustion. Verdad es que algunos explican, y muy bien, que esta batalla nacio, de la desorden que hizo el peccado original, entre el espi ritu y la carne: aunque tanta y tan grande, yo creo (tambien) que era de la desigual dad de la atra bilis, que tenia en su compo stura y natural. Porque el Real Propheta David, participava (ygualmente) del pec cato original, y no se quexava tanto como S. Pablo: antes dize, que hallava la porcion inferior, concertada con la razon, quando se queria holgar con Dios: (Psal. 84.) Cor meum & caro mea, exultaverunt in Deum vivum. Y como diremos enel capitulo pe nultimo, David tenia la mejor temperatu ra, de las que naturaleza puede hazer: y de sta provaremos de opinion de todos los Philosophos, que ordinariamente inclina al hombre, a ser virtuoso; sin mucha con tradiction de la carne. [] Luego los ingenios que se han de ele gir para predicadores, son primeramente, los que juntan grande entendimiento con mucha ymaginativa, y memoria: cu yas señales traeremos enel capitulo penul timo. Faltando estos, succeden en su lugar los melancholicos por adustion: Estos juntan grande entendimiento, con mucha ymaginativa: pero son faltos de memoria: Y assi no pueden tener copia de palabras, ni predicar con mucho torrente delante
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el auditorio. Enel tercer lugar suceden, los hombres de grande entendimiento, pero faltos de ymaginativa y memoria: Estos predicaran con mucha desgratia; pero en señaran la verdad. Los ultimos (a quien yo no encomer daria el officio de la predi cacion) son aquellos que juntan mucha memoria, con mucha ymaginativa; y son faltos de entendimiento: Estos se llevan todo el auditorio tras si, y lo tienen suspen so y contento: pero quando mas descuy dados estamos, amanecen en la inquisi cion: porque (ad Rom. cap. 16.) Per dulces sermones & benedictiones seducunt corda in nocentium.

Cap. XI. Como la Theorica de las leyes pertenece a la memoria: y el abogar y juzgar (que es su practica) al entendimien to: y el governar una Republica, a la ymaginativa.

[] EN la lengua Española, no deve carecer de mysterio, que siendo este nombre (letrado) termino comun para todos los hombres de letras, assi Theologos, como legistas, medicos, dialecticos, philosophos, oradores, mathematicos, y astrologos; con todo esso, en diziendo, Fulano es letrado, todos entendemos (de comun consenti
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miento) que su profession es, pericia de ley es, como si este fuesse su appellido proprio y particular, y no de los otros. La respuesta desta duda, aunque es facil, pero para dar la tal qual conviene, es menester saber pri mero, que cosa sea ley; y que obligacion tengan, los que se ponen a estudiar esta facultad, para usar despues della, siendo juezes, o abogados. La ley (bien mirado) no es otra cosa, mas que una voluntad ra co nal del legislator; por la qual explica, de que manera quiere que se determinen los casos, que ordinariamente acontescen en su republica, para conservar los subdi tos en paz, y enseñarles como an de vivir, y de que se an de guardar. Dixe voluntad ra cional; porque no basta que el Rey, o Em perador (que son la causa efficiente de la ley) explique su voluntad, de qualquiera manera, para que sea ley: porque si no es justa y con razon, no se puede llamar ley, ni lo es: como no seria hombre, el que care ciesse de anima racional. Y assi está acor dado, que los reyes, hagan sus leyes con acuerdo de hombres muy sabios y enten didos, para que lleven rectitud, equidad, y bondad, y los subditos las reciban de bue na gana, y esten mas obligados a las guar dar y cumplir. La causa material de la ley, es, que se haga de aquellos casos, que ordi nariamente acontecen en la republica, se gun orden de naturaleza; y no sobre cosas impossibles, o que raramente suceden.
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[] La causa final es, ordenar la vida del hombre, y enseñarle que es lo que ha de hazer, y de que se ha de guardar: para que puesto en razon, se conserve en paz la republica. Por esta causa se mandan escrevir las leyes con palabras claras, no equivocas, escuras, de varios sentidos, sin cifras, ni abreviaturas; y tan patentes y manifiestas, que qualquiera que las leye re, las pueda facilmente entender, y rete ner-las en la memoria. Y por que ninguno pretenda ignorancia, las mandan prego nar publicamente, porque el que las que brantare, pueda ser castigado. [] Atento pues al cuydado y(Non faciatis singuli quod vobis rectum videtur; sed quod præcipio tibi, hoc tan tum facito Domino, nec addas quic quam, nec mi nuas. Deut. cap. 12.) diligencia, que ponen los buenos legisladores (en que sus leyes sean justas y claras) tienen mandado a los juezes, y abogados: que, Nemo in actionibus vel judiciis suo sen su utatur, sed legum authoritate ducatur. Como si dixera: man damos que ningun juez, ni abogado, use de su entendimiento, ni se en tremeta en averiguar, si la ley es justa, o in justa, ni le de otro sentido, mas del que de clara la compostura de la letra. De donde se sigue que los jurisperitos han de construyr el texto de la ley, y tomar el sentido que resulta de la construction, y no otro. [] La qual doctrina supuesta, es cosa muy clara, saber ya; porque razon el legista se
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llama letrado, y no los de mas hombres de letras: y es por ser a letra dado; que quiere dezir, hombre que no tiene libertad de opinar, conforme a su entendimiento; sino que por fuerça ha de seguir la composi cion de la letra. [] Y por tenerlo assi entendido, los muy peritos desta profession, no osan negar ni affirmar, cosa ninguna tocante a la deter minacion de qualquier caso, sino tienen delante la ley, que en proprios terminos lo decida: Y si alguna vez hablan de su cabe ça, interponiendo su decreto y razon, sin arrimarse al derecho, lo hazen con temor y verguença: y assi tienen por refran muy usado, Erubescimus dum sine lege loquimur. Como si dixeran: Entonces tenemos ver guença de juzgar y aconsejar, quando no tenemos ley delante que lo determine. [] Los Theologos no se pueden llamar letrados (en esta significacion:) porque en la divina escriptura, (2. Cor. 3.) Littera occidit, spiritus autem vivificat: Es muy mysteriosa: llena de figuras y cifras; escura, y no patente pa ra todos. Tienen sus vocablos y maneras de hablar, muy differente significacion, de la que saben los vulgares trilingues. Por donde el que construyere la letra, y toma re el sentido que resulta de la construction Grammatical caera en muchos errores. [] Tambien los medicos no tienen letra a que sujetarse: porque si Hippocrates y Galeno, y los demas autores graves desta
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facultad, dizen y affirman una cosa; y la experiencia y razon muestran lo contra rio, no tienen obligacion de seguir-los: y es, que en la medicina, tiene mas fuerça la experiencia, que la razon; y la razon, mas que la auctoridad. Pero en las leyes acon tesce al reves, que su auctoridad, y lo que ellas decretan, es de mas fuerça y vigor, que todas las razones que se pueden hazer en contrario. [] Lo qual siendo assi, tenemos ya el camino abierto, para señalar el inge nio que piden las leyes: porque si el juris perito, a de tener atado el entendimiento y la ymaginacion a seguir lo que dize la ley, sin quitar ni poner; es cierto que esta facultad pertenece a la memoria: y que en lo que se a de travajar, es; saver el numero de leyes y reglas que tiene el derecho; y acordar-se de cada una por si, y referir de cabeça su sentencia y determinacion: para que offre ciendo se el caso, sepan que ay ley que lo determina, y de que forma y mane ra. Por donde me parece, que es mejor differencia de ingenio para ellegista, tener mucha memoria, y poco entendimiento; que mucho entendimiento y poca me moria. [] Porque si no a de usar de su inge nio y habilidad; y a de tener cuenta con tan gran numero de leyes, como ay, y tan desasidas unas de otras; con tantas fa lencias, limitaciones, y ampliaciones; mas vale saver de memoria, que es lo que está determinado en el derecho, para
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cada cosa que se offreciere; que discurrir con el entendimiento, de que manera se podria determinar: porque lo uno es ne cessario, y lo otro impertinente: pues no a de valer otro parecer mas que la determi nacion de la ley. Y assi es cierto, que la theorica de la jurispericia pertenesce a la memoria, y no al entendimiento, ni yma ginativa. Por la qual razon, y por ser las leyes tan positivas, y tener los legistas tan atado el entendimiento a la voluntad del legislador, y no poder ellos interponer su decreto, sin saver con certidumbre la de terminacion de la ley; quando algun pley teante los consulta, tienen licencia del vulgo para dezir, (Yo mirare sobre esto ca so mis libros:) lo qual si dixesse el medico, quando le piden remedia para alguna en fermedad; o el theologo en los casos de consciencia, los ternian por hombres que saven poco en su facultad. Y es la razon, que estas dos sciencias tienen principios universales, y diffiniciones, debaxo de los quales se contienen los casos particulares. Pero en la jurispericia cada ley contiene solo un caso, sin tener que ver con la que se sigue, aunque esten ambas debaxo un mesmo titulo. Por donde es necessario saber todas las leyes, y estudiar cada una en particular, y guardarlas distinctamente en la memoria. [] Pero en contra desto nota Platon (De legibus) una cosa, digna de gran considera
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cion: y es, que en su tiempo tenia por sospe choso al letrado, que sabia muchas leyes de memoria (viendo por experiencia, que los tales no eran tan buenos juezes y abo gados como prometia su ostentacion:) del qual effecto no devio atinar la causa; pues (en lugar tan conveniente) no la dixo: so lo vio por experiencia, que los legistas muy memoriosos, llegados a defenderuna causa, o sentenciarla, no aplicavan el dere cho tan bien como convenia. [] La razon y causa deste effecto, no es difficultoso darla en mi doctrina; supuesto que la memoria es contraria del entendi miento: y que la verdadera interpretacion de las leyes, el ampliarlas, restringirlas, y componerlas con sus opuestos y contra rios, se haze, distinguiendo, infiriendo, ra ciocinando, juzgando, y eligiendo. Las quales obras, hemos dicho muchas vezes atras que son del entendimiento: y el letra do que tuviero mucha memoria, es impos sible poderlas hazer. [] La memoria, ya dexamos notado atras, que no tiene otro officio en la cabeça, mas de guardar con fidelidad las figuras y phan tasmas de las cosas: pero el entendimien to y la ymaginativa, son los que obran con ellas. Y si el letrado tiene toda el arte en la memoria, y le falta el entendimiento y la ymaginativa, no tiene mas habilidad para juzgar y abogar, que el mesmo Codigo, o el Digesto; los quales abraçando en si to
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das las leyes y reglas del derecho con todo esso no pueden hazer un escripto. [] Fuera desta, aunque es verdad, que la ley avia de ser tal, qual dixo su diffini cion: pero por maravilla se hallan las co sas con todas las perfectiones que el en tendimiento las finge. Ser la ley justa y racional, y que provea enteramente para todo lo que puede acontescer, y que se escriva con terminos claros, y que no tenga dubios, ni opuestos, y que no reci va varios sentidos; no todas vezes se pueden alcançar; porque en fin se esta blescio con humano consejo; y este no tiene fuerça para dar orden a todo lo que está por venir. Lo qual(Cogitationes mortalium ti midæ, & in certæ provi dentiæ nostræ. Sap. cap. 9.) se vee cada dia par expe riencia, que despues de aver hecho una ley, con mucho acuerdo, y consejo la tor non en breve tiempo a deshazer: por que publicada. y usando della, se descu brieron mil inconvenientes; los quales (en la consulta) ninguno los alcanço. Por tanto avisa el derecho alos Reyes, y Em peradores: que no tengan verguença de emendar y corregir sus leyes: porque en fin son hombres, y no es de maravillar que y erren; mayormente que ninguna ley, pue de comprehender con palabras ni senten cias, todas las circunstancias del caso que determina: porque la prudencia de los ma los, es mas delicada para inventar hechos;
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que la de los buenos, para proveer como se an de juzgar. y assi está dicho (L. nec leges. ff. de leg.) Neq; leges, nec senatusconsulta ita scri bi possunt, ut omnes casus, qui quandoq; inci derint, comprehendantur: sed sufficit ea quæ plerumq; accidunt contineri. Como si dixera, No es possible escrevir las leyes, de tal ma nera, que comprehendan todos los casos que pueden acontescer: basta determinar aquellos que ordinariamente suelen suce der: y si otros acaescieren que no tengan ley, que en proprios terminos los dicida, no es el derecho tan falto de reglas y prin cipios, que si el juez o el abogado, tiene buen entendimiento para saver inferir, no halle la verdadera determinacion, y defen sion, y de donde sacarla. [] De suerte que si ay mas negocios que leyes, es menester, que enel juez, o enel abogado, ay a mucho entendimiento pa ra hazer las de nuevo: y no de qual quiera manera, sino que por su buena consonancia las reciva, sin contradicion, el derecho. Esto no lo pueden hazer los le trados de mucha memoria: porque si no son los casos que el arte les pone en la bo ca, cortados y maxcados, no tienen habili dad para mas. Suelen apodar al letrado, que sabe muchas leyes de memoria al ro pavejero, que tiene muchos sayos corta dos a tiento en su tienda: el qual para dar uno a la-medida del que se lo pide, se los prueva todos; y si ninguno le assienta, de
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spide al mercante: Pero el letrado de buen entendimiento, es como el buen sastre, que tiene las tigeras en la mano, y la pieça de paño en casa: el qual tomando la medida, corta un sayo al talle del que lo pide. Las tigeras del buen abogado, es el entendi miento agudo, con el qual toma la medi da al caso, y le viste la ley, que lo determi na: y si no la halla entera, y que en proprios terminos lo dicida, de remiendos y peda ços del derecho, le haze una vestidura, con que defenderlo. [] Los legistas que alcançan tal ingenio y habilidad, no se deven llamar letrados; porque no construyen la letra, ni estan atenidos a las palabras formales de la ley: Antes parecen legisladores, o juris consultos: a los quales las mesmas leyes estan pidiendo y preguntando. Porque si ellos tienen poder y auctoridad de inter pretar-las, coarctar-las, ampliar-las, y sa car dellas exceptiones y falencias; y las pueden corregir, y emendar; bien dicho está, que parecen legisladores. [] De tal saver como este, se dixo (ff. de legi bus & Sen. consult. & longa consu et.) Scire le ges, non hoc est verba earum tenere. sed vim ac potestatem habere. Como si dixera, no piense nadie que saber las leyes, es tener de memo ria las palabras formales con que estan escri tas; sino entendar hasta donde se extenden sus fuerças, y que es lo que pueden deter minar: porque su razon está sujeta, a mu
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chas variedades, por causa de las circunstan cias: assi del tiempo, como de la persona, lugar, modo, materia, causa, y cosa. Todo loqual haze alterar la determinacion de la ley. Y si el juez o abogado, no tiene enten dimiento para sacar de la ley, o para quitar o poner, lo que ella no puede dezir con pa labras; hara muchos errores, siguiendo la letra. Por tanto se dixo (Glos. in l. damni. §. si is. ver. aliquas. de damno infecto.) Verba le gis non sunt capienda Iudaicè. Como si dixe ra, las palabras de la ley, no se han de inter pretar al modo Iudayco, que es construyr la letra, y tomar el sentido literal. [] Por lo dicho concluymos, que el abo gacia es obra del entendimiento; y que si el letrado tuviere mucha memoria, no vale nada para juzgar, ni abogar (por la re pugnancia destas dos potencias:) y esta es la causa, por donde los letrados muy me moriosos, que nota Platon , no defendian bien los pleytos, ni aplicavan el derecho como convenia. Pero una difficultad se of frece en esta doctrina, y al parecer no es liviana: porque si el entendimiento es el que assienta el caso, en la propria ley que lo determina; distinguiendo, limitando, ampliando, infiriendo, y respondiendo a los argumentos de la parte contraria; co mo es possible hazer esto el entendimien to, si lo memoria no le pone delante todo el derecho? porque (como arriba diximos) está mandado que, Nemo in actionibus vel
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judiciis suo sensu utatur, sed legum authorita te ducatur. Conforme a esto, es menester sa ber primero todas las leyes y reglas del de recho, antes que pueda echar mano de la que haze al proposito del caso: porque aun que hemos dicho que el abog ado de buen entendimiento, es muy señor de las leyes: pero todas sus razones y argumentos, an de yr arrimados a los principios desta fa cultad, sin los quales son de ningun effe cto, y valor. Y para poder hazer esto, es menester tener mucha memoria, que guarde y retenga tan gran numero de leyes como estan escritas en los libros. [] Este argumento prueva, que es necessa rio que para que el abogado tenga perfecti on, se junten en el grande entendimien to, y mucha memoria; lo qual yo confiesso: pero lo que quiero dezir, es, que ya que no se puede hallar grande entendimiento con mucha memoria (por la repugnancia que ay) que es mejor que el abogado tenga mucho entendimiento y poca memoria, que mucha memoria y poco entendimien to: porque para la falta de la memoria, ay muchos remedios; como son los libros, las tablas, abecedarios, y otras invencio nes que an hallado los hombres: pero si falta el entendimiento, con ninguna cosa se puede remediar. [] Fuera desto dize Aristoteles (Lib. de me mor. & reminiscentia,) que los hombres de grande entendimiento (aunque son fal
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tos de memoria) tienen mucha remini scencia: con la qual, de lo que una vez han visto, oydo o leydo, tienen cierta noticia confusa, sobre la qual discurrien do, la vuelven a la memoria. Y puesto caso que no vuiera tantos remedios, para representar todo el derecho al entendi miento; estan las leyes fundadas en tanta razon, que los antiguos dize Pla ton que llamavan a la ley prudencia, y razon. Por donde el juez, o el abogado, de grande entendimiento (juzgando, o acon sejando) aunque no tuviesse la ley delan te, erraria pocas vezes, por tener con sigo el instrumento, con que los Emperadores hizieron las leyes. Y assi acontesce muchas vezes, dar un juez de buen ingenio, una sentencia sin saber la decision de la ley; y hallarla despues escrita en los libros; y lo mesmo veemos. que acontesce a los abo gados, quando alguna vez dan su parecer a tiento. [] Las leyes y reglas del derecho, bien mirado, son la fuente o origen de donde los abogados sacan los argumentos y ra zones, para provar lo que quieren: y esta obra es cierto que se haze con el en tendimiento: de la qual potencia si ca rece el abogado, o la tiene remissa, jamas sabra formar un argumento, aunque se pa todo el derecho de memoria. Esto veemos claramente que acontece en los que estudian oratoria [faltandoles el ha
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bilidad para ella] que aunque aprendan de memoria los topicos de Ciceron [que son las fuentes de don de manan los ar gumentos que ay, para provar cada pro blema por la parte affirmativa y negati va] jamas saben formar una razon: y vienen otros de grande ingenio y habili dad, sin ver libro ni estudiar los topicos, a hazer mil argumentos acomodados al pro posito que son menester. [] Esto mesmo passa en los legistas de mu cha memoria, que recitaran todo el dere cho con gran fidelidad: y no sabran sacar de tanto numero de leyes como ay, un ar gumento para fundar su intencion. Por lo contrario ay otros que con aver estudiado mal en Salamanca, y sin tener libros, ni aver passado, hazen maravillas enel abogacia. [] De donde se entiende quanto importe a la republica, que ay a esta election, y exa men de ingenios para las sciencias; pues unos sin arte saben y entienden lo que an de hazer, y otros cargados de preceptos y reglas (por no tener el habilidad que re quiere la practica) hazen mil disparates. Luego si el juzgar y abogar se hazen di stinguiendo, infiriendo, raciocinando, y eligiendo; razon sera que el que se pusie re a estudiar leyes, tenga buen entendi miento; pues tales obras pertenecen a esta potencia, y nota la memoria, ni yma ginativa. [] De que manera se puede entender, si
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el muchacho alcança esta differencia de ingenio, o no, sera bien saberlo: pero antes conviene averiguar que calidades tiene el entendimiento, y quantas diffe rencias abraça en si, para que con distin ction sepamos a qual dellas pertenescen las leyes. [] Quanto a lo primero, es de saber, que aunque el entendimiento, es la potencia mas noble del hombre, y de mayor dignidad: pero ninguna ay que con tanta facilidad se engañe acerca de la verdad, como el. Esto començo Aristoteles (Lib. de anima cap. 3.) a provar, diziendo, que el sentido siempre es verdadero; pero el entendimiento, por la mayor parte raciocina mal. Lo qual se vee claramente por experiencia: porque si no fuesse assi, avia de aver entre los graves Phi losophos, Medicos, Theologos y Legi stas, tantas dissensiones, tan varias senten cias, tantos juyzios y pareceres sobre cada cosa; no siendo mas de una la verdad? [] De donde les nazca a los sentidos te ner tanta certidumbre de sus objectos, y el entendimiento ser tan facil de engañar conel suyo, bien se dexa entender, consi derando que los objectos de los cinco sentidos, y las especies con que se cono cen, tienen ser real, firme y estable, por naturaleza, antes que los conozcan. Pero la verdad, que el entendimiento ha de contemplar, si el mesmo no la haze, y no la compone, ningun ser formal tiene de
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suyo: toda esta desbaratada, y suelta en sus materiales (como casa convertida en piedras, tierra, madera y teja) de los qua les se podrian hazer tantos errores en el edificio, quantos hombres llegassen a edi ficar, con la ymaginativa. Lo mesmo passa en el edificio que el entendimiento haze (componiendo la verdad) que si no es el que tiene buen ingenio, todos los de mas haran mil disparates, con unos mesmos principios. De aqui proviene, aver entre los hombres tantas opiones, acerca de una mesma cosa; porque cada uno haze tal composicion y figura, como tiene el enten dimiento. [] De estos errores y opiniones, estan reser vados los cinco sentidos: porque ni los ojos hazen el color, ni el gusto los savores, ni el tacto las calidades tangibles: todo está hecho y compuesto por naturaleza, antes que cada uno conozca su objecto. [] Por no estar advertidos los hombres en esta triste condicion del entendimien to, se atreven a dar (confiadamente) su parecer; sin saber con certidumbre, qual es la manera de su ingenio, y si compone bien o mal la verdad. Y sino, pregunte mos a algunos hombres de letras; que (despues de aver escrito y confirmado su opinion, con muchos argumentos y ra zones) an mudado en otro tiempo la sen tencia y parecer: quando, o como podran entender, que atinaron a hazer la compo
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stura verdadera? La primera vez ellos mes mos confiessan averla errado, pues se retra ctan de lo que antes dixeron. La segunda, yo digo, que han de tener menos confian ça de su entendimiento: porque la poten cia, que una vez compuso mal la verdad, y su dueño estuvo tan confiado en los argu mentos y razones, ya ay sospecha que lo podra hazer otra, aviendo la mesma razon: mayormente, que se ha visto por experien cia, tener al principio la verdadera opinion, y despues contentarle otra peor, y menos probable. [] Ellos tienen por bastante indicio, de que su entendimiento compone bien la verdad, en verle aficionado a aquella fi gura. y que ay argumentos y razones, que le mueven y concluyen a componer de tal manera: y realmente estan enga ñados, porque la mesma proporcion tie ne el entendimiento con sus falsas opi niones, que las otras potencias inferiores (cada una con las differencias de su obje cto:) porque si preguntassemos a los medicos, que manjar es mejor y mas sa broso, (Hipp. lib. de aliment.) de quantos usan los hombres? yo creo que dirian que ninguno ay (para los hombres destem plados, y de mal estomago) que absoluta mente sea bueno ni malo, sino tal qual fue re el estomago donde cayera: porque ay estomago (dize Galeno Lib. 1. de aliment. fa. cap. 1.) que se halla mejor con carne de
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vaca, que con gallinas, y truchas: y otros que aborrescen los huevos y leche; y otros se pierden por ellos. Y en la manera de ade reçar la comida, unos quieren la carne as sada, y otros cozida: y en lo assado, unos se huelgan comer la carne corriendo san gre, y otras tostada y hecha carbon: Y lo que mas es de notar, que el manjar que oy se come con gran gusto y sabor, mañana lo aborrescen, y apetescen otro peor. To do esto se entiende, estando el estomago bueno y sano: pero si cae en una enferme dad que llaman los medicos, pica o mala cia; alli acontescen apetitos de cosas, que aborresce la naturaleza humana; pues le haze mejor gusto, yesso, tierra, y carbones, que gallinas y truchas. [] Si passamos a la facultad generativa, hal laremos en ella otros tantos apetitos y va riedades: porque ay hombres que apetes cen una muger fea, y aborrescen la hermo sa: a otros da mas contento la necia, que la sabia: la gorda les pone hastio, y aman la flaca: las sedas y atavios los offende, y se pierden por una muger llena de handrajos. Esto se entiende estando los miembros ge nitales en su sanidad: pero si caen en la en fermedad del estomago, que llamamos malacia, apetescen bestialidades nefandas. [] Lo mesmo passa en la facultad sensiti va: porque de las calidades tangibles, duro, blando, aspero, liso, caliente, frio, humedo, y seco, ninguna contenta a to
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dos los tactos: porque enla cama dura av hombres que duermen mejor que en la blanda; y otros en la blanda mejor que en ladura. [] Toda esta variedad de gustos, y apeti tos estraños, se hallan en las compostu ras que el entendimiento haze: por que si juntamos cient hombres de letras, y les proponemos alguna question, cada uno haze juyzio particular, y razona de dif ferente manera: un mesmo argumento a uno parece razon sophistica, a otro probable; y a otro le concluye, como si fuesse demostracion. Y no solo tiene verdad, en diversos entendimientos: pe ro aun veemos por experiencia, que una mesma razon concluye a un mesmo en tendimiento, en un tiempo, y en otro no. Y assi veemos cada dia mudar los hom bres el parecer. unos cobrando con el tiempo mas delicado entendimiento, co nocen la falta de la razon que antes los movia: y otros (perdiendo el buen tempe ramento de celebro) aborescen la verdad, y apruevan la mentira. [] Pero si el celebro cae enla enfermedad, que llamamos malacia, alli veremos juy zios y composturas estrañas; los falsos argumentos y flacos hazen mas fuerça que los fuertes, y muy verdaderos: al buen argumento le hallan respuesta, y el malo los haze rendir: De las premissas que sale la conclusion verdadera, sacan la
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falsa; con argumentos estraños, y dispa ratas razones, pruevan sus malas ymagi naciones. [] En lo qual advirtiendo los hombres gra ves y doctos, procuran dar su parecer, cal lando las razones en que se fundaron: por que estan los hombres persuadidos, que tanto vale la auctoridad humana, quanto tiene de fuerça la razon en que se funda: y como los argumentos son tan indifferen tes para concluyr (por la variedad de los entendimientos) cada uno juzga de la ra zon conforme al ingenio que alcança. y assi se tiene por major gravedad dezir, Este es mi parecer, por ciertas razones que a ello me mueven, que explicar los argumen tos en que restrivaron. Pero ya que los fuerçan a que den ra zon de su sentencia, ningun argumento dexan, por liviano que sea: porque el que no piensan, concluye y haze mas effecto que el muy bueno. [] En lo qual se muestra la gran miseria de nuestro entendimiento, que compone y divide, argumenta y razo na; y despues que ha concluydo, no tiene prueva ni luz, para conocer si su opinion es verdadera. Esta incertidumbre tienen los Theolo gos, en las materias que no son de fee: por que despues de aver razonado muy bien, no ay prueva infalible ni sucesso evidente que descubra quales razones son las mejo res. y assi cada Theologo opina como me
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jor lo puede fundar: Y con responder con aparencia a los argumentos de la parte contraria, escapa con honra, y no ay mas que aguardar. Pero cuytado del Medico, y del Capitan general, que despues de aver razonado muy bien, y desecho los funda mentos de la parte contraria, se a de aguar dar el sucesso: el qual si es bueno, queda por sabio; y si malo, todos entienden que se fundó en malas razones. [] En las cosas de fee, que la yglesia pro pone, ningun error puede aver: porque entendiendo Dios, quan inciertas son las razones humanas, y con quanta facili dad se engañan los hombres, no consintio que cosas tan altas, y de tanta importan cia, quedassen a sola su determinacion: sino que en juntandose, dos, o tres, en su nombre, con solemnidad de la yglesia, luego se pone en medio, por presidente del acto; donde lo que dizen bien, a prue va; los errores aparta; y lo que no se puede alcançar con fuerças humanas re vela. Y assi la prueva que tie(Deus revelat profunda & abscondita. Dan. cap. 2.) nen las razones que se hazen en las materias de fee, es mi rar, si pruevan, o infieren, lo mesmo que dize y declara la yglesia Ca tholica: porque si se colige algo en contra rio ellas son malas, sin falta ninguna. Pero en las demas questiones (dende el entendi miento tiene libertad de opinar) no ay ma nera inventada, para saber quales razones
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concluyen, ni quando el entendimiento compone bien la verdad. Solo se restriva en la buena consonancia que hazen. y este es un argumento, que puede engañar: por que muchas cosas falsas, suelen tener mas aparencia de verdad, y mejor probacion, que las muy verdaderas. [] Los medicos, y los que goviernan el arte militar, tienen por prueva de sus ra zones el sucesso, y la experiencia: por que si diez capitanes pruevan con mu chas razones, que conviene dar la batalla, y otros tantos defienden que no; lo que sucediere, confirmara la una opinion, y reprovara la contraria. Y si dos medicos litigan sobre si el enfermo morira, o vivi ra; sanando o muriendo, se descubrira, qual traya mejores razones. Pero con to do esso, aun no es bastante prueva el suces so; porque teniendo un efecto muchas causas, bien puede suceder bien por la una, y las razones yr fundadas en otra causa contraria. [] Tambien dize Aristoteles, (Lib. 1. Top.) que para saber que razones concluyen, es bien seguir la comun opinion: porque de zir y affirmar una mesma cosa muchos sa bios varones, y concluyrse todos con unas mesmas razones; argumento es (aunque topico) que son concluyentes, y que com ponen bien la verdad. Pero bien mirado, tambien es prueva engañosa: porque en las fuerças del entendimiento, mas vale la
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intencion, que el numero; que no es como en las fuerças corporales, que juntandose muchos para levantar un peso, pueden mu cho; y siendo pocos, pueden poco. Pero para alcançar una verdad muy escondi da, mas vale un delicado entendimiento, que cien mil no tales: y es la causa; que los entendimientos no se ayudan, ni de muchos se haze uno, como en la virtud corporal. Y por tanto dixo el sabio: Multi pacifici sint tibi, & consiliarius unus de mille. Como si dixera, ten muchos amigos que te defiendan, si fuere menester venir a las manos: pero para tomar consejo, elige uno entre mil. La qual sentencia apunto tambien Era clito, diziendo, Vnus mihi instar est mille. [] En los pleytos y causas, cada letrado opi na, como mejor lo puede fundar en dere cho; pero despues de aver razonado muy bien, no tiene arte, para conocer con certi dumbre, si su entendimiento a hecho la composicion, que la verdadera justicia a menester. porque si un abogado prueva con el derecho, que este que de manda tie ne justicia; y otro defiende, con el mesmo derecho que no: que remedio ay para sa ver qual destos dos abogados forma me jores razones? La sentencia del juez, no haze demonstracion de la verdadera justicia, ni se puede llamar sucesso, porque su sen tencia es tambien opinion, y no haze mas que arrimarse al uno de los dos abogados:
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y crecer el numero de los letrados en un mesmo parecer, no es argumento para pen sar que lo que aquellos votan, es la verdad: porque ya hemos dicho y provado, que muchos entendimientos ruynes (aunque se junten para descubrir alguna verdad muy escondida) jamas llegaran a la virtud y fuerças de uno solo, si es muy subido de punto. [] Y que no haga prueva, ni demostra cion la sentencia del juez, veese claramen te: porque en otro tribunal superior la re vocan, y juzgan de otra manera: y lo peor es, que puede acontecer, tener el juez infe rior, mejor entendimiento que el superior; y ser su parecer mas conforme a razon. Y que la sentencia del juez superior, no sea tambien prueva de la justicia, es cosa mas manifesta: porque de los mesmos autos (sin quitar ni poner) y de los mesmos jue zes, veemos cada dia que salen sentencias contrarias. Y el que una vez se engaño (estando tan confiado de sus razones) ya ay sospecha que lo hara otra: y assi menos confiança se ha de tener de su sentencia: porque, Qui semel est malus, &c. [] Los abo gados (viendo la gran variedad de enten dimientos que tienen los juezes, y que ca da uno está afficionado a la razon que qua dra con su ingenio; y que en un tiempo se concluyen con un argumento, y otro dia con el contrario) se atreven a deffender cada pleyto, por la parte affirmativa, y ne
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gativa: Mayormente viendo por experien cia, que de ambas maneras, alcançan la sentencia en su favor. Y assi se verifica muy bien lo que dixo la sabiduria (Sap. cap. 9.) Cogitationes mortalium timidæ, & in certæ providentiæ nostræ. [] El remedio pues que ay para esto (ya que las razones de la jurispericia carescen de prueva, y experien cia) es elegir hombres de grande entendi miento: para ser juezes, y abogados: por que las razones y argumentos de los tales, dize Aristoteles (Lib. 1. metaphys. cap. 1.) que son tan ciertos, y firmes, como la mesma experiencia. Y haziendo esta election, pa rece que la republica quedaria segura, de que sus officiales administran justicia. Y si los consienten entrar todos de tropel, y sin hazer prueva de su ingenio [como aora se usa] acontesceran siempre las fealdades, que hemos notado. [] Con que señales se podra conocer si el que quiere estudiar leyes, tiene la differen cia de entendimiento, que esta facultad a menester; ya lo emos dicha atras, en algu na manera. pero para refrescar la memoria, y provar-lo mas por estenso es de saver, que el mochacho que puesto a leer, conociere presto las letras, y dixere con facilidad, cada una como se llama [salteadas en el ABC] que es indicio de tener mucha memoria: porque tal obra como esta, es cierto, que no la haze el entendimiento, ni la ymagina tiva: antes es officio de la memoria guar
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dar las figuras de las cosas, y referir el nom bre de cada una, quando es menester: y si tiene mucha memoria, ya emos provado atras, que se siguela falta del entendi miento. [] Tambien el escrevir con facilidad, y ha zer buenos rasgos, y letras, diximos, que descubria la ymaginativa: y assi el mocha cho que en pocos dias assentare la mano, y hiziere los reng lones derechos, y la letra pareja, y con buena forma, y figura; ya es mal indicio, para el entendimiento: por que esta obra se haze con la ymaginativa: y estas dos potencias tienen la contrariedad que hemos dicho, y notado. [] Y si puesto en la Grammatico, la apren diere con poco travajo, y en breve tiempo hiziere buenos Latines, y escriviera cartas con elegancia: y se le pegaren las clausulas rodadas de Ciceron, jamas será buen juez, ni abogado; porque es indicio, que tiene mucha memoria: y si no es por gran mara villa, a de ser falto de entendimiento. Pero si este porfiare a estudiar leyes, y permaneciere en las escuelas, muchos dias, sera famoso lector, y le seguiran muchos oyentes; porque la lengua La tina es muy graciosa en la cathedra: y para leer con grande aparencia, son me nester muchas alegaciones, y a montonar en cada ley, todo lo que está escrito so bre ella: Para lo qual es mas necessaria la memoria, que el entendimiento. Y aun
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que es verdad, que la cathedra se ha de di stinguir, inferir, raciocinar, juzgar, y elegir, para sacar el sentido verdadero de la ley: pero en fin pone el caso como mejor le pa rece, y trae los dubios, y opuestos a su gu sto; y da la sentencia como quiere, y sin que nadie le contradiga: para lo qual basta un mediano entendimiento: Pero quando un abogado ayuda al actor, y otro defiende al reo, y otro letrado a de ser el juez; es pley to vino, y no se parla tan bien como esgri miendo sin contrario. [] Y si el mochacho no aprovare bien en la Grammatica, ya ay sospecha que pue de tener buen entendimiento: y digo que ay sospecha, porque no se infiere ne cessariamente, tener buen entendimien to, el que no pudo aprender Latin, avien do provado atras, que los mochachos de fuerte ymaginativa, jamas salen con la lengua Latina. pero quien esto lo puede descubrir, es la dialectica; porque esta sciencia, tiene la mesma proporcion con el entendimiento, que la piedra del to que, conel oro. Y assi es cierto, que si en un mes o dos no comiença el que oye artes, a discurrir, ni difficultar, ni se le of frecen argumentos y respuestas en la ma teria que se trata, que no tiene entendi miento ninguno: pero si en esta sciencia aprovare bien, es argumento infalible, que tiene el entendimiento que requie ren las leyes: y assi se puede partir luego
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a estudiarlas, sin mas aguardar. Aunque yo ternia por mejor, oyr todo el curso de artes primero; porque no es mas la dialectica para el entendimiento, que las travas que echamos en los pies y manos de una mula cerril, que andando algunos dias con ellas, toma un passo assentado y gracioso. Esse mesmo andar toma el en tendimiento en sus disputas, travando lo primero con las reglas y preceptos de la dialectica. [] Pero si este mochacho (que vamos exa minando) no sa lio bien conel Latin; ni a provo en la dialectica como convenia; es menester averiguar si tiene buena ymagina tiva, antes que lo echemos fuera de las leyes: porque en esto ay un secreto muy grande, y es bien que la republica lo sepa: y es, que ay letrados, que puestos en la cathedra, ha zen maravilla en interpretacion del dere cho; y otros enel abogacia: y poniendolos una vara en la mano, no tienen mas habi lidad para governar, que si las leyes no se vuieran hecho a aquel proposito. Y por lo contrario, ay otros que con tres leyes mal savidas, que aprendieron en Salaman ca, puestos en una governacion, no ay mas que dessear enel mundo. Del qual efecto, estan admirados algunos curiosos: por no atinar la causa de donde pueda nacer. Y es la razon: que el governar pertenesce a la ymaginativa, y no al entendimiento, ni memoria.
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Y que sea assi, es cosa muy clara de pro var, con si derando, que la republica a de estar compuesta por orden y concierto, cada co sa en su lugar: de manera que todo junto haga buena figura, y correspondencia. Y esto hemos provado muchas vezes atras, que es obra de la ymaginativa. Y no seria mas poner a un gran letrado por go vernador, que hazer a un sordo, juez de la musica: pero esto se ha de entender comu nemente, y no que sea regla universal. Por que ya emos provado, que ay manera para que naturaleza pueda juntar grande en tendimiento, con mucha ymaginativa. Y assi no repugnara, ser grande abogado, y famoso governador; y adelante descubri remos, que estando naturaleza con todas las fuerças que puede alcançar, y con ma teria bien sazonada, hara un hombre de grande memoria, de grande entendimien to, y de mucha ymaginativa: El qual (estu diando leyes) sera famoso lector, grande abogado, y no menos governador: pero haze naturaleza tan pocos destos, que pue de passar la regla por universal.
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Cap. XII. Como se prueva que la Theorica de la Medicina, parte della pertenesce a la memoria; y parte al entendimiento: y la practica a la ymaginativa.

[] EN el tiempo que la Medicina de los Arabes florescio, uno en ella un Medi co grandemente affamado, assi en leer co mo en escrevir, argumentar, distinguir, re sponder, y concluyr; del qual se tenia en tendido [attento a su grande habilidad] que avia de resuscitar los muertos, y sanar qualquiera enfermedad: y aconteciale tan al reves, que no tomava enfermo en las manos, que no lo echasse a perder. De lo qual corrido y affrentado, se vino a meter frayle, quexandose de su mala fortuna, y no entendiendo la razon y causa de donde po dia nacer. [] Y porque los exemplos mas frescos hazen mayor provocacion, y convencen mas al sentido, es opinion de muchos medicos graves, que Ioan Argenterió (medico moderno de nuestro tiempo) hizo gran ventaja a Galeno, en reduzir a mejor methodo el arte de curar: y con to do esso se cuenta del, que era tan desgra ciado en la practica, que ningun enfermo de su comarca, se osava curar con el (temi endo sus malos sucessos:) delo qual parece
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que tiene el vulgo licencia de admirarse, viendo por experiencia, no solamente ene stos que emos referido; pero aun en otros muchos que traemos entre los ojos, que en siendo el medico muy gran letrado, por la mesma razon es inhabil para curar: del qual efecto procuró Aristoteles dar la ra zon y causa; y no la pudo atinar. El pensa va que no acertar los Medicos racionales de su tiempo a curar, nacia de tener cono cimiento del hombre en comun, e ignotar la naturaleza del particular (al reves de los empiricos, cuyo estudio y diligencia era, saver las propriedades individuales de los hombres, y no darse nada por el universal:) pero no tuvo razon: porque los unosy los otros se exercitan en curar los singulares, y travajan quanto pueden en averiguar esta naturaleza particular. [] Y assi la difficultad no está sino en sa ber por que razon los medicos muy letra dos, aunque se exercitan toda la vida en cu rar, jamas salen con la practica: y otros ydio tas con tres o quatro reglas de Medicina que aprendieron en las escuelas, en muy menos tiempo saven mejor curar? [] La respuesta verdadera de esta duda no tiene poca difficultad: pues Aristoteles no la alcançó, aunque en alguna manera dixo parte della. Pero restrivando en los prin cipios de nuestra doctrina, la daremos en teramente. Y assi es de saver,(Gal. lib. 9. meth. cap. 9.) que en dos cosas consiste la
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perfection del medico, tan necessarias pa ra conseguir el fin de su arte, quanto son dos piernas para andar sin coxquear. La primera es, en saver por methodo los pre ceptos y reglas de curar al hombre en co mun, sin decender en particular. La segun da, en averse exercitado mucho tiempo en curar, y conocer por vista de ojos gran nu mero de enfermos: porque los hombres, ni son tan diferentes entre si, que no con vengan en muchas cosas, ni tan unos que no aya entre ellos particularidades de tal condicion: que ni se pueden dezir ni escre vir, ni enseñar, ni recoger-las, de tal mane ra que se puedan reduzir a arte; sino que conocerlas, a solos aquellos les es dado, que muchas vezes la vieron y trataron. Lo qual se dexa entender facilmente, considerando, que siendo el rostro del hombre compuesto de tan poco nume ro de partes; como son, dos ojos, una na riz, dos mexillas, una boca, y frente; haze naturaleza tantas composturas, y combi naciones, que si cien mil hombres se jun tan, cada uno tiene su rostro tan singular y proprio, que por maravilla hallaran dos, que totalmente se parezcan. [] Lo mesmo passa en quatro elementos, y quatro calidades primeras, calor, frial dad, humedad y sequedad: del armonia de las quales se compone la salud y vida del hombre. Y de tan poco numero de partes como estas, haze naturaleza tantas
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proporciones; que si cien mil hombres se engendran, cada uno sale con su sani dad tan singular (y proprio para si) que si Dios (milagrosamente) de improviso, les trocasse la proporcion destas calida des primeras, todos quedarian enfermos; sino fuessen dos, o tres, que (por grande acierto) tuviessen la mesma consonancia y proporcion. De lo qual se infieren ne cessariamente dos conclusiones. La pri mera es, que cada hombre que enferma re, se ha de curar conforme a su particu lar proporcion; de tal manera, que si el medico no la buelve a la consonancia de los humores y calidades que el antes te nia, no queda sano. La segunda es, que para hazer esto (como conviene) es ne cessario que el medico aya visto y tratado al enfermo muchas vezes en sanidad, to mandole el pulso, y viendo que urina es la suya, y que color de rostro, y que templan ça: para que quando enfermare, pueda juzgar, quanto dista de su sanidad: y cu randole, sepa hasta donde lo a de restituyr. [] Para lo primero (que es saver y entender la theorica, y compostura del arte) dize Galeno, que es necessario tener grande en tendimiento, y mucha memoria: porque parte de la Medicina consiste en razon; y parte en experiencia, y historia. Para lo primero es menester el entendimiento; y para lo otro, la memoria. Y como sea tan difficultoso junta estas dos potencias en
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grado intenso, por fuerça a de quedar el medico falto en la theorica: y assi veemos muchos medicos grandes Latinos y Grie gos, grandes anatomistas, y herbolarios (que son obras de la memoria;) y metidos en argumentos y disputas, y en averiguar la razon y causa de qualquiera efecto, (lo qual pertenesce al entendimiento) no sa ven nada. Al reves acontesce en otros, que en la Dialectica y Philosophia del arte, mue stran grande ingenio y habilidad: y meti dos en Latin y Griego, en yerbas, y ana tomia, jamas salen con ello: por ser fal tos de memoria. por esta razon dixo Ga leno: (De ord. lib. suorum:) Mirum non est, in tanta hominum multitudine, qui in medi ca, & philosophica exercitatione studioque ver santur, inveniri tam paucos, qui rectè in illis profecerint. Como si dixera: No me mara villo, que en tanta muchedumbre de hom bres (como se dan a la Medicina) tan pocos falgan con ella. y dando la razon, dize que a penas se halla el ingenio, que esta sciencia a menester, ni maestro que la enseñe con perfection, ni quien la estudie con diligen cia y cuydado. Pero con todas estas razones y causas, anda Galeno a tiento, por no sa ver puntualmente en que consiste no salir ningun hombre con la medicina. [] Pero en dezir, que a penas se halla en los hombres, el ingenio que esta sciencia a menester, dixo la verdad: aunque no
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tan especificadamente, como agora lo di remos; que por ser tan difficultoso de juntar grande entendimiento, con mu cha memoria, ninguno sale perfectamen te con la theorica de la medicina. Y por aver repugnancia, entre el entendimien to, y la ymaginativa (a quien aora prova remos que pertenesce la practica, y el sa ver curar con certidumbre) por maravi lla se halla medico que sea gran theorico, y practico: ni al reves, gran practico, y que sepa mucha theorica. [] Y que la yma ginativa sea la potencia de que el medico se aprovecha, enel conocimiento y curas de los particulares; y no del entendimien to; es cosa muy facil de provar, supuesta la doctrina de Aristoteles: el qual dize, que el entendimiento no puede conocer los singulares, ni differenciar uno de otro, ni conocer el tiempo y lugar, ni otras parti cularidades, que hazen differir los hom bres entre si, y curarse cada uno de diffe rente manera: y es la razon (segun dizen los philosophos vulgares) ser el entendi miento potencia spiritual, y no poder se al terar delos singulares, por estas llenos de materia. Y por esso dixo Aristoteles, que el sentido es delos singulares, y el entendi miento de los universales. Luego si las cu ras se an de hazer, en los singulares, y no en los universales (que son ingenerables, y incorruptibles) impertinente potencia es el entendimiento para curar.
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[] La difficultad es aora: porque los hombres de grande entendimiento, no pueden tener buenos sentidos exteriores, para los singulares, siendo potencias tan disparatas? Y está la razon muy clara; y es, que los sentidos exteriores, no pue den obrar bien, sino assiste con ellos la buena ymaginativa. Y esto hemos de provar de opinion de Aristoteles, [Lib. 3. de anima,] el qual queriendo declarar que cosa es la ymaginativa, dize que es un mo vimiento causado del sentido exterior: de la manera que el color [que se multiplica de la cosa colorada] altera el ojo: y assi es que este mesmo color, que está en el hu mor crystalino, passa mas a dentro a la yma ginativa; y haze enella la mesma figura que estava enel ojo. y preguntado con qual de stas dos especies se haze el conocimiento del singular? todos los philosophos dizen [y muy bien] que la segunda figuras es, la que altera la ymaginativa: y de ambas a dos se causa la noticia; conforme a aquel dicho tan comun: Ab objectis & potentia, paritur notitia. Pero de la primera que está en el humor crystalino, y de la potencia visiva, ningun conocimiento se haze, si no advierte la ymaginativa. lo qual prue van los medicos claramente, diziendo; Que si a un enfermo le cor-(Quicunque qua corporis parte dolentes, dolorem non sentiunt, iis mens agrotat. Hipp. 2. apho. 6.) tan la carne, o se queman; y que todo esto, no le causa dolor, que es señal de estar la
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ymaginativa distrayda, en alguna profunda contem placion. y assi lo veemos tambien por experiencia en los sanos: que si estan distraydos en alguna yma ginacion, ni veen las cosas que tienen de lante; ni oyen, aunque los llamen; ni gu stan del manjar sabroso, o dessabrido, aun que lo comen. Por donde es cierto, que la ymaginativa es la que haze el juyzio y co nocimiento de las cosas particulares; y no el entendimiento, ni los sentidos exterio res. De donde se sigue muy bien, que el medico que supiere mucha Theorica, o por tener grande entendimiento, o grande memoria; que será por fuerça ruyn practi co, por la falta que ha de tener de ymagi nativa: Y por lo contrario, el que saliere gran practico, forçosamente ha de ser ruyn Theorico: porque la mucha ymaginativa, no se puede juntar con mucho entendi miento, y memoria. Y esta es la causa, por donde ninguno puede salir muy consuma do en la medicina, ni dexar de errar en las curas; porque para no coxquear en la ob ra, ha menester saber el arte y tener buena ymaginativa, para poderla executar. y estas dos cosas, hemos provado, que son incom patibles. [] Ninguna vez llega el medico a cono cer y curar qualquiera enfermedad, que tacitamente dentro de si, no haga un si logismo en darii, aunque sea empirico: y
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la primera de las premissas, pertenesce su provacion al entendimiento; y la segun da a la ymaginativa. Y assi los grandes Theoricos, yerran ordinariamente en la menor; y los grandes practicos en la ma yor, como si dixessemos desta manera: To da calentura que depende de humores frios y humedos, se ha de curar con medi cinas calientes y secas (tomando la indica cion de la causa:) esta calentura, que pade ce este hombre, depende de humores frios y humedos; luego ha se de curar con medi cinas calientes y secas. La verdad de la ma yor, bien la provara el entendimiento, por ser universal; diziendo, que la frialdad y hu medad, piden para su templança calor y se quedad; porque cada calidad se remite con su contrario: Pero venidos a provar la me nor, ya no vale nada el entendimiento, por ser particular, y de agena jurisdicion: cuyo conocimiento pertenesce a la ymaginativa, tomando de los cinco sentidos exteriores, las señales proprias, y particulares de la en fermedad. Y si la indicacion se ha de tomar de la calentura, o de su causa, no lo puede sa ber el entendimiento: Solo enseña, que se ha de tomar la indicacion, de aquello que promete mas peligro: pero qual de las indicaciones es la mayor, sola la yma ginativa lo alcança, cotejando los daños que haze la calentura, con los del simpto ma, y la causa; y la poca fuerça, o mucha
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de virtud. Para alcançar este conocimien to, tiene la ymaginativa ciertas proprieda des inefables, con las quales atina a cosas que ni se pueden dezir, ni entender: ni ay artes para ellas. Y assi veemos entrar un medico, a visitar el enfermo; y por la vista, oydo, olfacto, y tacto, alcança lo que pare ce cosa impossible: de tal manera, que si al mesmo medico le preguntassemos, como pudo atinar a conocimiento tan delicado, no sabria dar la razon; porque es gracia que nace de una fecundidad de la ymagi nativa, que por otro nombre se llama (So lertia) la qual con señales comunes, incier tas, conjecturales, y de poca firmeza, en çer rar, y abrir el ojo, alcançan mil differencias de cosas, en las quales consiste la fuerça del curar, y pronosticar con certidumbre. [] De este genero de Solercia, carescen los hombres de grande entendimiento: por ser parte de ymaginativa. Y assi, te niendo las señales delante los ojos (que los que estan avisados de lo que ay en la enfermedad, no les haze en sus sentidos ninguna alteracion, por ser faltos de ymaginativa:) Preguntó me un medico (muy en secreto) que podia ser la causa, que aviendo el estudiado con gran cu riosidad, todas las reglas y consideracio nes del arte de pronosticar; y estando en ellas muy bien; jamas acertava en ningun pronostico que echava. Al qual meacuer do aver respondido; que con una potencia
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se aprendia el arte de medicina, y con otra se ponia en execution. este tenia muy buen entendimiento; y era falto de ymagina tiva. [] Pero ay enesta doctrina, una difficultad muy grande: y es, como pueden los medi cos de grande ymaginativa aprender el arte de medicina, siendo faltos de entendi miento: y si es verdad, que curan mejor que los que la saben muy bien; de que sir ve yrla a aprender en las escuelas? A esto se responde, que es cosa muy importante, saber primero el arte de medicina: porque en dos o tres años aprende el hombre, to do lo que alcançaron los antiguos, en dos mil. Y si el hombre lo vuiera de adquirir por experiencia, avia menester vivir tres mil años: y experimentando las medici nas, matara primero (antes que supiera sus calidades) infinitos hombres: todo lo qual se escusara leyendo los libros de los medi cos racionales, y experimentados: los qua les avisan por escrito, de lo que ellos hal laron en el discurso de su vida: para que de unas cosas usen los medicos nuevos con seguridad; y de otras se guarden, por ser venenosas. Fuera desto es de saber, que las cosas comunes, y vulgares de todas las ar tes, son muy claras y faciles de aprender, y las mas importantes en la obra: Y por lo contrario, las muy curiosas y delicadas, son las mas escuras, y menos necessarias para curar: y los hombres de grande yma
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ginativa no estan totalmente privados de entendimiento, ni memoria: Y assi con la remission que tienen destas dos potencias, pueden aprender lo mas necessario de la medicina, por ser lo mas claro: y con la buena ymaginativa que tienen, conocer mejor la enfermedad y su causa que los muy racionales: allende que la ymagina tiva es la que alcança la ocasion del reme dio que se ha de aplicar: en la qual gracia consiste la mayor parte de la practica. Y assi dixo Galeno (Epid. pa. 5. com. 1.) que el proprio nombre del medico es, inventor occasionis. y saber conocer el tiempo, el lu gar, y la ocasion, cierto es, ser obra de la ymaginativa, pues dize figura, y corre spondencia. [] La difficultad es aora, saber, de tantas differencias como ay de ymaginativa, a qual de ellas pertenesce la practica de la medicina: porque cierto es, que no todas convienen en una mesma razon particu lar, la qual contemplacion me ha dado mas trabajo y fatiga de espiritu, que todas las de mas: y con todo esso, aun no le e podido dar el nombre que a de tener: salvo que nace de un grado menos de calor, que tiene aquella differencia de ymaginativa con que se hazen versos, y coplas. Y aun en esto no me affirmo del todo: porque la ra zon en que me fundo, es: que los que yo e considerado buenos practicos, todos pican un poco en el arte de metrificar; y no su
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ben mucho la contemplacion, ni espantan sus versos. lo qual puede acontescer tam bien por passar el calor, del punto que pi de la poesia. y si es por esta razon; a de ser tanto el calor que tueste un poco la sustan cia del celebro, y no resuelva mucho el ca lor natural: aunque si passa adelante, no haze mala differencia de ingenio, para la medicina: porque junta el entendimien to, con la ymaginativa, por el adustion: Pero no es tan buena la ymaginativa para curar, como la que yo ando buscando: la qual convida al hombre a ser hechizero, superstitioso, mago, embaydor, chiroman tico, judiciario, y adevinador; porque las enfermedades de los hombres son tan ocul tas, y hazen sus movimientos con tanto se creto, que es menester andar siempre ade vinando lo que es. [] Esta differencia de ymaginativa, es mala de hallar en España; porque los moradores desta region, hemos provado atras, que carecen de memoria, y de ymaginativa, y tienen buen entendimiento. Tambien la ymaginativa de los que habitan debaxo el Septentrion, no vale nada para la medicina: porque es muy tarda y remissa: solo es buena para hazer reloxes, pinturas, alfile res, y otras bugerias impertinentes al servi cio del hombre. [] Solo Ægypto es la region que engendra en sus moradores esta differencia de yma ginativa: y assi los historiadores nunca
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acavan de contar quan hechizeros son los Gitanos; y quan prestos en atinar a las cosas; y hallar los remedios para sus neces sidades. Para encarecer Iosepho la gran sabidu ria de Salomon, dize desta manera: Tanta fuit sapientia & prudentia quam Salomon divinitus acceperat, ut omnes priscos supera ret, atque etiam Ægyptios, qui omnium sa pientissimi habentur Los Ægyptios dize tambien Platon que exceden a todos los hombres del mundo, en saber ganar de comer. La qual habili dad pertenece a la ymaginativa. Y que sea esto verdad, parece claramen te: porque todas las sciencias que pertene scen a la ymaginativa, todas se inventaron en Egypto: como son Mathematicas, Astro logia, Aritmetica, perspectiva, judicativa, y otras assi. [] Pero el argumento que a mi mas me convence (en este proposito) es, que estan do Francisco de Valoys Rey de Francia molestado de una prolixa enfermedad: y viendo que los medicos de su casa y corte, no davan remedio, dezia todas las vezes que le crescia la calentura; que no era pos sible que los Medicos Christianos supies sen curar; ni dellos esperava jamas reme dio. Y assi una vez, con despecho de verse todavia con calentura, mandó despachar un correo a España, pidiendo al Empera dor Carlos quinto, le embiasse un medico
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Iudio, el mejor que vuisse en su corte, del qual tenia entendido que le daria remedio a su enfermedad, (si en el arte lo avia.) La qual demanda, fue harto reyda en España; y todos concluyeron, que era antojo, de hombre que estava con calentura. Pero con todo esso, mandó el Emperador: que le buscassen un medico tal, si le avia (aun que fuessen por el fuera del Reyno:) y no lo hallando embio un medico Chri stiano nuevo; pareciendole que con esto, cumpliria con el antojo del Rey. Pero puesto el medico en Francia, y de lante del Rey, passó un coloquio entram bos, muy gracioso: enel qual se descubrio que el medico era Christiano: y por tanto no se quiso curar con el. El Rey (con la opinion que tenia del medico, que era Iu dio) le pregunto (por via de entretenimi ento) Si estava ya cansado de esperar el Mexias prometido en la ley? [Medico] Señor yo no espero al Mexias prometido en la ley Iudayca. [Rey] muy cuerdo soys enesso: porque las señales que estan nota das en la escritura divina, para conocer su venida; son ya cumplidas muchos dias ha. [Medico] esse numero de dias, tenemos los Christianos bien contados: porque haze oy, mil y quinientos y quarenta y dos años que vino; y estuvo en el mundo treyn ta y tres; y en fin dellos mutio crucifica do, y al tercero dia resuscito, y despues su bio a los cielos, donde agora esta. [Rey]
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luego vos Christianos soys? [Medico] Se ñor si, por la gracia de Dios. [Rey] pues volveos en ora buena a vuestra tierra: por que medicos Christianos sobrados tengo en mi casa y corte: por Iudios lo avia yo; los quales en mi opinion son los que tienen habilidad natural para curar. Y assi lo des pidio, sin quererle dar el pulso, ni que vies se la urina, ni le hablasse palabra tocante a su enfermedad. Y luego embio a Constan tinopla, por un Iudio: y con sola leche de borricas le curó. [] Esta ymaginacion del Rey Francisco (a lo que yo pienso) es muy verdadera: y ten go entendido, que es assi: porque en las grandes desten planças calientes del celebro (he provado atras) que alcança la ymagina tiva, lo que estando el hombre en sanidad, no puede hazer. Y porque no padezca aver lo dicho por via de gracia, y sin tener fun damento natural para ello; es de saber, que la variedad de los hombres, assi en la com postura del cuerpo, como en el ingenio y condiciones del anima, nace de habitar re giones de differente temperatura, y de bever aguas contrarias, y de no usar todos de unos mesmos alimentos: y assi dixo Platon (Dialo go de natura:) Alii, ob varios ventos & æstus, moribus & specie diver si inter se sunt: alii ob aquas: quidam propter alimentum ex terra prodiens: quod non solùm in corporibus meliùs ac deteriùs, sed in animis quoque id genus o mnia parere non minus potest. Como si dixera,
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Unos hombres diffieren de otros, o por ven tilarse con ayres contrarios, o por bever differentes aguas, o por no usar todos de unos mesmos alimentos: y esta differen cia, no solamente se halla enel rostro, y compostura del cuerpo; pero tambien en el ingenio del anima. Luego si yo provare aora que el pueblo de Israel estuvo de assi ento muchos años en Egypto, y que salien do del, comio y bevio, las aguas y manja res que son apropriados para hazer esta dif ferencia de ymaginativa, auremos hecho de mostracion de la opinion del Rey de Fran cia; y sabremos de camino, que ingenios de hombres se an de escoger en España, pa ra la medicina. [] Quanto a lo primero, es de saber, que pi diendo Abraham (Gen. c. 15.) señales para en tender, que el o sus descendientes, avian de posseer la tierra que se le avia prometido: di ze el texto, que estando durmiendo le re spondio Dios; diziendo, Scito prænoscens quòd peregrinum futurum sit semen tuum in terra non sua: & subjicient eos servituti, & affligent quadringentis annis: veruntamengentem, cui servituri sunt, ego judicabo: & post hæc egre dientur cum magna sub stantia. Como si le di xera, save te Abraham, que tus descendien tes an de peregrinar por tierras agenas; y los an de affligir con servidumbres, quatrocien tos años; pero ten por cierto, que yo castiga re la gente que los oprimiere, y livrare de aquella servidumbre, y les dare muchas ri
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quezas. La qual prophecia se cumplio; aunque Dios por ciertos respectos añadio treynta años mas: y assi dize el texto divi no: (Exod. cap. 12.) Habitatio autem filiorum Israël, qua manserunt in Ægypto, fuit qua dringentorum trigint a annorum: quibus ex pletis, eadem die egressus est omnis exercitus Domini de terra Ægypti. Como si dixera, El tiempo que estuvo el pueblo de Israël en Egypto, fueron quatrocientos y treynta años: los quales cumplidos, luego en aquel dia salio de captiverio todo el exercito del señor. Pero aunque esta letra dize manifesta mente, que estuvo el pueblo de Israel en Egypto quatrocientos y treynta años, de clara una glosa, que se entiende aver sido estos años todo el tiempo que Israel anduvo peregrinando, hasta tener tierra proprio: Pero que en Egypto no estuvo sino dozien tos y diez. La qual declaracion no viene bien con lo que dixo S.Estevan protomartyr, en aquel razonamiento que tuvo con los Iu dios: conviene a saber, que el pueblo de Israel estuvo quatrocientos, y treynta años en la servidumbre de Egypto. [] Y aunque la habitacion de dozientos y diez años, bastava para que al pueblo de Israel se le pegassen las calidades de Egy pto; pero lo que estuvo fuera del, no fue tiempo perdido para lo que toca al inge nio: porque los que viven en servidumbre, en tristeza, en afliction y tierras agenas, en gendran mucha colera requemada, por no
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tener libertad de hablar, ni vengarse de sus injurias: y este humor (estansto tostado) es el instrumento de la astucia, solercia, y ma licia. Y assi se vee por experiencia, que no ay peores costumbres ni condiciones, que las del esclavo: cuya ymaginacion está siempre ocupada, en como hara daño a su se ñor, y se librara de la servidumbre. [] Allende desto, la tierra por donde an duvo el pueblo de Israel, no era muy estra ña, ni apartada de las calidades de Egypto: porque atento a su miseria y esterilidad, promerio Dios a Abraham que le daria otra muy abundosa y fertil. Y esto es cosa muy averiguada, assi en buena Philosophia natural, como en experiencia, que las re giones esteriles y flacas, no paniegas, ni abundosas en fructificar, crian hombres de ingenio muy agudo: y por lo contrario, las tierras gruessas y fertiles, engendran hombres membrudos, animosos, y de muchas fuerças corporales; pero muy tor pes de ingenio. [] De Grecia nunca acuvan de contar los historiadores, quan apropriada region es, para criar hombres de grande habilidad: y en particular dize Galeno (In oratione suasoria) que en Athenas por maravilla sa lia un hombre necio: y nota que era tierra mas misera, y esteril, de toda Grecia. Y assi se colige, que por las calidades de Egypto, y de las otras provincias, donde anduvo el pueblo de Israel, se hizo de in
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genio muy agudo. Pero es menester saber por que razon la temperatura de Egypto, cria esta differencia de ymaginativa. Y es cosa muy clara, saviendo que enesta region, quema mucho el sol: y por esta causa los que la habitan, tienen el celebro tostado, y la colera requemada, que es el instru mento de la astucia y solercia: por donde pregunta Aristoteles, (14. Sect. probl. 4.) Cur blæsis pedibus sunt Æthiopes & Ægyptii? Como si dixera: Que es la causa, que los negros de Ethiopia, y los naturales de Egy pto, son patituertos, hocicudos, y las nari zes remachadas? Al qual problema re sponde, que el mucho calor de la region, tuesta la sustancia de estos miembros, y los haze retorcer, como se endoje la correa junto al fuego; y por la mesma razon, se les encojen los cabellos; y assi tambien son crespos y motosos. Y que los que habitan tierras calientes, sean mas sabios que los que nacen en tierras frias, ya lo dexamos provado de opinion de Aristoteles: el qual pregunta (14. Sect. probl. 15.) Cur locis calidis homines sapientiores sunt quàm frigidis? Co mo si dixera: De donde nace, ser mas sa bios los hombres en las tierras calientes, que en las frias? pero ni sabe responder al problema, ni haze distinction de la sabi duria: porque ya dexamos provado atras, que ay dos generos de prudencia en los hombres: una de la qual dixo Platon , Scien tia quæ est remota à justitia, calliditas potiùs
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quàm sapientia est appellanda. Como si dixe ra: La sciencia que está apartada dela ju sticia, antes se ha de llamar astucia, que sa biduria. Otra ay con rectitud, y simplici dad, sin doblezas, ni engaños: y esta pro priamente se dize sabiduria, por andar si empre asida de la justicia y rectitud. Los que habitan en tierras muy calientes, son sabios en el primer genero de sabiduria: y tales son los de Egypto. [] Veamos aora, salido el pueblo de Israel de Egypto, y puesto enel desierto, que man jares comio, y que aguas bevlo, y que tem plança tenia el ayre por donde anduvo: para que entendamos, si por esta razon, mudaron el ingenio, que sacaron del captiverio, o el mesmo se les confirmó. Quarenta años, di ze el texto, (Exod. c. 17.) que mantuvo Dios a este pueblo con Manna; manjar tan deli cado y sabroso qual jamas comieron hom bres enel mundo. En tanto, que viendo Moy sen su delicadeza y bondad, mandó a su her mano Aaron, (Exod. c. 16.) que hinchiesse un vaso dello, y lo pusiesse enel arca Fede ris: para que los descendientes de este pueblo (estando en tierra de promission) viessen el pan con que mantuvo a sus padres (an dando por el desierto) y quan mal pago le dieron, a trueque de tanto regalo. Y para que conozcamos los que no vimos este ali mento, que tal devia de ser, es bien que pintemos el Manna que haze naturaleza; y añadiendo sobre el mas delicadeza, po
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dremos ymaginar enteramente su bondad. [] La causa material de que se engendra el Manna, es un vapor muy delicado que el sol levanta de la tierra, con la fuerça de su calor: el qual puesto en lo alto de la re gion, se cueze y perficiona; y sobrevinien do el frio de la noche, se quaja, y con el pe se torna a caer sobre los arboles y piedras, de donde lo cogen y guardan en ollas para comer: llamanle Mel roscidum & aëreum. por la semejança que tiene con el rocio, y por averse hecho de ayre. Su color es blan co, y de savor dulce como miel: la figura, a manera de culantro. Las quales señales, pone tambien la divina escritura del Man na que comio el pueblo de Israel: por don de sospecho que ambos tenian la mesma naturaleza. Y si el que Dios criava, tenia mas delicada sustancia, tanto mejor con firmaremos nuestra opinion: pero yo si empre tengo entendido, que Dios se aco moda a los medios naturales, quando con ellos puede hazer lo que quiere: y lo que falta a naturaleza lo suple con su omnipo tencia. Digolo, porque darles a comer Manna en el desierto (fuera de lo que con ello queria significar) parece que estava tambien fundado en la disposicion de la tierra: la qual oy dia, engendra el mejor Manna que ay en el mundo: y assi dize Ga leno (Lib. 3. de aliment. facul. cap. 39.) que enel monte Libano (que no está lexos de alli) se cria en gran cantidad, y muy esco
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gido: en tanto, que los labradores suelen cantar en sus passatiempos, que Iupiter llue ve miel en aquella tierra. [] Y aunque es verdad, que Dios criava aquel Manna milagrosamente, en tanta cantidad, a tal hora, y en dias determina dos: pero pudo ser que tuviesse la mesma naturaleza del nuestro, como la tuvo el agua que sacó Moysen de las piedras: y el fuego que hizo baxar del cielo Elias con su palabra; que fueron naturales, aunque mi lagrosamente sacadas. El Manna que pinta la divina escritura, dize que era come rocio (Exod. cap.16. ) Quasi semen coriandri, album; gustusque ejus quasi simile cum melle. Como si dixera: El Manna que Dios llovio enel desierto, te nia la figura como simiente de culan tro: era blanco, y el savor como miel. Las quales condiciones tiene tambien el Manna, que produze naturaleza. [] El temperamento de este alimento di zen los medicos, (Mesue lib. 2. cap. 16.) que es caliente, y de partes subtiles y muy deli cadas, la qual compostura devia tener tam bien el Manna que comieron los Hebreos. Y assi quexandose de su delicadeza, dixe ron desta manera: Anima nostra jam nau seat super cibo isto levissimo. Como si dixera: ya no puede suffrir nuestro estomago, este alimento tan liviano. Y la philosophia de sto era, que ellos tenian fuertes estoma gos, hechos de ajos, cebollas, y puerros:
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y vinien do a comer un alimento de tan poca resistencia, todo se les convertia en colera. Y por esto manda Galeno (Lib. 1. de aliment. facult. cap. 1.) que los hombres que tuvie ren mucho calor natural, que no coman miel, ni otros alimentos livianos: porque se les corromperan, y en lugar de cozerse, se tostaran como hollin. Esto mesmo les acontescio a los He breos con el Manna, que todo seles con vertia en colera retostada: y assi anda van todos secos y enxutos, por no tener este alimento corpulencia para los en gordar (Num. cap. 11.) Anima nostra ari da est; nihil aliud respiciunt oculi nostri nisi Manna. Como si dixera: nuestra anima está ya seca, y consumida; y no veen nue stros ojos otra cosa sino Manna. [] El agua que bevian tras este manjar, era tal qual ellos la pedian: y si no la hallavan tal, monstrava Dios a Moysen (Exod. cap. 15.) un madero de tan divina virtud, que echandolo enlas aguas gruessas y salobres, las bolvia delicadas, y de buen savor: y no aviendo ninguna, tomava Moysen (Exod. cap. 16.) la vara con que abrio el mar ver mejo en doze carreras, y dando con ella en las piedras, salian fuentes de agua tan delicadas y sabrosas, como su gusto las po dia apetecer: en tanto que dixo sant Pa blo, (1. Cor. cap. 10.) Petra consequente eos. Como si dixera: La agua de la piedra se andava tras su antojo, saliendo delicada,
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dulce, y sabrosa. Y ellos tenian hecho el estomago a bever aguas gruessas y salo bres, porque en Egypto cuenta Galeno (6. Epid. p. 4. comen. 10.) que las cozian para po dellas bever, por ser malas y corrumpidas: y beviendo aguas tan delicadas, no podian dexar de convertirseles en colera, por te ner poca resistencia. Las mesmas calidades dize Galeno [5. aphor. 28.] que ha de tener el agua para cozerse bien en el estomago, y no corromperse, que el alimento solido que comemos. Si el estomago es rezio, anle de dar alimentos rezios, que le re spondan en proporcion: Si es flaco y de licado, los alimentos han de ser tales. Es so mesmo se ha de mirar enel agua. y assi lo veemos por experiencia: que si un hom bre está hecho a bever aguas gruessas, nun ca mata la sed con las delicadas, ni las sien te enel estomago: antes le dan mas sequia: porque el calor demasiado del estomago, las quema, y resuelve, luego en entrando, por no tener resistencia. [] Del ayre que gozavan enel desierto, po dremos dezir que era tambien subtil y deli cado: porque andando por sierras y luga res sin poblacion, cada momento les occur ria fresco, limpio, y sin ninguna corrupcion, por no hazer assiento en ningun lugar. (Exod. c. 13.) Y tenian le siempre templado, porque de dia se ponia delante el sol una nuve, que no le dexava calentar demasia damente: y a la noche una coluna de fue
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go, que lo templava, y gozar de un ayre de sta manera, dize Aristoteles (14 sect. prob. cap. 1.) que haze avivar mucho el ingenio. [] Consideremos pues aora, que simiente tan delicada y tostada, harian los varones deste pueblo comiendo un alimento co mo el Manna, y beviendo las aguas que hemos dicho, y respirado un ayre tan apurado y limpio; y que sangre menstrua tan sutil y delicada, harian los Hebreos: y acordemonos de lo que dixo Aristo teles (Lib. 2. de partibus animal.) que fiendo la sangre menstrual sutil y delicada, el mochacho que della se engendrare, sera despues hombre de muy agudo ingenio. Quanto importe comer los padres man jares delicados, para engendrar hijos de mucha habilidad, provar lo hemos muy por estenso en el capitulo postrero desta obra. Y porque todos los Hebreos co miero un mesmo manjar, tan espiritual y delicado, y bevieron una mesma agua, to dos sus hijos y decendientes salieron agu dos y de grande ingenio, para las cosas de ste siglo. [] Puesto ya el pueblo de Israel en tierra de promission, con tan agudo ingenio (como emos dicho) vinieronles despues tantos trabajos, hombres, cercos de enemigos, subjeciones, servidumbres, y malos trata mientos, que aunque no vuieran sacado de Egypto y del desierto aquel tempera mento caliente y seco, y retostado (que e
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emos dicho) lo hizieran en esta mala vida: porque la continua tristeza y vexacion, ha ze juntar los espiritus vitales, y sangre arte rial en el celebro, enel higado y coraçon: y estando alli unos sobre otros, vienen a to star y requemar: Y assi muchas vezes le vantan calentura: y lo ordinario es, hazer melancholia por adustion; de la qual casi to los participan hasta el dia de oy: aten to a lo que dize Hippocrates (6. aphor. 23.) Metus & mœstitia diu durans, melancholiam significat. Esta colera retostada diximos atras que era el instrumento de la solercia, astucia, versucia, y malicia: y esta es aco modada a las conjecturas de la medecina, y con ella se atina a la enfermedad, a la cau sa, y al remedio que tiene. Por donde apun to maravillosamente el Rey Francisco; y no fue delirio, ni menos invencion del De monio lo que dixo: sino que con la mu cha calentura, y de tantos dias, y con la tri steza de verse enfermo y sin remedio, se le tostó el celebro, y levantó de punto la yma ginativa, de la qual hemos provado atras, que (si tiene el temperamento que ha me nester) repentinamente dize el hombre lo que jamas aprendio. [] Pero contra todo lo que hemos di cho, se offrece una difficultad muy gran de: y es, que si los hijos o nietos de los que estuvieron en Egypto, y gozaron del Manna, y de las aguas y ayres delica dos del desierto, se eligieran para medi
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cos, parece que la opinion del Rey Fran cisco tenia alguna probabilidad, por las razones que hemos dicho: pero que sus descendientes ayan conservado hasta el dia de oy aquellas disposiciones del Manna, del agua, delos ayres, delas afili ctiones y trabajos que sus antepassados padecieron en el captiverio de Babylonia, es cosa que no se puede entender: porque si en quatrocientos y treynta años que estuvo el pueblo de Israël en Egypto, y quarenta enel desierto; pudo su simiente adquerir aquellas disposiciones de habili dad; mejor se pudieran perder y con ma yor facilidad en dos mil años que a la sali da del desierto: mayormente venidos a España, region tan contraria de Ægypto, y donde an comido manjares diferentes, y bevido aguas de no tan buen tempera mento y sustancia como alli. Esto tiene naturaleza del hombre, y de qualquier ani mal y planta, que luego toma las costum bres dela tierra donde vive, y pierde las que traya de otro. Y en qualquiera cosa que la pongan, en pocos dias la haze sin con tradiction. [] De un linage de hombres, cuenta Hippocrates [Lib. de aëre, locis, & aquis] que para differenciarse dela gente plebeya, escogieron [por insignia de su nobleza] tener la cabeça ahusada: y para hazer con arte esta figura, en naciendo el ni ño, tenian las comadres cuydado de apre
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tarles la cabeça con vendas y faxas, hasta imprimirle tal señal. Y pudo tanto este artificio, que se convirtio en naturaleza: porque andando el tiempo, todos los ni ños nobles que nacian, sacavan ya la ca beça ahusada: por donde vino a cessar el arte y diligencia de las comadres. Pero como dexaron a naturaleza libre y suelta sin primerla ya con arte, poco a poco se fue bolviendo a la figura que ella solia ha zer de antes. [] Desta mesma manera pudo acontecer al pueblo de Israel, que puesto caso que la region de Egypto, el Manna, las aguas de licadas, y la tristeza, hizieron aquellas dis posiciones de ingenio en su simiente: Pero cessando estas razones y causas, y sobrevi niendo otras contrarias, cierto es, que se avian de yr perdiendo poco a poco las ca lidades del Manna, y adquiriendo otras di ferentes, conforme a la region donde ha bitassen; y los manjares que comiessen, y las aguas que beviessen, y los ayres que re spirassen. [] Esta duda (en philosophia natu ral) tiene poca difficultad: porque ay acci dentes que se introduzen en un momento, y duran toda la vida enel subjeto, sin po derse corromper: otros ay que gastan tan to tiempo en deshazerse, quanto fue mene ster para engendrarse; y alcunas vezes mas, y otras menos, conforme a la actividad del agente, y la disposicion del que padece. Por exemplo de lo primero es de saver, que
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de un grande espanto que hizieron a un hombre, quedó tan desfigurado y perdido el color, que parecia defunto: y no sola mente le duró a el toda su vida; pero los hijos que engendrava sacavan el mesmo co lor, sin hallar remedio para quitarlo. [] Conforme a esta cuenta, bien pudo ser, que en quatrocientos y treynta años que estuvo el pueblo de Israel en Egypto, y quarenta enel desierto, y sessenta enel ca ptiverio de Babylonia; que fuessen mene ster mas de tres mil años para que la si miente de Abraham acavasse de perder las disposiciones de ingenio que hizo el Man na: pues para corrumper el mal color (que en un momento hizo el espanto) fueron menester mas de cien años. Pero para que de rayz se entienda la verdad desta doctri na, es menester responder a dos dudas que hazen a este proposito, y nunca se acavan de soltar. [] La primera es, De donde nace, que quanto los manjares son mas delicados y sabrosos, como son las gallinas y perdi zes; tanto mas presto los viene el estoma ho aborrecer y tener hastio dellos? Y por lo contrario veemos comer el hom bre carne de vaca todo el año, sin darle molestia ninguna: y comiendo tres o quatro dias arreo gallinas, al quinto no las puede oler, sin rebolverse le el estomago? [] La segunda duda es, Que es la razon, que siendo el pan de trigo, y la carne del
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carnero, no de tan buena sustancia ni sa brosa como la gallina o perdiz, jamas el estomago los viene a aborrecer, aunque usamos dellos toda la vida? antes faltando el pan, no podemos comer los demas ali mentos, ni nos saven bien. [] El que supiere responder a estas dos dudas, intendera facilmente la causa por donde los decendientes del pueblo de Israel, aun no an perdido las disposicio nes y accidentes que el Manna introduxo en la simiente, ni se les acavara tan presto el agudeza de ingenio y solercia que les vino por esta razon. Dos principios ay en Philosophia natural, ciertos y muy verda deros, delos quales depende la respuesta y solucion destas dudas. El primero es, que todas quantas poten-(Omne reci piens debet esse nudatum a natura rece pti: lib. 2. de anima. & 3.) cias goviernan al hombre, estan desnudas y privadas de las condiciones y calidades que tiene su objecto; para que pueden conocer y juzgar de todas sus diferencias. [] Esto tienen los ojos, que aviendo de recebir en sus todas las figuras y colores, fue menester privarlos totalmente dellas: porque si fueran amarillos (como en los que padecen Ytericia) todas las cosas que miraran, les parecieran tener el mesmo co lor. Tambien la lengua (que es el instru mento del gusto) a de estar privada de to dos los savores: y si está dulce, o amarga,
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ya savemos por experiencia, que todo quanto comemos y bevemos, tiene el mes mo savor. Lo mesmo passa enel oydo, ol facto, y tacto. [] El segundo principio es, que todas quan tas cosas estan criadas, apetescen natural mente su conservacion, y procuran durar para siempre jamas, y que no se acabe el ser que Dios y naturaleza les dio: aunque de spues ayan de tener otra mejor naturaleza. Por este principio, todas las cosas natura les que tienen conocimiento y sentido, ab orrecen aquello que altera y corrompe su composicion natural, y huyen dello. [] El estomago está desnudo y privado de la sustancia y calidades de todos los manjares del mundo (como lo está el ojo de los colores y figuras) y quando alguno dellos comemos, puesto caso que el estomago lo vence: pero el mesmo ali mento rehaze contra el estomago (por ser al principio contrario) y(Arist. lib 2. de anima. & Gal. lib. de causis sim.) le altera y corrompe su tem peramento, y sustancia: por que ningun agente ay tan fuerte, que haziendo no repadezca. Los alimentos muy delicados y sabrosos, al teran grandemente al estomago: lo uno, porque los cueze y abraça con mucho ape tito y favor; lo otro, por ser tan subtiles y sin excrementos, enbeven se en la sustan cia del estomago, de donde no pueden sa lir. Sintiendo pues el estomago, que este
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alimento le altera su naturaleza, y le quita la proporcion que tiene con los demas ali mentos, lo viene a aborrescer; y si lo a de venir a comer, es menester hazer-le mu chas salsas y apetitos para engañar-lo. To do esto tuvo el Manna, desde el principio: que aunque era manjar tan delicado y sa broso: al fin fastidio al pueblo de Israel: y assi dixeron (Numeri cap. 21.) Anima nostra jam nauseat, super cibo isto le vissimo. Quexa indigna de pueblo tan favorescido de Di os, que les avia proveydo del remedio; que fue, hazer que el Manna tuviesse los savores y apetitos que a ellos se les antojasse, para que lo pudiessen passar. Panem(Los que estan aco stumbrados a comer ga llinas y per dizes, ja mas las aborrescen: porque ya tienen el estomago convertido enellas.) de cœlo præstitisti eis, omne de lectamentum in se habentem. Por donde lo vinieron a co mermuchos dellos, con muy buen gusto: porque tenian los huessos, nervios, y carne, tan empapados en Manna, y de sus calidades, que por la semejança, no apetescian ya otra cosa. Lo mesmo acon tesce enel pan de trigo que aora comemos, y en la carne del carnero. Los manjares gruessos, y no de buena sustancia (como es la vaca) son muy excrementosos, y no los recive el estomago con tanta cobdicia, como los delicados, y sabrosos: y assi tar da mas en alterarse dellos. De donde se sigue, que para corromper el alteracion
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que el Manna hazia un dia, era menester comer un mes entero, otros manjares con trarios. Y segun esta cuenta, para des hazer las calidades que el Maña introduxo en la simiente, en quarenta años, son menester quatro mil y mas. Y sino, finjamos que co mo Dios sacó de Egypto a los doze Tri bus de Israel, sacara doze negros, y doze negras de Ethiopia, y los truxera a nue stra region: en quantos años fuera bue no, que estos negros, y sus decendientes vinieran a perder el color, no mezclan dose con los blancos? a mi me parece que eran menester muchos años: por que con aver mas de dozientos que vi nieron de Egypto a España los primeros Gitanos, no an podido perder sus decen dientes la delicadeza de ingenio y solercia, que sacaron sus padres de Egypto, ni el co lor tostado. Tanta es la fuerça de la simien te humana, quando recive en si alguua ca lidad bien arraygada. Y de la manera que los negros, comunican en España el color a sus decendientes, por la simiente (sin estar en Ethiopa) assi el pueblo de Israel [viniendo tambien a ella] puede comuni car a sus decendientes, el agudeza de inge nio, sin estar en Egypto, ni comer del Man na: porque ser necio, o savio, tambien es accidente del hombre, como ser blanco, o negro. Ello verdad es: que no son aora tan agudos, y solertes, como mil años atras: porque dende que dexaron de co
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mer del Manna, lo an venido perdiendo sus decendientes poco a poco, hasta aora, por usar de contrarios manjares, y estar en region diferente de Egypto, y no bever aguas tan delicadas, como enel desierto: y por averse mezclado con las que descien den de la Gentilidad, los quales carescen de esta diferencia de ingenio. pero lo que no se les puede negar, es; que aun no lo an acabado de perder.

Cap. XIII. Como se declara, a que diferencia de habilidad, pertenesce el arte Mili tar: y con que señales se a de conocer el hombre, que alcançare esta ma nera de ingenio.

[] QUe es la causa, pregunta Aristoteles [27. Sect. prob. 5.] que no siendo la va lentia, la mayor virtud de todas; antes la justicia y prudencia, son los mayores; con todo esso, la republica, y casi todos los hom bres [de comun consentimiento] estiman mas a un valiente, y le hazen mas honra [dentro en su pecho] que a los justos y prudentes, aunque esten constituydos en grandes dignidades y officios? a este pro blema responde Aristoteles, diziendo: que no ay Rey en el mundo, que no haga guer ra a otro, o la reciba: y como los valientes
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le dan gloria, y imperio, lo vengan de sus enemigos, y le conservan su estado, hazen mas honra, no a la virtud suprema [que es la justicia] sino a aquella de quien reciben mas provecho y utilidad: porque sino tra tassen assi los valientes, como era possible hallar los Reyes, capitanes, y soldados, que de buena gana arriscassen su vida, por de fenderles su hazienda y estado? [] De los Assianos se cuenta,( Hippoc. lib. de aere, locis & aquis.) que era una gente que se preciava de muy animosa: y preguntado-les la causa porque no que rian tener Rey, ni ley es? respondieron, que las leyes los hazian covardes, y que tam bien les parecia necedad, ponerse en los pe ligros de la guerra, por en sanchar a otro su estado: que mas querian pelear por si, y llevarse ellos el provecho de la victoria: pero esta es respuesta de hombres barba ros, y no de gente racional; la qual tiene entendido, que sin Rey, ni republica, ni leyes, es impossible conservarse los hom bres en paz. [] Lo que dixo Aristoteles, está muy bien apuntado; aunque ay otra respuesta mejor: y es; que quando Roma honrava sus capi tanes, con aquellos triumphos y passatiem pos, no premiava solamente la valentia del que triumphava, sino tambien la justicia, con que sustento el exercito en paz, y con cordia: y la prudencia con que hizo los hechos, y la temperancia de que usó, qui
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tando se el vino, las mugeres, y el mucho comer: lo qual haze perturbar el juyzio, y errar los consejos. Antes la prudencia se a de buscar mas, enel Capitan general, y pre miar-la, que el animo y valentia. Porque, como dixo Vegecio, pocos capitanes muy valientes, aciertan a hazer buenos hechos. Y es la causa: que la prudencia es mas ne cessaria en la guerra, que la ofadia en aco meter: pero que prudencia sea esta, nunca Vegecio la pudo atinar, ni supo señalar que diferencia de ingenio, avia de tener el que a de governar la milicia. y no me espanto, por no averse hallado esta manera de phi losophar, de la qual dependia. [] Verdad es, que averiguar esto, no responde al intento que llevamos (que es elegir los ingenios que piden las letras:) pero es la guerra tan peligrosa, y de tan alto consejo, y tan neces sario al Rey, saver, a quien a de confiar su potencia y estado, que no haremos menos servicio a la republica, en señalar esta dife rencia de ingenio, y sus señales, que en las demas que hemos pintado. Y assi es de sa ver, que la malicia, y la milicia, casi convie nen enel mesmo nombre, y tienen tambien la mesma difinicion: porque trocando la a por la i. de malicia, se haze milicia; y de milicia, malicia, con facilidad. Quales sean las propriedades y naturaleza de la mali cia, trae las Ciceron (De natu. deorum.) di ziendo: Malitia est versuta & fallax nocendi ratio. Como si dixera: la malicia no es otra
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cosa, mas que una razon doblada, astuta, y mañosa, de hazer mal. Y assi en la guerra, no se trata de otra cosa, mas de como ofen deran al enemigo, y se ampararan de sus assechanças. Por donde la mejor proprie dad que puede tener un Capitan general, es ser malicioso con el enemigo, y no echar ningun movimiento suyo, a buen fin; sino al peor que pudiere, y proveer-se para ello. (Eccles. cap. 12.) Non credas inimico tuo in æternum: In labiis suis indulcat, & in corde suo insidiatur ut subvertat te in fo veam: in oculis suis lachrymatur; & si invenerit tem pus, non satiabitur sanguine. Como si dixera: lamas creas a tu enemigo: porque te dira palabras dulces y sabrosas; y en su cora çon, está poniendo assechanças, para ma tar te: llora con los ojos; y si halla occa sion conveniente, para aprovechar-se de ti, no se hartara de tu sangre. [] De esto tenemos manifiesto exemplo, en la divina escritura (Iudith. cap. 10.) Por que estando el pueblo de Israel cercado en Betulia, y fatigado de sed, y de ham bre, salio aquella famosa muger Iudith, con animo de matar a Olofernes: y cami nando para el exercito de los Assyrios, fue presa de las centinelas y guardas: y pregun tando-le donde yva; respondio con animo doblado: Yo soy hija de los Hebreos (que vosotros teneys cercados] y vengo huyen do, por tener entendido que an de venir a vuestras manos, y que los aveys de maltra
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tar, por no se aver querido dar a vuestra misericordia. Por tanto determine de yr me a Olofernes, y descubrir le los secretos desta gente obstinada, y monstrar-le por donde les pueda entrar, sin que le cueste un soldado. Puesta ya Iudith delante de O lofernes, se prostró por el suelo: y juntas las manos, le començó a adorar, y dezir las pa labras mas engañosas que a hombre se an dicho enel mundo; en tanto, que creyo Olofernes, y todos los de su consejo, que les dezia la verdad. Y no olvidada ella de lo que traya enel coraçon, buscó una con veniente ocasion, y cortó le la cabeça. [] La contraria condicion tiene el amigo; y por tanto a de ser siempre creydo: y assi le estuviera mejor a Olofernes, dar credito a Achior, pues era su amigo, y con zelo de que no saliera deshonrado de aquel cerco, le dixo; Señor, saved primero si este pueblo a pecado contra su Dios: porque si es assi, el mesmo os lo entregara, sin que lo con quisteys: pero si está en su gracia, tened en tendido que el los defendera, y no podre mos vencer-los. [] Del qual aviso se enojó Olofernes: co mo hombre confiado, dado a mugeres, y que bevia vino; las quales tres cosas, des baratan el consejo, que es necessario enel arte militar. Y assi dixo Platon (De legibus) que le avia contentado aquella ley que te nian los Carthaginenses: por la qual man davan, que el Capitan general (estando
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enel exercito) no beviesse vino: porque este licor (como dize Aristoteles, 14. Sect. probl. 15.) haze a los hombres de ingenio turbulento, y les da animo demasiado, co mo se mostró Olofernes, en aquellas pala bras tan furiosas que dixo a Achior. El in genio pues, que es menester para los em bustes, y engaños, assi para hazerlos, como para entenderlos, y hallar el temedio que tienen, apuntólo Ciceron, trayendo la de scendencia deste nombre versutia: el qual dize, que viene deste verbo versor, ris: por que los que son mañosos, astutos, dobla dos, y cavilosos, en un momento atinan al engaño, y menean la mente con fac lidad: y assi lo exemplificó el mesmo Ciceron, diziendo: (De natura Deorum) Chrysippus, homo sine dubio versutus & callidus. Versutos appello quorum celeriter mens versatur. Esta propriedad de atinar presto al medio, es so lercia; y pertenesce a la ymaginativa: por que las potencias que consisten en calor, hazen de presto la obra. y por esso los hom bres de grande entendimiento, no valen nada para la guerra: porque esta potencia es muy tarda en su obra, y amiga de recti tud, de llaneza, de simplicidad y misericor dia. Todo lo qual suele hazer mucho daño en la guerra. Y fuera desto no saben astucias ni ardides, ni entienden como se pueden hazer: y assi les hazen muchos engaños, porque de todos se fian. Estos son buenos para tratar con amigos, entre los quales no
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es menester la prudencia de la ymaginati va, sino la rectitud y simplicidad del enten dimiento, el qual no admite doblezes, ni hazer mal a nadie: pero para con el enemi go, no valen nada; porque este trata siem pre de offender con engaños; y es menester tener el mesmo ingenio para poderse am parar. Y assi aviso Christo nuestro redem ptor a sus discipulos, diziendo: (Matth. cap. 10.) Ecce mitto vos sicut oves in medio lupo rum: estote ergo prudentes, sicut serpentes; & simplices, sicut columbæ. Como si les dixera: Mirad que os embio como ovejas en me dio de los lobos: sed prudentes como las serpientes, y simples como palomas. De la prudencia se ha de usar con el enemigo, y de la llaneza y simplicidad con el amigo. [] Luego si el capitan no ha de creer a su enemigo, y ha de pensar siempre que le quiere engañar, es necessario que tenga una diferencia de ymaginativa, adevina dora, solerte; y que sepa conocer los en gaños que vienen debaxo de alguna cubier ta: porque la mesma potencia que los halla, essa sola puede inventar los remedios que tienen. Otra diferencia de ymaginativa pa rece que es la que finge los ingenios y ma chinamientos con que se ganan las fuerças inexpugnables, la que ordena el campo, y pone cada escuadron en su lugar; y la que conoce la ocasion de acometer, y retirarse. La que haze los tractos, conciertos, y ca pitulaciones, con el enemigo. Para todo lo
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qual es tan impertinente el entendimiento, como los oydos para ver. Y assi yo no du do, sino que el arte militar pertenece a y maginativa: por que todo lo que el buen ca pitan a de hazer, dize consonancia, figura, y correspondencia. [] La difficultad está aora en señalar con que differencia de ymaginativa en particu lar se ha de exercitar la guerra. Y en esto no me sabria determinar con certidum bre; por ser conocimiento tan delicado, pero yo sospecho que pide un grado mas de calor que la practica de la medicina: y que allega la colera a quemarse del todo. Veese esto claramente, porque los capita nes muy mañosos y astutos, no son muy animosos, ni amigos de romper, ni dar la batalla; antes con embustes y engaños ha zen a su salvo los hechos. La qual pro priedad contentó mas a Vegecio, que otra ninguna: Boni enim duces non aperto præ lio, in quo est commune periculum, sed ex oc culto semper attentant, ut integris suis, quan tum possunt, hostes interimant certè aut ter reant. Como si dixera: Los buenos capi tanes no son aquellos que pelean a cureña rasa, y ordenan una batalla campal, y rom pen a su enemigo; sino los que con ardides y mañas le destruyen, sin que les cueste un soldado. El provecho desta manera de in genio, tenia bien entendido el Senado Ro mano: porque puesto caso que algunos fa mosos capitanes que tuvo, vencian muchas
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batallas: pero venidos a Roma a recebir el triumpho y gloria de sus hazañas, eran tantos los llantos que hazian las padres por sus hijos, y los hijos por los padres, y las mugeres por los maridos, y las herma nas por sus hermanos, que no se gozava de los juegos y passatiempos, con la lastima de los que en la batalla quedavan muertos. Por donde determinó el Senado de no buscar capitanes tan valientes, ni que fues sen amigos de romper, sino hombres algo temerosos, y muy mañosos; como Quinto Fabio: del qual se escrive, que por maravil la arriscava el exercito Romano, en ningu na batalla campal (mayormente estando desviado de Roma, donde enel mal sucesso, no podia ser de presto socorrido) todo era dar largas al enemigo, y buscar ardides y mañas; con las quales hazia grandes he chos, y conseguia muchas victorias, sin perdida de un soldado. Este era recebido en Roma, con grande alegria de todos: porque si cien mil soldados sacava, essos mesmos volvia (salvo aquellos que de en fermedad se morian:) la grita que las gen tes le davan, era lo que dixo Ennio (Cicer. dialog. de sen.) Vnus homo nobis cunctando re stituit rem. Como si dixeran: Uno dando largo al enemigo, nos haze señores del mun do, y nos vuelve nuestros soldados. [] Al qual despues, an procurado imitar algunos capitanes: y por no tener su inge nio y maña, dexaron muchas vezes passar
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la ocasion de pelear; de donde nacieron mayores daños y inconvenientes, que si de presto rompieran. [] Tambien podremos traer por exemplo, a aquel famoso capitan de los Carthagi nenses, de quien escrive Plutarco estas pa labras: Annibal, quando vuo conseguido aquesta tan grande victoria, mandó, que li beralmente (sin rescare) se dexassen muchos presos, del nombre Italico: proque la fama de su humanidad y perdon, se divulgasse por los pueblos; aunque su ingenio era muy ageno destas virtudes. La de su natu ral fue fiero y inhumano: y de tal manera fue disciplinado desde su primera puericia, que el no avia aprendido leyes, ni ceviles costumbres: mas guerras, muertes, y ene migables trayciones. Assi que vino a ser muy cruel capitan, y muy malicioso en en gañar a los hombres, y siempre puesto en cuydado de como podria engañar a su ene migo. Y quando ya no pudiesse por mani fiesta pelea vencer, buscava engaños, segun de ligero parecio en la presente batalla, y de la que antes acometio contra Sempro nio cerca del rio Trebia. [] Las señales con que se ha de conocer el hombre que tuviere esta diferencia de in genio, son muy estrañas, y dignas de con templar: y assi dize Platon , (Dialog. de scien tia) que el hombre que fuere muy sabio (eneste genero de habilidad que vamos tratando) no puede ser valiente ni bien
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acondicionado: porque la prudencia, dize Aristot. (14. Sect. probl. 6.) que consiste en frialdad: y el animo y valentia en calor. Y assi como estas dos calidades son repugnan tes y contrarias; de la mesma manera es impossible ser un hombre muy animoso y prudente. Por donde es necessario que se queme la colera y se haga atra bilis, para ser el hombre prudente: pero donde ay este genero de melancholia (por ser fria) luego nace temor y covardia. De(Los niños que nota blemente fueren muy medrosos, es señal cierta de venir a ser hombres muy pruden tes: porque la simiente de que se en gendraron estava muy retostada, y de naturale za atrabilia ria.) manera que la astucia y maña pide calor por ser obra de la y maginativa; pero no en tanto grado como la valentia: y assi se contradizen en la in tencion. [] Pero en esto ay una cosa digna de notar, que de las quatro virtudes morales, Iusticia, Prudencia, Fortale za, y Temperancia, las dos primeras han menester in genio y buen temperamen to para poderlas exercitar: porque si un juez no tiene entendimiento para alcançar el punto de la justicia, poco aprovecha tener voluntad de dar la hazienda a cuya es: con bue na intencion puede errar y quitarla a su dueño. [] Lo mesmo se entiende de la Prudencia: porque si la voluntad bastasse para hazer las cosas bien ordenadas, ninguna obra
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buena ni mala errarian los hombres. Nin gun ladron ay que no trata de hurtar de manera que no sea visto; ni ay capitan que no dessea tener prudencia para vencer a su enemigo: pero el ladron que no tiene in genio para hurtar con maña, luego es de scubierto; y el capitan que carece de yma ginativa, presto es vencido. [] La Fortaleza y Temperancia son dos virtudes que el hombre tiene en la mano (aunque le falta la disposicion natural:) porque si quiere estimar en poco su vida, y ser valiente, bien lo puede hazer: pero si es valiente por disposicion natural, muy bien dizen Aristoteles y Platon , que es im possible ser prudente aunque quiera. De manera, que segun esto, no es repugnan cia juntarse la prudencia, conel animo y valentia: porque el prudente y sabio, tiene entendido, que por el anima ha de poner la honra, y por la honra, la vida; y por la vi da, la hazienda: y assi lo secura. De aqui nace que los nobles, por ser tan honrados, son tan valientes; y no ay quien mas tra bajos padezca en la guerra, con estar cria dos con muchos regalos, a trueque que no les digan covardes. Por esso dixo (Dios os libre de hidalgo de dia, y frayle de noche) que el uno por ser visto, y el otro porque no le conozcan, pelean con animo doblado. [] En esta mesma razon, está fundada la religion de Malta: que sabiendo quanto importa la nobleza, para ser un hombre
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valiente, manda por constitucion, que los de su habito, todo sean hijos dalgo de padre, y de madre; pareciendole que por esta causa, pelearia cada uno por dos abo lorios. Pero si a un hidalgo le dixessen, que assentasse un campo, y que le diesse el orden con que se avia de romper al enemi go (sino tenia ingenio para ello) haria, y di ria mil disparates: porque la prudencia, no está en manos de los hombres. pero si le mandassen que guardasse un portillo, bien se podian descuydar con el, aunque natu ralmente fuesse covarde. La sentencia de Platon se ha de entender quando el hombre prudente sigue su inclinacion natural, y no la corrige con la razon. Y assi es verdad, que el hombre muy sabio, no puede ser va liente por disposicion natural: porque la co lera adusta que le haze prudente, essa dize Hippocrates (6. Aph. 23.) que le haze te meroso y covarde. [] La segunda propriedad, que no puede tener el hombre, que alcançare esta dife rencia de ingenio, es: ser blando y de bue na condicion: porque alcança muchas tretas con la ymaginativa, y sabe que por qualquier error y descuydo, se viene a per der un exercito, haze el caso dello, que es menester. Pero la gente de poco saber, lla ma desassossiego al cuydado; al castigo, crueldad; a la remission, misericordia; y al suffrir y dissimular, las cosas mal hechas, buena condicion. Y esto realmente nace,
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de ser los hombres necios, que no alcançan el valor de las cosas, ni por donde se an de guiar: pero los prudentes y sabios, no tie nen paciencia, ni pueden suffrir las cosas que van mal guiadas, aunque no sean su yas: por donde viven muy poco, y con mu chos dolores de espiritu. Y assi dezia Salo mon: (Eccl. cap. 1.) Dedi quoque cor meum ut scirem prudentiam atque doctrinam; erroresque & stultitiam: & agnovi quòd in his quoque es set labor & afflictio spiritus: eo quòd in multa sapientia, multa sit indignatio: & qui addit scientiam, addit & dolorem. Como si dixera: Yo fuy necio y sabio, y halle que en todo ay trabajo. Pero el que a su entendimiento le da mucha sabiduria, luego adquiere ma la condicion, y dolores. En las quales pa labras parece dar a entender Salomon, que vivia mas a su contento siendo necio, que quando le dieron la sabiduria. Y assi es ello realmente que los necios, viven mas des cansados, porque ninguna cosa les da pe na, ni enojo; ni piensan que en saber, nadie les haze ventaja. A los quales llama el vul go, Angeles del cielo, viendo que ninguna cosa les offende; ni se enojan, ni riñen las cosas mal hechas, y passan por todo: y si considerassen la sabiduria y condicion de los Angeles, verian que es palabra mal so nante, y aun caso de inquisicion: porque dende que tenemos uso de razon, hasta que morimos, no hazen otra cosa, sino reñir nos las cosas mal hechas, y avisarnos de lo
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que nos conviene hazer. Y si como nos hablan en su lenguaje espiritual (moviendo a ymaginativa) nos dixessen con palabras materiales su parescer, los terniamos por importunos y mal acondicionados. Y sino, miremos que tal parescio aquel Angel que refiere S. Matheo (Mat.(S. Iuan Bapti sta era Angel enel officio.) cap. 11.) a Herodes, y a la mu ger de su hermano Philippo: pues por no oyrle su reprehension, le cor taron la cabeça. [] Mas acertado seria a estos hombres, que el vulgo (neciamente) llaman Ange les del cielo, dezir que son asnos de la tierra: porque entre los brutos animales dize Galeno (2. Met. cap. 7.) que no ay otro mas tanto, ni de menos ingenio que el asno; aunque en memoria(Nota quan contraria es la memoria de la poten cia discursi va, aun en los brutos ani males.) los vence a todos: ninguna carga rehuye; por donde lo llevan va, sin ninguna con tradicion: no tira coces, ni muerde, no es fugitivo ni malicioso: si le dan de palos no se enoja: todo es hecho al contento y gusto del que lo ha menester. Estas mesmas propriedades tienen los hom bres, a quien el vulgo llama Angeles del cielo: la qual blandura les nace, de ser ne cios, y faltos de ymaginativa, y tener re missa la facultad yrascible: y esta es muy gran falta enel hombre, y arguye estar mal compuesto.
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[] Ningun Angel, ni hombre a avido enel mundo, de mejor condicion, que Christo nuestro Redemptor. y entrando un dia enel templo, dio muy buenos açotes a los que halló vendiendo mercadurias: y es la causa, que la yrascible, es el verdugo, y espada de la razon: y el hombre que no riñe las cosas mal hechas, o lo haze de necio, o por ser falto de yrascible. De manera que el hombre sabio, por maravilla es blando ni de la condicion que querrian los malos. Y assi los que escriven la historia de ulio CesarI, estan espantados de ver, como los soldados podian sufrir un hombre tan aspero y desabrido: y naciale de tener el in genio que pide la guerra. [] La tercera propriedad, que(De los hom bres que e stan ocupa dos en pro fundas yma ginaciones, dize Hora cio: & bona pars non un gues ponere cu rat, Et secreta petit loca. Co mo si dixera: no se cortan las uñas, ni se lavan las manos; son suzios y desa liñados.) tienen los que alcançan esta differencia de ingenio, es, ser descuydados de ornamento de su persona; son casi todos desalinados, suzios, las calças caydas, llenas de rugas, la capa mal puesta, amigos del sayo viejo, y de nunca mudar el vestido. Esta propriedad (cuenta Lucio Floro) que tenia aquel famoso capitan Viriato, de nacion Portugues: el qual dize y affirma (encarescien do su grande humildad) que menospreciava tanto los ade
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reços de su persona, que no avia soldado par ticular en todo su exercito, que anduviesse peor vestido. Y realmente no era virtud, ni lo hazia con arte; sino que es effecto na tural, de los que tienen esta differencia de ymaginativa, que vamos buscando. El de saliño de Iulio Cesar, engaño grandemen te a Ciceron: porque preguntadole [des pues de la batalla] la razon que le avia mo vido, a seguir la parte de Pompejo, cuen ta Macrobio, que respondio: Præcinctura me fefellit. Como si dixera: Engaño me, ver que Iulio Cesar, era un hombre desali ñado, y que nunca traya petrina [a quien los soldados, por baldon, le llamavan ro pa suelta:] y esto les avia de mover, para en tender que tenia el ingenio que pedia el con sejo de la guerra. Como lo atinó Sila [cuen ta Tranquilo] que viendo el desaliño que tenia Iulio Cesar [siendo niño] aviso a los Romanos , diziendo: Cavete puerum ma le præcinctum. Como si les dixera: Guar da os, Romanos, de aquel mochacho mal ceñido. De Annibal, nunca acavan(Ex vestitu enim cognosces homines: quamvis enim fuerint splen didè ornati, multò magis fugiendi sunt & à conspe ctibus odio ha bendi.Hippoc. lib. de decenti ornatu.) de contar los historiadores el descuydo que tenia enel ve stir, y calçar: y quan poco se dava por andar polido, y asseado. El ofender-se [notable mente] con los pelillos de la capa, y tener mucho cuydado
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que anden tiradas las calças, y que el sayo assiente bien [sin que haga rugas] pertenesce a una diffe rencia de ymaginativa, de muy baxos qui lates; y que contradize al entendimiento, y a esta diferencia de ymaginativa que pide la guerra. [] La quarta señal es tener la cabeça calva. y está la razon muy clara: Porque esta di ferencia de ymaginativa, reside en la parte delantera de la cabeça, como todas las de mas. Y el demasiado calor quema el cuero de la cabeça, y cierra los caminos por don de an de passar los cabellos: allende que la materia de que se engendra, dizen los me dicos, que son los excrementos que haze el celebro, al tiempo de su nutricion; y con el gran fuego que alli ay, todos se gastan, y consumen: y assi falta materia de que po derse engendrar. [] La qual philosophia, si alcançare Iulio Cesar, no se corriera tanto, de tener la ca beça calva: el qual por cubrirla, hazia bol ver con maña a la frente, parte de los ca bellos, que avian de caer al colodrillo. Y de ninguna cosa, dize Tranquillo, que gu stara tanto, como si el Senado mandara, que truxera siempre la corona de laurel en la cabeça, no mas de por cubrir la calva. [] O- tro genero de calva nace, de ser el celebro duto, y terrestre, y de gruessa composicion; pero es señal de ser el hombre falto de en tendimiento, de ymaginativa, y memoria.
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[] La quinta señal, en que se conocen los que alcançan esta diferencia de ymagina tiva, es: que los tales, tienen pocas pala bras y muchas sentencias: y es la razon, que siendo el celebro duro, por fuerça an de ser faltos de memoria: a quien perte nesce la copia de los vocablos. El hallar mucho que dezir, nace de una junta que haze la memoria, con la ymaginativa, enel primer grado de calor. Los que al cançan esta junta de ambas potencias, son ordinariamente muy mentirosos, y lamas les falta que dezir y contar, aunque los esten escuchando toda la vida. [] La sexta propriedad, que tienen los que alcançan esta diferencia de ymagina tiva, es: ser honestos, y ofender se nota blemente con las palabras suzias y tor pes. Y assi dize Ciceron, (Lib. 2. de offic.) que los hombres muy racionales, imitan la honestidad de naturaleza; la qual puso en oculto, las partes feas y vergonçosas: que hizo, para proveer las necessidades del hombre, y no para hermosearle: y enestas, ni consiente poner los ojos, ni que los oy dos suffran sus nombres. Esto bien se pue de atribuir a la ymaginativa: y dezir que se ofende con la mala figura de aquellas par tes. Pero enel capitulo postrero, damos razon de este efecto, y lo reduzim os al en tendimiento: y juzgamos por faltos de esta potencia, a los que no les ofende la deshonestidad. Y porque con la diferencia
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de ymaginativa, que pide el arte militar, casi se junta el entendimiento; por esso los buenos capitanes son honestissimos. Y assi en la historia de Iulio Cesar, se hallara un acto de honestidad el mayor que a hecho hombre enel mundo, y es: que estando-le matando a puñaladas enel Senado (vien do que no podia huyr la muerte) se dexo caer enel suelo, y con la vestidura impe rial, se compuso de tal manera, que des pues de muerto, le hallaron tendido, con grande honestidad, cubiertas las piernas, y las de mas partes, que podian ofender la vista. [] La septima propriedad, y mas impor tante de todas es: que el capitan general sea bien afortunado, y dichoso: en la qual señal, entenderemos claramente, que tiene el ingenio y habilidad, que el arte militar a menester: porque en realidad de verdad, ninguna cosa ay que ordinariamente, haga a los hombres desastrados: y no suceder les siempre las cosas como dessean, es; ser faltos de prudencia, y no poner los me dios convenientes, que los hechos requie ren. Por tener Iulio Cesar tanta pruden cia en lo que ordenava, era el mas bien afortunado de quantos capitanes a avido enel mundo: en tanto, que en los grandes peligros, animava a sus soldados, diziendo: no temays, que con vosotros va la buena fortuna de Cesar. [] Los philosophos Estoy cos, tuvieron entendido, que assi como
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avia una causa primera, eterna, omnipo tente, y de infinita saviduria, conocida por el orden y concierto de sus obras admi rables: assi ay otra imprudente, y desatina da, cuyas obras son sin orden ni razon, y faltas de sabiduria: porque con una irra cional aficion, da y quita a los hombres las riquezas, dignidades, y honra. Llamaronla con este nombre (Fortuna) viendo que era amiga de los hombres que hazian sus cosas (fortè) que quiere dezir a caso, sin pensar, sin prudencia, ni guiar-se por cuenta y razon. Pintavan la (para dar a entender sus costumbres y mañas) en for ma de muger, con un cetro real en la ma no, bendada los ojos, puesta de pies sobre una bola redonda; acompañada de hom bres necios, todos sin arte y manera de vi vir. Por la forma de muger, notavan su gran liviandad, y poco saver: por el cetro real, la confessavan por señora de las rique zas, y honra. El tener bendados los ojos, dava a entender, el mal tiento que tiene, en repartir estos dones. Estar de pies sobre la bola redonda, significa, la poca firmeza que tiene en los favores que haze: con la mesma facilidad que los da, los torna a quitar, sin tener en nada estabilidad. Pero lo peor que en ella hallaron, es: que favo resce a los malos, y persigue a los buenos; ama a los necios, y aborresce los sabios, los nobles abaxa, y a los viles ensalça: lo feo le agrada, y lo hermoso le espanta. En
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la qual propriedad, confiados muchos hombres que conocen su buena fortuna, se atreven a hazer hechos locos y temera rios, y les suceden muy bien: y otros hom bres muy cuerdos y sabios, aun las cosas que van guiadas con mucha prudencia, no se atreven a ponerlas por obra, saviendo ya por experiencia, que estas tales tienen peores successos. [] Quan amiga sea la fortuna de gente ruyn, pruevalo Aristoteles, preguntando (29. Sect. probl. 8.) Cur divitiæ magna ex parte ab hominibus pravis potiùs quàm bonis habeantur. Como si dixera: que es la razon, que por la mayor parte las riquezas estan en poder de los malos; y la pobreza en los buenos? Al qual problema responde: An quia fortuna cæca est, discernere sibe atque eligere quod melius non potest? Como si re spondiera: que la fortuna es ciega, y no tiene discrecion, para elegir lo mejor. Pe ro esta es respuesta indigna de tan grande philosopho: porque ni ay fortuna, que de las riquezas a los hombres: y puesto caso que la vuiera, no da la razon, porque favoresce siempre a los malos, y desecha los buenos. [] La verdadera solucion de esta pregunta, es: que los malos son muy ingeniosos; y tienen fuerte ymaginativa, para engañar, comprando, y vendiendo, y saven gran gear la hazienda, y por donde se a de ad quirir: Y los buenos carescen de ymagi
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nativa: muchos de los quales an querido ymitar a los malos; y tratando conel di nero, en pocos dias perdieron el caudal. Esto notó Christo nuestro Redem ptor, (Lucæ cap. 16.) viendo el habilidad de aquel mayordomo, a quien su señor tomó cuenta; que quedando-se con buena parte de su hazienda, le dio finiquito de la administracion. La qual prudencia (aun que fue para mal) alabó Dios, y dixo, Quia filii hujus seculi prudentiores filiis lucis in ge neratione sua sunt. Como si dixera: Mas prudentes son los hijos de este siglo, en sus invenciones y mañas, que los que son del vando de Dios, porque estos ordinaria mente son de buen entendimiento, con la qual potencia se afficionan a su ley, y ca rescen de ymaginativa: a la qual potencia pertenesce el saver vivir enel mundo: y assi muchos son buenos moralmente; porque no tienen habilidad para ser malos. Esta manera de responder es mas llana y palpa ble. Por no atinar los philosophos natura les a ella, fingieron una causa tan estulta y desatinada, como es la Fortuna, a quien atribuyessen los malos y buenos succes sos; y no a la imprudencia y poco saber de los hombres. [] Quatro diferencias de gentes se hallan en cada republica (si alguno las quisiere buscar:) unos hombres ay que son sabios, y no lo pa recen: otros lo parecen y no lo son: otros ni lo son ni lo parecen: otros lo son y lo parecen.
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Ay unos hombres callados, tardios enel hablar, pesados en responder, no polidos, ni con ornamento de palabras, y dentro de si tienen ocultada una potencia natural, tocante a la ymaginativa, con la qual cone cen el tiempo, la ocasion de lo que an de hazer, el camino por dor de lo an de guiar, sin comunicarlo con nadie, ni darlo a enten der. A estos llama el vulgo dichosos, y bien afortunados: pareciendole que con poco saber y prudencia se les viene todo a la mano. [] En contrario, ay otros hombres de gran de eloquencia en hablar y dezir, grandes traçadores, hombres que tratan de gover nar todo el mundo, y que fingen como con poco dinero se podria ganar de comer; que al parecer de la gente vulgar, no ay mas que saber; y venidos a la obra, todo se les des haze en las manos. Estos se quexan de la fortuna, y la lla man ciega, loca, y bruta: porque las cosas que hazen y ordenan con mucha prudencia, haze que no tengan buen fin. Y si vuiera fortuna, que pudiera responder por si, les dixera: Vosotros soys los neeios, locos y desatinados: que siendo imprudentes, os teneys por sabios; y poniendo malos me dios, quereys buenos successos. Este linage de hombres, tiene una diferencia de yma ginativa, que pone ornamento, y affeyte en las palabras y razones; y les haze parecer lo que no son.
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[] Por donde concluyo, que el capitan ge neral, que tuviere el ingenio que pide el arte militar, y mirare primero muy bien lo que quiere hazer, sera bien afortunado y dichoso: y sino, por demas es pensar, que saldra con ninguna victoria: Sino es que Dios pelea por el, como lo hazia con los exercitos de Israel. Y con todo esso, se ele gian los mas sabios y prudentes capitanes que avia: porque ni conviene dexarlo to do a Dios; ni fiarse el hombre de su inge nio y habilidad: mejor es juntarlo todo: porque no ay otra fortuna, sino Dios, y la buena diligencia del hombre. [] El que invento el juego del axedrez, hizo un modelo del arte militar: repre sentando enel todos los passos y con templaciones de la guerra, sin faltar nin guno. Y de la manera que en este juego no ay fortuna, ni se puede llamar dicho so, el jugador que vence a su contrario, ni el vencido desdichado: assi el Capitan que venciere, se a de llamar sabio, y el vencido ignorante; y no dichoso ni mal afortunado. Lo primero que ordenô eneste juego fue, que en dando mate al Rey, quedasse el contrario victorioso: para dar a entender, que todas las fuerças de un exercito estan puestas en la buena cabeça del que lo rige, y govierna. Y pa ra hazer dello demostracion, dio tantas pieças a uno como a otro: porque qual quiera que perdiesse, tuviesse entendido,
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que le faltó el saber, y no la fortuna. Delo qual se haze mayor evidencia, consideran do, que un gran jugador, a otro de menos cabeça, le da la mitad de las pieças; y con todo esso le gana el juego. Y assi le notó Vegecio, diziendo, (Lib. 3. tit. 9.) Pauciores numero, & inferioribus viribus, super venien tes, & insidias facientes, sub bonis ducibus re portarunt sæpè victoriam. Como si dixera, Muchas vezes acontece, que pocos sol dados y flacos, vencen a los muchos y fuertes, si son governados por un capitan que sabe hazer muchos embustes y enga ños. [] Puso tambien, que los peones no pudies sen bolver atras; para a visar al capitan ge neral que cuente bien las tretas, antes que embie los soldados al hecho: porque si sa len erradas, antes conviene que mueran enel puesto, quebolver las espaldas; porque no ha de saber el soldado que ay tiempo de huyr ni acometer en la guerra, si no es por orden del que los govierna: y assi en tanto que le durare la vida, ha de guardar su portillo, so pena de infame. [] Iunto con esto, puso otra ley, que el peon que corriere siete casas, sin que le prendan, reciba nuevo ser de dama, y pueda andar por donde qui siere, y assentarse junto al Rey, como pieça libertada y noble. En lo qual se da a enten der, que importa mucho en la guerra, para hazer los soldados valientes, pregonar in teresses, campos francos y honras a los que
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hizieren hechos señalados. Especialmen te, si la honra y pro vecho ha de passar a sus descendientes, entonces lo hazen con ma yor animo y valentia. Y assi dize Aristoteles (Lib. 2. de ani.) que en mas estima el hom bre, el ser universal de su linage, que su vi da en particular. Esto entendio bien Saul, quando echó un bando en su exercito, que dezia, (Lib. 1. Regum c. 17.) Virum qui percusserit eum ditabit rex divitiis magnis: & filiam suam dabit ei: & domum patris ejus faciet absque tributo in Israël. Como si dixe ra, Qualquier soldado que matare a Golias, le dara el Rey muchas riquezas, y le casara con su hija: y la casa de su padre, quedara libre de pechos y servicios. Comforme a esto bando, a via un fuero en España, que disponia, que qualquier soldado que por sus buenos hechos meresciesse devengar quinientos sueldos de paga (que era la mas subida ventaja, que se dava en la guerra) quedasse el y todos sus descendientes (para siempre jamas) libres de pechos, y servicios. [] Los Moros [como son grandes juga dores de axedrez) tienen ordenados siete escalones en la paga, a imitacion de las siete casas, que a de andar el peon para que sea dama: y assi los van subiendo de una paga, a dos; y de dos, a tres; hasta llegar a siete (conforme a los hechos que hiziere el soldado:) y si es tan valeroso que me resciere tirar tan subida ventaja (como sie re) se la dan: y por esta causa los llaman
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septenarios, o mata-siete: Los quales tie nen grandes libertades y esenciones: como en España los hidalgos. [] La razon desto es muy clara, en philo sophia natural: porque ninguna facultad ay de quantas goviernan al hombre, que quiera obrar de buena gana, sino ay interes delante que la mueva: Lo qual prueva Aristoteles (4. Sect. probl. 16.) de la potencia generativa: y en las de mas, corre la mes ma razon. El objeto de la facultad irascib le, ya emos dicho atras que es la honra, y provecho: y si esto falta, luego cessa el ani mo y valentia. De todo esto se entendera, la gran significacion que tiene, el hazerse dama el peon, que (sin prender-le) corre siete casas. Porque todas quantas buenas noblezas a avido enel mundo, y avra, an nascido y nasceran, de peones y hombres particulares; los quales con el valor de su persona, hizieron tales hazañas, que mere scieron para si, y para sus descendientes, ti tulo de hijos dalgo, cavalleros, nobles, Condes, Marqueses, Duques, y Reyes. Ver dad es, que ay algunos tan ignorantes, y faltos de consideracion, que no admiten que su nobleza tuvo principio, sino que es eterna, y convertida en sangre, no por mer ced del Rey particular, sino por creacion sobre natural y divina. [] A proposito deste punto [aunque se va algo apartando de la materia] no puedo dexar de referir aqui un coloquio muy
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avisado, que passo entre el Principe don Carlos nuestro señor, y el Doctor Suarez de Toledo, siendo su alcalde de corte en Alcala de Henares. [[Principe.]] Doctor, que os parece deste pueblo? [[Doctor.]] Señor muy bien: porque tiene el mejor cielo y suelo que lugar tiene en España. [[Princ.]] Por tal lo an escogido los medicos para mi salud. Aveys visto la universidad? [Doct.] No señor. [[Princ.]] Velda, que es muy prin cipal, y donde me dizen se leen muy bien las sciencias. [[Doctor.]] Por cierto que pa ra ser un colegio y estudio particular, que tiene mucha fama: y assi deve ser en la obra como vuestra Alteza dize. [[Princ.]] Donde estudiaste vos? [[Doctor.]] Señor en Salamanca. [[Prin.]] Y soys doctor por Sa lamanca? [Doct.] No señor. [[Prin.]] Esso me parece muy mal, estudiar en una uni versidad, y graduarse en otra. [Doct.] Sepa vuestra Alteza que el gasto de Salamanca [en los grados] es excessivo: por esso los pobres huymos del, y nos vamos a lo bara to, entendiendo que el habilidad y las le tras, no las recebimos del grado, sino del estudio y trabajo; aunque no eran mis pa dres tan pobres, que si quisieran, no me gra duaran por Salamanca: pero ya sabe vuestra alteza, que los doctores desta universidad tienen las mesmas franquezas que los hi jos dalgo de España: y a los que lo somos por naturaleza, nos haze daño esta essen cion, alomenos a nuestros descendientes.
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[[Prin.]] Que Rey de mis antepassados hizo a vuestro linage hidalgo? [[Doctor.]] Nin guno: porque sepa vuestra alteza, que ay dos generos de hijos dalgo en España; unos son de sangre, y otros de privilegio: los que son de sangre como yo, no recibie ron su nobleza de mano del Rey; y los de privilegio si. [[Prin.]] Esto es para mi muy difficultoso de entender, y holgaria que me lo pusiessedes en terminos claros: por que si mi sangre real [contando dende mi, y luego a mi padre, y tras el a mi abuelo, y assi los demas por su orden] se viene a aca var en pelayo [a quien por muerte del Rey don Rodrigo, lo eligieron por Rey, no lo siendo] si assi contassemos vuestro lina ge, no verniamos a parar en uno que no fuesse hidalgo? ([Doct.]) Esse discurso no se puede negar, porque todas las cosas tuvieron principio. ([Princ.]) Pues pre gunto yo aora, de donde vuo la hidal guia aquel primero que dio principio a vuestra nobleza? el no pudo libertarse assi, ni eximirse delos pechos y servicios, que hasta alli avian pagado al Rey sus antepassados: porque esto era hutto, y alçarse por fuerça, con el patrimonio Real: y no es razon que los hidalgos de sangre, tengan tan ruyn principio como este. Luego claro esta que el(Muy bien dixo el do ctor Suarez, verdadera hi dalguia: por que ay mu chas secuto rias ganadas en España por la buena industria y maña de hi dalgo, del qual se po dria dezir con mas verdad, que recibio la hidalguia de manos de los testi gos y del re ceptor, que del Rey.) Rey le liberto, y le hizo mer ced de aquella hidalguia: o dadme vos de donde la vuo.
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([Doctor.]) Muy bien con cluye vuestra Alteza, y assi es verdad que no ay hidalguia verdadera que no sea hechu ra del Rey. Pero llamamos hidalgos de sangre, aquellos que no ay memoria de su principio, ni se sabe por escri tura en que tiempo comen ço, ni que Rey hizo la mer ced. La qual escuridad tiene la republica recevida por mar honrosa, que saber distin ctamente lo contrario, &c. [] La republica haze tam bien hidalgos: porque en sa liendo un hombre valeroso, de grande virtud y rico: no le osa empadronar, pa resciendole que es desacato, y que merece por su persona vivir en libertad, y no y gualarle con la gente plebeya. Esta esti macion, passando a los hijos y nieros, se va haziendo nobleza; y van adquiriendo derecho contra el Rey. Estos no son hi dalgos de devengar quinientos sueldos. Pero como no se puede provar, passan por tales. [] El Español que inventó este nombre [hijo dalgo] dio bien a entender la do ctrina que hemos traydo, porque segun su opinion, tienen los hombres dos generos de nacimiento. El uno es natural; enel qual todos son yguales: y el otro spiritual:
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Quando el hombre haze algun hecho he royco, o alguna estraña virtud y hazaña: entonces nace de nucuo, y cobra otros me jores padres, y pierde el ser que antes te nia. Ayer se llamava hijo de Pedro y nieto, de Sancho: aora se llama hijo de sus obras. De donde tuvo origen el refran Castella no, que dize: Cada uno es hijo de sus ob ras. y porque las buenas y virtuosas, llama la divina escritura [algo] y a(Actorum cap. 5. Ioannis cap. 1.) los vicios y peccados [nada] compuso este nombre [hijo dalgo;] que querra dezir aora, decendien te del que hizo alguna estraña virtud, por donde merescio ser premiado del Rey, o de la republica, el y todos sus descendien tes, para siempre jamas. [] La ley de la partida (L. 2. p. 2. tit. 21.) dize, que hijo dalgo quiere dezir, hijo de bie nes. y si entiende de bienes temporales, no tiene razon: porque ay infinitos hijos dal go pobres; y infinitos ricos, que no son hi dalgos: pero si quiere dezir hijo de bienes (que llamamos virtudes) tiene la mesma significacion, que diximos. [] Del segundo nacimiento, que an de tener los hombres (fuera del natural) ay manifiesto exemplo en la divina escritura: donde Christo nue stro redemptor reprehende a Nicodemus, (Ioan. c. 3.) porque siendo doctor de la ley, no sabia que era necessario, tornar el hom bre a nacer de nuevo, para tener otro me jor ser, y otros padres mas honrados, que
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los naturales. Y assi todo el tiempo que el hombre no haze algun hecho heroyco, se llama (en esta significacion) hijo de nada; aunque por sus antepassados, tenga nom bre de hijo dalgo. [] A proposito desta do ctrina, quiero contar aqui un coloquio, que passó entre un capitan muy honrado, y un cavallero, que se preciava mucho de su linage. Enel qual se vera en que consiste la honra; y como ya todos saben deste na cimiento segundo. Estando pues este ca pitan, en un corrillo de cavalleros, tratan do de la anchura y libertad que tienen los soldados en Italia: en cierta pregunta que uno dellos le hizo, le llamo vos (atento que era natural de aquella tierra, y hijo de unos padres de baxa fortuna, y nacido en una aldea de pocos vezinos) el capitan sentido de la palabra, respondio, dizien do, Señor sepa vuestra señoria, que los sol dados que an gozado de la libertad de Ita lia, no se pueden hallar bien en España, por las muchas leyes que ay contra los que echan mano a la espada. Los otros ca valleros (viendo, que le llamava señoria) no pudieron sufrir la risa. De lo qual cor rido el cavallero, les dixo desta manera: Sepan vuestras mercedes que la señoria de Italia es en España merced: y como el señor capitan viene hecho al uso y costumbre de aquella tierra, llama señoria, a quien ha de dezir merced. A esto respondio el capi tan, diziendo, No me tenga vuestra se
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ñoria por hombre tan necio, que no me sa bre acomodar al lenguage de Italia, estan do en Italia; y al de España, estando en España: Pero quien a mi me ha de llamar vos, en España, por lo menos ha de ser se ñoria de España; v se me hara muy de mal. El cavallero (medio atajado) le replico di ziendo, Pues como señor capitan, vos no soys natural de tal parte? y hijo de fulano? y con esto no sabeys quien yo soy, y mis antepassados? Señor (dixo el capitan) Bien se que vuestra señoria es muy buen caval lero, y que sus padres lo fueron tambien: pero yo y mi braço derecho (a quien aora reconozco por padre) somos mejores que vos, y todo vuestro linage. [] Este capitan aludio al segundo nacimi ento, que tienen los hombres: en quanto dixo (yo y mi braço derecho, a quien aora reconozco por padre). Y tales obras podia aver hecho, con su buena cabeça y espada, que ygualasse el valor de su persona, con la nobleza del cavallero. [] Por la mayor parte (dize Platon, In Gorgia) son contrarias la ley y naturale za: porque sale un hombre de sus ma nos, con un animo prudentissimo, illu stre, generoso, libre, y con ingenio para mandar todo el mundo: y por nacer en casa de Amicla (que era un villano muy baxo) quedo por ley privado del honor y libertad, en que naturaleza le puso. Por lo contrario veemos otros, cuyo ingenio
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y costumbres, fueron ordenadas para ser esclavos y siervos: y por nacer en casas il lustres quedan por ley hechos señores. [] Pe ro una cosa no se ha notado mil siglos atras: y es digna de considerar, que por ma ravilla salen hombres muy hazañosos, o de grande ingenio para las sciencias y armas, que no nazcan en aldeas, o lugares paji zios, y no en las civdades muy grandes. Y es el vulgo tan ignorante, que toma por ar gumento en contrario, nacer en lugares pequeños. Delo qual tenemos manifiesto exemplo, en la divina escritura; que espan tado el pueblo de Israel, de las grandezas de Christo nuesto redemptor dixo, A Nazareth potest quicquam boni exire? Como si dixera, Es possible que de Nazareth, pudo salir cosa buena? Pero volviendo al ingenio deste capi tan, que hemos dicho; el devia de juntar mucho entendimiento, con la diferencia de ymaginativa, que pide el arte militar. Y assi apunto, eneste coloquio, mucha do ctrina: de la qual podremos colegir, en que consiste el valor de los hombres, para ser estimados en la republica. [] Seys cosas me parece, que ha de tener el hombre, para que enteramente se pue da llamar honrado: y qualquera dellas que le falte, quedara su ser menoscavado. Pero no estan todas constituydas en un mesmo grado. ni tienen el mesmo valor ni quilates.
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[] La primera y mas principal es, el valor de la propria persona, en prudencia, en ju sticia, en animo y valentia. Este haze las ri quezas, y mayorazgos: deste nacen los apellidos illustres: deste principio tienen origen todas las noblezas del mundo, y sino, vamos a las casas grandes de España; y hallaremos, que casi todas tuvieron ori gen de hombres particulares; los quales con el valor de sus personas, ganaron lo que aora tienen sus descendientes. [] La segunda cosa que honra al hombre (despues del valor de la persona) es la ha zienda: sin la qual ninguno veemos ser estimado en la republica. [] La tercera es la nobleza y antiguedad de sus antepassados: ser bien nacido, y de claro linage, es una joya muy estima da. pero tiene una falta muy grande, que sola por si es de muy poco provecho, assi para el noble como para los demas que tiene necessidad. Porque ni es buena pa ra comer, ni bever, ni vestir, ni calçar, ni para dar, ni fiar: antes haze vivir al hom bre muriendo, privando le de los reme dios que ay para cumplir sus necessidades: pero junta con la riqueza, no(La nobleza es como el zero en la cuenta gua risma; que si no le atrimã algun nume ro, no suma nada.) ay punta de honra que se le yguale. Algunos suelen com parar la nobleza, al zero de la cuenta guarisma: el qual solo por si no vale nada; pero junto con otro numero, le haze subir.
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[] Lo quarto que haze al hombre ser esti mado, es tener alguna dignidad, o officio honroso: y por lo contrario ninguna cosa abaxa tanto al hombre como ganar de co mer en officio mecanico. [] La quinta cosa que honra al hombre, es, tener buen apellido, y gracioso nombre, que haga buena consonancia en los oydos de todos; y no llamarse majagrancias, o majadero, como yo los conozco. Leese en la general historia de España, que viniendo dos embaxadores de Francia, a pedir al Rey don Alonso el nono, una de sus hijas, para casarla con el rey Philippo su señor, que la una dellas era muy hermosa, y se lla mava Urraca: y la otra no era tan gracio sa, pero tenia por nombre Blanca: puestas ambas delante los embaxadores, todos tu vieron entendido, que echaran mano de la doña Urraca, por ser la mayor, y mas her mosa, y estar mas bien adereçada: pero pre guntando los embaxadores, por el nom bre de cada una, les offendio el appellido de Urraca, y escogieron a la doña Blanca, diziendo, que este nombre seria mejor re cebido en Francia que el otro. [] Lo sexto que honra al hombre es buen atavio de su persona, andar bien vestido, y acompañado de muchos criados. [] La buena descendencia de los hijos dal go de España, es, de aquellos (que por el valor de su persona, y las muchas hazañas que emprendieron) devengavan en la guer
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ra quinientos sueldos de paga. El qual ori gen no an podido averiguar los escritores modernos: porque si no son las cosas que hallan escritas, y dichas por otros, ninguno tiene propria invencion. La diferencia que pone Aristoteles (Lib. 1. de memor. & remi niscen.) entre la memoria y reminiscencia, es, que si la memoria a perdido algo de lo que antes sabia, no tiene poder para tor narse acordar, sino lo aprende de nuevo: pero la reminiscencia tiene una gracia particular, que si algo se le a olvidado, con muy poco que le quede discurriendo so bre ello, torna a hallar lo que tenia perdi do. Qual sea el fuero que habla en favor de los buenos soldados, está ya perdido, assi en los libros, como en la memoria de los hombres: pero an quedado estas pala bras (Hijo dalgo de devengar quinien tos sueldos, segun fuero de España, y de tolar conocido.) Sobre las quales discur riendo, y raciocinando, facilmente se ha llaran las compañeras. [] Dando Antonio de Lebrixa la significa cion deste verbo vendico, as; dize, que signi fica devengar para si: como si dixera, tirar para si, aquello que se le deve por paga, o derecho; como aora dezimos (en nueua manera de hablar) tirar gajes del Rey, o ventajas. Y es tan usado en Castilla la vie ja el dezir, Fulano bien ha devengado su trabajo (quando está bien pagado) que no ay entre la gente muy polida otra manera
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de hablar mas a la mano. Desta significa cion tuvo origen el llamar (vengar) quan do alguno se paga de la injuria que otro le ha hecho: Porque la injuria (metaphori camente) se llama deuda. Segun esto, quer ra dezir aora, Fulano es hijo dalgo de de vengar quinientos sueldos; que es decen diente de un soldado tan valeroso, que por sus hazañas merecio tirar una paga tan su bida como son quinientos sueldos. El qual por fuero de España era libertado, el y to dos sus decendientes, de no pagar pechos ni servicios al Rey. El solar conocido, no tiene mas mysterio, de que quando entra va un soldado enel numero de los que de vengavan quinientos sueldos, assentavan en los libros del Rey el nombre del solda do, ellugar de donde era vezino y natural, quien eran sus padres y parientes, para la certidumbre de aquel aquien se le hazia tanta merced. Como parece oy dia en el libro del bezerro, que está en Simancas, donde se hallaran escritos los principios de casi toda la nobleza de España. La mesma diligencia hizo Saul quando David mató a Golias, que luego mando a su capitan Abner que supiesse, De qua stirpe descendit hic adolescens? (1. Regum cap. 18.) Como si dixera: Sabeme Abner de que pa dres y parientes deciende este mancebo, o de que casa en Israel. Antiguamente lla mavan (solar) a la casa assi del villano, co mo del hidalgo.
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[] Pero ya que emos hecho esta digres siones menester bolver al intento que lle vamos, y saber de donde proviene que enel juego del axedrez (pues dezimos que es el retrato de la milicia) se corre mas el hom bre de perder, que a otro ninguno, sin que vaya interes, ni se juege de precio? Y de donde pueda nacer que los que estan mi rando veen mas tretas, que los que jue gan, aunque sepan menos? Y lo que haze mayor difficultad, es, que ay jugadores que en ayunas alcançan mas tretas que aviendo comido: y otros despues de co mer juegan mejor. [] La primera duda tiene poca difficultad: porque ya emos dicho que en la guerra, ni enel juego del axedrez no ay fortuna, ni se permite dezir (quien tal pensara?) todo es ignorancia y descuydo del que pierde: y prudencia y cuydado del que gana. Y ser el hombre vencido en cosas de ingenio y habilidad (sin poder dar otra escusa ni achaque, mas que su ignorancia) no pue de dexar de correrse; porque es racional y amigo de honra, y no puede sufrir que en las obras de esta potencia, otro le haga ventaja. Y assi pregunta Aristoteles (30. Sect. probl. 10.) que es la causa, que los an tiguos no consintieron que vuiesse premios señalados, para los que venciessen a otros en las sciencias? y los pusieron para el ma yor saltador, corredor, tirador debarra, y luchador? A esto responde que en las lu
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chas y contiendas corporales, sufrese po ner juezes, para juzgar el excesso que el uno haze al otro: porque podran dar con justicia el premio al que venciere: porque es muy facil conocer por la vista qual falta mas tierra, y corre con mayor velocidad. Pero en la sciencia es muy difficultoso el tantear con el entendi miento, qual excede a qual; por ser cosa tan espiritual y delicada: Y si el juez quiere dar el premio con malicia, no to dos lo podran entender, por ser un juy zio tan occulto, al sentido de los que lo miran. Fuera desta respuesta, da Aristoteles otra mejor, diziendo, que los hombres no se dan mucho que otros les hagan ventaja en tirar, luchar, correr y saltar, por ser gra cias en que nos sobrepujan los brutos ani males. Pero lo que no pueden sufrir con paciencia, es, que otro sea juzgado por mas prudente y sabio: y assi toman odio con los juezes, y se procuran dellos vengar, pensando que de malicia los quisieron afrentar. Y para evitar estos daños no con sintieron, que en las obras tocantes a la parte racional, vuiesse juezes, ni premios. De donde se infiere que hazen mal las Uni versidades, que señalan juezes, y premios de primero, segundo y tercero, en licen cias, a los que mejor examen hizieren: Por que allende, que acontescen cada dia, los inconvenientes, que a dicho Aristoteles,
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es contra la doctrina Euangelica, poner a los hombres en competencia, de quien a de ser el primero. Y que esto sea ver dad, parece claramente: porque vinien do un dia de camino, los discipulos de Christo nuestro redemptor, trataron en tre si, qual dellos avia de ser el mayor: y estando ya en la posada, les pregun tó su maestro, sobre que avian hablado enel camino? pero ellos (aunque rudos) bien entendieron que no era licita la question: y assi dize el texto, (Marci cap. 9.) que no se lo osaron dezir: pero como a Dios no se le esconde nada, les dixo desta manera: Si quis vult primus es se, erit omnium novissimus, & omnium mi nister. Como si les dixera: el que quisiere ser primero, a de ser el postrero, y siervo de todos. Los Phariseos eran aborrescidos de Christo nuestro redemptor: porque, Amant autem primos accubitus in cœnis, & primas cathedras in Synagogis. (Matth. cap. 9.) [] La razon principal, en que se fundan los que reparten los grados desta manera, es, que entendiendo los estudiantes, que a ca da uno an de premiar, conforme a la mue stra que diere: no dormira ni comera, por no dexar el estudio. I o qual cessaria, no aviendo premio para el que trabajare, ni castigo para el que holgare, y se echare a dormir. Pero es muy liviana y aparente, y presupone un falso muy grande: y es, que
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la sciencia se adquiere por trabajar siem pre en los libros, y oyrla de buenos mae stros, y nunca perder lection. Y no advier ten, que si el estudiante no tiene el ingenio y habilidad que piden las letras que estu dia, es por demas quebrarse de noche y de dia la cabeça enlos libros. Y es el error de sta manera, que entran en competencia, dos diferencias de ingenio tan estrañas co mo esto: que el uno por ser muy delicado (sin estudiar ni ver libro) adquiere la scien cia en un momento: y el otro por ser rudo y torpe, trabajando toda la vida, jamas sa be nada. Y vienen los juezes (como hom bres) a dar primero a quien naturaleza hi zo habil, y no trabajo; y postrero al que nascio sin ingenio, y nunca dexo el estudio: Como si el uno vuiera ganado las letras, hojeando los libros, y el otro perdidolas por echarse a dormir. Es como si pusiessen premio a dos corredores: y el uno tuviesse buenos pies y ligeros, y al otro le faltasse una pierna: Si las Uuniversidades, no admi tiessen a las sciencias, sino a aquellos que tienen ingenio para ellas, y todos fuessen yguales, muy bien era, que vuiesse premio y castigo: porque el que supiesse mas, era claro que avia trabajado mas: y el que me nos, se avia dado a holgar. [] A la segunda duda se responde: que dela manera que los ojos an menester luz y claridad, para ver las figuras y colores: assi la ymaginativa tiene necessidad de
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luz alla dentro enel celebro: para ver los phantasmas que estan en la memoria. Esta claridad no la da el sol, ni el candil, ni la vela, sino los espiritus vitales, que nacen enel coraçon, y se distribuyen por todo el cuerpo. Con esto es menester saber que el miedo recoge todos los espiritus vitales al coraçon, y dexa a escuras el celebro, y frias todas las demas partes del cuerpo. Y assi pregunta Aristoteles [27. Sect. probl. 6.] Cur voce & manibus, & labio inferiori tremant qui metuunt? Como si dixera, Que es la causa, que los que tienen miedo, les tiem bla la voz, las manos, y el labio inferior? A lo qual responde: que conel miedo, se re coge el calor natural al coraçon, y dexa frias todas las partes del cuerpo. Y de la frialdad emos dicho atras [de opinion de Galeno Lib. quòd animi. cap. 7.] que entor pece todas las facultades y potencias del anima, y no las dexa obrar. Con esto está ya clara la respuesta dela segunda duda; y es, que los que estan jugando al axedrez, tie nen miedo de perder, por ser juego de pun donor y afrenta; y no aver enel fortuna [como emos dicho:] y recogiendose los espiritus vitales al coraçon, queda la yma ginativa torpe, por la frialdad; y los phan tasmas a escuras. por las quales dos razo nes, no puede obrar bien el que juega. Pero los que estan mirando, como no les va nada, ni tienen miedo de perder, con menos saver, alcançan mas tretas, por te
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ner su ymaginativa calor, y estar alumbra das las figuras, con la luz de los espiritus vitales. Verdad es, que la mucha luz, de stumbra tambien la ymaginativa: y acon tece, quando el que juega está corrido y afrentado de ver que le ganan. Entonces [conel enojo] crece el calor natural, y alum bra mas de lo que es menester: de todo lo qual está reservado el que mira. De aqui nace un effecto harto usado enel mundo, que el dia que el hombre quiere hazer ma yor muestra de si, y dar a entender sus le tras y habilidad, aquel dia lo haze peor. Otros hombres ay al reves, que puestos en aprieto hazen grande ostentacion, y sali dos de alli no saven nada. de todo lo qual está la razon muy clara: porque el que tie ne mucho calor natural en la cabeça, seña landole en veynte y quatro horas una li cion de opposicion, huyele al coraçon par te del calor natural que tiene demasiado, y assi queda el celebro templado: y en esta disposicion [provaremos enel capitulo que se sigue] que se le offresce al hombre mu cho que dezir. Pero el que es muy sabio, y tiene grande entendimiento, puesto en aprieto, no le queda calor natural en la cabeça, conel miedo: y assi [por falta de luz] no halla en su memoria que dezir. [] Si esto considerassen los que ponen lengua en los capitanes generales, conde nando sus tretas, y orden que dan enel cam po, verian quanta diferencia ay de estar mi
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rando la guerra dende su casa, o jugar lan ces enella: con el miedo de perder un exer cito que el Rey le a puesto entre sus manos. [] No menos daño haze el miedo al me dico para cutar: porque su practica (emos provado atras) pertenesce a la ymagina tiva, la qual se ofende mas con la frialdad que otra potencia ninguna: porque su obra consiste en calor. Y assi se vee por ex periencia, que los medicos(Divites po tim, quam pauperes per peram curan tur. Galen. 11. method. cap. 15.) curan mejor a la gente vulgar que a los principes y grandes señores. [] Un letrado me preguntó un dia (sabiendo que yo tra tava desta invencion) que era la causa que enel negocio que le pagavan bien, se le ofrecian muchas leyes, y apuntamien tos enel derecho: y en los que no tenian cuenta con su trabajo, paresce que le huy a todo quanto sabia? a lo qual le re spondi, que el interes pertenesce a la fa cultad yrascible, la qual reside enel cora çon: y sine está contenta, no da de buena gana los espiritus vitales; con la luz de los quales, se an de ver las figuras que ay en la memoria: pero estando satisfecha, da con alegria el calor natural: y assi tiene el anima racional, claridad bastante para ver todo lo que está escrito en la cabeça. Esta falta tienen los hombres de grande entendimiento, ser escassos y muy inter essales: y en estos se echa mas de ver, la
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propriedad de aquel letrado. Pero bien mirado, ello parece acto de justicia, que rer ser pagado el que trabaja en la viña agena. [] La mesma razon corre por los medicos: a los quales, estando bien pagados, se les ofrescen muchos remedios: y sino, tam bien les huye el arte como al letrado. Pe ro una cosa se a de notar aqui muy impor tante: y es, que la buena ymaginativa del medico, en un momento atina a lo que conviene hazer. Y si se pone de espacio a mirarlo, luego le acuden mil inconvenien tes, que le dexan suspenso; y entretanto se passa la ocasion del remedio. Y assi nunca conviene al buen medico, encomendarle que mire bien lo que ha de hazer, sino que execute aquello que primero le parescio. Porque atras hemos provado, que la mu cha especulacion, sube de punto el calor natural, y tanto puede crescer que desba rata la ymaginativa: pero al medico que la tiene remissa, no le hara daño estar mucho comtemplado: porque subiendo el calor al celebro, verna a alcançar el punto, que esta potencia ha menester. [] La tercera duda tiene [por lo dicho] la respuesta muy clara: porque la diferencia de ymaginativa, con que se juega al axe drez, pide cierto punto de calor, para alcan çar las tretas: y el que juega bien en ayu nas, tiene entonces la intencion de calor que ha menester: pero con el calor dela
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comida sube del punto que es necessario, y assi juega menos. al reves acontece a los que juegan despues de comer, que subien do el calor con los alimentos y el vino, al cançá el punto que le faltava en ayunas: [] y assi conviene emendar un lugar de Platon (Dialogo de natura) que dize aver desuiado naturaleza (con prudencia) el higado del celebro: porque los alimentos (con sus va pores) no perturbassen la contemplacion del anima racional. Y si entiende en las obras que pertenescen al entendimiento, dize muy bien: pero no ha lugar en ningu nas diferencias de ymaginativa. Lo qual se vee por experiencia claramente en los combites y banquetes, que yendo la co mida de medio abaxo, comiençan los con bidados a dezir gracias, donayres, y apo dos: y al principio, ninguno hallava que dezir: pero ya al fin de la comida, a pe nas aciertan a hablar, por aver subido de punta el calor, que pide la ymaginativa. Los que han menester comer, y bever un poco, para que se les levanta la ymaginati va, son los melancholicos por adustion: por que estos tienen el celebro como cal viva: la qual tomada en la mano está fria, y seca al toque: pero si la rocian con algun licor, no se puede sufrir el calor que levanta. [] Tambien se ha de corregir aquella ley que trae Platon , de los Carthaginenses: (2. de legib.) por la qual prohibian que los capitanes no beviessen vino estando en la
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guerra, ni los governadores, durante el año de su magistrado. Y aunque Platon la tiene por muy ju sta, y nunca la acava de loar, es menester hazer distinction. La obra del juzgar, ya he mos dicho atras, que pertenece al enten dimiento; y que esta potencia aborrece el calor, y para esto haze muy gran daño el vino. Pero governar una republica [que es distinta cosa de tomar un processo y sententiarle] pertenece a la ymaginativa: y esta pide calor. Y no llegando al punto que es necessario, bien puede el governa dor bever un poco de vino para hazerle llegar. Lo mesmo se entiende del capi tan general, cuyo consejo se a de hazer tambien con la ymaginativa. Y si con al guna cosa callente se a de subir el calor natural, ninguna lo haze tambien como el vino. pero a de ser moderadamente bevi do: porque no ay alimento que tanto in genio de al hombre, o se lo quite, como este licor. Y assi conviene que el capitan general tenga conocida la manera de su ymaginativa, si es de las que an menester comer y bever para suplir el calor que le falta, o estar en ayunas: porque en solo esto está alcançar una treta o perderla.
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Cap. XIIII. Como se declara, a que differencia de habilidad pertenesce el officio de Rey, y que señales a de tener el que tuviere esta manera de ingenio.

[] QUando Salomon fue elegido por Rey y caudillo de un pueblo tan grande y numeroso como Israel, dize el texto, que para poderlo regir y gover nar, pidio sabiduria del cielo, y no mas. (3 Regum cap. 3.) La qual demanda fue tan a gusto de Dios, que en pago de aver acer tado tambien, le hizo el mas sabio Rey del mundo: y no contento con esto, le dio muchas riquezas, y gloria, encaresciendo siempre su gran peticion. De donde se in siere claramente, que la mayor prudencia y sabiduria, que puede aver enel hombre, essa es, el fundamento en que restriva el officio de Rey: la qual conclusion es tan cierta y verdadera, que no es menester ga star tiempo en provarla. Solo conviene mostrar a que diferencia de ingenio perte nece el arte de ser Rey, y tal qual la repu blica lo ha menester; y traer las señales, con que se ha de conocer el hombre, que tuviere tal ingenio y habilidad. Y assi es cierto, que como el officio de Rey, excede a todas las artes del mundo; de la mesma manera, pide la mayor diferencia de inge nio que naturaleza puede hazer.
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[] Qual sea esta, aun no lo hemos dicho hasta aqui, ocupados en repartir a las de mas artes sus diferencias y modos. Pero ya que la tenemos en las manos, es de sa ber, que de nueve temperamentos que ay en la especie humana, solo uno, dize Ga leno, que haze al hombre(Lib. 1. de tempe. c. 9. & lib. quòd ani. mores, cap. 4. & Plato dial. de nat.) prudentissimo, en todo lo que naturalmente puede al cançar: enel qual las prime ras calidades, estan en tal pe so y medida, que el calor no excede a la frialdad, ni la humedad a la sequedad; antes se hallan en tanta ygualdad, y con formes, como si realmente no fueran contrarias, ni tuvieran oposicion natural. Delo qual resulta un instrumento tan aco modado a las obras del anima racional: que viene el hombre a tener perfecta me moria, para las cosas passadas; y grande ymaginativa, para ver lo que está por ve nir; y grande entendimiento, para distin guir, inferir, raciocinar, juzgar y elegir. Las demas diferencias de ingenio que hemos contado, ninguna dellas tiene entera per fection: porque si el hombre tiene grande entendimiento (por la mucha sequedad) no puede aprender las sciencias que per tenescen a la ymaginativa, y memoria: y si grande ymaginativa (por el mucho calor) queda inhabilitada para las sciencias del entendimiento, y memoria: y si grande me moria (por la mucha humedad) ya hemos
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dicho atras, quan inhabiles son los memo riosos, para todas las sciencias. Sola esta di ferencia de ingenio, que vamos buscando, es la que responde a todas las artes, en proporcion. [] Quanto daño haga a una sciencia, no poderse juntar las demas, notólo Platon , diziendo, que la perfection de cada una en particular, depende de la noticia y co nocimiento de todas: Ningun genero de letras ay, tan disparato para otro, que sa berlo muy bien, no ayude a su perfe ction. Pero que sera, que con aver busca do esta diferencia de ingenio, con mucho cuydado, sola una he podido hallar en España. Por donde entiendo que dixo muy bien Galeno, que fuera de Grecia, ni por sueños, haze naturaleza un hombre templado, ni con el ingenio que requieren todas las sciencias. La razon desto traela el mesmo Galeno, diziendo, (Lib. 2. de sa nit. tuenda,) que Grecia es la region mas templada que ay en el mundo; donde el calor del ayre no excede a la frialdad, ni la humedad a la sequedad. La qual templan ça, haze a los hombres prudentissimos y habiles para todas las sciencias: como pa rece considerando el gran numero de va rones illustres, que della an salido: Socra- tes, Platon , Aristoteles, Hippocrates, Ga- leno, Theophrasto, Demosthenes, Home- ro, Tales Milesio, Diogenes Cinico, Solon, y otros infinitos sabios, de quien las histo
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rias hazen mencion: cuyas obras hallare mos llenas de todas las sciencias: No co mo los escritores de otras provincias; que si escriven medicina, o qualquiera otra sciencia, por maravilla llaman las demas letras, que les den ayuda y favor. Todos son pobres y sin caudal, por no tener inge nio para todas las artes. [] Pero lo que mas espanta de Grecia, es, que siendo el ingenio de las mugeres tan repugnante a las letras (como adelante pro varemos) uno tantas Griegas, y tan señala das en sciencias, que vinieron a competir con los hombres muy racionales: como se lee de Leoncio (muger sapientissima) que siendo Theophrasto el mayor philosopho que uno en su tiempo, escrivio contra el, notando le muchas errores en Philosophia. Y si miramos las otras regiones del mun do, apenas ha salido dellas un ingenio que a notable. Y es la causa habitar en lugares destemplados, por donde se hazen los hom bres feos, torpes de ingenio, y de malas costumbres. Y assi pregunta Aristotel. (14. Sect. probl. 1.) Cur efferis & moribus & aspe ctibus sunt, qui in nimio vel æstu vel frigore colunt? Como si preguntara.(Optima est temperies, non corporis solum, verum etiam intelligentiæ hominis pro- dest.Arist. 13. sect. probl. 1.) Porque los hombres, que ha bitan en lugares muy calien tes, o muy frios, los mas son feos de rostro, y de malas co stumbres? Al qual problema responde muy bien, dizien
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do, que la buena temperatura no sola mente haze buena gracia enel cuerpo: pero aprovecha tambien al ingenio y habilidad. Y de la manera que los exces sos de calor, y de la frialdad, impiden a naturaleza que no saque al hombre bien figurado: por la mesma razon se desba rata el armonia del anima, y le haze torpe de ingenio. [] Esto tenian bien entendido los Grie gos: pues llamavan a todas las naciones del mundo Barbaras, viendo(Græcis ac Barbaris, sa pientibus & insipientibus debitor sum. ad Rom. c. 1.) su inhabilidad, y poco saber. Y assi veemos que quantos nacen, y estudian fuera de Grecia, si son Philosophos, ninguno llega a Platon , y Aristoteles; si medicos, a Hippocrates, y Galeno; si ora dores, a Demosthenes; si poëtas, a Home rus: Y assi en las demas sciencias y artes, siempre los Griegos an tenido la primacia, sin ninguna contradiction. Alomenos el problema de Aristoteles se verifica bien en los Griegos: porque realmente, son los mas hermosos hombres del mundo, y de mas alto ingenio; sino que han sido desgra ciados, oprimidos con armas, subjectos, y maltratados por la venida del Turco: este hizo desterrar las letras, y passar la univer sidad de Athenas a Paris de Francia, donde aora está. Y assi por no cultivarlos, se pier den aora tan delicados ingenios, como los que arriba contamos. En las demas re
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giones, fuera de Grecia, aunque ay escue las, y exercicio de letras, ningun hombre ha salido en ellas muy eminente. Harto piensa el medico que a hecho, si alcanço con su ingenio, a los que dixo Hippocra tes, y Galeno. Y el Philosopho natural, no cabe de sciencia, porque le parece que en tiende a Aristoteles. [] Pero con todo esso no es regla univer sal, que todos los que nacen en Grecia, an de ser por fuerça templados, y sabios; y los demas destemplados, y necios. Porque de Anacharsis natural de Scithia, cuenta el mesmo Galeno (In oratione suasor.) que fue de admirable ingenio entre los Griegos (aunque Barbaro:) conel qual riñiendo un Philosopho natural de Athenas, le dixo, anda para Barbaro. El Anacharsis le re spondio, diziendo: Patria mihi dedecori est; tu verò patriæ. Como si le dixera: Mi patria es affrenta para mi; y tu eres affrenta de tu patria. Porque siendo Scithia una region tan destemplada, y donde tantos necios se crian, sali yo sabio: y naciendo tu en Athe nas (que es el lugar del ingenio y sabidu ria) eres un asno. De maneraque no ay que desesperar de esta temperatura; ni pensar que es caso impossible hallarla fuera de Grecia: mayormente en España (region no muy destemplada:) porque por la mes ma razon que yo e hallado una, aura otras muchas que no an venido a mi noticia, ni las e podido examinar. Por donde será
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bien traer las señales con que se conoce el hombre templado, para que donde le vuiere no se pueda encubrir. [] Muchas señales ponen los medicos pa ra descubrir esta diferencia de ingenio: pe ro las mas principales, y que mejor le dan a entender, son las que se siguen. La pri mera, dize Galeno (Lib. artis me. cap. 13.) que a de tener el cabello subrufo; que es un color de blanco y rubio mezclado: y pas sando de edad en edad, dorandose mas. Y está la razon muy clara: porque la causa ma terial de que se haze el cabello, dizen los medicos, que es un vapor gruesso que se levanta del cozimiento que haze el cele bro al tiempo de su nutricion. Y qual co lor tiene el miembro, tal le toman sus escre mentos. (Gal. lib. 1. de temper.) Si el celebro tiene mucha flema en su composicion, sale el cabello bianco; si mucha colera, açafra nado: pero estando estos dos humores ygualmente mezclados, queda el celebro templado, en calor, frialdad, humedad, y sequedad; y el cabello rubio, participante de ambos estremos. Verdad es, que dize Hippocrates, (lib. de aëre, locis, & aquis,) que este color en los hombres que viven de baxo el Setentrion, (como son Ingleses, Fla mencos, y Alemanes) nace de estar la blan cura quemada por la mucha frialdad; y no por la razon que dezimos. Y assi es me nester advertir enesta señal; porque es muy engañosa.
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[] La segunda señal que a de tener el hom bre, que alcançare esta diferencia de inge nio, dize Galeno (Lib. de optima corporis con stitutione, cap. 4. & 1. lib. de san. tuenda,) que es ser bien sacado y ayroso, de buena gracia y donayre; de manera que la vista se recree en mirarlo: como figura de gran per fection. Y está la razon muy clara: porque si naturaleza tiene muchas fuerças, y si miente bien sazonada, siempre haze de las cosas possibles la mejor, y mas perfecta en su genero: pero viendose alcançada de fu erças, muchas vezes pone su estudio, en la formacion del celebro: por ser el principal assiento del anima racional, partes del cu erpo. Y assi veemos muchos hombres vastos y feos, pero muy delicados de ingenio. [] La cantidad de cuerpo que a de tener el hombre templado, dize Galeno (Li. de optima corporis constitutione, cap. 4.) que no está determinada por naturaleza: porque puede ser grande, pequeño, y de mediana estatura, conforme a la cantidad de si miente templada, que vuo al tiempo que se formó. Pero para lo que toca al inge nio, mejor es la moderada estatura en los hombres templados; que la grande ni pe queña: Y si al uno delos dos estremos ha de inclinar, mejor es a pequeño, que a gran de: porque los muchos huessos y carne, provamos atras (de opinion de Platon y Aristoteles) que haze mucho daño al inge nio. Conforme a esto, suelen los Philoso
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phos naturales preguntar; (Alexand. Aph. lib. 1. prob. 25.) Cur homines qui brevi sunt corpore, prudentiores magna ex parte sunt, quàm qui longo? Dize, Que es la causa, que por la mayor parte, los hombres pequeños son mas prudentes que los largos? Para comprobacion de lo qual, citan a Home ro, que dize, ser Ulysses prudentissimo, y pequeño de cuerpo: y por lo contrario, Ayax estultissimo, y de larg a estatura. A esta pregunta responden muy mal, diziendo, que recogida el anima racional, en breve espacio, tiene mas fuerças para obrar; conforme aquel dicho muy celebrado: Virtus unita, fortior est seipsa dispersa: Y por lo contrario, estan do en un cuerpo largo y espacioso, no tiene virtud bastante para poderlo mover y ani mar. Pero no es esta la razon; sino que los hombres largos tienen mucha humedad en composicion, la qual haze las carnes muy dilatables y obedientes a la augmentacion que procura hazer siempre el calor natural. Al reves acontece en los(Galen. lib. de opt. corp. const. cap. 4.) pequeños de cuerpo: que por la mucha sequedad, no pueden hazer correa sus carnes, ni el calor natural las puede dilatar, ni ensanchar: por donde quedan de breve estatura. Y entre las calidades primeras, tenemos provado atras, que ninguna echa tanto a perder las obras del anima racional, como la mucha humedad, ni quien avive tanto el entendi miento, como la sequedad.
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[] La tercera señal con que se conoce el hombre templado, dize Galeno (Lib. 1. de sanit. tuenda,) que es ser virtuoso, y de bue nas costumbres: porque ser malo y vicio so, dize Platon (Dialogo de Natura) que na ce de tener el hombre alguna calidad de stemplada, que le irrita a peccar: y si ha de obrar conforme a virtud, ha menester pri mero negar su inclinacion natural. Pero el que fuere puntualmente templado, en tan to que estuviere assi, no tiene que hazer esta diligencia: porque las potencias infe riores no le pediran nada contra razon. Y por tanto, dize Galeno (Lib. 2. de sanit. tuen da) que al hombre que tuviere esta tempe ratura, no le pongamos tassa, en lo que ha de comer y bever, porque nunca sale de la cantidad y medida, que el arte de Medici na le podria señalar. Y no se contenta Ga leno con llamarlos temperatissimos; pero aun las demas passiones del anima dize, que no es menester moderarselas; porque su enojo, su tristeza, su placer y alegria estan siempre medidas con la razon. De donde nace, estar siempre sanos, y nunca enfermar; que es la quarta señal. [] Pero en esto no tiene razon Galeno: por que es impossible componerse un hombre, que sea en todas sus potencias perfecto, como es el cuerpo templado; y que la iras cible y concupiscible, no salga superior a la razon, y la yrrite a peccar. Y assi no convie ne dexar a ningun hombre [por templado
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que sea] que siempre siga su inclinacion natural, sin yrle a la mano, y corregirle con la razon. Esto se dexa entender facilmen te, considerando el temperamento que ha de tener el celebro, para que sea conveni ente instrumento de la facultad racional: y el que ha de tener el coraçon para que la yrascible apetezca gloria, imperio, victo ria, y ser a todos superior: y el que ha de tener el higado para cozer los manjares: y el que han de tener los testiculos para poder conservar la especie humana, y ha zerla que passe adelante. [] Del celebro hemos dicho muchas ve zes atras, que ha de tener humedad para la memoria, y sequedad para el entendi miento, y calor para la ymaginativa. Pe ro con todo esso, su natural tempera mento es, frialdad y humedad: y por ra zon de la intencion, y remission destas dos calidades, unas vezes lo llamamos calien te, otras frio, otras humedo, y otras seco: pero jamas sale de frio y humedo, a pre dominio. [] El higado (donde reside la facultad con cupiscible) tiene por natural temperamen to, el calor y humedad a predominio; del qual jamas sale, en tanto que vive el hom bre: Y si alguna vez dezimos estar frio; es, porque no tiene todos los grados de ca lor, que requieren sus obras. [] Del coraçon (que es el instrumento de la facultad yrascible) dize Galeno (Lib. de
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usu pulsu.) que es tan caliente de su propria naturaleza, que si [vivo el animal] meties semos el dedo, dentro de sus cavidades, era impossible poderlo sufrir un momento sin abrasarse. Y aunque algunas vezes lo llamamos frio, nunca se ha de entender a predominio [porque este es caso impossi ble;] sino que no tiene tanta intencion de calor, como han menester sus obras. [] En los testiculos [donde reside la otra patre de la facultad concupiscible] corre la mesma razon: porque su natural tempera mento es, calor y sequedad a predominio. Y si algunas vezes dezimos, que el hombre tiene las testiculos frios; no ha de enten derse absolutamente, ni a predominio; si no que carece de la intension de calor, que ha menester la facultad generativa. [] De aqui se infiere clara-(El coraçon embia calor al celebro por las arte rias; el higa do por las venas; y los testiculos, por los mis mos cami nos.) mente, que si el hombre está bien compuesto, y organiza do, ha de tener por fuerça calor excessivo en el coraçon, so pena que la facultad yras cible, quedara muy remissa: y si el higado no es caliente en excesso, no podra cozer los alimentos, ni hazer sangre para la nu tricion: y si los testiculos no fuessen mas calientes que frios, quedava el hombre impotente, y sin fuerças para engendrar. [] Por donde [siendo estos miembros tan fuertes, como dezimos] necessariamente
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se ha de alterar el celebro, con el mucho calor [que es una delas calidades que mas perturba la razon:] y lo que peor es; que la voluntad siendo libre se(Aun que el hombre es yrritado de su mala com postura, pero con todo esso queda libre para hazer lo que qui siere. Appo suit tibi a quam & i gnem; ad quod volueris, porri ge manum tu am. Eccl. c. 15.) yrrita, e inclina a condescen der con los apetitos de la porcion inferior. A esta cuenta parece que naturale za no puede hazer un hom bre que sea perfecto en todas sus potencias, y sacalle incli nado a virtud. [] Quan repugnante sea a la naturaleza del hombre, salir inclinado a virtud; pruevase claramente, considerando la compostura del primer hombre: que con ser la mas perfecta que a avido en toda la especie humana (despues de la de Christo nuestro redemptor) y hecha por las manos de tan grande artifice; con todo esso, si Dios no le infundiera una calidad sobre natural, que le reprimiera la porcion inferior, era im possible [quedando a los principios de su naturaleza] dexar de ser inclinado a mal. Y que Dios hiziesse a Adam de perfecta yrasci ble, y concupiscible, bien se dexa entender: porque quando les dixo, y mando, Crescite & multiplicamini, & replete terram; cierto es, que les dio fuerte potencia para engen drar; y que no les hizo frios; pues les mandó que hinchessen la tierra de hombres: la qual obra no se puede hazer sin mucho calor.
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[] No menos calor dio a la facultad nutri tiva, con la qual avia de reparar la sustan cia perdida, y rehazer otra en su lugar: pues le dixo; Ecce dedi vobis omnem herbam afferentem semen super terram, & universa ligna quæ habent in semetipsis sementem ge neris sui, ut sint vobis in escam. Porque si Dios les diera el higado, y estomago frio, y con poco calor, cierto es, que no pudieran cozer el manjar, ni conservar se novecien tos y treynta años en el mundo. [] Tambien le fortificó el coraçon, y le dio una facultad yrascible, acomodada para ser Rey y señor, y mandar todo el mundo. Y le dixo: Subjicite terram, & dominamini piscibus maris, & volatilibus cœli, & univer sis animantibus, quæ moventur super terram. Y sino le diera mucho calor, no tuviera brio, ni autoridad, para tener imperio, man do, gloria, magestad y honor. Quanto da ño haga al principe, tener la yrascible re missa, no se puede encarecer: porque por sola esta causa, viene a no ser temido, obe descido, ni reverenciado de los suyos. [] Despues de fortificada la yrascible, y concupiscible (dando a los miembros, que hemos dicho, tanto calor) passó a la facultad racional; y le hizo un cele bro, en tal punto frio y humedo, y con tan delicada sustancia, que el anima pu diesse con el discurrir y philosophar, y aprovecharse de la sciencia infusa. Por que ya hemos dicho y provado atras,
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que para dar Dios alguna sciencia sobre natural a los hombres, les dispone prime ro el ingenio, y los haze capaces con dis posiciones naturales (dadas de su mano) para poderla recevir. Y assi dize el texto divino: [Eccl. c. 17.] Et cor dedit illis excogi tandi, & disciplina intellectus replevit illos. [] Siendo pues la facultad yrascible, y con cupiscible, tan poderosa, por el mucho ca lor; y racional tan flaca y remissa para resi stir; pro veyó Dios de una calidad sobrena tural, [que llaman los Theologos justicia original] con la qual se reprimian los im petus de la porcion inferior; y la parte ra cional quedó superior, y el hombre incli nado a virtud. Pero en peccando nuestros primeros padres, perdieron esta calidad, y quedó la yrascible y concupiscible en su naturaleza, y superior a la razon [por la for taleza de los tres miembros que diximos;] y el hombre, Pronus ab adolescentia sua ad malum. [] Adam fue criado en la edad de adole scencia, la qual [segun los medicos Gal. lib. 6. de sanit. tuenda,] es la mas templada de todas: y dende aquella edad fue inclinado a mal, sino fue aquel poco de tiempo que estuvo en gracia, y con justicia original. [] Desta doctrina se infiere [en buena philosophia natural] que si el hombre a de hazer algun acto de virtud [en contra diction de la carne] es impossible poder lo obrar sin auxilio exterior de gracia:
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por ser las calidades, con que obra la po tencia inferior, de mayor efficacia. Dixe, con contradicion de la carne: porque ay muchas virtudes en el hombre, que nacen de ser flaca la yrascible, y concupiscible [como es la castidad en el hombre frio:] pero esto, antes es impotencia para obrar, que virtud. [] Por donde, sin que la yglesia Catholi ca nos enseñara, que sin auxilio particular de Dios, no podemos vencer nuestra natu raleza; nos lo dize la philosophia natural: Y es, que la gracia conforta nuestra volun tad. Lo que quiso dezir pues Galeno, fue que el hombre templado, excede en virtud a los demas, que carecen desta buena tem peratura, por que es menos yrritada dela porcion inferior. [] La quinta propriedad que tienen los de sta temperatura, es, ser de muy larga vida: porque son muy poderosos para resistir a las causas y achaques, con que enferman los hombres. Y esto es, lo que quiso dezir el real Propheta David: [Psal. 89.] Dies an- norum nostrorum in ipsis septuaginta anni; si autem in potentioribus, octoginta anni; & am plius eorum, labor & dolor. Como si dixera, El numero de años, que ordinariamente vi ven los hombres, allega hasta setenta: y si los potentados viven ochenta, passando de alli, mueren viviendo. Llama potentados, a los que son desta temperatura: porque resi sten mas que todos, a las causas que abrevian la vida.
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[] La ultima señal pone Galeno, (Lib. 1. de tempe. cap. 9.) diziendo: que son pruden tissimos, de grande memoria, para las cosas passadas; de grande ymaginativa, para al cançar lo que esta para venir; y de grande entendimiento, para saber la verdad en to das las cosas. No son malignos, astutos, ni cavilosos: porque esto nace de ser vicioso el temperamento. [] Tal ingenio, como este, cierto es, que no le hizo naturaleza para estudiar Latin, dia lectica, philosophia, medicina, theologia, ni leyes: porque puesto caso, que todas estas sciencias las podia facilmente apren der: pero ninguna dellas hinche toda su capacidad. Solo el officio de Rey, le re responde en proporcion: y en solo regir, y governar, se a de emplear. [] Esto se entendera facilmente, discur riendo por todas las propriedades y se ñales, que (de los hombres templados) hemos contado, considerando de cada una, quanto convenga al cetro real, y quan impertinente sea a las demas scien cias y artes. [] Ser el Rey hermoso y agraciado, es una de las cosas que mas combida a los subdi tos a quererle, y amarle: porque el objeto del amor (dize Platon Dialog. de pulchro) que es la hermosura, y buena proporcion: y si el Rey es feo y maltallado, es impossi ble que los suyos le tengan afficion; antes se afrentan de que un hombre inperfecto,
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y falto de los bienes de naturaleza, los ven ga a regir y mandar. [] Ser virtuoso y de buenas costumbres, bien se dexa entender lo que importa: por que quien a de ordenar la vida a los subdi tos, y darles reglas y leyes para vivir con forme a razon, conviene que el haga otro tanto: porque qual es el Rey, tales son los grandes, medianos, y pequeños. Allende que por esta via, autorizara mas sus man damientos: y podra (con mejor titulo) ca stigar a los que no los guardaren. [] Tener perfection en todas las poten cias que goviernan al hombre (generati va, nutritiva, yrascible, y racional) con viene mas al Rey, que a otro artifice nin guno: porque (como dize Platon , In Theæ- teto) en la republica bien ordenada, avia de aver casamenteros, que con arte su piessen conocer las calidades de las per sonas que se avian de casar, para dar a ca da hombre la muger que le responde en proporcion, y a cada muger su hombre determinado: Con la qual diligencia nunca se frustraria el fin principal del matrimonio: Porque veemos por expe riencia, que una muger con el primer marido no pudo concebir; y casandose con otro, luego tuvo generacion: y mu chos hombres no tener hijos en la pri mera muger, y casandose con otra, aver los luego sin dilacion. Mayormente, di ze Platon que convenia esta arte en los
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casamientos de los reyes: porque como importe tanto a la paz y sossiego del rey no, que su principe tenga hijos legitimos en quien suceda el estado; podria acon tecer que casandose el Rey a tiento, topasse una muger esteril, con quien estuviesse im pedido toda la vida, sin esperança de ge neracion: y muerto sin herederos, luego nacen guerras civiles sobre quien a de mandar. [] Pero esta arte, dize Hippocrates, (Lib. de natura hum. com. 11.) que es necessaria a los hombres destemplados, y no para los que tienen el temperamento perfecto que e mos pintado. Estos no an menester hazer election de mugeres, ni buscar qual les re sponde en proporcion: porque con qual quiera que se casaren, dize Galeno, (5. Aph. com. 62.) que tendran luego generacion. Pero entiendese estando la muger sana, y en siendo de la edad en que (segun orden de naturaleza) las mugeres suelen empre ñarse, y parir. De manera que la fecundidad, está mejor en el Rey que en otro artifice ninguno, por las razones que emos dicho. [] La potencia nutritiva, si es golosa, co medora, y bevedora, dize Galeno, (Lib. de sanita. tuenda) que nace de no tener el hi gado y el estomago, la temperatura que conviene a sus obras. Por donde se hazen los hombres luxuriosos, enfermos, y de muy corta vida. Pero si estos miembros estan templados, y con la compostura que
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an de tener, dize el mesmo Galeno (Lib. de sanita. tuenda) que no apetecen mas canti dad de comida, ni bevida, de la que es ne cessaria para sustentar la vida. La qual pro priedad, es tan importante al Rey, que tie ne Dios por bien aventurada la tierra, que alcança tal principe. Beata terra, cujus Rex nobilis est, & cujus principes vescuntur in tem pore suo, ad reficiendum, & non ad luxu riam. [Eccl. cap. 10.] [] De la facultad yrascible (si es intensa, o remissa) dize Galeno, [Lib. art. med. cap. 29. & 36. & lib. 1. de sanit. tuenda] que es in dicio de estar el coraçon mal compuesto, y de no tener la temperatura, que la perfection de sus obras a menester. De los quales dos estremos, a de carecer el Rey mas que otro artifice ninguno: porque juntar la yracun dia con el mucho poder, no es cosa que con viene a los subditos. Ni menos esta bien al Rey, tener la yrascible remissa: porque pas sando livianamente por las cosas malhe chas, y atrevidas en su reyno, viene a no ser temido, ni reverenciado delos suyos: de lo qual suelen nacer muchos daños en la re publica, y malos de remediar. Pero siendo el hombre templado, enojase con mucha razon, y es pacifico quando conviene. la qual propriedad es tan necessaria enel Rey, como todas las que hemos dicho. [] La facultad racional [ymaginativa, me moria, y entendimiento] quanto importe ser perfecta en el Rey, mas que en otro nin
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guno, pruevase claramente: porque las de mas sciencias y artes parece que se pueden alcançar y poner en practica con las fuer ças del ingenio humano: Pero governar un reyno, tenerlo en paz y concordia, no solamente es menester que el Rey tenga prudencia natural para ello: pero es ne cessario que Dios assista particularmente con su entendimiento, y le ayude a gover nar: y assi lo nota la divina escritura, dizi endo, [Prov. 21] Cor Regis in manu Domini. [] Tambien vivir muchos años, y estar siempre sano, es propriedad mas conve niente al buen Rey, que a otro artifice ninguno: porque su industria y trabajo, es bien universal para todos: y si no tie ne salud para poderlo llevar, queda perdi da la republica. [] Toda esta doctrina que emos traydo, se confirmaria claramente, si hallassemos por historia verdadera, que en algun tiempo, se vuiesse elegido algun hombre famoso por Rey, y que no le faltasse ninguna destas se ñales, ni condiciones que emos dicho. Y esto tiene la verdad, que jamas le faltan ar gumentos con que provarse. [] Cuenta la divina escritura, [1. Regum cap. 16.] que estando Dios enojado con Saul [por aver perdonado la vida a Ma- lec,] que mandó a Samuel, que fuesse a Be lem, y ungiesse por Rey de Israel, a un hijo de Ysay, de ocho que tenia. Y pensando el santo varon, que Dios se pagaria de Eliab
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[por ser de larga estatura] le preguntó, di ziendo assi: Num coram Domino est Christus ejus? A la qual pregunta le fue respondi do, desta manera, Ne respicias vultum ejus, nec altitudinem staturæ ejus, quoniam abjeci eum: nec juxta intuitum hominis ego judico: homo enim videt ea quæ parent, Dominus au tem intuetur cor. Como si Dios le dixera: No mires Samuel a la grande estatura de Eliab, ni aquel bulto que tiene de hombra- zo: porque estoy escarmentado en Saul. Vosotros los hombtes juzgays por las se ñales de fuera: pero yo miro al juyzio y prudencia, con que se a de governar mi pueblo. Samuel [ya amedrentado de que no sa bia elegir] passó adelante, en lo que le era mandado, preguntando siempre a Dios, de uno en uno, qual queria que ungiesse por Rey: y como ninguno le contentasse; dixo a Y say; Tu tienes [por ventura] mas hijos que estos que tenemos delante? El qual respondio, diziendo: que le restava otro enel ganado; pero que era pequeño de cuerpo: pareciendo le que aquello era falta para el cetro real. Pero Samuel [como ya estava advertido] que la grande estatura no era buena señal, hizo que embiasse por el. Y es cosa digna de notar, que antes que cuente la divina escritura, como lo ungie ron por Rey, dize de esta manera: Erat autem rufus, & pulcher aspectu, decoraque fa cie. Surge & unge eum; ipse est enim. Como
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si dixera: Era rubio y hermoso para mirar. Levantate Samuel, y ungele por Rey; que esse es el que quiero. De manera que te- nia David las dos primeras señales, de las que hemos contado; rubio y muy bien sa cado, mediano de cuerpo. [] Ser virtuoso, y de buenas costumbres [que es la tercera señal] bien se dexa en tender, pues dixo Dios del: [Actorum cap. 13.] Inveni virum juxta cor meum. Que puesto caso que pecco mas vezes, no por esso perdia el nombre ni habito de virtuoso. Ni el que es malo por habito, aunque ha ga algunas buenas obras morales, no por esso, pierde el nombre de malo y vicioso. [] Aver vivido sano [en todo el discurso de su vida] parece que se pueda provar: por que en su historia, [3. Regum cap. 1.] de sola una enfermedad se haze mencion. Y esta era disposicion natural, de los que viven muchos años, que por aversele resuelto el calor natural, no podia calentar en la ca ma: para cuyo remedio, acostavan con el una donzella hermosa, que le diera calor. Y con esto vivio tantos años, que dize el texto: [1. Paralip. cap. 29.] Et mortuus est in senectute bona, plenus dierum & divitiis & gloria. Como si dixera: Murio David en su buena vejez, lleno de dias, de riquezas, y de gloria; con aver padescido tantos trabajos en la guerra, y hecho tanta penitencia de sus peccados. Y era la razon, ser templado, y bien compuesto; por donde resistia, a las
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causas que suelen hazer enfermar, y abre viar la vida del hombre. [] Su gran prudencia y saber, notó aquel criado de Saul, quando dixo [1. Regum cap. 16.] Señor, yo conozco un gran musico, hijo de Ysay, natural de Belem, animoso para pelear, prudente en sus razones, y hermoso para mirar. Por las quales seña les ya dichas, es cierto que David era hombre templado; y que a los tales se les deve el sceptro real: porque su ingenio, es el mejor que naturaleza puede hazer. [] Pero contra esta doctrina se offrece una difficul tad muy grande; y es, porque razon, cono sciendo Dios todos los ingenios y habili dades de Israel, y sabiendo que los hom bres templados tienen la prudencia y sa ber, que el officio de Rey a menester; por que razon, en la primera election que hi zo, no buscó un hombre tal? antes dize el texto, (1. Regum cap. 9.) que era Saul tan lar do el pueblo de Israel. Y esta señal, no so lamente en philosophia natural, es mal in dicio para el ingenio: pero aun el mesmo Dios (como hemos provado) reprehendio a Samuel; porque movido con la larga esta tura de Eliab, le queria ungir por Rey. [] Pero esta duda, declara ser verdad lo que dixo Galeno (Lib. 2. de sanit. tuenda) que fuera de Grecia, ni por sueños, se halla un hombre templado: Pues en un pueblo tan grande como Israel, no halló Dios
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uno para elegir por Rey, sino que fue me nester esperar que David cresciesse, y se hiziesse mayor; y entre tanto escogio a Saul: Porque dize el texto, que era el me jor de todo Israel: pero realmente el de via tener mas bondad que sabiduria: Y esta sola no basta para regir y governar: Bonitatem & disciplinam, & scientiam doce me, dezia el real propheta David, (Psal. 118.) viendo que no aprovech aser el Rey bueno y virtuoso, si juntamente no tiene pruden cia y sabiduria. [] Con este exemplo del Rey David, pa resce que aviamos confirmado bastante mente nuestra opinion. Pero tambien nascio otro Rey en Israel, de quien se dixo: (Matth. cap. 2.) Vbi est qui natus est Rex ludæorum? Y si provassemos, que fue rubio, gentil hombre, mediano de cuerpo, virtuoso, sa no, y de gran prudencia y saber, no haria daño a nuestra doctrina. [] Los Euangelistas no se occuparon en referir, la compostura de Christo nuestro Redemptor, por no ha zer al proposito de lo que tratavan: pero es cosa muy facil entenderla; supuesto, que ser el hombre puntualmente templado, es toda la perfection, que naturalmente pue de tener: y pues el Espiritu sancto le com puso, y organizo, cierto es, que la causa material de que le formo, ni la destem plança de Nazareth, no pudieron resistirle, ni hazerle errar la obra (como a los otros
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agentes naturales;) antes hizo lo que quiso: porque no le faltó poder, sa ber, y voluntad de fabricar un hombre perfectissimo, y sin falta ninguna. Mayormente, que su venida [como el mesmo dixo, Ioan. cap. 18. Matth. cap. 20.] fue a padescer trabajos por el hombre, y para enseñarle la verdad. Y esta temperatu ra, hemos provado atras, que es el mejor instrumento natural, para estas dos cosas. Y assi tengo por verdadera aquella rela cion, que Publio Lentulo proconsul, escri vio al Senado Romano, dende Hierusa lem: la qual dize desta manera: [] Aparescio en nuestros tiempos, un hombre que aora vive, de gran virtud; llamado Iesu Christo: al qual las gentes nombran Propheta de verdad: y sus dis cipulos dizen que es hijo de Dios. Re suscitan muertos, y sana enfermedades. es hombre de mediana estatura y derecha, y muy para ser visto: tiene tanta reve rencia en su rostro, que los que le miran se inclinan a amarle y temerle. Tiene los cabellos de calor de avellana bien madu ra: hasta las orejas son llanos, dende las orejas hasta los hombros son de color de cera, pero reluzen mas. Tiene en medio de la frente y en la cabeça una crencha a manerade los Nazareos. Tiene la frente llana, pero muy serena. El rostro sin nin guna ruga, ni mancha, acompañado de un color moderado. Las narizes y boca, no las
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puede nadie reprehender con razon. La barba tiene espessa, y a semejança de los ca bellos; no larga, pero hendida por medio. El mirar tiene muy senzillo y grave. Los ojos tiene garços y claros. Quando repre hende espanta; y quando amonesta aplaze: hazese amar: es alegre con gravedad: nunca le an visto reyr; lorar si. tiene las ma nos y braços muy vistosos. en las conver saciones contenta mucho: pero hallase po cas vezes enellas; y quando se halla, es muy modesto. En la vista y parescer, es el mas hermoso hombre que se puede ymagi nar. [] En esta relacion se contiene tres o qua tro señales, de hombre templado: La pri mera es, que tenia el cabello y barba, de color de avellana bien madura: que bien mirado, es un rubio tostado: el qual color mandava a Dios, ( Num. 10. cap. 19) que tu viesse la bezerra, que se avia de sacrificar, en figura de Christo. Y quando entró enel cielo, con aquel triumpho y magestad, que se devia a tal principe; dixeron algunos An geles, que no sabian de su encarnacion: (Esaiæ c. 63.) Quis est iste qui venit de Edom, tinctis vestibus de Bosra? Como si pregun tara: Quien es este, que viene de la tierra rubia, teñidas las vestiduras, de lo mesmo (atento al cabello, y barba rubia que te nia: y a la sangre, con que yva señalado.) [] Tambien refiere la carta, que era el mas hermoso hombre que se avia visto (que es
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la segunda señal, que han de tener los hom bres templados.) Y assi estava prognosti cado en la escritura divina, por señal para conoscerle: [Psalm. 44.] Speciosus forma præ filiis hominum. Y en otra parte dize: [Gen. cap. 49.] Pulchriores sunt oculi ejus vi no: & dentes ejus lacte candidiores. La qual hermosura, y buena compostura de cuer po, importava mucho, para que todos se le afficionassen, y no tuviesse cosa abor rescible. Y assi dize la carta, que todos se inclinavan a amarle. Tambien refiere que era mediano de cuerpo: y no porque al Espiritu sancto le faltó materia de que ha zerle mayor, si quisiera; sino que cargando al anima racional, de muchos huessos y carne, hemos provado atras, (de opinion de Platon y Aristoteles) que haze grande daño al ingenio. [] La tercera señal (que es ser virtuoso, y de buenas costumbres) tambien lo affir ma la carta: y los Iudios con testigos fal sos, no le pudieron provar lo contrario, ni responderle quando les pregunto, Quis ve strum arguet me de peccato? Y Iosepho (Lib. 18. de antiq. cap. 9.) por la fidelidad que de via a su historia, affirma del, que parecia te ner otra naturaleza mas que de hombre, atento a su bondad y subiduria. Solo el vivir mucho tiempo, no se puede verificar de Christo nuestro redemptor: por averle mu erto tan moço, que si le dexaran a su discur so natural, viviera mas de ochenta años.
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Porque quien pudo estar en un desierto (Matth. cap. 4.) quarenta dias, con sus no ches, sin comer ni bever, y no se murio, ni enfermó, mejor se deffenderia de otras co sas mas livianas, que le podian alterar y of fender. Aunque este hecho está reputado por milagro, y cosa que naturalmente no puede acontecer. [] Estos dos exemplos de Reyes, que he mos traydo, bastavan para dar a enten der que el cetro real, se deve a los hom bres templados; y que estos tienen el in genio y prudencia, que este officio a me nester. Pero ay otro hombre hecho por las proprias manos de Dios, con fin que fuesse Rey, y señor de todas las cosas cria das: Y le sacó tambien rubio, gentil hom bre, virtuoso, sano, de muy larga vida, y prudentissimo. Y provar esto, no hara daño a nuestra opinion. [] Platon (Dialog. de natu.) tiene por cosa impossible, que Dios ni naturaleza puedan hazer un hombre templado, en region de mala temperatu ra: y assi dize, que para hazer Dios al primer hombre muy sabio, y templado; que busçó un lugar, donde el calor del ayre no excediesse a la frialdad; ni la humedad a la sequedad. Y la divina escritura (don de el halló esta sentencia) no dize que Dios crio a Adam, dentro enel parayso terrenal (que era el lugar templadissimo, que dize) sino que despues de formado, le puso aqui: (Gen. cap. 2.) Tulit ergo Dominus Deus ho-
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minem; & posuit eum in paradisum volu ptatis, ut operaretur & custodiret illum. Por que siendo el poder de Dios infinito, y su saber sin medida, y con voluntad de darle toda la perfection natural, que en la espe cie humana podia tener; de creer es, que el pedaço de tierra de que le formó, ni la de stemplança del campo Damasceno (a don de fue criado) no le pudieron resistir, para que no le sacasse templado. La opinion de Platon , Aristoteles, y Galeno, ha lugar en las obras de naturaleza; y aun esta (en re giones destempladas) acierta algunas ve zes, a engendrar un hombre templado: Pero que Adam tuviesse el cabello y barva rubia (que es la primera señal de hombre templado) es cosa muy clara: porque a tento a esta insignia tan notable, le pusie ron este nombre, Adam, el qual quiere dezir (como lo interpreta S. Hieronymo) Homo rufus. [] Ser gentil hombre, y muy bien sacado (que es la segunda señal) tambien no se puede negar: porque en acavando Dios de criarle, dize el texto (Gen. cap. 1.) Vidit Deus cuncta quæ fecerat; & erant valde bona. Luego cierto es, que no salio delas manos de Dios, feo, y mal tallado: porque Dei perfecta sunt opera, (Deut. cap. 12.) Mayor mente, que de los arboles, dize el texto, que eran hermosos para mirar: Que haria Adam, aviendole Dios hecho por fin prin cipal, y para que fuesse señor y presidente
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del mundo? [] Ser virtuoso, sabio, y de bue nas costumbres [que es la tercera y sexta señal] se collige de aquellas palabras: [ Gen. cap. 3.] Faciamus hominem ad imaginem & similitudinem nostram. Porque segun los philosophos antiguos, (Gal. de curand. mor. ani.) el fundamento en que restriva la se mejança que el hombre tiene con Dios, es la virtud y sabiduria. Y por tanto dize Platon , [De lege] que uno de los mayores contentos que Dios recibe en el cielo, es, oyr loar y engrandescer en la tierra al hom bre sabio y virtuoso: Porque este tal, es vivo retrato suyo. Por lo contrario se eno ja, si los necios y viciosos son estimados, y honrados: Y es por la dessemejança que entre Dios y ellos se halla. [] Aver vivido sano y muy largos dias (que es la quarta y quinta señal) no es dif ficultoso provarlo: pues tuvo de vida nue ve cientos y treynta años cumplidos. Y assi puede ya concluyr, que el hombre que fuere rubio, gentil hombre, mediano de cuerpo, virtuoso, sano, y de vida muy lar ga; que este necessariamente es prudentissi mo: y que tiene el ingenio que pide el scep tro real. Tambien hemos descubierto de ca mino, la forma como se puede juntar grande entendimiento, con mucha ymaginativa y memoria: aunque ay otro sin ser el hombre templado. Pero haze naturaleza en esta ma nera tan pocos, que no he hallado mas que dos, en quantos ingenios he examinado.
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[] Como pueda ser, juntarse grande en tendimiento, con mucha ymaginativa, y memoria (no siendo el hombre templa do) es facil de entender, supuesta la opi nion de algunos medicos, que affirman estar la ymaginativa en la parte delante ra del celebro; y la memoria en la po strera; y el entendimiento en la de en medio: y lo mesmo se puede dezir en nuestra ymaginacion: Pero es obra de grande acierto, que siendo el celebro tan maño como un grano de pimienta, al tiempo que naturaleza le forma; y que haga el un ventriculo de simiente muy ca liente; y el otro de muy humeda; y el de en medio de muy seca: pero en fin no es caso impossible.

Cap. XV. Capitulo notable, donde se trae la ma nera, como los padres an de engen drar los hijos sabios, y del ingenio que quieren las letras.

[] COsa es digna de grande admiracion; que siendo naturaleza tal, qual todos sabemos, prudente, mañosa, de grande ar tificio, saber y poder; y el hombre, una obra en quien ella tanto se esmera: y para uno que haze sabio y prudente, cria infini ros faltos de ingenio. Del qual effecto [bu
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scando su razon y causas naturales] he hal lado por mi cuenta que los padres no se llegan al acto de la generacion con el or den y concierto que naturaleza estable scio, ni saben las condiciones que se an de guardar, paraque sus hijos salgan pruden tes y sabios. Porque por la mesma razon que en qualquiera region templada o de stemplada, naciere un hombre muy inge nioso, saldran otros cien mil [guardando siempre aquel mesmo orden de causas;] si esto pudiessemos remediar con arte, auriamos hecho a la Republica el mayor beneficio que se le podria hazer. Pero la difficultad que tiene esta materia, es, no poderse tratar con terminos tan galanos y honestos, como pide la verguença natural, que tienen los hombres. Y por la mesma razon que dexaremos de dezir y notar, al guna diligencia, o contemplacion necessa ria, es cierto, que va todo perdido: en tan to, que es opinion de muchos philosophos graves, que los hombres sabios engendran [ordinariamente] hijos muy necios: por que en el acto carnal, se obstienen [por la honestidad] de algunas diligencias que son importantes, para que el hijo saque la sabiduria del padre. [] Desta verguença natu ral que tienen los ojos, quando se les pone delante los instrumentos de la generacion; y offenderse los oydos, quando suenan sus nombres; an procurado algunos philo sophos antiguos, buscar la razon natural;
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espantados de ver, que vuiesse naturaleza hecho aquellas partes con tanta diligen cia y cuydado, y para un fin tan importante [como es hazer immortal el linaje huma no;] y que quanto un hombre es mas sa bio, y prudente, tanto mas se desgracia, quando las mira, o las oye nombrar. [] La verguença y honestidad, dize Aristo- teles [3. de Anima. & 4. Topic.] que es pro pria passion del entendimiento: y qualquie ra que no se offendiere con los nombres y actos de la generacion, es cierto que carece desta potencia: como diriamos que no tie ne tacto, el que puesta la mano en el fuego no se quema. Con este indicio, descubrio Caton el mayor que Manilio [varon illu stre] era falto de entendimiento: porque le informaron, que besava a su muger, en presencia de una hija suya que tenia. Por la qual razon, le removio del lugar senato rio: y no se pudo acabar con el, que lo ad mitiesse enel numero de los senadores. [] Desta contemplacion hizo Aristoteles un problema, preguntando [4. Sect. probl. 28.] Cur homines rem agere veneream cupien tes, confiteri se cupere, maximè pudet: bibendi aut edendi aut aliquid ejusmodi faciendi desi derio cùm teneantur, confiteri non pudet? Co mo si dixera: Que es la razon, que si un hombre tiene desseo del acto carnal, a ver guença de manifestarlo: y si le da gana de comer, o bever, o de otra qualquier cosa deste genero, no tiene empacho de mani
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festarlo? Al qual problema responde muy mal, diziendo: An quòd rerum plurimarum cupiditates necessariæ sunt, & nonnullæ nisi expleantur interimunt: rei autem venereæ li bido superfluit & abundantiæ index est. Como si dixera, que ay apetito de muchas cosas, que son necessarias a la vida del hombre; y algunas tan importantes, que si no se pu siessen por obra, le matarian. Pero el ape tito del acto venereo, antes es indicio de abundancia que de falta. [] Pero realmente el problema es falso; y la respuesta tambien: porque no solamen te a hombre verguença de manifestar el desseo que tiene de allegar se a muger; pe ro tambien de comer y bever y dormir: Y si le da gana de expeler algun excremento, no lo osa dezir ni hazer, sino con empacho y verguença: y con esto se va al lugar mas secreto, donde nadie lo vea. Y veemos hombres tan vergonçosos, que teniendo grande apetito de orinar, no lo pueden ha zer si alguno los está mirando; y dexando los solos, luego la bexiga da la urina. Y estos son apetitos de expeler lo que está demasiado enel cuerpo; y si no se pusiesse por obra, vernia el hombre a morir; y muy mas presto, que por no comer ni bever. Y si alguno lo dize, o haze en presencia de otro, dize Hippocrates, que no está en su libre juyzio. [] La mesma proporcion, dize Galeno, (6. de locis affec. cap. 6.) que tiene la simiente
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con los vasos seminarios, que la urina con la bexiga: por que de la manera que la mucha urina irrita la bexiga para que la echen de alli; assi la mucha simiente mo lesta los vasos seminarios. Y pensar Ari stoteles que el hombre y la muger no vie nen a enfermar y morir por retencion de simiente, es contra la opinion de todos los medicos: mayormente de Galeno (Lib. 6. de locis affec. cap. 6.) el qual dize y affirma, que muchas mugeres (quedando moças, y viudas) vinieron a perder el sentido y mo vimiento, el puso y la respiracion; y tras ello la vida. Y el mesmo Aristoteles cuen ta muchas enfermedades que padescen los hombres continentes, por la mesma ra zon. (4. probl. 30.) [] La verdadera respuesta del problema, no se puede dar en philosophia natural: por que no es de su jurisdiction. Y assi es mene ster passar a otra sciencia superior (quella man Metaphysica) en la qual dize Aristo teles (Lib. 12. Meta.) que el anima racional, es la mas infima de todas las intelligencias: y por ser de la mesma naturaleza generica, que tienen los Angeles, está corrida de verse metida en un cuerpo, que tiene com munidad con los brutos animales. Y assi no ta la divina escritura (como cosa que con tenia misterio) que estando el primer hom bre desnudo, no tenia verguença: pero vien dose assi, luego se cubrio. Enel qual tiem po conoscio, que por su culpa avia perdido
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la immortalidad: y que su cuerpo era alte rable, y corruptible; y que aquellos instru mentos y partes, se le avian dado, porque necessariamente avia de morir, y dexar otro en su lugar; y que para conservar aquel po co de tiempo que tenia de vida, avia me nester comer y bever, y echar de si tan ma las y hediondos excrementos: y cresciole mas la verguença, viendo que los Ange les (con quien el frisava) eran immortales, y que no avian menester comer, ni bever, ni dormir, para conservar la vida, ni tenian instrumentos, para engendrarse unos a otros: antes fueron criados todos juntos, de ninguna materia, y sin miedo de cor romperse. De todo lo qual, salen natural mente instruydos los ojos, y oydos. Y assi le pesa al anima racional, y se(Nota un in dicio de ser el anima ra cional, im mortal.) a verguença, que le traygan a la memoria las cosas que dieron al hombre, por ser mortal, y corruptible. [] Y que esta sea la conveniente respuesta, parece claramente: porque para conten tar Dios al anima, despues del juyzio uni versal, y darle entera gloria; a de hazer, que su cuerpo tenga propriedades de angel, dandole subtilidad, agilidad, immortali dad, y resplandor: por la qual razon, no terna necessidad de comer, ni de bever, co mo los brutos animales. Y estando enel cielo (desta manera) no ternan verguença de verse en carnes, como aora no la tie
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nen, Christo nuestro Redemptor, ni su ma dre: Antes gloria accidental en ver, que a cessado ya el uso de aquellas partes que so lian offender el oydo, y la vista. [] Tomando pues en cuenta esta honesti dad natural del oydo, procure salvar los terminos duros y asperos desta materia, y rodear por algunas maneras blandas de hablar, y donde no se pudiere escusar, aura me de perdonar el honesto lector: por que reduzir a arte perfecta, la manera que se a de tener, para que los hombres salgan de ingenio muy delicado, es una de las co sas que la republica mas a menester. Al lende que por la mesma razon, naceran virtuosos, gentiles hombres, sanos y de muy larga vida. [] En quatro partes principales, me pa recio repartir la materia deste capitulo, para dar claridad a lo que se a de dezir: y que el lector no se confunda. La primera es, mostrar las calidades y temperamen to natural que el hombre y la muger an de tener, para poder engendrar. La se gunda, que diligencias an de hazer los pa dres para que sus hijos nazcan varones, y no hembras. La tercera, como saldran sa bios y no necios. La quarta, como se an de criar despues de nacidos, para conservar les el ingenio. [] Venidos pues al primer punto, yo he mos dicho de Platon (In Theæteto) que en republica bien ordenada, avia de aver casa
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menteros, que con arte supiessen conocer las calidades de las personas que se avian de casar; y dar a cada hombre la muger que le responde en proporcion; y a cada mu ger su hombre determinado. [] En la qual materia començaron Hippo crates y Galeno a trabajar: y dieron algu nos preceptos y reglas para conocer que muger es fecunda, y qual no puede parir; y que hombre es inhabil para engendrar, y qual potente y prolifico: pero de todo di zeron muy poco, y no con tanta distinction como convenia (alomenos al proposito, que yo lo e menester) por donde será ne cessario començar el arte dende sus prin cipios, y darle brevemente el orden y con cierto que a menester, para sacar en limpio de que junta de padres salen los hijos sa bios; y de qual necios y torpes. [] Para lo qual, es menester saber primero cierta philosophia particular: que aunque es a los peritos del arte, muy patente y verdadera; pero el vulgo está en ella muy descuydado: y depende de su conocimien to todo lo que acerca del primer punto se a de dexar: y es, que el hombre (aunque nos parece de la compostura que veemos) no diffiere de la muger [segun dize Galeno Lib. de dissect. vulvæ; & lib. 2. de semine, cap. 5.] mas que en tener los miembros genita les fuera del cuerpo. Porque si hazemos anatomia de una donzella, hallaremos que tiene dentro de si, dos testiculos, dos vasos
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seminarios, y el utero, con la mesma com postura que el miembro viril, sin faltarle ninguna deligneacion. Y de tal manera es esto verdad, que si acavando naturaleza de fabricar un hombre perfecto, le quisiesse convertir en muger, no tenia otro trabajo, mas que tornarle a dentro, los instrumen tos de la generacion. Y si hecha muger, quisiesse volverla en varon, con arrojarle el utero, y los testiculos fuera, no avia mas que hazer. [] Esto muchas vezes le a acontecido a naturaleza, assi estando la criatura en el cuerpo, como fuera. De lo qual estan lle nas las historias, sino que algunos an pensado que era fabuloso, [viendo que los poetas lo trayan entre las manos;] pe ro realmente passa assi: que muchas ve zes a hecho naturaleza una hembra, y lo ha sido uno y dos meses enel vientre de su madre, y sobreviniendo les a los miembros genitales copia de calor (por alguna occasion) salir a fuera, y quedar hecho varon. A quien esta transmutacion le acontesciere en el vientre de su madre, se conosce despues claramente, en ciertos movimientos que tiene, indecentes al sexo viril, mugeriles, mariosos; la vos blanda, y melosa: son los tales inclinados a hazer obras de mugeres, y caen ordinariamente enel peccado nefando. Por lo contrario, muchas vezes tiene naturaleza, hecho un varon, con sus miembros genitales a fuera,
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y sobreviniendo frialdad, se los buelve a dentro, y queda hecha hembra. Conoce se despues de nacida, en que tiene el ayre de varon, assi en la habla como en todos sus movimientos y obras. Esto parece que es difficultoso provarlo: pero consideran do lo que muchos historiadores auten ticos affirman, es muy facil de creer. Y que se ayan buelto mugeres en hombres de spues de nacidas, ya no se espanta el vulgo de oyrlo, porque fuera de lo que cuentan por verdad muchos antiguos, es cosa que a acontescido en España muy pocos años a: y lo que muestra la esperiencia, no ad mite disputas ni argumentos. [] Pues que sea la razon y causa de en gendrarse los miembros genitales, den tro, o fuera; o salir hembra, y no varon, es cosa muy clara, sabiendo que el calor di lata y ensancha todas las cosas; y el frio las detiene y encoge. [] Y assi es conclusion de todos los philo sophos y medicos, (Gal. lib. 2. de semine, cap. 5. 4. prob. 29.) que si la simiente es fria y hu meda, que se haze hembra, y no varon: y siendo caliente y seca, se engendrara va ron, y no hembra. De donde se infiere claramente que no ay hombre que se pueda llamar frio, respe cto dela muger; ni muger caliente, respe cto del hombre. [] La muger para ser fecunda, dize Aristo teles (4. Sect. probl. 2.) que a de ser fria y hu
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meda: porque sino lo fuesse, era impossi ble, venir-le la regla, ni tener leche para su stentar nueve meses la criatura enel vien tre: y dos años despues de nacida, toda sele gastara y consumiera. [] La mesma proporcion, dizen todos los philosophos y medicos, que tiene el utero, con la simiente viril, que tiene la tierra con el trigo, o qualquiera otra semilla: y veemos que si la tierra no esta fria y hume da, los labradores no osan sembrar, ni se trava la simiente. [] Y entre las tierras, aquellas son mas fe cuncas y abundosas en fructificar, (Gal. 5. aph. com. 62.) que tienen mas frialdad y humedad: como parece por experiencia, considerando los lugares del Norte [In glaterra, Flandres y Alemania] cuya abun dancia en todos los frutos espanta a los que no saven la razon, y causa: y en tales tierras como estas, ninguna muger [casan do se] jamas dexó de parir, ni saven alla, que cosa es ser esteril: todas son fecundas, y prolificas, por la mucha frialdad y hume dad. [] pero aunque sea verdad que a de ser fria y humeda la muger, para poder conve nir: pero tanto podria ser que ahogasse la simiente; como vemos, que se pierden los panes conel mucho llover, y no pueden medrar haziendo mucho frio. Por donde se entiende, que estas dos calidades, an de tener cierta moderacion; de la qual subi endo, o baxando, se pierde la fecundidad.
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Hippocrates [5. Aph. 62.] tiene por fecun da la muger, cuyo vientre es templado de tal manera, que el calor no exceda a la frialdad; ni la humedad, a la sequedad: y assi dize, que las mugeres que tienen los vientres frios, no conciven, ni las que los tienen muy humedos, ni muy calientes y secos: y por la mesma razon, que la muger y sus miembros genitales fuessen templados, era impossible poder conce vir, ni menos ser muger: porque si la si miente de que se formó al principio fuera templada, salieran los miembros genita les a fuera, y quedara hecha varon: Y con esto le creciera la barba, y no le viniera la regla: antes fuera el mas perfecto varon, que naturaleza puede hazer. Tan poco puede ser el utero, ni la muger caliente a predominio: porque si la simiente de que se engendró, tuviera esta temperatura, sa liera varon y no hembra. [] Ello es cierto [sin falta ninguna] que las dos calidades que hazen fecunda la muger, son frialdad y humedad: porque la naturaleza del hom bre a menester mucho nutrimento, para poderse engendrar, y conservar. Y assi vee mos que a ninguna hembra de quantas ay entre los brutos animales, le viene su costumbre, como a la muger. Por donde fue necessario hazerla toda ella fria y hu meda; y en tal punto, que criasse mucha sangre flegmatica, y no la pudiesse gastar ni consumir. dize [sangre flegmatica] por
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que esta es acomodada a la generacion de la leche. De la que, dize Galeno, & Hippocrates [5. Sect. probl. 52.] que se man tiene la criatura, todo el tiempo que está enel vientre; y si fuera templada, criara mucha sangre, inepta a la generacion de la leche; y toda la resolviera [como lo haze el hombre templado] y assi no so brara nada para mantener la criatura. [] Por donde tengo por cierto, y es impossi ble, ninguna muger ser templada, ni ca liente: todas son frias y humedas. Y si no; den me los medicos y philosophos la ra zon, porque a ninguna muger le nace la barba; y a todas las viene la regla [estan do sanas] o porque causa, siendo la simien te de que se hizo templada, o caliente, sa lio hembra y no varon? Pero aunque es verdad, que todas son frias y humedas; pe ro no todas estan en un mesmo grado de frialdad y humedad: unas estan enel pri mero, otras enel segundo, y otras enel ter cero: Y en qualquiera dellos se puede empreñar, si el hombre le responde en la proporcion de calor, que adelante dire mos. Con que señales se ayan de conocer estos tres grados de frialdad y humedad en la muger; y saver, qual esta enel prime ro, y qual enel segundo, y qual enel terce ro; ningun philosopho ni medico lo a di cho hasta aqui. Pero considerando los ef fectos que hazen estas calidades en las mu geres, podremos partirlos, por razon de
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la intension; y assi sera facil entenderlo. Lo primero, por el ingenio y abilidad de la muger. Lo segundo por las costumbres y condicion. Lo tercero, por la voz grues sa o delgada. Lo quarto, por las carnes muchas, o pocas. Lo quinto, por el color. Lo sexto, por el vello. Lo septimo, por la hermosura, o fealdad. [] Quanto a lo prime ro, es de saber, que aunque es verdad (y assi lo dexamos provado atras) que el ingenio y abilidad de la muger, sigue el tempera mento del celebro, y no de otro miembro ninguno: pero es de tanta fuerça y vigor, el utero y sus testiculos, para alterar todo el cuerpo, que si estos son calientes y se cos, o frios y humedos, o de otra qual quier temperatura, las demas partes, dize Galeno [5. Aphor. com. 62. Hipp. 6. Epid. p. 1. com. 2.] que llevan el mesmo tenor. Pero el miembro que mas asido está de las alte raciones del utero, dizen todos los medi cos, que es el celebro: aunque no hallan razon, en que fundar tanta corresponden cia. Verdad es, que por experiencia prueva Galeno [ Lib. 1. de semine, cap. 15.] que ca strando una puerca, luego se amansa y en gorda, y haze la carne tierna y sabrosa: y con los testiculos, es de comer como car ne de perro. Por donde se entiende que el utero y sus testiculos son de grande effica cia, para comunicar a todas las de mas par tes del cuerpo su temperamento; mayor mente al celebro, por ser frio y humedo
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como ellos. Entre los quales [por la seme jança] es facil el transito. [] Y si nos accordamos que la frialdad y humedad, son las calidades que echana perder la parte racional, y sus contrarios (calor y sequedad) la perficionan, y aug mentan: hallaremos que la muger que mostrare mucho ingenio y abilidad, terna frialdad y humedad enel primer grado: y si fuere muy bova, es indicio de estar enel tercero, de los quales dos estremos parti cipando, arguye el segundo grado: porque pensar que la muger pude ser caliente y se ca, ni tener el ingenio y habilidad que sigue a estas dos calidades, es muy grande error: porque si la simiente de que se formó, fue ra caliente y seca a predominio, saliera va ron y no hembra: Y por ser fria y humeda, nascio hembra y no varon. [] La verdad desta doctrina parece clara mente, considerando el ingenio dela pri mera muger que vuo enel mundo; que con averla hecho Dios con sus proprias manos, y tan acertada y perfecta en su sexo, es conclusion averiguada, que sabia mucho menos que Adam: lo qual en tendido por el Demonio, la fue a tentar, y no oso poner se a razones con el varon [temiendo su mucho ingenio y sabidu ria:] pues dezir que por su culpa le quita ron a Eva todo aquel saber que le faltava para ygualar con Adam, ninguno lo pue de affirmar; porque aun no avia peccado.
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Luego la razon de tener la primera mu ger, no tanto ingenio, le nascio de averla hecho Dios fria y humeda [que es el tem peramento necessario para ser fecunda y paridera; y el que contradize al saber] y si la sacara templada [como Adam] fuera sa pientissima: pero no pudiera parir, ni ve nirle la regla, sino fuera por via sobre-na tural. En esta naturaleza se fundó S. Pablo, quando dixo: Mulier in silentio discat, cum omni subjectione: docere autem mulieri non permitto, neque dominari in virum, sed esse in silentio. Como si dixera: No quiero que la muger enseñe, sino que calle, y aprenda, y este sujeta a su marido. Pero esto se entien de, no teniendo la muger espiritu, ni otra gracia mas que su disposicion natural: pe ro si alcança algun don gratuyto: bien puede enseñar y hablar: Pues sabemos que estando el pueblo de Israel opprimido y cercado por los Assyrios, embió a llamar Iudith [muger sapientissima] a los sacerdo tes de Cabrey, y Charmi, y les riño dizien do: Donde se sufre que diga Ozias, que si dentro de cinco dias no le viene socorro, que ha de entregar el pueblo de Israel a los Assyrios? Vosotros no veys que estas pa labras provocan a Dios a yra, y no a mi sericordia? Que cosa es que pongan los hombres termino limitado a la miseri cordia de Dios: y que señalen a su antojo el dia en que les puede socorrer y librar? Y en acavandolos de reñir, les mostró de que
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manera avian de aplacar a Dios, y alcançar del lo que pedian. Tambien Elbora (muger no menos sa bia) enseñava al pueblo de Israel la mane ra como avian de dar gracias a Dios, por la grande victoria que contra sus enemi gos avian alcançado. Pero quedando la muger en su disposicion natural, todo ge nero de letras y sabiduria, es repugnante a su ingenio. Por donde la yglesia Catho lica con gran razon tiene prohibido, que ninguna muger pueda predicar, ni confes sar, ni enseñar: porque su sexo no admite prudencia ni disciplina. [] Tambien por las costumbres de la mu ger, y por su condicion, se descubre en que grado de frialdad y humedad está su tem peramento: porque si con el ingenio agu do es arisca, aspera y dessabrida, está enel primer grado de frialdad y humedad; sien do verdad (lo que atras dexamos prova do) que la mala condicion anda siempre asida de la buena ymaginativa: ninguna cosa passa por alto, la que tiene este punto de frialdad y humedad; todo lo nota y riñe: assi no se puede sufrir. Suelen ser las tales de buena conversacion, y no se espan tan de ver hombres, ni tienen por mal criado al que les dize un requiebro. [] Por lo contrario, ser la muger de buena condicion; el no darle pena ninguna cosa; el reyr se de qualquier ocasion; el passar por todo, y dormir muy bien; descubre el
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tercer grado de frialdad y humedad; porque la mucha blandura enel ani mo, anda ordinariamente acompaña da del poco saber. La que participare destos dos estremos, estara enel segundo grado. [] La voz abultada, gruessa, y aspera, dize Galeno (Lib. art. med.) que es indicio de mucho calor y sequedad: (Hipp. 6. Epid.) y tambien lo provamos atras de opinion de Aristoteles: por donde entenderemos, que si la muger tuviere la voz como hom bre, que es fria y humeda enel primer gra do; y si muy delicadca, está enel tercero: Y participando de ambos estremos, terna una voz natural de muger, y estara enel se gundo grado. Quanto dependa la habla del temperamento de los testiculos, lo provaremos luego, tratando de las señales del hombre. [] Tambien las muchas carnes en la mu ger, es argumento de mucha frialdad y humedad; porque la pingue y grossura, dizen los medicos, que se engendra en los animales por esta razon. Y por lo contra rio, ser enxuta y seca, es indicio de poca frialdad y humedad. Y tener moderadas carnes, ni pocas, ni muchas, es evidente se ñal, que la muger está enel segundo grado de frialdad y humedad. Tambien la blan dura y aspereza dellas muestra los grados destas dos calidades. La mucha humedad pone las carnes blandas; y la poca, asperas
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y duras; y la moderada, las haze de buena manera. [] El color del rostro, y de las demas partes del cuerpo, descubren tambien la inten cion y remission destas dos calidades. Ser la muger muy blanca, dize Galeno, [Lib. de sang. miss.] que es indicio de mucha frial dad y humedad: y por lo contrario la que es morena y verdinegra, está enel primer grado de frialdad y humedad: de los qua les dos estremos se haze el segundo gra do; y conocese en que juntamente es blan ca y colorada. [] Tener mucho vello, y un poco de bar ba, es evidente señal para conocer el pri mer grado de frialdad y humedad: por que sabida la generacion de los pelos y barba, todos los medicos dizen que es de calor y sequedad: y si son negros, arguye mucho calor y sequedad. La contraria tem peratura se colige, siendo la muger muy lampiña, sin boço ni vello. La que esta enel segundo grado de frialdad y humedad, tiene un poco de vello, pero rubio y dorado. [] La fealdad y hermosura, ayudan tam bien a conoscer los grados que la muger tiene de frialdad y humedad. Enel primer grado por maravilla sale la muger hermo sa: porque estando seca la simiente de que se formó, fue impedimento para que no saliesse bien figurada. El barro ha de te ner humedad conveniente para que el ol lero lo pueda formar, y hazer dello que
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quisiere: y estando duro y seco, saca los vasos feos y mal tallados. [] Tambien la mucha frialdad, y hu medad, dize Aristoteles, que haze natura leza las mugeres feas: porque si la simiente es fria y muy aganosa, no se puede bien fi gurar, por no tener consistencia: como del batro muy blando veemos que se hazen los vasos mal figurados. [] Enel segundo grado de frialdad y hu medad, sale la muger muy hermosa, por averse hecho de materia bien sazonada, y obediente a naturaleza: la qual señal (so lo por si) es evidente argumento de ser la muger fecunda; porque es cierto que na turaleza la acertó a hazer: y de creer es, que le daria el temperamento y compo stura que era necessaria para parir: y assi a casi todos los hombres responde en pro porcion, y todos la apetescen. [] Ninguna potencia ay en el hombre que no tenga indicios y señales para descubrir la bondad o malicia de su objeto. El esto mago conosce los alimentos por el gusto, por el olfacto, y por la vista: y assi dize la divina escritura, que Eva puso los ojos enel arbol vedado; y le parecio que era suave para comer. La facultad generativa, tiene por indicio de fecundidad, la hermosura de la muger; y en siendo fea, la aborresce: Entendiendo (por este indicio) que natu raleza la erró, y que no le daria el tempera mento, que era conveniente para parir.
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Con que señales se conoce en que grado de calor y sequedad está cada hom bre. §. i.

[] EL hombre no tiene tan limitado su temperamento como la muger: por que puede ser caliente y seco [y esta tempe ratura piensa Aristoteles y Galeno que es la que mas conviene a este sexo] y calien te y humedo, y templado: pero frio y hu medo, y frio y seco no se puede admitir [estando el hombre sano y sin ninguna le sion] porque por la mesma razon que no ay muger caliente y seca, ni caliente y hu meda, ni templada; assi no ay hombres frios y humedos, ni frios y secos, en com paracion delas mugeres; sino es dela ma nera que luego dire. [] El hombre caliente y seco, y caliente y humedo, y templado, tiene los mesmos tres grados en su tem peramento, que la muger en la frialdad y humedad: y assi es menester tener indi cios, para conocer que hombre, en que grado está, para dar le la muger que le re sponde en proporcion. Y por tanto es de saber, que delos mesmos principios que colegimos el temperamento de la muger, y el grado que tenia de frialdad y hume dad; de essos proprios nos avemos de aprovechar, para entender, que hombre es caliente y seco, y en que grado. [] Y por que diximos que el ingenio y costumbres
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del hombre, se colige el temperamento delos testiculos, es menester advertir en una cosa notable que dize Galeno [Lib. 1. de sem. cap. 15.] y es, que para dar a entender la gran virtud que tienen los testiculos del hombre [en dar firmeza y temperamento a todas las partes del cuerpo] affirma que son mas principales que el coraçon. Y da la razon, diziendo; que este miembro es principio de vivir, y no mas: Pero los te sticulos son principio de vivir bien, y sin achaques. Quanto daño haga al hombre, privarle destas partes (aunque pequeñas) no seran menester muchas razones para provarlo; pues veemos por experiencia, que luego sele cae el vello y la barva: y la voz gruessa y abultada, se le buelve delga da: y con esto pierde las fuerças, y el calor natural; y queda de peor condicion, y mas misera que si fuera muger. Pero lo que mas conviene notar, es, que si antes que capas sen al hombre, tenia mucho ingenio, y ha bilidad, despues de cortados los testiculos, lo viene a perder; como si en el mesmo ce lebro vuiera recibido alguna notable le sion. Lo qual es evidente argumento, que los testiculos, dan y quitan el temperamen to, a todas las partes del cuerpo. (Gal. lib. 1. de sem. c. 16.) Y sino, consideremos (como yo muchas vezes lo le hecho) que de mil ca pones, que se dan a letras, ninguno sale con ellas: y en la musica (que es su profession or dinaria) se echa mas claro de ver, quan ru
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dos son: y es la causa, que la musica es o bra de la ymaginativa, y esta potencia pide mucho calor; y ellos son frios y humedos. [] Luego cierto está, que por el ingenio y habilidad, sacaremos el temperamento de los testiculos. Y por tanto el hombre que se mostrare agudo en las obras de la ymaginativa, terna calor y sequedad en el tercer grado. Y si el hombre no supiere mucho, es señal, que con el calor se ha jun tado humedad: la qual echa siempre a per der la parte racional, y confirmarse a mas, si tiene mucha memoria. [] Las costumbres ordinarias de los hom bres calientes y secos en el tercer grado, son animo, sobervia, liberalidad, desver guença, y hollarse con muy buena gracia y donayre: y en caso de mugeres, no tienen rienda ni moderacion. Los calientes y hu medos, son alegres, risueños, amigos de passatiempos, son senzillos de condicion, y muy affables, son vergonçosos, y no mu cho dados a mugeres. [] La voz y habla descubre mucho el tem peramento de les testiculos: (Hipp. lib. 2. Epid. par. 1. & Arist. 11. sect. pro. 43.) La que fuere abultada y un poco aspera, es indicio de ser el hombre caliente y seco, enel ter cer grado: y si es blanda y amorosa, y muy delicada, es señal de poco calor y mucha humedad; como parece en los hombres ca pados. El hombre que conel calor junta hu medad, la terna abultada, pero blanda y so nora.
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[] El hombre que es caliente y seco en el tercer grado, tiene muy pocas carnes, duras, y asperas, hechas de nervios y mu rezillos, y las venas muy anchas: y por lo contrario tener muchas carnes, lisas y blandas, es indicio de aver humedad; por razon dela qual, el calor natural, todo la dilato, y ensancha. [] Tambien el color del cuero, si es mo reno, tostado, verdinegro y cenizoso, es indicio de estar el hombre enel tercer gra do de calor y sequedad: y si tiene las car nes blancas y coloradas, arguye poco ca lor, y mas humedad. [] El vello y la barva, es la señal en que mas se ha de mirar: porque estas dos cosas an dan muy asidas del temperamento delos testiculos. Y si el vello es mucho, negro y gruesso (especialmente desde los muslos hasta el obligo) es indicio infalible, de te ner los testiculos mucho calor y sequedad. Y si tiene algunas cerdas en los ombros, se confirma mucho mas. Pero quando el ca bello y la barva y el vello, es castaño, blan do, delicado, y no mucho; no arguye tan to calor, ni sequedad en los testiculos. [] Los hombres muy calientes y secos, por maravilla aciertan a salir muy hermosos, antes feos y mal tallados: porque el calor y sequedad (como dize Aristoteles [14. Sect. probl. 4.] de los de Ethiopia) haze tor cer las faciones del rostro; y assi salen de mala figura. Por lo contrario ser bien sa
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cado y gracioso, arguye moderado calor y humedad: por la qual razon está la mate ria obediente a lo que naturaleza quiere hazer; y assi es cierto, que la mucha her mosura enel hombre, no arguye mucho calor. [] De las señales del hombre templado, hemos tratado bien por estenso, en el capi tulo passado; por donde no será necessa rio tornarlas a referir: solo conviene no tar, que assi como los medicos ponen en cada grado de calor, tres escalones de in tension, de la mesma manera, enel hombre templado, se ha de poner latitud y anchura de otros tres. Y el que estuviere enel ter cero, hazia frialdad y humedad, se reputa ra ya frio y humedo: Porque quando un grado de media, a otro semeja. y que esto sea verdad, parece claramente: porque las señales que trae Galeno ( Lib. artis medic.) para conocer el hombre frio y humedo, son las mesmas del hombre templado, un poco mas remissas: y assi es sabio de buena manera, virtuoso, tiene clara habla, melo sa; es blanco, de buenas carnes, y blandas, y sin vello; y si alguno tiene, es poco y do rado: son los tales muy rubios y hermosos de rostro; pero su simiente, dize Galeno, que es aguanosa, e inhabil para engendrar, Estos no son muy amigos de las mugeres, ni las mugeres dellos.
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Que muger, con que hombre se ha de casar, para que pueda concebir. §. ii.

[] EN la muger que no pare (estando ca sada) manda hazer Hippocrates dos di ligencias, (5. Sect. Aph. 59.) para conocer si es por falta suya, o porque la simiente de su marido es inhabil para engendrar. La pri mera es, sahumarse con encienso, o estota que (ciñiendose bien la ropa, y que las sa yas arastren por el suelo de manera que nin gun vapor ni humo pueda salir) y si donde a un rato sintiere el savor del encienso en la boca, es cierta señal, que no es por falta su ya el no parir: pues el humo halló los ca minos del Utero abiertos, por donde pe netró hasta las narizes y la boca. [] La otra es: (Hippo. lib. de sterilibus) tomar una cabeça de ajos, mondada hasta lo vi vo, y ponerla dentro del Utero, al tiempo que la muger se quiere dormir: y si otro dia sintiere en la boca el savor de los ajos, ella es fecunda sin falta ninguna. Pero estas dos pruevas puesto caso que hizies sen el effecto que dize Hippocrates (que es penetrar el vapor por la parte de dentro, hasta la boca) no arguye esterilidad abso luta del marido, ni fecundidad entera de la muger; sino mala correspondencia de jambos a dos: y assi tan esteril es ella para el, como el para ella. Lo qual veemos cada dia por experiencia; que casandose el con
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otra, viene a tener hijos. Y lo que mas e spanta a los que no saben esta philosophia natural, es, que apartandose dos con titulo de impotencia, y casandose el con otra, y el la çon otro, an venido ambos a tener gene racion; y es la causa, que ay hombres, cuya facultad generativa, es inabil y no altera ble para una muger; y para otra, es potente y prolifica. Como lo veemos por experien cia enel estomago, que para un alimento tiene el hombre grande apetito, y para otro (aunque sea mejor) está como muerto. [] Qual sea la correspondencia, que an de te ner el hombre y la muger, para que aya ge neracion, dize lo Hippocrates desta mane ra: (Lib. 1. de natura hum. com. 11.) Nisi cali dum frigido, & siccum humido, modo & æqua bilitate respondeat; nihil generabitur. Como si dixera: Si non se juntaren dos simientes en el Utero de la muger, la una caliente y la otra fria, o la una humeda y la otra seca, en ygual grado de intension; ninguna cosa se engendrare. Porque una obra tan maravillosa, como es la formacion del hombre, a menester una templança, don de el calor no exceda la frialdad, ni la hu medad a la sequedad. Por donde siendo la simiente del varon caliente, y tambien la de la muger, no se hara la generacion. [] Supuesta esta doctrina, concertemos aora (por via de exemplo) a la muger fria y humeda enel primer grado (cuyas señales diximos que eran ser avisada, de mala con
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dicion; con voz abultada, de pocas carnes, verdinegra, vellosa y fea) esta se empreñara facilmente, de un hombre necio, bien a condicionado, que tuviere la voz blanda y melosa, muchas carnes, blancas y blan das, con poco vello, y fuere ruvio y her moso de rostro. Esta tambien se puede ca sar con un hombre templado, cuya simien te diximos, de opinion de Galeno (5. Aph. 62.) que es fecundissima, y correspondien te a qualquiera muger (entiendese, estan do sana, y de edad conviniente) pero con todo esso, es muy mala de empreñar: y si concive, dize Hippocrates. (5. Aph. 44.) que dentre de dos meses viene a mover, por no tener sangre con que mantenerse a ella, y a la criatura nueve meses. Aunque esto se puede remediar facilmente, bañandose la muger muchas vezes antes que se alle gue al acto de la generacion: y a de ser el baño de agua dulce y caliente; del qual dixe Hippocrates (5. Aph. 16.) que haze la verdadera temperatura de la muger; re laxandole las carnes, y humedeciendolas (que es la templança que a de tener la tier ra, para que el grano de trigo eche rayzes y se trave) y haze otro efecto mayor; que es, aumentar la gana del comer: y prohibe la resolucion, y haze que el calor natural, sea en mayor cantidad, por donde se ad quiere gran copla de sangre flegmatica, con que pueda mantener nueve meses la criatura.
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[] De la muger que es fria y humeda enel tercer grado, son sus señales, ser bova, bien acondicionada: tiene la voz muy delicada, muchas carnes, blandas y blancas; no tie ne vello, ni boço; ni es muy hermosa. Esta se a de casar con un hombre caliente y se co en el tercer grado; porque su simiente es de tanta furia y hervor, que a menester caer en un lugar de mucha frialdad y hu medad, para que prenda y eche rayzes. Esta tiene la calidad de los berros, que sino es dentro enel agua, no pueden nacer: y si tuviesse menos calor y sequedad, no seria mas caer eneste utero tan frio y humedo, que sembrar trigo en una laguna. Tal muger como esta, aconseja Hip- pocrates, [5. Aph. 46.] que la adelgazen, y gasten las carnes y pringue, antes que se case: pero entonces no conviene juntar la con hombre tan caliente y seco; por que no hara buena templança, ni se em preñaria. La muger que fuere fria y hume da enel segundo grado, tiene moderacion en las señales que hemos dicho: salvo en la hermosura, que es por estremo. [] Y assi es evidente indicio de ser fecunda y paridera, salir de buena gracia y donaire. Esta responde en proporcion, a casi todos los hombres. Primeramente, al caliente y seco enel segundo grado; y despues al tem plado; y tras el, al caliente y humedo. [] De todas estas convinaciones, y jun tas de hombres y mugeres, que hemos
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dicho, pueden salir los hijos sabios: pero de la primera, son mas ordinarios. Por que puesto caso, que la simiente del va ron, inclina a frialdad y humedad: pero la continua sequedad de la madre, y darle tam poco alimento, corrige y emienda la falta del padre. [] Por no aver salido a luz esta manera de philosophar, no an podido todos los phi losophos naturales responder a este pro blema, que dize (Alexan. Aphro. lib. 1. pro. 29.) Cur plerique stulti liberos prudentissimos procrearunt? Como si dixera: que es la causa que los mas de los hombres necios, engendran hijos sapientissimos? a lo qual responden, que los hombres necios, se aplican muy de veras al acto carnal, y no se distraen a otra ninguna contemplacion: Lo contrario de lo qual hazen los hom bres muy sabios; que aun enel acto carnal, se ponen a ymaginar cosas agenas de lo que estan haziendo: por donde debilitan la simiente, y hazen los hijos faltos, assi en las potencias racionales, como en las na turales. Pero esta respuesta, es de hombres que saben poca philosophia natural. En las demas juntas es menester aguardar que la muger se enxugue y desseque con la per fecta edad; y no casarla mochacha: porque enesto está, salir los hijos necios y de poco saber. La simiente de los padres muy mo ços, es humidissima, por aver poco que nascieron: y haziendose el hombre de ma
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teria que tiene humedad excessiva, por fuerça a de salir torpe de ingenio.

Que diligencias se han de hazer para que salgan varones y no hembras. § iii.

[] LOs padres que quisieren gozar de hijos sabios, y que tengan habilidad para letras, an de procurar que nazcan varones; porque las hembras (por ra zon de la frialdad y humedad de su se xo) no pueden alcançar ingenio profun do: solo veemos que hablan con alguna aparencia de habilidad, en materias livia nas y faciles, con terminos comunes y muy estudiados: pero metidas en letras, no pueden aprender mas que un poco latin: y esto por ser obra de la memoria; de la qual ru deza, no tienen ellas la culpa, sino que la frialdad y humedad que las hizo hembras, essas mesmas calidades, hemos provado atras, que contradizen al ingenio y habi lidad. [] Considerando Salomon, la gran falta que ay de hombres prudentes, y como ningu na muger nace con ingenio y saber, dixo desta manera [Eccl. cap. 7.] Virum unum de mille reperi, mulierem ex omnibus non in veni. Como si dixera, Entre mil varones halle uno que fuesse prudente; pero de todas las mugeres, ninguna me occurrio con sabi duria. Por tanto se deve huyr deste sexo; y procurar que el hijo nazca varon; pues en
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el solo se halla el ingenio que requieren las letras. Para lo qual es menester considerar primero, que instrumentos ordenó natu raleza enel cuerpo humano, a este proposi to: y que orden de causas se an de guardar, para que se pueda conseguir el fin que lle vamos. [] Y assi es de saber, que entre muchos ex crementos, y humores, que ay enel cuerpo humano, de solo uno, dize Galeno, [Lib. 1. de semine. c. 15.] que se aprovecha naturale za, para hazer que el linage de los hombres, no se acave. Este es cierto que se llama Suero, o sangre serosa, cuya generacion se haze enel higado y venas, al tiempo que los quatro humores [sangre, flema, colera, y melancholia] alcançan la forma y sustan cia que an de tener. [] De tal licor como este, usa(A este ex cremento llama Hippo. vehiculum alimentorum. lib. de alim.) naturaleza, para desleyr el alim ento, y hazerle que passe por las venas y caminos an gostos, para llevar el sustento a todas las partes del cuerpo; cuya obra acavada, proveyo la mesma naturaleza de los riñones, cuyo officio no fuesse otro mas que traer a si este suero, y echarlo por sus caminos a la bexiga, y de alli fuera del cu erpo: y esto para librar al hombre de la of fensa que tal excremento le podia causar. Pero viendo que tenia ciertas calidades convenientes a la generacion, proveyo de dos venas que llevassen parte del a los te
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sticulos y vasos seminarios, con algun poco de sangre, de la qual se hiziesse la simiente tal qual convenia a la especie humana: y assi plantó una vena enel ri-(No la plan to sino enla vena cava, jonto al ri ñon dere cho, para que el fuero fuesse mas caliente, y acomodado a la genera cion del va ron.) ñon derecho, la qual va a pa rar al testiculo derecho; y del la mesma se haze el vaso se minario derecho. La otra ve na sale del riñon yzquierdo, y se remata enel testiculo yz quierdo; y desta mesma se haze el vaso seminario yz quierdo. Que calidades ten ga este excremento, por las quales sea materia conveniente a la gene racion dela simiente, dize el mesmo Gale no, que son cierta acrimonia y mordazi dad que nace de ser salado, con las quales irrita los vasos seminarios, y mueve al ani mal para que procure la generacion, y no se descuyde: por donde los hombres muy luxuriosos se llaman en lengua Latina (Sa laces) que quiere dezir Hombres que tienen mucho sal en la simiente. [] Con esto hizo naturaleza otra cosa di gna de gran consideracion; y es, que al riñon derecho, y al testiculo derecho les dio mucho calor y sequedad: y al riñon yzquierdo, y al testiculo yzquierdo, mu cha frialdad y humedad: por donde la si miente que se labra en el testiculo dere cho, sale caliente y seca; y la del testiculo yzquierdo, fria y humeda.
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[] Que pretenda naturaleza con esta va riedad de temperamento assi en los riño nes, como en los testiculos y vasos semi narios, es cosa muy clara; sabiendo por historias muy verdaderas, que al principio del mundo, y muchos años despues, parian siempre las mugeres dos hijos de un vien tre; y el uno nascia varon, y el otro hem bra: cuyo fin era, que para cada hombre vuiesse su muger, y para cada muger su va ron, para aumentar presto la especie hu mana. Por tanto proveyo que el riñon dere cho, diesse materia caliente y seca, al testi culo derecho; y que este con su gran calor y sequedad, hiziesse la simiente caliente y seca, para la generacion del varon. Lo con trario desto ordenó para la formacion de la hembra: que el riñon yzquierdo em biasse el suero frio y humedo, al testiculo yzquierdo; y que este con su frialdad y hu medad, hiziesse la simiente fria y humeda: de la qual forçosamente se a de engendrar hembra y no varon. [] Pero despues que la tierra se a llenado de hombres, parece que se a desbaratado este orden y concierto de naruraleza, y desboblado la generacion. y lo que peor es, que para un varon que se engendra, nacen ordinariamente seys o siete mu geres: por donde se entiende, o que na turaleza está ya cansada; o que ay algun error de por medio, que le estorva el
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obrar como querria. Qual sea este, un po co adelante lo diremos; trayendo las condiciones, que se an de guardar, para que sin errar el hijo nazca varon. [] Y assi digo, que se an de hazer seys dili gencias con mucho cuydado, si los padres quieren conseguir este fin: Una de las qua les es, comer alimentos calientes y secos. La segunda, procurar que se cuezgan bien enel estomago. La tercera, hazer mucho exercicio. La quarta, no llegarse al acto de la generacion, hasta que la simiente este co zida y bien sazonada. La quinta, tener cu enta con su muger quatro o cinco dias an tes que le venga la reg la. La sexta, procurar que la simiente cayga en el lado derecho del utero. Las quales guardadas [como di remos] es impossible engendrarse muger. [] Quanto a la primera condicion, es de saber, que puesto caso que el buen esto mago, cueze y altera el manjar, y le des nuda de las calidades que antes tenia; pe ro jamas le priva totalmente dellas. Por que si comemos lechugas [cuyas calida des son frialdad y humedad] la sangre que dellas se engendrare sera fria y humeda, y el suero frio y humedo; y la simiente fria y humeda. Y si es miel (cuyas calidades son calor y sequedad) la sangre que dellas se hiziere, sera caliente y seca, y el suero ca liente y seco; y la simiente caliente y seca: porque es impossible (dize Galeno Lib. de sang. mist. dexar de saber los humores, al
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modo de sustancia y calidades, que el manjar tenia, antes que se comiesse. Luego si es verdad, que el sexo viril consiste, en que la simiente sea caliente y seca (al tiem po de la formacion;) cierto es, que convie ne usar los padres, de manjares calientes y secos, para hazer el hijo varon. Verdad es que ay un peligro muy grande enesta ma nera de generacion; y es, que siendo la simiente muy caliente y seca, hemos dicho muchas vezes atras, que por fuerça se a de engendrar un varon, malino, astuto, cavi loso, y con inclinacion a muchos vicios y mal es. Y tales hombres como estos, si no se van a la mano, son peligrosos en la re publica: Y por tanto seria mejor que no se formassen. Pero con todo esso no fal taran padres, que digan (Nazca mi hijo va ron, y sea ladron:) porque, Melior est ini quitas viri quàm mulier benefaciens. (Eccl. cap. 20.) Aunque esto se puede remediar facilmente, usando de alimentos templa dos, y que declinen un poco calor y seque dad, o por la preparacion, o añadiendoles algunas especies. Estos, dize Galeno (Lib. de cibis boni & mali succi, cap. 3.) que son gallinas, perdi zes, tortolas, francolines, palomas, zorza les, merulas, y cabrito; los quales dize Hippocrat. (Lib. de salubri diæta, com. 2.) que se an de comer assados, para callentar y desecar la simiente. [] El pan con que se comieren, a de ser can
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dial, hecho de la flor de la harina, massado con sal y anis: porque el ruvial, es frio y humedo (como adelante provaremos) y para el ingenio muy perjudicial. La bevi da a de ser vino blanco, aguado, en la pro porcion que el estomago lo aprovare; y el agua con que se a de templar, conviene que sea dulce y muy delicada. [] La segunda diligencia, que diximos, era, comer estos manjares en tan moderada cantidad, que el estomago los pudiesse vencer: porque aunque los alimentos sean calientes y secos de su propria naturaleza, se hazen frios y humedos, si el calor natu ral no los puede cozer. Por donde aunque los padres coman miel, y bevan vino blan co, haran la simiente fria de estos man jares; y della se engendrara hembra y no varon. Por esta razon, la mayor parte de la gente noble y rica, padesce este trabajo, de tener muchas mas hijas, que los hombres necessitados: porque comen y beven lo que su estomago no puede gastar; y aun que los manjares sean calientes y secos, cargados de especias, açucar y miel, por ser en mucha quantidad, los encrudescen, y no los pueden vencer. Pero la crudeza que mas daño haze a la generacion, es la del vino: por que este liquor, por ser tan vapo rable y subtil, haze que el, y los demas ali mentos, vayan crudos a los vasos semina rios, y que la simiente irrite falsamente al
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hombre, sin estar cozida y sazonada: y por tanto loa Platon una ley que halló en la re publica delos Carthaginenses, (2. de legi bus) por la qual prohibian, que el hombre casado ni su muger, no beviessen vino el dia que se pensavan llegar al acto de la ge neracion; entendiendo, que este licor ha zia mucho daño a la salud corporal del ni ño; y que era bastante causa para que sa liesse vicioso, y de malas costumbres. Pero si se beve con moderacion, de ningun man jar se haze tan buena simiente (para el fin que llevamos) como del vino blanco, espe cialmente para dar ingenio y habilidad; que es lo que mas pretendemos. [] La tercera diligencia, que diximos, era hazer exercicio, mas que moderado: porque este gasta y consume la demasia da humedad de la simiente, y la calienta y desseca. Por esta razon se haze el hom bre fecundissimo, y potente para engen drar; y por lo contrario, el holgar y no exercitar las carnes, es una de las cosas que mas enfria y humedesce la simiente. Por donde la gente rica y holgada, cargan de mas hijas, que los pobres trabajadores. Y assi cuenta Hippocrates, ( lib. de aëre, locis, & aquis) que los hombres principales de Scythia eran muy effeminados, mugeriles, mariosos, inclinados a hazer obras de mu geres; como son barrer, fregar, y amassar: y con esto eran impotentes para engendrar. Y si algun hijo varon les nascia, o salia Eu
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nucho, o Hermaphrodito: de lo qual cor ridos y affrentados, determinaron hazer a Dios grander sacrificios, y ofrecerle mu chos dones, suplicandole que no los tra tasse assi, o que les remediasse aquella fal ta, pues podia. [] Pero Hippocrates se burlava dellos, di ziendo, que ningun effecto acontesce, que no sea maravillosoy divino, si por aquella via se ha de considerar; porque reduzien do qualquiera dellos en sus causas natura les, ultimamente venimos a parar en Dios, en cuya virtud obran todos los agentes del mundo: pero ay effectos que imme diatamente se an de reduzir a Dios (que son aquellos que van fuera de la orden na tural;) y otros mediatamente, contando primero las causas intermedias, que estan ordenadas para aquel fin. [] La region que los Scythas habitan, di ze Hippocrates, [Lib. de aëre, locis & aquis] que está debaxo el Septentrion; fria y hu meda sobre manera, donde (por las mu chas nieblas) por maravilla se descubre el Sol. Andan los hombres ricos siempre a cavallo; no hazen exercicio ninguno: co men y beven mas de lo que su calor natu ral puede gastar; todo lo que haze la si miente fria y humeda. Y por esta razon en gendravan muchas hembras: y si algun va ron les nascia, salia dela condicion que avemos dicho. [] El remedio (les dixo Hippocrates) sa
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bed que no es hazer a Dios sacrificios, y no mas; sino juntamente con esto andar a pie, comer poco, y bever menos, y no estar siempre holgando. Y para que lo entendays claramente, tened cuenta con la gente pobra desta region, y con vue stros proprios esclavos: los quales no solamente no hazen a Dios sacrificios, ni le ofrescen dones [por no tener de que] pero blaspheman su nombre bendito, y le dizen infinitas injurias, porque les dio tan baxa fortuna. Y con ser tan malos, y blasphemos, son potentissimos para en gendrar: y de sus hijos, los mas salen va rones y robustos; no mariosos, eunuchos, ni hermaphroditos, como los vuestros. Y es la causa, que comen poco, y hazen mucho exercicio, y no andan a cavallo como vosotros. Por las quales razones ha zen la simiente caliente y seca: y desta tal, se engendrara varon y no hembra. [] Esta philosophia no entendio Pharaon, ni los de su consejo: pues dixo desta mane ra: (Exodi cap. 1.) Venite sapienter opprima mus eum, ne fortè multiplicetur, & si ingrue rit contra nos bellum, addatur inimicis nostris. Y el remedio que tomó para prohibir, que el pueblo de Israel no creciesse tanto, o alomenos que no naciessen muchos varo nes (que era lo que el mas se temia) fue opprimirle con muchos trabajos corpora les, y darles a comer puerros, ajos, y cebol las: con el qual remedio le yua tan mal,
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que dize el texto divino, (Exodi c. 1.) Quan toque opprimebant eos, tanto magis multipli cabantur, & crescebant. Y tornandole a pa rescer que este era el mejor remedio que se podia hallar, les vino a doblar el trabajo corporal: y aprovechavale tan poco, co mo si para matar un gran fuego, echara enel mucha azeyte, o manteca. [] Pero si el supiera philoso-(Las legum bres y todos los manjares debiles, abrevian la vida. Hippo. 6. epi. pa. 5. com. 21.) phia natural, o alguno de los de su consejo, les avia de dar a comer, pan de cevada, lechuga, melones, calabaças, y pepinos; y tenerlos en grande ociosidad, bien co midos y bevidos; y no dexarlos traba jar: Porque desta manera, hizieran la si miente fria y humeda; y della se engen draran mas hembras que varones; y en poco tiempo les abreviara la vida si qui siera. [] Pero dandoles a comer mucha carne cozida, con muchos ajos, puerros, y cebol las, y haziendoles trabajar de aquella ma nera, hazian la simiente caliente y seca: con las quales dos calidades, se irritavan mas a la generacion, y siempre engendravan va rones. En confirmacion de esta verdad, haze Aristoteles un problema, preguntan do (5. Sect. probl. 30.) Cur genitura in somnis iis profluere solet, qui aut labore lassescunt, aut tabe consumuntur? Como si dixera: Que es la causa, que los trabajadores, y los he
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ticos padecen durmiendo muchas polu ciones? Al qual problema cierto no sabe responder; porque dize muchas cosas, y ninguna dellas da enel blanco. La razon es, que el trabajo corporal, y la calentura he tica, calientan y dessecan la simiente: estas dos calidades la hazen acre y mordaz: y como enel sueño se fortifican todas las o bras naturales, acontece lo que dize el pro blema. Quan fecunda y mordaz, sea la si miente caliente y seca, notalo Galeno, di ziendo ( Lib. artis med. c. 11) Et fœcundissima est, ac celeriter ab initio protinus ad coitum ex citat animal: pet ulca est & ad libidinem prona. [] La quarta condicion era, no llegarse al acto de la generacion, hasta que la simien te este reposada, cozida, y bien sazonada: porque aunque ayan precedido las tres di ligencias passadas, aun no sabemos si ha venido a la perfection que ha tener. Ma yormente que conviene usar primero, siete o ocho dias arreo, delos manjares que di ximos, para que ay a lugar que los testicu los gasten en su nutricion, la simiente que hasta alli se avia hecho de otros alimentos, y suceda la que vamos calificando. [] Las mesmas diligencias se an de hazer con la simiente humana, para que sea fe cunda y prolifica, que hazen los hortelanos con las semillas que quieren guardar, que esperan que se maduren, y se enxuguen, y dessequen: porque si las quitan del arbol, antes que tengan la sazon y punto que con
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viene, echandolas otro año en la tierra, no pueden frutificar. Por esta razon tengo notado, que en los lugares donde se usa mucho el acto carnal, ay menos genera cion, que donde ay mas continencia. Y las mugeres publicas, por no aguardar que su simiente se cueza, y madure; jamas se hazen preñadas. [] Luego conviene aguardar algunos dias, que la simiente se repose, se cuezga, y ma dure, y tenga buena sazon; porque antes gana por esta via calor y sequedad, y buena sustancia, que la pierde. Pero como sabre mos que la simiente está tal qual conviene, pues es cosa que tanto importa? Esto se dexa entender facilmente, aviendo dias que el hombre no tuvo cuenta con su mu ger, y por la continua yrritacion, y gran desseo que tiene del acto carnal. Todo lo qual nasce de estar ya la simiente fecunda, y prolifica. [] La quinta condicion fue(Cur omnes qui humore proli fico vacant, ut pueri, mulieres & eunuchi, vocem red dunt acutam? 2. sect. pro. 34.) llegarse el hombre al acto carnal seys o siete dias antes que a la muger le venga la regla, porque el varon ha menester luego mucho ali mento, para nutrirse. Y es la razon, que el calor y sequedad de su tem peramento, gasta y consume, no solamente la buena sangre de la madre, pero tambien los excrementos. Y assi dize Hippocrates, [5. Sect. apho. 42.] Que la muger que ha
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concebido varon, está de buen color, y her mosa; y es, que el niño con su mucho ca lor, le come todos aquellos excrementos, que suelen affear el rostro, y llevarlo de pa ño. Y por ser tan voraz, es bien que aya aquella represa de sangre, con que se pueda nutrir. Lo qual muestra claramente la expe riencia; que por maravilla se engendra va ron, que no sea a los postreros dias del mes. [] Al reves acontece, siendo el preñado de hembra: que por la mucha frialdad, y hu medad de su sexo, come muy poco, y haze muchos excrementos. Y assi la muger que ha concebido hembra, esta fea, y pañosa, y se le antojan mil suziedades; y en el parto ha de gastar doblados dias en mundificar se, que si pariera varon. En la qual natura leza se fundó Dios, quando mandó a Moy sen (Levit. c. 12.) Que la mu-(Purgatio diu turnior est in fæmella, quam in masculo: in fæmella fit in quadraginta duabus die bus; in mascu lo in triginta, ut tardissimè, contingit.) ger que pariesse varon, fues se sanguinolenta una sema na, y no entrasse en el tem plo hasta passados treynta y tres dias: Y pariendo hem bra, fuesse immunda dos se manas, y no entrasse enel templo, hasta que se cum pliessen sesenta y seys dias. De manera que dobló el tiempo dela purgacion, siendo el parto de hembra. Y es la causa, que nueve meses que estuvo enel vientre (por la mucha frialdad y humedad de su tempe ramento) hizo doblados excrementos,
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que el varon, y de muy maligna sustan cia y calidades. Y assi nota Hippocrates, por cosa muy peligrosa, detenerle la pur gacion, a la muger, que a parido hembra. [] Todo esto he dicho a pro-(Hippo. lib. de natu. fœ- tus, 3. epid. par. 3. com. 75.) posito: de que conviene mu cho aguardar a los postreros dias del mes, para que la si miente halle mucho alimento que comer. Porque si el acto de la generacion se haze luego, acavando la purgacion, por falta de sangre no asita. Pero an de estar adverti dos los padres, que si no se juntan ambas simientes (la del varon, y la dela hembra) en un mesmo tiempo, ninguna generacion, dize Galeno (Lib. 1. de semine, cap. 6.) se ha ra; aunque la del marido sea muy prolifica. la razon de esto daremos despues a otro proposito. Y assi es cierto, que todas las di ligencias que hemos contado, las a de hazer tambien la muger; so pena que su simiente mal labrada, desbaratara la generacion. Por donde conviene que el uno al otro se vayan aguardando, para que en un mesmo acto, se junten ambas simientes. Y esto im porta mucho la primera vez: porque el te sticulo derecho, y su vaso seminario, dize Galeno, (Lib. 2. de semine, cap. 5.) que se irrita primero, y da la simiente antes que el yzquierdo; y si dela primera vez no se haze la generacion, en la segunda está ya el peligro en la mano, de engendrarse hem bra y no varon.
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[] Conocense estas dos simientes: los uno enel calor y frialdad; y lo otro en la canti dad de ser mucha, o poca; y lo tercero en salir presto, o tarde. [] La simiente del testiculo derecho sale hirviendo, y tan caliente, que abrasa el ute ro dela muger: no es mucha en cantidad, y deciende presto. Por lo contrario la si miente del yzquierdo sale mas templada, mucha en cantidad; y por ser fria y grues sa, tarda mucho en salir. [] La ultima condicion fue, procurar que ambas simientes [la del marido, y la de la muger] caygan enel lado derecho del utero; porque en aquel lugar, dize Hippocrates [4. Sect. apho. 48.] que se hazen los varones, y enel yzquierdo las hembras: la razon trae Galeno, diziendo, que el lado derecho del utero es muy caliente, por la vezindad que tiene con el higado, y con el riñon de recho, y con el vaso seminario derecho; de los quales miembros hemos dicho, y prova do que son calidissimos. Y pues toda la razon de salir el hijo varon, consiste en que aya mucho calor al tiempo de la formacion, cier to es que importa mucho poner la simiente en este lugar. Lo qual hara la muger facil mente, recostandose sobre el lado derecho [despues de passado el acto dela generacion] la cabeça baxa, y los pies puestos en alto: pero ha de estar un dia o dos en la cama, porque el utero no luego abraça la simiente hasta passadas algunas horas.
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[] Las señales con que se conocera si la muger queda preñada o no, son a todos muy manifiestas y claras: porque si pue sta en pie, cayere luego la simiente, es cier to (dize Galeno) que no ha(Lib. de fœtus formatione: & Hipp. lib. de genitura.) concebido. Aunque en esto ay una cosa que considerar, que no toda la simiente es fe cunda y prolifica: porque ay una parte della, que es muy aganosa; cuyo officio es, adel gazar la simiente principal, para que pue da passar por los caminos angostos: y esta ex pele naturaleza, y se queda con la parte pro lifica, quando ha concebido. Conocese en que es como agua, y poca en cantidad. El ponerse luego en pie la muger [passando el acto de la generacion] es muy peligroso: y assi aconseja Aristoteles, que haga primero evacuacion de los excrementos y urina: porque no aya ocasion de levantarse. [] La segunda señal en que se conoce, es, que luego otro dia siente la muger el vientre vazio, especialmente en derredor del ombligo. Y es la razon, que el utero quando dessea concebir, está muy ancho y dilatado; porque realmente padece la mesma hinchazon y tumescencia que el miembro viril. Y estando desta manera, ocupa mucho lugar: pero enel punto que concibe, dize Hippocrates, (5. apho. 51.) que luego se encoge y se haze un ovillo para re coger la simiente, y no dexarla salir; y assi dexa muchos lugares vazios. Lo qual ex
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plican las mugeres, diziendo, que no les an quedado tripas, segun se an puesto cen ceñas. Iuntamente con esto aborrecen luego el acto carnal, y las blanduras del marido, por tener ya el utero lo que queria: pero la se ñal mas cierta, dize Hippocrates (5. apho. 61.) que es no acudirle la regla, y crecerle los pechos, y tener hastio delos manjares.

Que diligencias se han de hazer para que los hijos salgan ingeniosos y sabios. §. iiii.

[] SI no se sabe primero la razon, y cau sa, de donde proviene, engendrarse un hombre de grande ingenio, y habilidad; es impossible poderse hazer arte para ello: porque de juntar, y ordenar sus principios, y causas, se viene a conseguir este fin, y no de otra manera. Los Astrologos tienen entendido, que por nacer el mochacho debaxo de tal influencia de estrellas, viene a ser discreto, ingenioso, de buenas, o ma las costumbres, dichoso, y con otras con diciones y propriedades, que veemos y consideramos cada dia en los hombres. Lo qual si fuera verdad, no era possible constituyrse arte ninguna: porque esto fuera caso fortuito, y no puesto en election de los hombres. [] Los philosophos naturales (como son Hippocrates, Platon , Aristoteles, y Gale
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no) tienen entendido, que al tiempo de la formacion, recibe el hombre las costum bres del anima, y no al punto que viene a nacer: porque entonces alteran las estre llas superficialmente al niño, dandole ca lor, frialdad, humedad y sequedad; pero no sustancia, en que restriven toda la vida, como lo hazen los quatro elementos (fue go, tierra, ayre, y agua:) los quales no so lamente dan al compuesto calor, frialdad: humedad, y sequedad; pero tambien su stancia, que le guarde y conserve estas mes mas calidades, todo el discurso de la vida. Y assi lo que mas importa en la generacion delos niños, es procurar que los elemen tos de que se componen, tengan las calida des que se requieren, para el ingenio. Por que estos, en el peso y medida que entra ren en la composicion, en essa mesma han de durar para siempre en el mixto; y no las alteraciones del cielo. [] Que elementos sean estos, y de que ma nera entren enel utero de la muger, a for mar la criatura? Dize Galeno (Lib. 1. de sanit. tuenda.) que son los mesmos que componen las demas cosas naturales: pero que la tier ra viene dissimulada en los manjares soli dos que comemos, (como son el pan, la carne, los pescados, y frutas) el agua en los licores que bevemos; el ayre y fuego, dize, que andan mezclados por orden de natu raleza; y que entran enel cuerpo, por el pulso y la respiracion. De estos quatro ele
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mentos (mezclados y cozidos con nuestro calor natural) se hazen los dos principios necessarios de la generacion del niño, que son simiente y sangre menstrua. [] Pero de los que mas caudal se a de hazer (para el fin que llevamos) es de los manja res solidos que comemos: porque estos encierran en si todos los quatro elemen tos; y destos toma la simiente mas corpu lencia y calidades, que del agua que beve mos, y del fuego y ayre que respiramos, y assi dixo Galeno, (Lib. quòd animi. cap. 10) Que los padres que quieren engendrar hijos sabios, que leyessen tres libros que escrivio de alimentorum facultatibus, que alli hallarian manjares con que lo pudies sen hazer. Y no hizo mencion de las aguas, ni de los demas elementos, como materia les de poco momento. Pero no tuvo ra zon: porque el agua altera mucho mas el cuerpo que el ayre, y muy poco menos que los manjares solidos que comemos; y para lo que toca a la generacion de la si miente, es tan importante como todos juntos los demas elementos. La razon es, como lo dize el mesmo Galeno (Lib. 1. de semine. cap. 16.) que los testiculos traen de las venas para su nutricion la parte serosa de la sangre, y la mayor parte del suero la reciben las venas del agua que bevemos. [] Y que el agua haga mayor alteracion en el cuerpo que el ayre, pruevalo Ari stoteles, (1. Sect. probl. 13.) preguntando:
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Que es la causa que mudar las aguas, ha ze en la salud tanta alteracion; y si respi ramos ayres contrarios, no lo sentimos tanto? A lo qual responde, Que el agua da alimento al cuerpo; y el ayre no. Pe ro no tuvo razon en responder desta ma nera: porque el ayre (en opinion de Hippocrates) tambien da ali-(Principium alimenti, os, nares, guttur, & caro uni versa. Lib. de aliment.) mento y sustancia, como el agua. Y assi busco Aristote les otra respuesta mejor, di ziendo: Que ningun lugar, ni region tiene ayre proprio; porque el que está oy en Flandes, corriendo cier ço, en dos o tres dias passa en Africa; y el que está en Africa, corriendo medio dia, lo buelve al Setentrion: y el que está oy en Hierusalem, corriendo Levante, lo echa en las Indias de Poniente. Lo qual no pue de acontecer en las aguas: por no salir de un mesmo territorio: y assi cada pueblo tiene su agua particular, conforme al mi nero de tierra de donde nace, y por donde passa. Y estando el hombre acostumbra do a una manera de agua, beviendo otra se altera mas, que con nuevos manjares, ni ayres. De suerte que los padres que qui sieren engendrar hijos muy sabios, an de bever aguas delicadas, dulces, y de buen temperamento; so pena que erraran la ge neracion. Del abrego, dize Aristoteles (14. Sect. prob. 5.) que nos guardemos al tiempo dela generacion; porque es gruesso, y hu
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medece mucho la simiente; y haze que se engendre hembra, y no varon. Pero el Po niente, nunca acaba de loarle, y ponerle nombres, y epitetos honrosos, (16. Sect. prob. 33.) Llamale templado, empreñador de la tierra, y que viene de los campos Eliseos. Pero aunque es verdad, que importa mu cho respirar ayres muy delicados, y de buen temperamento, y bever aguas tales; pero mucho mas haze al caso usar de man jares subtiles, y de la temperatura que re quiere el ingenio: porque destos se en gendra la sangre; y de la sangre la simien te; y de la simiente la criatura. Y si los ali mentos son delicados, y de buen tempera mento, tal se haze la sangre; y de tal san gre, tal simiente; y de tal simiente, tal cele bro. Y siendo este miembro templado y compuesto de sustancia subtil, y delicada, el ingenio, dixe Galeno, ( Lib. artis medic. cap. 12.) que sera tal: porque nuestra anima racional (aunque es incorruptible) siem pre anda asida de las disposiciones del ce lebro; las quales si no son tales, quales son menester para discurrir, y philosophar, di ze, y haze mil disparates. [] Los manjares pues que los padres an de comer para engendrar hijos de grande entendimiento (que es el ingenio mas or dinario en España) son lo primero, el pan candial, hecho de la flor de la harina, y massado con sal: este es frio y seco, y de partes subtiles, y muy delicadas. Otro se
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haze, dize Galeno, (Lib. 1. de aliment. facul. cap. 2.) de trigo rubial, o trugillo: el qual aunque mantiene mucho, y haze a los hombres membrudos, y de muchas fuerças corporales; pero por ser hume do, y de partes muy gruessas, echa a per der el entendimiento. Dixe massado con sal; porque ningun alimento de quan tos usan los hombres, haze tan buen en tendimiento como este mineral. El es frio, y con la mayor sequedad, que ay en las cosas: y si nos acordamos de la sen tencia de Heraclito, dixo desta manera: Splendor siccus, animus sapientissimus. Por la qual nos quiso dar a entender, que la se quedad del cuerpo haze al anima sa pientissima. Y pues la sal tie-(Quidquid ob tuleris sacri ficii, sale con dies: accipe sal sapientiæ: vos estis sal terræ.) ne tanta sequedad, y tan apropriada para el ingenio; con razon la divina escritu ra la llama con este nombre de prudencia, y sabiduria. [] Las perdizes y francolines tienen la mesma sustancia y temperamento, que el pan candial, y el cabrito, y el vino mosca tel: de los quales manjares usando los pa dres (de la manera que atras dexamos no tado) haran los hijos de grande enten dimiento. [] Y si quisieren tener algun hijo de grande memoria; coman ocho o nueve dias, antes que se lleguen al acto de la generacion, truchas, salmones, lampreas, besugos, y an
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guilas; de los quales manjares haran la si miente humeda, y muy glutinosa. Estas dos calidades, diximos a tras, que hazian la memoria facil para recevir, muy tenaz pa ra conservar las figuras mucho tiempo. [] De palomas, cabrito, ajos, cebollas, puertos, rabanos, pimienta, vinagre, vino blanco, miel, y de todo genero de especias, se ha ze la simiente caliente y se-(Nota que el hombre es li bre y señor de sus obras. Deus ab initio constituit ho minem, & re liquit illum in manu consilii sui. Eccl. cap. 15. Aunque es irritado de su mala tem peratura.) ca, y de partes muy delica das. El hijo que de estos ali mentos se engendrare, sera de grande ymaginativa: pero falto de entendimiento, por el mucho calor; y falto de memoria, por la mucha se quedad. Estos suelen ser muy perjudiciales a la republica: porque el calor los inclina a muchos vicios y males; y les da ingenio y animo, para poderlo execu tar. Aunque si se van a la mano, mas servi cios recibe la republica dela ymaginativa de estos, que del entendimiento, y memoria. [] Las gallinas, capones, ternera, carnero castrado de España, son de moderada su stancia: porque ni son manjares delica dos ni gruessos. Dixe carnero castrado de España: porque Galeno, sin hazer distin ction, dize, (Lib. 3. de aliment. facul. cap. 2.) Que es de mala y gruessa sustancia. y no tiene razon: porque puesto caso, que en Ita lia (donde el escrivio) es lamas ruyn carne
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de todas; pero enesta nuestra region (por la bondad de los pastos) se a de contar entre los manjares de moderada sustancia. Los hi jos que destos alimentos se engendraren, tendran razonable entendimiento, razona ble memoria, y razonable ymaginativa. Por donde no ahondaran mucho(De estos di xo Aristote les; Bonum est illud inge nium, quod benè dicenti obedit. Lib. 1. Ethic.) en las sciencias, ni inventaran cosa de nuevo. De estos dixi mos atras que eran blandos, y faciles de im primir enellos to das las reglas y consideracio nes del arte, claras, escuras, fa ciles, y dificultosas: pero la doctrina, el ar gumento, la respuesta, la duda, y distinction, todo se lo an de dar hecho, y levantado. [] De vaca, macho, tocino, migas, pan tru gillo, queso, azeytunas, vino tinto, y agua sa lobre, se hara una simiente gruessa, y de mal temperamento. El hijo que desta se engen drare, terna tantas fuerças como un toro: pero sera furio so, y de ingenio bestial. De aqui proviene, que entre los hom bres del campo, por maravilla salen hijos agudos, ni con habilidad para las letras: todos nacen rudos, y torpes, por averse he cho de alimentos de gruessa y mala sustan cia. Lo qual acontece al reves entre los civ dadanos: cuyos hijos veemos que tienen mas ingenio y habilidad. [] Pero si los padres quisieren de veras en gendrar un hijo gentil hombre, sabio, y de buenas costumbres, an de comer seys o sie
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te dias antes de la generacion mucha leche de cabras: porque este alimento (en opi nion de todos los medicos) es el mejor, y mas delicado de quantos usan los hombres (entiendese estando sanos, y que les respon da en proporcion:) pero dize Galeno (Lib. de cibis boni & mali succi. cap. 3.) Que se a de co mer cozida con miel; sin la qual es peligro sa, y facil de corromper. la razon dello es, Que la leche no tiene mas que tres elemen tos, en su composicion; queso, suero y man teca. El queso responde a la tierra; el suero al agua; y la manteca al ayre. El fuego que mezclava los demas elementos, y los conser vava en la mixtion, en saliendo de las tetas, se exaló, por ser muy delicado: pero añadien dole un poco de miel (que es caliente y seca, como el fuego) queda la leche con quatro e lementos. Los quales mezclados y cozidos con la obra de nuestro calor natural, se haze una simiente muy delicada, y de buen tem peramento. El hijo que della se engendrare, será (por lo menos) de grande entendimien to, y no falto de memoria, ni de ymaginativa. [] Por no estar Aristoteles en esta doctri na, no respondio a un problema que haze, (10. Sect. probl. 12.) preguntando: Que es la causa que los hijos de los brutos animales (por la mayor parte) sacan las propriedades y condiciones de sus padres; y los hijos del hombre no? Lo qual veemos por experiencia ser assi: porque de padres sabios, salen hijos muy ne
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cios: y de padres necios, hijos muy avisados; y de padres virtuosos, hijos malos y viciosos; y de padres viciosos, hijos virtuosos; y de padres feos, hijos hermosos; y de padres hermosos, hijos feos; y de padres blancos, hijos morenos; y de padres morenos, hijos blancos y colorados. Y entre los hijos de un mesmo padre, y de una mesma madre, uno sale necio, y otro avisado; uno feo, y otro hermoso; uno de buena condicion, y otro de mala; uno virtuoso, y otro vicioso. Y si a una buena yegua de casta, le echan un ca vallo tal; el potro que nace parece a sus pa dres, assi en la figura y color, como en las costumbres del animo. A este problema re spondio Aristoteles muy mal, diziendo: Que el hombre tiene varias ymaginaciones enel acto carnal, y que de aqui proviene sa lir sus hijos tan desbaratados. Pero los bru tos animales como no se distraen al tiempo del engendrar, ni tienen tan fuerte ymagi nativa como el hombre, sacan siempre los hijos de una mesma manera, y semejantes a si. Esta respuesta ha contentado siempre a los philosophos vulgares: y en su confirmacion traen la historia de Iacob (Gen. cap. 30.) la qual refiere, que ponien ciertas varas pin tadas, en los abrevaderos de los ganados, salieron los corderos manchados. Pero poco les aprovecha acogerse a sa grado; porque esta historia cuenta un hecho milagroso, que Dios hizo, para en cerrar enel algun Sacramento. Y la re
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spuesta de Aristoteles es un gran disparate: y sino, prueven los pastores aora a hazer est e ensayo, y veran que no es cosa natural. [] Tambien se cuenta por ay, que una se ñora pario un hijo mas moreno de lo que convenia, por estar ymaginando en un ro stro negro, que estava en un guadamecil lo qual tengo por gran burla: y si por ventu ra fue verdad que lo pario, yo diga que el padre que lo engendro, tenia el mesmo color, que la figura del guadamecil. [] Y paraque conste mas de veras, quan mala philosophia es la que trae Ari-(El mesmo Aristoteles lo confiessa lib. 2. de anima.) stoteles, y los que lo siguen; es menester saber por cosa noto ria, que la obra del engendrar pertenece al anima vegetativa, y no a la sen sitiva, ni racional: por que el cavallo engen dra sin la racional; y la planta sin la sensitiva: y si miramos un arbol cargado de fruta, hal laremos en el mayor variedad, que en los hijos delos hombres: una mançana verde, y otra colorada, una pequeña, y otra grande; una redonda y otra mal figurada; una sana, y otra podrida; una dulce, y otra amarga: y se contejamos la fruta deste año, con la del passado; es la una de la otra muy diferente y contraria. Lo qual no se puede atribuyr a la variedad dela ymaginativa, pues las plan tas carecen desta potencia. [] El error de Aristoteles es muy noto rio en su propria doctrina: porque el di ze, que la simiente del varon es la que ha
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ze al generacion, y no la de la muger; y enel acto carnal no ay otra obra del va ron, mas que derramar la simiente sin forma ni figura, como el labrados echa el trigo en la tierra. Y assi como el grano de trigo no luego echa rayzes, ni forma las hojas y caña, hasta passados algunos dias: De la mesma manera, dize Galeno, (Lib. defœtus formatione) que no luego en cayen do la simiente viril en el utero, está ya formada la criatura; antes dize que son menester treynta, y quarentas dias para acabarse. Lo qual siendo assi, que haze al caso al padre, estar ymaginando varias cosas enel acto carnal; si no se comiença la formacion hasta passados(In pueris membrorum discretio lon gissima con tingit: in fœ mina in qua draginta duo bus diebus; in masculo in triginta, paulo breviore tem pore; aut paulo longiore arti culatio in ipsis contingit. Hipp. lib. de natura fœtus.) algunos dias? majormente que quien haze la formacion, no es el anima del padre, ni de la madre; sino otra tercera, que está en la mesma simiente. Y esta por ser vegetativa, y no mas, no es capaz de ymagina tiva; solo sigue los movimien tos naturales del tempera mento, y no haze otra cosa. [] Para mi, no es mas que los hi jos del hombre nazcan de tan tas figuras, por la varia yma ginacion de los padres; que dezir, que los trigos unos nacen grandes, y otros peque ños, porque el labrador, quando los sembra va, estava divertido en varias ymaginaciones.
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[] Desta mala opinion de Aristoteles, infieren algunos curiosos, que los hijos del adultero parecen al marido de la muger adultera, no siendo suyos. Y es su razon manifiesta, por que enel acto carnal estan los adulteros y maginando en el marido, con temor no ven ga, y los halle enel hurto. Por el mesmo argumento infieren que los hijos del mari do, sacan el rostro del adultero, aunque no sean suyos: porque la muger adultera estan do enel acto carnal con su marido, siempre está contemplando en la figura de su amigo. [] Y los que confiessan que la otra muger pario un hijo negro, por estar ymaginando en la figura negra del guadamecil, tambien an de admitir lo que estos curiosos an di cho y provado; porque todo tiene la mes ma cuenta y razon. Ello para mi es gran burla y mentira: pero muy bien se infiere de la mala opinion de Aristoteles. [] Mejor respondio Hippocrates al pro blema, (Lib. de aëre, locis & aquis) dizien do: Que los Scythas, todos tienen unas mesmas costumbres y figura de rostro: y dando la razon desta similitud, dize: Que todos comen unos mesmos manjares, y beven unas mesmas aguas, y andan de una mesma manera vestidos, y guardan un mes mo orden de vivir. [] Los brutos animales (por esta mesma razon) engendran los hijos a su semejan ça, y a su figura particular; porque siem pre usan de un mesmo pasto, y hazen la
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simiente uniforme. Por lo contrario el hom bre, por comer diversos manjares cada dia, haze diferente simiente, assi en sustancia, como en temperamento. Lo qual aprue van los philosophos naturales, (Alexand. Aphrod. lib. 1. pro. 28.) respondiendo a un problema que dize, Que es la causa que los excrementos de los brutos animales, no tie nen tan mal olor como los del hombre? y dizen, que los brutos animales usan siempre de unos mesmos alimentos, y hazen mucho exercicio: y el hombre come tantos manja res, y de tan varia sustancia, que no los puede vencer; por donde se vienen a cor romper. La simiente humana y brutal, tie nen la mesma cuenta y razon, por ser am bas excrementos dela tercera concoction. [] La variedad de manjares de que usa el hombre, no se puede negar; ni tan poco dexar de confessar, que de cada alimento, se haga simiente differente y particular: y assi es cierto, que el dia que come el hombre vaca, o morzillas, haze la simiente gruessa, y de mal temperamento; por donde el hijo que della se engendrare, saldra feo, necio, negro, y de mala condicion: Y si comiere una pechuga de capon, o gallina, hara la si miente blanca, delicada, y de buen tempe ramento: por donde el hijo que della se en gendrare, sera gentil hombre, sabio, y de condicion muy affable. De donde colijo, que ningun hijo nace que no saque las cali dades, y temperamento del manjar que sus
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padres comieron, un dia antes que lo en gendrassen. Y si cada uno quisiere saber de que manjar se formó, no tiene mas que ha zer, de considerar con que alimento tiene su estomago mas familiaridad: y aquel es, sin falta ninguna. [] Tambien preguntan los philosophos natu rales, (Alexand. Aph. prob. 26.) Que es la ra zon, que los hijos de los hombres sabios, or dinariamente salen necios y faltos de inge nio? Al qual problema responden muy mal, diziendo, Que los hombres sabios son muy honestos, y vergonçosos: por la qual ra zon se abstienen enel acto carnal de al gunas diligencias que son necessarias para que el hijo salga con la perfection que ha de tener. Y pruevanlo con los padres tor pes y necios, que por poner todas sus fuer ças y conato (al tiempo del engendrar) sa len todos sus hijos ingeniosos y sabios: pe ro esta es respuesta de hombres que saben poca philosophia natural. [] Verdad es, que para responder como conviene, es menester presuponer y pro var algunas cosas primero: una de las quales es, que la facultad racional, es con traria de la yrascible y concupiscible; de tal manera, que si un hombre es muy sa bio, no puede ser animoso, de grandes fuerças corporales, gran comedor, ni po tente para engendrar: porque las dispo siciones naturales, que son necessarias, para que la facultad racional pueda obrar,
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son totalmente contrarias de las que pide la yrascible y concupiscible. [] El animo y valentia natural, dize Aristote les (14. Sect. prob. 15. y assi es verdad) que con siste en calor; y la prudencia y sabiduria en frialdad y sequedad. Y assi lo veemos clara mente por experiencia, que los muy animo sos son faltos de razones, tienen pocas pala bras, no suffren burlas, y se corren muy pre sto: Para cuyo remedio ponen luego mano a la espada, por no tener otra respuesta que dar. Pero los que alcançan ingenio, tienen muchas razones, y agudas respuestas, y mo tes; con los quales se entretienen, por no ve nir a las manos. Desta manera de ingenio notó Salustio a Ciceron, diziendole, que te nia mucha lengua, y los pies muy ligeros: en lo qual tuvo razon; porque tanta sabidu ria, no podia parar sino en covardia para las armas. De donde tuvo origen una ma nera de motejar, que dize: Es valiente co mo un Ciceron, y sabio como un Hector; para notar a un hombre de necio, y covar de. No menos contradize la facultad ani mal, al entendimiento: porque en sien do un hombre de muchas fuerças cor porales, no puede tener delicado inge nio: y es la razon, que la fuerça de los braços y piernas, nasce de ser el celebro duro y terrestre: y aun que es verdad, que por la frialdad y sequedad de la tierra po dia tener buen entendimiento; pero por ser de gruessa sustancia, lo echa a perder, y
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haze otro daño de camino, que por la frial dad se pierde el animo y valentia: y assi al gunos hombres de grandes fuerças, los emos visto ser muy covardes. [] La contrariedad que tiene el anima veje tativa con la racional, es mas notoria que todas: perque sus obras (que son nutrir y engendrar) se hazen mejor con calor y hu medad, que con calidades contrarias: lo qual muestra claramente la experiencia; considerando, quan fuerte es en la edad de los niños, y quan floxa y remissa en la vejez: y en la puericia, no puede obrar el anima racional; y en la postrera edad (donde no ay calor, ni humedad) haze maravillo samente sus obras. De manera, que quanto un hom bre fuere mas poderoso para engendrar, y cozer mucho manjar, tanto pierde de la fa cultad racional. A esto alude lo que dize Pla ton (Dialogo de natura.) que no ay humor enel hombre, que tanto desbarate la facultad racional, como la simiente fecunda: solo, dize (In Sophista) que ayuda al arte de metri ficar, la qual veemos por experiencia cada dia, que en començando un hombre a tratar amores, luego se torna poeta; y si antes era suzio y desaliñado, luego se offende con las rugas delas calças, y con pelillos de la capa. Y es la razon, que estas obras pertenescen a la ymaginativa: la qual cresce, y sube de punto, con el mucho calor, que a causado la passion del amor. Y que el amor sea alte racion caliente: veese claramente, por el
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animo y valentia, que causa enel enamora do; y porque le quita la gana de comer, y no le dexa dormir. [] Si en estas señales advertiesse la republi ca, desterrarian delas universidades, los estu diantes valientes y amigos de armas, a los enamorados, a los poetas, y a los muy poli dos y asseados; porque para ningun genero de letras tienen ingenio ni habilidad. Desta regla saca Aristoteles los melancholicos por adustion: (4 Sect. prob. 31.) cuya simiente (aunque es fecunda) no quita el ingenio. [] Finalmente, todas las facultades que go viernan al hombre, si son muy fuertes, des baratan la facultad racional. Y de aqui nace, que en siendo un hombre muy sabio, luego es covarde, de pocas fuerças corporales, ruyn comedor, y no potente para engendrar. Y es la causa, que las calidades que le hazen sabio (que son frialdad, y sequedad) essas mesmas, debilitan las otras potencias: como parece en los hombres viejos; que si no es para consejo y prudencia, no tienen fuerça, ni valor para mas. [] Suppuesta esta doctrina, es opinion de Galeno, ( Lib. 1. de semine. cap. 8.) que para que aya effecto la generacion de qualquier animal perfecto, son necessarias dos si mientes: una que sea el agente y formador; y la otra, que sirva de alimento: porque una cosa tan delicada, como es la genitura, no luego puede vencer un manjar tan grues so, como es la sangre, hasta que el effecto
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sea mayor. Y que la simiente sea el verda dero alimento de los miembros seminales, es cosa muy recebida de Hippocrates, y Platon , y Galeno: porque segun su opinion, si la sangre no se convierte en simiente, es im possible que los nervios, las venas, y arterias, se puedan mantener. Y assi dize Galeno, (Lib. 1. de semine, cap. 15.) que la differencia que va de las venas a los testiculos, es, que los testiculos hazen de presto mucha si miente; y las venas poca, y a espacio. De manera que proveyo naturaleza, de alimento tan semejante, que con livia na alteracion, y sin hazer excrementos, pu diesse mantener a la otra simiente. Lo qual no pudiera acontecer, si su nutricion se vuiera de hazer de sangre. La mesma pro vision, dize Galeno, (Lib. 2. de semine, c. 16.) que hizo naturaleza, en la generacion del hombre, que para formar el pollo, y las de mas aves que salen de los huevos, en los quales veemos, que ay dos sustancias; cla ra, y yema: la una, de que se haga el pollo, y la otra de que se mantenga, todo el tiem po que durare la formacion. Por la mesma razon, son necessarias dos simientes en la generacion del hombre; la una de que se haga la criatura; y la otra, de que se man tenga, todo el tiempo que durare su for macion. Pero dize Hippocrates (Lib. dege nitura) una cosa digna de gran considera cion; y es, que no está determinado por na turaleza, qual de las dos simientes. a de ser
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el agente y formador; ni qual a de servir de alimento: Porque muchas vezes, la simien te de la muger, es de mayor efficacia, que la del varon: y quando acontesce assi, haze ella la generacion, y la del marido sirve de alimento. Otras vezes, la del varon es mas potente y prolifica; y la de la muger, no haze mas que nutrir. [] Esta doctrina no alcançó Aristoteles, ni pudo entender de que servia la simien te de la muger: y assi dixo della mil dis parates; que era como un poco de agua, sin virtud ni fuerças para engendrar. Lo qual si fuera assi, era impossible que la mu ger consintiera la conversacion del varon, ni jamas le apetesciera, antes huyera del acto carnal; por ser ella tan honesta, y la obra tan suzia y torpe: Por donde en pocos dias se acavara la especie humana, y el mundo quedara privado del mas hermoso animal, de quantos naturaleza crio. [] Y assi pregunta Aristoteles ( 4. Sect. prob. 16.) que es la razon, que el acto carnal es la cosa mas sabrosa de quantas ordenó natu raleza, para recreacion de los animales? Al qual problema responde, que como na turaleza procurasse tanto la perpetuydad delos hombres, puso tanta delectation en aquellas obras; porque movidos con tal interes, se llegassen de buena gana al acto de la generacion: y si faltaran tales esti mulos, no vuiera hombre ni muger que se quisiera casar (no interessando mas la mu
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ger, de traer nueve meses el hijo enel vien tre, con tanta pesadumbre y dolores, y al tiempo del parirlo, ponerse en riesgo de perder la vida.] Por donde fuera necessa rio, que la republica forçara a las mugeres a que se casassen, con miedo no se acabasse la generacion humana. [] Pero como naturaleza haze las cosas con suavidad, dio a la muger todos los instru mentos que eran necessarios para hazer si miente yrritadora y prolifica, con la qual apetesciesse al varon, y se holgasse con su conversacion. Y siendo de las calidades que dize Aristoteles, antes le aborresciera, y huyera del, que le amara. Esto prueva Gale no [Lib. 1. de semine. cap. 25.] exemplifican do, con los brutos animales: y assi dize, que si una puerca está castrada, jamas apetesce el verraco, ni le consiente quando se le llega. Lo mesmo passa claramente, en una muger, cuyo temperamento es mas frio, de lo que conviene; que si le pedimos que se case, no ay cosa mas aborrescible a sus oydos. Y al varon frio, acontesce otro tanto: todo por carescer de simiente fecunda. [] Tambien si la simiente de la muger fue ra de la manera que dize Aristoteles, no podia ser proprio alimento, porque por al cançar las calidades ultimas de nutrimen to actual, se requiere total semejança, con el que se ha de nutrir. Y si ella no viniere ya labrada y assimilada, despues no se po dia adquirir: porque la simiente del varon,
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caresce de instrumentos y officinas [como son el estomago, el higado, y los testiculos] donde la pudiesse cozer y assimilar. Por donde proveyó naturaleza, que vuiesse dos simientes en la generacion del animal: las quales mezcladas, la que fuesse mas po tente, hiziesse la formacion; y la otra, sir viesse de mantenimiento. Y que esto sea verdad, parece claramente ser assi: porque si un negro empreña una muger blanca, y un hombre blanco, a una mugernegra; de ambas maneras, sale la criatura mulata. [] Desta doctrina se colige ser verdad, lo que muchas historias autenticas affirman, que un perro teniendo cuenta con una mu ger, la empreñó: y lo mesmo hizo un osso con una donzella, que halló sola enel cam po: Y de un Ximio, que tuvo dos hijos en otra muger: Y de otra que andandose passeando por la ribera del mar, salio un pescado del agua, y la empreño. Lo que sele haze diffi cultoso al vulgo, es, como pudo acontescer, parir estas mugeres hombres perfectos, y con uso de razon, siendo los padres que los engendraron, brutos animales? [] A esto se responde, que la simiente de qualquiera muger de aquellas, era el agen te y formador de la criatura, por ser mas potente: y assi la figurava con los acci dentes dela especie humana: Y la si miente del bruto animal (por no tener tanta fuerça) servia de alimento, y no mas. Y que la simiente destas bestias yr
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racionales, pudiesse dar alimento a la simien te humana, es cosa que se dexa entender: Porque si qualquiera muger de aquellas co miera un pedaço de osso, o de perro cozido, o assado, se sustentara con el, aunque no tambien como si comiera carnero, o perdi zes. Lo mesmo acontesce a la simiente hu mana, que su verdadero nutrimento, en la formacion de la criatura, es otra simiente hu mana: pero faltando esta, bien puede suplir sus vezes, la simiente brutal. Pero lo que no tan aquellas historias, es, que los niños que nascieron destos tales ayuntamientos, davan muestra (en sus costumbres, y condiciones) no aver sido natural su generacion. [] De todo lo dicho (aunque nos emos algo tardado) podremos ya sacar respue sta, para el problema principal: y es, que los hijos de los hombres sabios casi siem pre se hazen, de la simiente de sus ma dres: porque la de los padres (por las ra zones que emos dicho) es infecunda para engendrar: y no sirve en la generacion, mas que de alimento. Y el(Ut est semen in mulieribus humidius, ita etiam frigi- dius. Gal. 6. de locis, cap. 5.) hombre que se haze de si miente de muger, no puede ser ingenioso, ni tener habi lidad; por la mucha frial dad, y humedad deste sexto: por donde es cierto, que en saliendo el hijo discreto y avisado, es indicio infalible, de averse echo de la simiente de su padre: Y si es torpe y necio, se colige averse for
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mado de la simiente de su madre. A lo qual aludio el sabio, diziendo: (Prov. c. 10. c. 15.) Filius sapiens, lætificat patrem; filius verò stultus, mæstitia est matris suæ. [] Tambien puede acontescer (por alguna ocasion) que la simiente del hombre sabio sea el agente y formador: y la de su muger sirva de alimento; Pero el hijo que della se engendrare, saldra de poco saber. porque puesto caso que la frialdad y sequedad, son dos calidades, que a menester el entendi miento: pero an de tener cierta medida y cantidad; de la qual passando, antes haze daño que provecho. Como parece en los hombres muy viejos, que por la mucha frial dad y sequedad, los veemos caducar, y dezir mil disparates. Pues pongamos caso, que al hombre sabio le restavan de vivir diez años, de conveniente frialdad y sequedad, para ra cionar de tal manera, que passando de alli, avia de caducar. Si de la simiente deste se engendrasse un hijo, seria hasta los diez años, de grande habilidad (por gozar de la frialdad, y sequedad conveniente de su pa dre:) pero a los onze començaria luego a caducar, por aver passado del punto que estas dos calidades an de tener. Lo qual vee mos cadadia por experiencia, en los hijos avidos enla vejez; siendo niños, son muy avi sados, y despues son hombres muy necios, y de muy corta vida. Y es la razon, que se hi zieron de simiente fria y seca, la qual avia passado ya la mitad del curso dela vida.
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[] Tambien si el padre es sabio en las obras de la ymaginativa, y sea casado (por su mu cho calor y sequedad) con muger fria y hu meda en el tercer grado, el hijo que desta junta se engendrare, sera necissimo, si se for ma dela simiente de su padre; por aver esta do en un vientre tan frio y humedo, y averse mantenido de sangre tan destemplada. [] Al reves acontesce, siendo el padre ne cio, cuya simiente, ordinariamente tiene ca lor y humedad demasiada: El hijo que della se engendrare, sera bovillo, hasta quinze años, por alcançar parte de la humedad su perflua del padre: Pero gastada con el dis curso de la edad de consistencia, donde la simiente del hombre necio, está mas tem plada, y con menos humedad. Ayudale tam bien al ingenio, aver andado nueve meses, en un vientre de tan poca frialdad, y hume dad, como es el dela muger fria y humeda, enel primer grado, donde padescio tanta hambre y penuria del alimento. [] Todo esto acontesce ordi-(Fames enim exsiccat cor pora. Gal. 2. apho. com. 16.) nariamente, por las razones que emos dicho: pero ay cier to linaje de hombres, cuyos miembros genitales, son de tanta fuerça y vigor, que desnudan totalmente a los ali mentos de sus buenas calidades, y los con vierten en su mala y gruessa sustancia: Por donde todos los hijos que engendran (aun que ayan comido manjares delicados) salen rudos y torpes. Otros ay por lo contrario,
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que usando de alimentos gruessos y de mal temperamento, son tan poderosos en ven cerlos, que comiendo macho, y tocino, ha zen los hijos de ingenio muy delicado. Y assi es cierto que ay linaje de hombres necios, y casta de hombres sabios; y otros que ordina riamente nascen locos, y faltos de juyzio. [] Algunas dudas se ofrescen, a los que tra tan de entender muy de rayz esta materia: la respuesta de las quales, es muy facil en la doctrina passada. La primera es: de donde nasce que los hijos bastardos, parescen or dinariamente a sus padres? Y de cien legi timos, los noventa, sacan la figura y co stumbres de las madres? [] La segunda; porque los hijos bastar dos, salen ordinariamente gentiles hom bres, animosos, y muy avisados? [] La tercera, que es la causa, que si una mala muger se empreña aunque tome be vidas ponçoñosas, para mover, y se sangre muchas vezes; jamas echa la criatura? Y si la muger casada está preñada de su marido, con livianas causas viene a mover. [] A la primera duda responde Platon [Dialogo de natura] diziendo: que ninguno es malo de su propria y agradable volun tad, sin ser irritado primero del vicio de su temperamento. Y pone exemplo en los hombres luxuriosos; los quales, por tener mucha simiente fecunda, padecen grandes illusiones y muchos dolores, por donde mo lestados de aquella passion, buscan mugeres para echarla de si.
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Destos tales dize Galeno, que tienen los instrumentos de la generacion muy calien tes y secos; por la qual razon hazen la si miente mordacissima y poderosa para en gendrar. Luego el hombre que va a buscar la muger que no es suya, ya va lleno de aquella simiente fecunda, cozida y bien sa zonada: de la qual forçosamente se ha de hazer la generacion: porque en paridad siempre la simiente del varon es de mayor efficacia; y si el hijo se haze de la simiente del padre, forçosamente le a de parescer. [] Al reves acontece en los hijos legiti mos: que por tener los hombres casados la muger siempre al lado, nunca aguardan a madurar la simiente, ni que se haga proli fica; antes con liviana irritacion la echan de si, haziendo gran violencia y commo cion: y como las mugeres estan quietas en el acto carnal, nunca sus vasos seminarios dan la simiente, sino quando está cozida y bien sazonada, y ay mucha en cantidad. Por donde las mugeres casadas hazen siempre la generacion; y la simiente de sus maridos, sirve de alimento. [] Pero algunas vezes vienen ambas si mientes a tener ygual perfection; y pelean de tal manera, que ni la una ni la otra salen con la formacion; antes se figura el hijo, que ni parece al padre ni a la madre. Otras vezes parece que se conciertan, y parten la similitud: la simiente del padre haze las narizes y oyos; y la de la madre, la boca y
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la frente. Y lo que mas es de admirar, que a acontecido muchas vezes sacar el hijo la una oreja del padre, y la otra de la madre; y partir los ojos tambien. Pero si la simien te del padre vence del todo, saca el hijo su figura y costumbres: y quando la simiente de la madre es mas poderosa, corre la mes ma razon. [] Por donde el padre que quisiere que su hijo se haga de su propria simiente, se a de ausentar algunos dias de su muger, y a guardar que se cueza y madure: Y enton ces es cierto que el hara la generacion; y la simiente de su muger servira de alimento. [] La segunda duda tiene (por lo dicho) po ca difficultad: porque los hijos bastardos ordinariamente se hazen de simiente ca liente y seca: y desta temperatura, emos provado muchas vezes atras, que nasce el animo y valentia, y la buena ymaginativa; a la qual pertenesce la prudencia deste si glo. Y por estar la simiente cozida y bien sazonada, haze naturaleza de ella todo lo que quiere, y los pinta con un pinzel. [] A la tercera duda se responde, que el preñado de las malas mugeres, casi siem pre se haze de la simiente del varon; y co mo es enxuta y muy prolifica, trabase en el utero con fuertes rayzes. Pero el preña do de las casadas, como se haze de su propria simiente, deslizase la criatura con gran faci lidad; por ser humeda y aguanosa; o como dize Hippocrates, Plena mucoris, [5. Aph. 45.]
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Que diligencias se han de hazer, para conservar el ingenio a los niños, de spues de estar formados y nascidos. §. v.

[] ES tan alterable la materia de que el hom bre está compuesto, y tan sujeta a cor rupcion, que en el punto que se comiença a formar, en esse mesmo se viene a deshazer y alterar, sin poderlo resistir. Por donde se di xo: [Sapi. cap. 5.] Nos nati continuò desini mus esse. Y assi proveyó naturaleza que vui esse en el cuerpo humano, quatro facultades naturales, Tractrix, retentrix, concoctrix, y expultrix. Las quales coziendo y alterando los alimentos que comemos, buelven a repa rar la sustancia perdida, sucediendo otra en su lugar. De donde se entiende, que apro vechara poco averse hecho el hijo de simien te delicada, sino se tuviera cuenta con los manjares que le avian de suceder. Porque acabada la formacion; no le a quedado ala criatura ninguna parte de la sustancia semi nal, de que la principio se compuso. Verdad es, que la simiente primera [si fue bien cozi da y sazonada] es de tanta fuerça y vigor, que coziendo y alterando los manjares, los haze venir [aunque sean malos, y gruessos] a su buen temperamento y sustancia: pero tanto se podria usar de alimentos contra rios, que viniesse a perder la criatura las bue nas calidades que recivio de la simiente de que se hizo.
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[] Y assi dize Platon [Dialogo de natura,] que una de las cosas que mas echava a perder el ingenio del hombre, y sus buenas costum bres, era, la mala educacion, en el comer, y bever. Por tanto aconseja, que a los niños les demos alimentos, y bevidas delicadas, y de buen temperamento; para que, quando mayores, sepan reprovar lo malo, y elegir lo bueno. La razon desto está muy clara: porque si el celebro se hizo al principio de simiente delicada, y este miembro se una ca da dia gastando, y consumiendo, y se a de reparar con los manjares que comemos; cierto es, que si estos son gruessos y de ma la templança, que usando muchos dias del los, se a de hazer el celebro dela mesma na turaleza: y assi no basta, que el niño se aya hecho de buena simiente, sino que los ali mentos que comiere (despues de formado, y nacido) teng an las mesmas calidades. [] Quales se an estas, no sera difficultoso averiguarlo; suppuesto que los Griegos, fueron los hombres mas discretos que a avido en el mundo; y que buscando ali mentos y comidas, para hazer sus hijos ingeniosos y sabios, cierto es que topa rian con los mejores y mas apropriados: porque si el ingenio subtil y delicado, con siste en que el celebro este compuesto de partes subtiles, y de buena templanca; el alimento, que tuviere [sobre los demas] estas dos calidades, será del que conviene usar, para conseguir el fin que llevamos.
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[] De la leche de cabras [cozida con miel] di ze Galeno, que en opinion de todos los me dicos Griegos, era el mejor alimento de quantos comen los hombres: porque [fuera de tener la sustancia muy moderada] el calor enella, no excede a la frialdad, ni la hume dad a la sequedad. Por donde diximos [po cos renglones atras] que los padres que de veras quisiessen engendrar un hijo sabio, gentil hombre y de buenas costumbres, que comiessen seys o siete dias antes de la genera cion, mucha leche de cabras cozida con miel. [] Pero, puesto caso que este alimento es tan bueno como dize Galeno, mucho mas haze al ingenio, ser de partes subtiles el man jar, que de moderada sustancia; porque quanto mas se adelgaza la materia en la nu tricion del celebro, tanto se haze el ingenio mas perspicaz. Por donde los Griegos saca van el queso, y suero a la leche [que son los dos elementos gruessos de su composicion;] y dexavan la parte butirosa, que es de natu raleza de ayre. Esta davan a comer a los niños, mezclada con miel; con intento de hayerlos ingeniosos y sabios. Y que esto sea verdad, paresce claramente por lo que cuenta Homero: [Iliad. 10.] [] Fuera de este alimento, comeran los niños sopas hechas de pan candial, de agua muy delicada, con miel, y un poco de sal: pero en lugar de azeyte [por ser muy malo y nocivo as entendimiento] echaran man teca de leche de cabras; cuyo tempera
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mento y sustancia es apropriado para el in genio. [] Pero en este regimiento ay un inconve niente muy grande; y es, Que usando los niños de manjares tan delicados, no ternan mucha fuerça para resistir a las injurias del ayre, ni se podran defender de los demas achaques que los suelen hazer enfermar. Y assi por sacarlos sabios, se crian con poca sa lud, y no viviran muchos años. [] Esta difficultad nos pide, como se podran criar los niños ingeniosos y sabios; y que esta arte no contradiga a su salud. Lo qual sera facil concertar; si los padres se atrevie ren a poner en pratica algunas reglas y pre ceptos que aqui dire. Y porque la gente re galada está engañada en criar sus hijos; y ella es la que trata siempre desta materia; quiero les primero dar la razon y causa por que a sus hijos (aunque tengan ayos y ma e stros, y trabajen con mucho cuydado enlas Ietras) se les pegan tan mal las sciencias? Y como se podran remediar, sin que por el lo abrevien la vida, ni menos-caven su sa lud. [] Ocho cosas dize Hippocrates, que hu medescen las carnes del hom-(Lib. de aëre, loc. & aquis. Lib. de salub. diæta, com. 14. 6. Epi. par. 5. apho. 9.) bre, y las engordan. La pri mera es, holgar, y vivir en grande ociosidad. La segun da, dormir mucho. La terce ra, acostar-se en cama blanda. La quarta, el buen comer y bever. La quinta, estar muy abrigados, y bien vestidos. La sexta,
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andar siempre a cavallo. La septima, hazer su voluntad. La octava, ocuparse en juegos y passatiempos, y cosas que les den conten to y plazer. Todo lo qual es tan manifiesta verdad, que aunque no lo vuiera dicho Hip pocrates, ninguno lo pudiera negar. Solo se podria dudar, si la gente regala da guarda siempre esta manera de vivir: pe ro si es verdad que lo haze, bien podemos inferir, que su simiente es humidissima, y que los hijos que della se engendraren, an de salir por fuerça con humedad superflua, y demasiada: La qual es menester gastar y consumir; lo uno, porque esta calidad echa a perder las obras del anima racional; y lo otro dizen los medicos, que haze vivir al hombre pocos dias, y con falta de salud. [] Segun esto el buen ningenio, y la firma sanidad corporal, ambas piden una mesma calidad, que es la sequedad:(Hipp. lib. de ulceribus. 14. Sect. probl. 9.) por donde los preceptos y re glas, que truximos para hazer los niños sabios, essos mesmos serviran paran darle mucha salud, y que vivan largo tiempo. [] Conviene pues luego en nasciendo el hi jo de padres holgados (atento que sus carnes tienen mas frialdad, y humedad de la que conviene a la Puericia) lavarlo con agua sa lada caliente, la qual [en opinion de todos los medicos, Hippo. lib. 2. de diæta.] desseca, y enxuga las carnes, y pone firmes los ner vios, y haze al niño robusto, y varonil; y por gastarle la humedad superflua del celebro
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se haze ingenioso, y le libra de muchas en fermedades capitales. [Lib. 1. ad. Glau. cap. 9.] Por lo contrario, siendo el baño de aqua dulce, y caliente, por quanto humedesce las carnes, dize Hippocrates [6. Aph. 16.] que haze cinco daños: Carnis effæminatia nem, nervorum imbecillitatem, mentis torpo rem, profluvia sanguinis, animi defectionem. Como si dixera: El agua dulce y caliente, haze al hombre mugeril, con flaqueza de nervios, necio, aparejado para fluxo de san gre, y dessmayos. [] Pero si el niño sale con demasiada seque dad [del vientre de su madre] conviene mucho lavarle con agua caliente, dulce. Y assi dize Hippocrates [Lib. de salub. diæta, cap. 23.] Infantes diu sunt calida lavandi: quò minùs tentent eos convulsiones; ipsique crescant & melioris coloris fiant. Por la qual senten cia manda lavar con agua caliente, muchas vezes a los niños, porque no se vengan a espamar; y crezcan con mas facilidad; y se hagan de buen color. Esto cierto es, que se entiende de los niños que salen secos del vientre de su madre; a los quales conviene emendarles su mala temperatura, applican doles las calidades contrarias. [] Los Alemanes [dize Galeno Lib. 1. de sa nit tuen.] tenian por costumbre lavar sus niños enel rio, luego en naciendo, pare ciendoles, que assi como el hierro, que sale ardiendo de la fragua, se haze mas fuerte metiendolo enel agua fria; de la mesma ma
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nera, sacando al niño ardiendo del vientre de su madre, se hazia de mayor fuerça y vi gor, lavan dolo con agua tan fria. Esto condena Galeno, por gran bestialidad: y tiene mucha razon. porque puesto caso, que por esta via se haria el cuero duro y çerrado, y no facil de alterar de las injurias del ayre; pero ofenderse ya delos excrementos que se engendran dentro del cuerpo, por no estar patente y abierto, por donde poder exalar y salir. [] Mejor remedio y mas seguro es, lavar alos niños (que tienen humedad superflua) con agua caliente y salada: porque gastandoles la humedad demasiada, quedan muy propin quos a la salud; y çerrandoles las vias del cuero, no se offenden con qualquiera ocasi on; ni los excrementos de dentro quedan tan çerrados, que no les resten caminos abi ertos por donde salir. Y naturaleza es tan po derosa, que si le an quitado una via publica, busca otra acomodada: Y si todos le faltan, sabe hazer caminos de nuevo, por donde ex peller lo que le daña. Y assi de dos extre mos, mas conviene a la salud, tener duro y algo çerrado el cuero, que blando y abierto. [] Lo segundo que conviene, es, que en na sciendo el niño le hagamos amigo con las vientos, y con las alteraciones del ayre, y no le tengamos siempre en abrigo: porque se hara floxo, mugeril, necio, de pocas fuerças, y en tres dias se morira. Ninguna cosa, dize Hippocrates (Lib. de aëre, locis & aquis) que
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tanto debilita las carnes como estar siempre en lugares tepidos, guardados del frio y ca lor: Ni ay mejor remedio para la salud, que hazer el cuerpo a todos los vientos, calientes, frios, humedos, y secos: y assi pregunta Ari stoteles, (14. Sect. probl. 12.) Que es la causa que los que viven en las galeras, estan mas sa nos, y tienen mejor color, que los que viven en tierra paludosa? Y crece mas la difficultad, considerando la mala vida que passan, dor miendo enel suelo vestidos, al sereno, al sol, al frio, y al agua; comiendo y beviendo tan mal. Lo mesmo se podra preguntar de los pastores, cuya sanidad es la mas firme que tienen los hombres: es la causa, que an hecho ya amistad con todas las calidades del ayre, y no se espanta naturaleza de nada. Por lo contrario veemos claramente, que tratando un hombre de regalarse, y procurar que no le de el sol, el frio, el sereno, ni el viento, en tres dias es acavado: por el qual se podria dezir, Qui diligit animam suam in hoc mundo, perdet eam: Porque de las alteraciones del ayre nin guno se puede guardar. Y assi es mejor aco stumbrarse atodo, paraque el hombre se pue da descuydar, y no viva siempre con recato. [] El error de la gente vulgar está, en pen sar que el niño nasce tan tierno y delicado, que no sufrira passar, del vientre de su madre (donde ay tanto calor) a la region del ayre frio, sin que haga mucho daño. Y realmente estan engañados: porque con ser Alemania tan fria, metian los niños hirviendo enel rio;
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y con ser un hecho tan bestial, no se les ha zia de mal, ni se morian. [] Lo tercero que conviene hazer, es, buscar una ama moça, de temperamento caliente, y seca; o segun nuestra doctrina, fria y humeda en el primer grado, criada a mal aventura, a costumbrada a dormir en el suelo, a poco co mer, y mal vestida; hecha a andar al sereno, al frio y calor. Esta tal hara la leche muy fir me, y usada a las alteraciones del ayre, de la qual manteniendose muchos dias los miem bros del niño, vernan a tener mucha firme za. Y si es discreta, y avisada, le hara mucho provecho al ingenio, porque la leche desta es muy enxuta, caliente y seca: con las qua les dos calidades se corrigira la mucha frial dad y humedad, que el niño sacó del vientre de la madre. Quanto importe a las fuerças de la criatura, mamar leche excercitada, prue vase claramente en los cavallos, que siendo hijos de yeguas trabajadas en arar y trillar, salen muy grandes corredores, y duran mu cho en el trabajo: Y si las madres estan siempre holgando, y paciendo en el prado, ala primera carrera no se pueden tener. [] El orden pues que se ha de tener con el ama, es, traerla a casa quatro o cinco meses antes del parto: y darle a comer los mesmos manjares de que usa la preñada, para que tenga lugar de gastar la sangre, y los demas humores, que ella tenia hechos de los malos alimentos que antes avia comido, y para que el niño (luego en nasciendo) mame la mes
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ma leche de que se mantuvo en el vientre de su madre, alomenos echa de los mesmos manjares. [] Lo quarto es, no acostumbrar(Semel come de re, duriter cu bare, nudus que ambula re. Hipp. li. de salubri diæta.) el niño a dormir en cama blã- da, ni traerlo muy arropado, ni darle mucho a comer: por que todas estas tres cosas, di ze Hippocrates, que enxugan y dessecan las carnes; y las contrarias las engordan y en sanchan. Y haziendo esto, se criara el niño de grande ingenio, muy sano, y vivira mu chos dias, por razon de la sequedad. Y de lo contrario, verna a ponerse hermoso, gordo, lleno de sangre, y bovo: el qual habito lla ma Hippocrates Athletico, (2. Apho. 3. Cel sus lib. 2.) y lo tiene por muy peligroso. [] Con esta mesma recepta y orden de vivir, se crió el hombre mas sabio que a avido enel mundo (que fue Christo nuestro redem ptor, en quanto hombre) salvo que por nacer fuera de Nazareth, por ventura, no tuvo su madre a mano agua salada con que lavarlo. Pero ello era costumbre Iudayca, y de to da el Asia, introduzida por algunos medi cos sabios, para dar salud alos niños. Y assi dize el Propheta (Ezech. cap. 16.) Et quan do nat a es in die ortus tui, non est præcisus um bilicus tuus, & aqua non es lota in salutem; nec sale salita, nec involuta pannis. [] Pero en los demas, luego en nasciendo co mençó a hazer amistad con el frio, y con las otras alteraciones del ayre. Y su prime
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ra cama fue enel suelo, y mal vestido: como si quisiera guardar la recepta de Hippocra tes. A pocos dias caminaron con el a Egy pto (lugar de mucho calor) donde estuvo todo el tiempo que Herodes vivio: andan do su madre desta manera, cierto es que le daria la leche bien exercitada, y hecha a las alteraciones del ayre. [] Lo que le davan a comer, fue el manjar que los Griegos hallaron, para dar ingenio y sabiduria a sus hijos. Este diximos atras, que era la parte butirosa de la leche, comi da con miel. y assi dixo Esayas: (cap. 7.) Bu tyrum & mel comedet, ut sciat reprobare ma lum & eligere bonum. Por las quales palabras paresce que quiso el Propheta dar a entender; que aunque era Dios verdadero, avia de ser juntamente hom bre perfecto: y que para adquirir sabiduria natural, avia de hazer las mesmas diligencias, que los otros hijos de los hombres. Aunque esto parece difficultoso de entender, y aun es disparate, pensar que porque Christo nue stro redemptor comiesse manteca y miel (siendo niño) avia de saber reprovar lo malo, y elegir lo bueno, quando mayor: Siendo Dios como era deinfinita sabiduria, y avien dole dado (en quanto hombre) toda la scien cia infusa, que podia recebir, segun su capaci dad natural. Por donde es cierto que sabia tanto enel vientre de su madre, como quan do avia treynta y tres años, sin comer mante ca ni miel, ni aprovecharse de otros medios
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naturales, que requiere la sabiduria humana. [] Pero con todo esso haze gran fuerça, que el Propheta aya señalado el mesmo manjar que los Troyanos y Griegos acostumbravan dar a sus hijos, para hazerlos ingeniosos y sabios: y que diga, Vt sciat reprobare malum & eligere bonum. para entender, que por ra zon de aquellos alimentos, adquiriesse Chri- sto nuestro redemptor (en quanto hombre) mas sabiduria adquisita de la que alcançara si usara de otros manjares contrarios: o es menester explicar aquella particula (Ut) pa ra saber, que es lo que quiso dezir, hablando por tales terminos. Y assi hemos de suppo ner, que en Christo nuestro redemptor, avia dos naturalezas (como es verdad; y assi nos lo muestra la fe) la una divina, en quanto era Dios verdadero; y la otra humana, compuesta de anima racional, y cuerpo ele mentado, dispuesto y organizado, como lo tienen los otros hijos delos hombres. Quanto a la primera naturaleza, no ay que tratar de la sabiduria de Christo nuestro re demptor; porque era infinita, sin augmento ni diminucion; ni depender de otra cosa nin guna, mas de que por ser Dios, era tan sabio enel vientre de su madre, como lo era siendo de treynta y tres años: y lo era ab eterno. Pero en lo que toca a la segunda naturaleza, es de saber, que el anima de Christo, dende el punto que Dios la crió, fue biena ventura da y gloriosa, como lo está el dia de oy: y pues gozava de Dios y de su sabiduria; cierto
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es, que no ternia ignorancia de nada, sino que tuvo tanta sciencia infusa, quanta cavia en su capacidad natural: pero con esto es cierto, que assi como la gloria no se commu nicava a los instrumentos del cuerpo (por la razon de la redempcion del genero humano) tan poco la sabiduria infusa, por no estar el celebro dispuesto ni organizado con las cali da des y sustancia que son necessarias para que el anima con tal instrumento pudiesse dis currir y philosophar. Porque si nos acorda mos de lo que enel principio desta obra dixi mos, las gracias gratis-datas, que Dios reparte entre los hombres, piden ordinariamente, que el instrumento con que se an de excerci tar, y el subjeto en que se an de recebir, ten gan las calidades naturales que cada don ha menester. y es la causa, ser el anima racio nal acto del cuerpo, y no obrar sin apro vecharse de sus instrumentos corporales. [] El celebro de Christo nuestro Redemptor (siendo niño y rezien nacido) tenia mucha humedad; porque en tal edad es assi conve niente y cosa natural: pero por ser tanta en cantidad, no podia su anima racional discur rir naturalmente, ni philosophar con tal in strumento. Y assi la sciencia infusa no passa va a la memoria corporal, ni a la ymaginati va, ni al entendimiento: por ser estas tres potencias organicas [como ya lo dexamos provado] y no estar con la perfection que avian de tener. Pero yendose el celebro des secando con el tiempo, y con la mayor edad,
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yua el anima racional, manifestando cada dia mas la sabiduria infusa que tenia, y co municandola a sus potencias corporales. [] Y fuera desta sciencia sobre-(S. Thomas pone tercera sciencia en Christo; y la llama acqui sita conel en tendimiento agente. 3. p. q. 10. art. 4. & q. 12. art. 2.) natural tenia otra que se toma delas cosas que oyen los ni ños, de lo que veen, de lo que huelen, gustan, y palpan; y esta (es cierto) la adquiria Christo nuestro redemptor, como los otros hijos de los hombres. Y assi como para ver bien las cosas, tenia necessidad de buenos ojos; y para oyr los sonidos, de buenos oy dos; por la mesma razon tenia necessidad de buen celebro, para juzgar entre lo bueno y lo malo. Y assi es cierto, que por comer aquellos manjares tan delicados, se yua or ganizando cada dia mejor su cabeça, y ad quiriendo mas sabiduria. De tal manera, que si Dios le quitara la sciencia infusa, tres ve zes enel discurso de su vida [para ver lo que avia adquirido] hallaria mas, que de diez años sabia mas que de cinco; y de veynte, mas que de diez; y de treynte y tres, mas que de veynte. [] Y que esta doctrina sea verdadera y Ca tholica, pruevalo el texto Euangelico a la letra, diziendo [Luc. cap. 2.] Et Iesus proficie bat sapientia & ætate & gratia apud Deum & homines. De muchos sentidos Catholi cos que la escritura divina puede recebir, yo siempre tengo por mejor el que mete la
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letra, que el que quita a los terminos y vo cablos su natural significacion. [] Que calidades sean las que ha de tener el celebro, y que sustancia: ya diximos [de opinion de Heraclito] que la sequedad ha zia al anima sapientissima. Y de sentencia de Galeno (Lib. art. med. c. 12.) provamos, que estando el celebro compuesto de sustan cia muy delicada, haze el ingenio subtil. [] La sequedad yua adquirien do Christo nue stro redemptor con la edad: porque dende que nascemos, hasta que morimos, nos vamos dessecando y enxugando las carnes, y sabi endo mas. Las partes subtiles y delicadas del celebro sele y van rehaziendo, comiendo a- quellos manjares, que dixo el Propheta Esa yas: Porque si cada momento se avia mene ster nutrir, y reparar la sustancia que se exala va, y esto se avia de hazer con manjares, y no con otra materia ninguna; cierto es, que si comiera siempre vaca o tocino, que en pocos dias hiziera un celebro gruesso, y de mal tem peramento: con el qual no pudiera su anima racional reprovar lo malo, y elegir lo bueno, si no fuera por via de milagro, y usando de su divinidad. Pero llevandolo Dios por los me dios naturales, mandó que usasse de aquel los manjares tan delicados, de los quales (manteniendose el celebro) se hara instru mento tambien organizado, que aun sin usar de la sciencia divina ni infusa, pudiera natu ralmente reprovar lo malo, y elegir lo bue no; como los otros hijos de los hombres. Laudetur Christus in æternum!
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